Partida Rol por web

Cuando Jesse llegó a casa de "los Whitaker" La madre de Arthur le abrió la puerta con una gran sonrisa y un abrazo más afectuoso de lo que el chico esperaba. La mujer le lanzó una ráfaga de preguntas como un militar abriendo fuego de cobertura. Algunas sobre el instituto y otras interesándose sobre si al padre y la hermana del chico les iba bien. "Obligo" a Jesse a comprometerse a transmitirle a su padre una invitación para cenar algún día con su grupo de amigos. -Antes nos encontrábamos cada dos sábados. Pero, desde que tu madre... nos dejó, no le vemos casi nunca. Y aunque es verdad que le conocimos a través de tu madre, le consideramos un amigo igualmente. No es bueno que alguien se aísle con su dolor...- La mujer pestañeó,  dándose cuenta de que igual estaba atosigando al joven demasiado. Se hizo a un lado de la puerta para invitarle a entrar -¿Pero donde están mis modales? Pasa por favor.- Se volvió hacia el hueco de la escalera y llamó a su hijo con un grito: -¡ARTHUR, JESSE YA ESTÁ AQUÍ!- Volviendo a centrar su atención en Jesse le dijo: -Yo cojo unos papeles y estoy lista. En cuanto me dejéis en la fábrica tenéis el coche para vosotros.

Se marchó hacia su despacho. A mitad de camino se paró y se giró de nuevo hacia jesse. -Si quieres tomar algo, coge lo que te apetezca de la nevera.

En el piso de arriba, Arthur volvió a la realidad saliendo de su ensimismamiento gracias al grito de su madre.

Jesse y Arthur

En casa de Arthur

La madre de Arthur estaba tremenda. Siempre lo había pensado, pero lo cierto es que a medida que él se hacia mayor y ella iba madurando, cada vez le ponía más y más cachondo. Nada más abrió la puerta, Jesse se la quedó mirando embobado. Amanda era la típica madre que salía en las pelis porno que solía ver escasos minutos en su teléfono móvil. Jesse notó que se le aceleraba el corazón cuando aquella mujer le habló. ¡Era tan simpática! ¡Tan agradable! ¡Y estaba tan buena!

- Va- vale... - Alcanzó a tartamudear Jesse. - He venido a ver a Arhtur. - Dijo lo evidente. - Vamos a ir a ver el ecplistes... - Meneó la cabeza de lado a lado al decir aquella palabrota. - Eclipstes... eclipse... - Resopló hastiado por su propia estupidez. - ¿Usted no lo vendrá a ver...? - Le preguntó mientras se tapaba poco disimuladamente la entrepierna, debido a un repentino abultamiento en la zona. - Será mejor... - Tragó saliva. - ¡Voy a ver a Arthur!

Jesse salió corriendo escaleras arriba y se introdujo en el cuarto de su amigo. Estaba rojo como un tomate. Acababa de hacer uno de los mayores ridículos que recordaba. No quería nada con aquella mujer. Al menos a priori, pero si tenía alguna posibilidad de que pasara algo, acababa de joderla por completo. Era rematadamente imbécil. 

- Nos acompaña tu madre... - Dijo entonces. - ¿Tiene novio ella? - Le preguntó en un lapsus. - Lo digo porque... - Bajó la mirada. - No sé porqué lo digo. Es por eso que tiene una cita o algo. Creo que ha dicho eso... - Se encogió de hombros. - ¡No sé! ¿Has averiguado algo del eclipse? - Le preguntó tratando de salir del bache y cambiar radicalmente de tema por fin.

En mi habitación me estaba probando alguna ropa, normalmente no me arreglaba en general ya sea para ir a clases o salir a hacer algún mandado, pero a cosas como estas y fiestas si que me dedicaba a lucir bien. Tenía las cosas preparadas, debido a mi trabajo y el dinero que tenía ahorrado desde hace un tiempo había comprado alcohol para algo que tenía planeado dentro de poco, pero supuse que no había problema si tomaba una botella de vodka de las que tenía guardadas en mi "escondite especial". Además en la cama se encontraba mi guitarra acústica en el estuche encima de la cama, la cual estaba "enterrada" entre la ropa que ya me había probado, además de la mochila donde tenía planeado llevar la botella.

