Partida Rol por web

- Una lástima, pero ya tendremos tiempo para eso. Esto me lo espero de las prácticas de empresa. Si me pagan, mejor, pero no es mi prioridad.

Mientras habláis, dos personas vienen de frente. Dos personas que Saki conoce, aunque hacía al menos un mes que no veía.

Eran sus primos Kazuki y Kichiro.

Kazuki, un chico de unos 20 años y Kichiro, su hermano de 11 años, viven con su madre en la ciudad. Su padre (tu tío) está separado de la madre, y por cuestiones legales la madre terminó cuidando de los dos hijos, y el padre terminó viviendo en la ciudad vecina. Ahora el hijo mayor (Kazuki) estaba viviendo en un piso con otro chico.

Iban cogidos de la mano y Kichiro llevaba una bolsa, seguramente con juguetes, en la otra mano.

La situación sería la mar de normal e incluso agradable, pero sus padres estaban peleados. Nada serio, pero no se hablaban más que lo justo. Aún así, el resto de la familia nunca llegó a entender el por qué, y ni los hijos de tu tío ni tu habéis heredado esa mala relación. Pese a todo, hay veces que cuesta saber qué decir...

- Buenas tardes Saki. ¿Cómo va todo?

Kazuki siempre había sido bastante maduro y responsable para su edad. Hablaba de forma muy correcta y con una sonrisa en la boca. Era buena gente.

- Hola prima.

Kichiro siempre había sido muy delgado, bastante bajo para su edad, y bastante... "raro". No se juntaba con otros chicos de su edad y siempre jugaba solo. Su aspecto tampoco ayudaba demasiado. Además, era de pocas palabras.

Watanabe se mantiene atrás, aunque sonriendo ligeramente ante una escena familiar.

El drama familiar de Saki no solo se extendía a su hogar... Nunca había una enemistad declarada, pero siempre se notaba cierta tensión en el ambiente. Saki sabía que era familia, algo de lo que nunca se iba a librar y seguramente muchos de ellos siempre estarían allí en un momento de apuro... Pero cuando la relación con dicha familia se volvía una responsabilidad, las cosas solo podían ir a peor.

Y ese era tristemente el punto de vista de Saki. Nunca había trabado una verdadero amistad con ninguno de sus primos, así que simplemente tendría que responder con alegría fingida y aceptar lo que le dijeran... Estuviera del humor que estuviera. Al fin y al cabo, para lo poco que los veía no los podía despachar tan rápido. Aunque con suerte pronto sería su turno en la biblioteca... 

- Hola, Kazuki. - Dice con una ligera inclinación de cabeza, y con una sonrisa. Y cuando mira a Kichiro intenta aparentar una sonrisa más grande (Que obviamente se ve forzada). - Y hola Kichiro. 

Saki se planto unos segundos esperando una reacción, pero entonces recuerda con quien estaba tratando. 

"Tristemente sería el candidato más idóneo para tener un arcano..."

Saki apartó ese pensamiento rápidamente de su cabeza, ya estaba harta de arcanos, solo faltaba eso... 

Se gira hacía Kazuki de nuevo y dice. 

- Hacía tiempo que no os veía, ¿Como os van las cosas? - Entonce se da cuenta de que no ha respondido a Kazuki. - Yo... Bueno, voy tirando. 

"Argh... ¿Podría ser más típica?" 

Kichiro muestra una ligera sonrisa cuando Saki le saluda.

Kazuki contesta a Saki sin miramientos:

- Bien, nada en especial. Kichiro se ha quedado a comer conmigo y Dairiseki hoy. Dairiseki es mi compañero de piso, creo que no le conoces. Es un buen chico.

Como era de esperar, no menciona a su madre ni su padre. Mejor.

- Ahora dábamos una vuelta antes de llevar a Kichiro a su casa. - Kazuki mira a Watanabe y luego vuelve a mirar a Saki. Mantiene su sonrisa. - Y tú... con un amigo, ¿no?.

Saki se sonroja ligeramente y responde como si de un acto reflejo se tratase. 

- É-el es Watanabe. Es un compañero de clase. - Invita a acercarse a Watanabe, por desgracia se tendría que comer parte del marrón... Aunque para Saki era un alivio. Mira a Watanabe. - Watanabe, estos son mis primos, Kazuki y Kichiro. - Dice mientras señala con la mano a cada uno. 

- Un placer.

Watanabe se adelanta y tiende la mano a Kazuki, quién se la estrecha con fuerza.

Por otra parte, al terminar, Watanabe pone una mano en el hombro de Kichiro y se pone a su altura.

- Por ser tú, puedes llamarme Youta.

Kichiro asiente, pero no le llama ni Youta ni ningún nombre. De hecho, ni abre la boca.