Cuando escuché el grito de mi mamá desde la parte de abajo apenas terminé de abrochar el último botón de la camisa que traía, era de manga larga, color verde oscuro y de cuadros negros, además de unos "skinny jeans" que tenía puestos y vans negras. -¡Ya voy!- Dije en respuesta al grito antes de ir hasta mi pc, minimizando el Navegador de Opera donde estaba investigando hace momentos atrás, y cuando estaba apunto de ir hacia la puerta fue que Jesse apareció. -Hey, Que tal ami...-

Entonces fui interrumpido, apenas noté su sonrojo y la expresión en su rostro bajé la mirada notando lo que parecía ser una erección. Mi "cara amigable" pasaba a ser una no tan amigable. Fruncí el ceño y lo quedé mirando a los ojos mientras hablaba, y una vez preguntó sobre el eclipse para cambiar de tema decidí aclarar un par de cosas. Le apunté con el dedo indice de mi mano derecha, mirándolo fijamente a los ojos antes de hablar. -Te diré algo muy claro lo cual también se los dije a mis "amigos" de hace años que vinieron a mi casa por primera vez, si intentas algo, o vuelves a hablar algo parecido así que incluya a mi madre, verás que no resultaré ser tan amigable...- Después de aquella advertencia tomé un bocado de aire, pasando una mano por mi cabello para arreglar el mismo, y después exhalé para volver al tema principal.

-Empecemos por la mitología griega y Romana. Tenemos al Sol, que lo representan en la mitología Helios y Apolo, se les imagina con un gran carruaje el cual tiran varios caballos mientras está montado sobre el sol, un recorrido que toma todos los días, pero en la mitología romana también existe Lucifer, que en español su nombre se le conoce como el "Portador de Luz", ¿Que significa eso? El que trae luz en la oscuridad, el que ilumina entre las tinieblas, pero al él ser un Dios y nosotros meros mortales, ¿De que forma se le puede asociar entonces? Como el portador de la sabiduría, y se le asocia con Venus ya que era el astro más brillantes después del sol y la luna, por eso decían que portaba la luz.- Decía aquello mientras me dirigía hasta la computadora, sentándome en la silla frente a esta para volver a maximizar Opera para seguir leyendo el artículo que había encontrado.

-Y si quieres toma asiento en mi cama, solo mueve unas cosas o siéntate sobre la ropa... Además de eso, por el Oeste se puede ver a Venus 3 horas antes del anochecer, por ello pensaron que otra otra deidad en su tiempo que la llamaron Vesper los romanos, el hermano de Lucifer. También es interesante decir que en Oriente existe un propio "Lucifer" para los hindúes, que se llama Sukra o Shukra, "Brillante, resplandeciente", y en el brahmanismo se dice que también se le ve conduciendo un carruaje con ocho caballos.- Rápidamente me hago a un lado de la pantalla del ordenador para mostrar una imagen de dicha deidad la cual era ilustrada con sus carruajes.

-Primero se le conoció como una entidad Benefactora, pero sorpresa sorpresa, Occidente llegó y dijo que era en realidad "El gurú de los asura", en otra palabra, señor de los Demonios, pero igualmente al día de hoy se le sigue conociendo a Venus y esta deidad con su origen benefactor. Pero aunque no lo creas y pensarás "Pero Lucifer es uno de los muchos nombres que le dan al Diablo" y demás, hasta en la biblia relacionan a Jesús con Lucifer, como dice en Apocalipsis 22:16, “Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana”. Si me estás siguiendo el paso sabrás que obviamente habla de Venus, y a su vez se le asocia con Lucifer, y aquí en esta página dice un ejemplo más pero vamos a saltarnos un par de cosas.-

-Llegó un tiempo en la historia donde se empezó a ver a Lucifer como un ángel de alto rango, que se le dio ese nombre por ser el más bello, el "portador de luz", pero por su soberbia quería elevarse sobre las estrellas y ser más que Dios, por ello el junto a un puñado de ángeles fueron ángeles caídos, y entonces se le llamó Satanás, de la palabra "satan" que significa "rival". En la página dice que hubo un error de traducción en su momento, de la Biblia en latín a partir de griego y hebreo, para resumir esto, del texto original fue traducido a: 

“¡Cómo caíste del cielo, oh Lucifer, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, el que echabas suerte sobre los gentiles. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo, en lo alto junto a las estrellas de Dios ensalzaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, y en los lados del aquilón. Sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo.”

-En fin, se piensa que este es una mala interpretación, al principio de Isaias “Comenzaras este canto sobre el rey de Babilonia, y dirás: ¡Cómo acabó el tirano, como acabó la opresión! … Que golpeaba con furia a los pueblos con golpes incesantes, Que sometía con ira a las naciones en incesante persecución.”, ¿A quien se puede referir? A un rey babilónico llamado Nabucodonosor II, que en su momento se le consideraba "satan", el adversario por ser un tirano, y que de seguro Isaias pensaba que por su soberbia y actos como los Jardines colgantes de Babilonia, monumentos y demás quería ser igual o más que el Creador. Y no era sorpresa que para los judíos el fuera "satan", un adversario debido a que destruyó muchos templos judíos.- En todo este tiempo había estado hablando algo rápido, acelerado, hasta tomaba bocados de aires para poder seguir hablando, hasta que di una brusca pausa para así poder respirar y alcanzar un vaso en mi escritorio el cual contenía agua, la cual bebí.

-Perdón, cuando te enganchas con todas estas mierdas esotéricas es como un "non-stop"... Seguimos. Según "Pastor", un guía espiritual dijo que lo que hizo Lucifer no fue una rebelión, fue un acto de amor el cual no dio los frutos esperados, que el mismo como castigo se encadenó a los hombres y no se liberará hasta que tengamos cierto grado de consciencia, y es como el mito de Prometeo, el Titán que era el protector de la Humanidad, pero le robó el fuego a los dioses y se los dio a los humanos, para luego ser encadenado en una piedra como castigo.-

-Ahora, si el es el portador de la luz, la luz guía, el Dios de la verdad como se le conocía también a Apolo, que también se le conocía como el Dios de las artes, la música, la muerte súbita, las plagas pero también de la medicina, el más temido entre los dioses, el más hostil, "Infestissumam"-

-Pero como no he terminado de joderte la cabeza hablemos de Artemisa, la hermana melliza de Apolo, que se le conocía también como "Luna", luego llamada Diana por los romanos, diosa de la Luna, la tierra fertil, la caza, quien alivia el dolor de las mujeres, de ella no hay mucho que decir, pero a partir de aquí haremos un salto a otra mitología donde siento que tienen cierta conexión ambos dioses, y es a la mitología nórdica. El equivalente de Apolo y Artemisa en la mitología nórdica son Sköll y Hati, "Traición" y "Odio" respectivamente, Sköll persigue los caballos que tiran del carruaje del Dios Sól para devorarlo, y Hati persigue el carruaje de Máni, cuando esto pase será el comienzo del Ragnarök, donde las estrellas desaparecerán y la tierra se sumirá en oscuridad... ¿Otra profecía del Fin del mundo? Volvamos al cristianismo, dice que sucederá en la segunda venida de Cristo, donde resucitará a los impíos y les dará una posibilidad para redimirse e ir a su reino, pero tendrá así una guerra contra el Diablo, donde Cristo tendrá la victoria y el mundo será incinerado, para luego volver a su estado antes del pecado, donde Cristo y sus santos serán triunfadores con todo el mal erradicado en la tierra.-

-Para resumir... Las cosas no se ven muy buenas.- Con una ligera sonrisa me levanté de la silla y me acerqué hasta la botella de vodka que había sacado antes, abriendo la misma para así entregársela a Jesse. -Anda, necesitas un trago, pero no tomes demasiado que pienso llevarlo a la fiesta.- Y con una actitud despreocupada volví hasta el espejo de cuerpo completo que estaba en una esquina de mi habitación junto a una guitarra eléctrica que tenía y un amplificador, para luego acomodar mi camisa antes de peinar mi cabello con un cepillo que tenía cerca.

Te diré algo muy claro lo cual también se los dije a mis "amigos" de hace años que vinieron a mi casa por primera vez, si intentas algo, o vuelves a hablar algo parecido así que incluya a mi madre, verás que no resultaré ser tan amigable...

- ¡No, yo...! - Respondió sorprendido y aún más rojo. - ¿Qué dices, tío? ¡No joder! Yo no pensaba... - Resopló. - ¡Por favor Arthur, que es tu madre! Somos colegas... ¿Cómo puedes pensar eso?