Era sorprendente la sangre fría de Watanabe en un momento así. Hace una semana, Watanabe hubiera salido corriendo. ¿Cómo podía una persona cambiar tan rápido?

De pronto a Saki se le ocurrió una idea fugaz. Chika le había cedido el control absoluto a Chikane algunas veces... ¿Había cambiado Watanabe hasta tal extremo también por eso? ¿Estaría Saki viendo a su arcano y no al verdadero Watanabe?

Una parte de Saki se negaba a preguntarse eso, pero la curiosidad le pudo. 

"¿Sientes algo extraño en Watanabe, Tsukihime?"

Saki se desvió de sus pensamientos mientras espera la respuesta de Tsukihime. Miro de nuevo a Kazuki. 

- ¿Y soléis pasear mucho por aquí? Yo estoy trabajando cerca, en la biblioteca. Aunque si hay suerte pronto me marcharé de ahí. - Saki dijo esas palabras con cierto orgullo, pero automaticamente se arrepintió, quisiera o no, ahora Kazuki estaba obligado a preguntarle sobre su trabajo por pura cortersía.   

- Bueno, pasamos por aquí de vez en cuando. Y me habían contado que estabas trabajando en la biblioteca. ¿Pero has encontrado un trabajo mejor?

Parecía que el interés era verdadero. Kazuki no era solo cortesía.

- Bueno... - Dice Saki, fingiendo modestia. - No es precisamente un trabajo, serán prácticas para la universidad, si hay suerte. Aún tengo... Tenemos, que hacer la entrevista. - Se queda en silencio un momento, pero antes de que Kazuki tenga tiempo a responder añade. - ¿Y a ti que tal te va?

¿Que estaba haciendo Kazuki? ¿Estudiaba? ¿Trabajaba? ¿Hacía solo una de las dos cosas? Saki nunca se había interesado en absoluto en los quehaceres de sus primos, si que había escuchado algo, pero al final siempre se olvidaba o se quedaba apartado en un rincón de su mente al que nunca iba. 

"¿Tsukihime?" Normalmente tardaba menos en responder... 

- Bueno, estoy trabajando en unas oficinas del centro. Aunque mis vacaciones han empezado esta semana. Y terminaran dos semanas antes que las del resto de la gente... pero no me quejo, está bastante bien pagado.

A todo esto, Saki no se había dado cuenta de que Tsukihime estaba fuera. Y miraba fíjamente a Kichiro.

Y Kichiro le devolvía la mirada con desconfianza.

Kazuki no parece haber advertido la presencia de Tsukihime.

"Lo siento Saki. Estaba concentrada en Kichiro. Watanabe es el mismo, como ha sido siempre. Su Arcano es diferente, y si le poseyera lo notarías. Es cuando le posee cuando sale corriendo. Y ahora volveré a meterme en tu cabeza, antes de que a Kichiro le de por hablarme."

Y desaparece sutilmente, como si nunca hubiera estado ahí.

Tristemente la deducción de Saki era acertada... Mira fugazmente a Kichiro con lástima, intentando que no se note que centra su atención en él. 

"No se si desaparecer creará el efecto contrario... Con los silencioso que es siempre, me pregunto si lleva tiempo viendo arcanos y se imaginaba que eran solo su imaginación..."

Aunque bueno, no tenía sentido intentar meterse en la cabeza de alguien a quien apenas conocias. Por otro lado, el hecho de que el arcano de Watanabe fuera el causante de su timidez si era una novedad. Saki suponía que el arcano protegía a Watanabe de juntarse con la gente... ¿Pero por que? Era evidente que el verdadero Watanabe tenía bastante facilidad. Aunque bueno, seguramente hubiera cambiado, a fin de cuentas todos estaban cambiando poco a poco gracias a sus arcanos, ¿No?

Saki vuelve a centrar su atención en Kazuki. Dándose cuenta de que había estado en silencio algunos segundos, se sonroja. Entonces comenta apresuradamente. 

- Me alegro por ti. - Lo había dicho casi sin pensar, ¿Acaso había escuchado algo de lo que le había comentado? 

"Esta conversación no tiene ningún futuro... Supongo que tendré que volver a usar mi viejo truco." 

- ¡Oh! - Dice Saki, algo más teatral de lo que le gustaría mientras mira la hora en su móvil. - Es casi mi turno, creo que debería ir tirando o mi jefa me echará la bronca. No me gustaría despedirme de ese trabajo antes de tiempo. - Saki comienza a caminar, mostrando un cierto nerviosismo. - Bueno, ya nos veremos, pasaos algún día por la biblioteca si queréis. 

"Ojala no lo hagan..."

Saki se acaba de despedir formalmente y se marcha en dirección a la biblioteca, con Watanabe a la zaga (Supongo). 