Lo cierto es que Jesse disimulaba bastante mal. Arthur debía estar hasta los cojones de que sus amigos pensaran en su madre e la manera en que Jesse lo hacía. Sin duda, como bien había dicho, no era la primera vez que tenía una conversación similar con uno de sus colegas, pro tenía que reconocer que su madre estaba muy buena. De hecho, si en algún momento ella se le insinuaba, Jesse no dudaría. Sólo esperaba que Arthur no se enterara nunca. No quería perder su amistad, pero tampoco perdería la oportunidad con Amanda.

- Todo es muy interesante. - Dijo entonces Jesse, cambiando radicalmente de tema, aunque sin estar demasiado convencido de nada. - Yo siempre he creído que la religión no tiene la verdad sobre nada. Me refiero a que son filosofías, por llamarlo de alguna forma, inventadas por el hombre para calmar su miedo a la muerte. Al menos en un inicio claro, luego toda la mitología asociada, supongo que se ha ido construyendo mediante experiencias de unos y de otros... - Se encogió de hombros. 

 Aquella reflexión en alto podía haber dado con la clave. Podía ser que como bien había dicho Jesse, los humanos hubieran ido rellenando los "huecos vacíos", que existían en su fe en los diferentes dioses, con experiencias que algunos de sus seguidores habían ido viviendo en sus vidas. Eso podría haber dado lugar a leyendas y a profecías futuras. 

- ¿Y si lo que sucedió ayer ya había pasado antes? - Le preguntó a Arthur. - ¿Por qué el ser humano ancestral le tenía miedo a los eclipses? - Le preguntó a su amigo, aunque no dejó que respondiera, pues lo hizo el mismo. - Posiblemente por ser algo nuevo, algo desconocido e infrecuente, pero podría ser que también por hechos basados en la experiencia, tanto propios como de ancestros. - Hizo una breve pausa. - Lo que sucedió ayer y lo que pasará durante el eclipse, podría haber pasado ya antes. - Se rascó la cabeza nervioso, estaba inspirado esta tarde. - ¿Has encontrado algún hecho similar? ¿Algo que se pueda asemejar a lo que pasó ayer en el centro comercial? ¡Sería la hostia si encontráramos algún texto que hablara de cilios negros que poseen a personas! Si luego contasen lo que sucedió después del eclipse... - Bufó. - ¡Tendríamos la clave!

-Si quieres saber de algo similar, descubrí que en Eslovaquia, durante un eclipse creo que en 2015, después de que terminó el eclipse las personas escucharon un ruido espeluznante, y no hace poco al parecer en California, en el 2017 durante un eclipse, podía haber actividad paranormal del "Hombre Lagarto", pero ya esto me parece una especie de broma o un invento estúpido que se hizo entre los conspiranoicos. En la religión se sabe de un eclipse que sucedió en el momento de la crucifixión de Cristo, que empezó a las 12 del día y terminó 3 horas después.-

Después de decir aquello volví al ordenador para leer el artículo de Wikipedia. -Al parecer fueron Amós y Zacarías quienes lograron profetizar un terremoto, y según Amós en el terremoto todo caería en oscuridad. También Nostradamus les mandó unas cartas al rey Enrique II de Francia, que después de la pasión y muerte de Cristo, que precedió después de otro suceso, y que fue un eclipse muy oscuro y tenebroso, "pero no más de lo que pasó después".-

Como al parecer Jesse no había bebido nada de la botella que le ofrecí, tomé esta de sus manos antes de dar un pequeño trago, arrugando un poco la cara antes de volver a cerrarla. -Bien, creo que sería todo lo que logré investigar, así que vamos, tengo que llevar a mi mamá hacia la fábrica y tendremos el coche para nosotros, espera aquí que ya vuelvo.- Y así me volví a levantar del ordenador para salir de la habitación, para luego dirigirme hasta el despacho de mamá, para hablar un poco.

***Antes:

¿Usted no lo vendrá a ver...?

La mujer se rió un poco. -Yo lo veré con unas amigas. Menuda destrucción de la diversión sería. Una madre no pinta nada en vuestras fiestas. Yo estoy en la edad de mirar hacia otro lado cuando trapicheaís con alcohol y rezar para que seas más sensatos que yo a vuestra edad.- Se abstuvo de decirle que ella no iba a tener mucha fiesta, pues el hijo de una de esas amigas estaba en coma.

***Ahora:

La señora Cross tenia en aquel momento la cabeza perdida en mil asuntos. Por desgracia para Jesse, flirtear con él no estaba en el top 10, ni el top 100.