Aunque le hubiera sonado falso a Kazuki, no dice nada al respecto, te desea suerte, Watanabe se despide también de tus primos, y vais a la biblioteca.

Una vez allí, te pones en tu puesto. Watanabe no parece querer ir aún a la sala de estudio.

- Hace tiempo que me pregunto algo, Saki. Esta es una biblioteca muy grande, y con muchos e interesantes libros. ¿Por qué viene siempre tan poca gente? Es más, ¿por qué solo viene gente con Arcanos?

Saki se queda callada unos segundos, perpleja ante la pregunta de Watanabe. 

"¿Cuantas vueltas le habrá dado a esa idea?" 

Saki nunca se había planteado algo tan absurdo como que la gente con arcanos tuviera algún motivo concreto para ir a esa biblioteca... Pero si que era cierto que apenas entraba gente allí. De hecho era bastante triste, no sabía como el ayuntamiento seguía financiando una institución tan poco usada... 

Se encoge de hombros. 

- No se, quizás en la biblioteca van faltos de figurantes. - Comenta Saki en tono de broma. Y entonces sacude la mano, quitandole importancia. - No le des muchas vueltas, seguramente sea solo una coincidencia. 

Aunque a Saki se le ocurrió una posibilidad, igual de absurda, pero algo más creíble. La gente con más afán de conocimiento eran los que tenían siempre más problemas, al fin y al cabo si uno no pensaba en nada tampoco sufría... Y dicha gente, ¿Donde iba a buscar conocimiento si no era en una biblioteca? 

Saki se quitó la idea de la cabeza... Estaba intentando quitarse de encima el tema de los arcanos y al final se estaba metiendo de nuevo en ello... Al menos, si había suerte, pronto dejaría de ir a la biblioteca, ¿No? Unos sentimientos encontrados luchaban en el interior de Saki... Entre la melancolía y el miedo al cambio... Pero tenía que conseguirlo, si no daba ningún paso nunca llegaría a ningún lugar. 

Pero no Watanabe no parecía querer dejar de lado el tema.

- No solo eso. Siento como si... desde que tengo Arcano, no paro de ver a gente con Arcano. Antes no conocía a nadie, y de repente, conozco como a 10 personas o más con Arcano. ¿Sabes eso de que cuando aprendes algo nuevo, comienzas a verlo por todas partes? Como cuando aprendes una nueva palabra. Poco tiempo después terminas usándola o terminas viéndola en alguna parte. ¿Pasará lo mismo con los Arcanos?

Esos pensamientos comenzaban a coincidir más con los de Saki. 

- Realmente a mi también se me ha pasado por la cabeza el porque de pronto han comenzando a aparecer gente con arcanos a mi alrededor. Pero no es como si fuera una palabra que antes no conocíamos pero realmente existia... Los arcanos simplemente no estaban... Quiero decir, a todos a quien conozco que se han encontrado con su arcano, lo han hecho hace poco. Es como si... Hubiera pasado algo que hubiese motivado su aparición. No tengo ni idea de que puede ser, pero fuera lo que fuera estoy segura de que no era natural. - Saki se da cuenta de la seriedad con la que ha dicho sus palabras, y se encoge de nuevos de hombros, para quitarles importancia. - Pero sea lo que sea, no parece algo que podamos frenar. Y realmente no creo que debamos preocuparnos, al fin y al cabo parece que los arcanos hacen bien su trabajo. 

Mira a Watanabe fijamente, y sonríe, para que pueda captar la segunda intención de sus palabras. 

- Sí... supongo que tienes razón. Creo que voy a ir a terminar ese ejercicio. Ta luego Saki.

Dice en un tono totalmente informal.

Finalmente, Saki y Tsukihime están solas.

"Desde luego es envidiable lo que ha cambiado..." Comenta Saki. 

Y sin esperar respuesta de Tsukihime rebusca en su mochila el libro que estaba leyendo en esos momentos. Esa era una de las ventajas que perdería, podría seguir alquilando libros en la biblioteca pero no podría leer en su puesto de trabajo... Si aquello podía considerarse un trabajo. Saki volvió a mirar alrededor. La biblioteca estaba realmente vacía... Pero, ¿Por que? 

La tarde es por lo general aburrida. Watanabe estudia en la sala de estudio, y cada cierto tiempo sale, estira los brazos mientras camina hacia la salida, y en 5 minutos vuelve.

Todo está tan silencioso como de costumbre.

Y ese día, exactamente ese día, aparece la persona que menos se esperaba Saki encontrar en la biblioteca.

- Vaya, vaya. ¿Qué hace aquí mi joven aprendiz?

Sus lentillas rojas eran mucho más notorias en espacios cerrados. Sorprendentemente, D-Five entendía bien el concepto de biblioteca, y realizó la pregunta en una voz suficiente baja como para que a Saki le costara escucharle.