Cuando el chico se marchó escaleras arriba la mujer se acerco a mirar una de las fotos de la pared con nostalgia. La foto había sido tomada poco antes de que el grupo de amigos se rompiese.  En la foto aprecian, entre otras personas, los padres de Jesse.

Tres de las mujeres que posaban en la foto, incluida la madre del mismo, habían muerto en los meses posteriores. Un escalofrío le recorrió.

Finalmente volvió en sí. Asomó de nuevo la cabeza por el hueco de la escalera. -¡Arthur ya estoy lista! Te doy cinco minutos para que escondas en el maletero lo que no quieres que te vea llevar a la fiesta y nos vamos.- Fue a su despacho a coger la carpeta donde estaba la documentación que necesitaba. La burocracia era algo que odiaba con todas sus fuerzas. cuando consideró que los cinco minutos habían pasado salió hacia el coche.  

-Mierda, ¡Ok mamá!- Respondí al apenas salir de la puerta de mi habitación para entrar de nuevo, para luego tomar apresurado la botella de vodka y guardarla en la mochila, después me monté esta en el hombro para luego quitar toda la ropa encima del estuche de mi guitarra la cual llevaba en la mano. Recogí mi billetera, llaves y me coloqué algo de perfume. -Vamos Jesse, hora de irnos, asegúrate de tener todo.- Cuando estaba apunto de salir de la habitación di media vuelta y volví al escritorio del ordenador, para así tomar rápidamente una corneta la cual desconecté del ordenador, era del tamaño de mi mano y funcionaba con bluetooth, así que podría animar un poco la "fiesta" de no haber tanto entretenimiento.

Después de guardarla en mi mochila también tomé mi movil, y ya con todo listo salí de mi habitación. -Vamos Jesse, nos quedan 3 minutos nada más, y cierra la puerta!- Y sin fijarme si me seguía o no fui bajando las escaleras, saliendo por la puerta principal para así poner en el maletero la mochila y el estuche de mi guitarra en el asiento trasero, luego volví a entrar en la casa para el poco tiempo salir de ella con una pequeña hielera portátil la cual llevaba con unas ruedas que traía, escuchándose el sonido del hielo moviéndose dentro con cada paso que daba, hasta que entonces la cargué y la guardé en el maletero antes de cerrar el mismo, dándole un par de golpecitos al auto. -Bien, ya estamos listos, hora de ver el fin del mundo.- Dije con un tono algo sarcástico y divertido para mi mismo antes ir hacia el asiento del conductor. Al tener ya las llaves fui al asiento del conductor, abrí la puerta y así hice sonar el claxon un par de veces por un corto segundo para avisar que estaba listo, luego solo esperé junto al auto por los demás.

*** Antes de antes:

Yo lo veré con unas amigas. Menuda destrucción de la diversión sería. Una madre no pinta nada en vuestras fiestas. Yo estoy en la edad de mirar hacia otro lado cuando trapicheaís con alcohol y rezar para que seas más sensatos que yo a vuestra edad.-

- Seguro que lo pasábamos bien... - Respondió Jesse. - Usted parece una madre muy enrollada. Estoy convencido de que no se notaría la diferencia de edad...

Lo decía de corazón. Realmente Amanda Corss le parecía una mujer muy interesante y divertida. Hacía tiempo que no la veía, sobre todo después de lo sucedido con su madre, pero durante muchos años compartieron cenas y fiestas de cumpleaños y a Jesse siempre le pareció una mujer especial. Lo cierto era que, ahora que se había hecho mayor y que llevaba un tiempo sin verla y sin hablar con ella, las cosas habían cambiado y había pasado de ser una madre enrollada a una madre con la que se enrollaría.

*** Antes:

 -Bien, creo que sería todo lo que logré investigar, así que vamos, tengo que llevar a mi mamá hacia la fábrica y tendremos el coche para nosotros, espera aquí que ya vuelvo. 

 - ¡Bien! - Exclamó Jesse. - Aquí te espero...

Jesse se sentía como un capullo. Arthur se había dado cuenta de que de haber podido hubiera pasado la noche con su madre antes que con él. Por suerte, mientras no se repitiera la tontería parecía que su colega podría olvidarlo. Era un alivio, porque últimamente se estaba convirtiendo en un experto en echar por tierra amistades. Fuera como fuera, ahora podía respirar tranquilo.

*** Ahora:

- ¡Pues vámonos! - Dijo Jesse. - No perdamos más tiempo...

Se aseguró de tenerlo todo. Móvil, llaves y cartera. No solía llevar nada más encima nunca y esa noche no era una excepción. Además, en el llavero llevaba un abrebotellas, algo que le hacía muy popular en cuanto tenían que destapar alguna que otra cerveza en una fiesta y habían olvidado llevar un abrebotellas. 

Jesse pensó en pedirle a Arthur si podía ir delante, de copiloto de Amanda, aunque no dijo nada pese a tener pensada una excusa. Podría haber dicho que se mareaba en los asientos traseros. Había gente a la que le pasaba eso. Pero Arthur hubiera sospechado de tan repentina dolencia y se habría mosqueado. Además, tampoco sabía si iba a conducir Amanda o el propio Arthur, por lo que no tenía sentido hacerlo. Fuera como fuera, decidió hacer el camino en el más riguroso silencio por tal de no volver a cagarla. Sólo si Arthur o su madre se dirigían a él, abriría la boca y esperaba no decir alguna estupidez. Algo altamente improbable.

La mujer cerró la puerta de la casa con un suspiro.  Reprimió todos sus trágicos pensamientos y, cuando se volvió, parecía de nuevo tranquila y alegre. Irradiando energía.

-Hijo, tocar el claxon cuando esperas una chica no es la mejor manera de ganarte su corazón. Tendrás que aprender a tener paciencia o buscarte una chica que no se maquille.- La mujer se sentó, evidentemente, en el asiento del copiloto y se prometió a si misma que salvo absoluta cuestión de vida o muerte no iba a decir nada sobre conducir, Arthur había demostrado ser casi mejor que ella, pero aun así su papel de madre le obligaba a ponerse neurótica. Pero como madre enrollada se abstendría de dejarlo aflorar.

Intercambió unas palabras con Arthur. Alguna anécdota sobre algún tipo de maquina de la fabrica y uno de los empleados hasta que este salió de la propiedad a la calle publica, momento que la mujer se aplicó lo de "no distraer al conductor".

Arthur les llevo con perfecta diligencia hasta el puerto, a la zona industrial. Al salir del coche, la mujer lanzó una mirada que uno podría rápidamente definir como de odio, aunque quizá algo más, hacia la enorme nave de Pescasana que se erigía a un par de naves de la suya.

-No voy a darte un sermón.- Dijo con tono de "El sermón comenzará en tres segundos". -Sé que eres responsable. Si queréis beber... adelante. Pero nada de conducir borrachos. Si os pasáis de las dos copas dormís en el coche y volvéis mañana cuando se os pase ¿ok?- Trago saliva ¿Debía decirles lo típico de "no follar sin condón"? No, mejor no, en el instituto los repartían y daban charlas al respecto. Sería muy vergonzoso hablar de algo asi delante de unos de sus amigos.

La madre de Arthur se encaminó dubitativa hacia su empresa. Por un instante se lo pensó mejor "A la mierda las normas" se volvió hacia ellos antes de que les diese tiempo a decir "adios mamá / Señora Cross" -Sé que os va a sonar muy loco, pero este pueblo es muy... supersticioso y con el eclipse...- tragó saliva. -Bueno me refiero a que tengáis cuidado, ¿vale? Luego miró a su alrededor y se marchó hasta la nave de "Mother Eahrt. Zumos, salud y karma"

Necesito que permanezcáis un turno aquí, antes de arrancar. Va a pasar algo en el puerto el siguiente paso de turno.

Me parecia muy raro ponerlo todo del tirón sin daron tiempos a hablar o hacer algo

- Lo tendremos... - Dijo Jesse muy seguro de sus palabras. - Tenga usted también cuidado, señora Cross. El eclipse puede ser peligroso... - Argumentó, aunque acto seguido se arrepintió de haber dicho aquello. A oídos de Amanda, habría sonado muy estúpido.

Para cuando la sexy y divertida Amanda Cross ya se estaba alejando del vehículo, Jesse arrugó los labios y chasqueó la lengua disgustado. Sin duda había sonado absurdo y eso le habría restado todos los puntos que pudiera haber conseguido. Por suerte, sin duda alguna, no tendría muchos puntos, si es que tenía alguno, por lo que poco había perdido.

- Oye Arthur... - Le susurró a su colega. - Tu madre va a estar fuera durante el eclipse... ¿No tienes miedo por ella? ¿Y si le pasa algo malo?

-No era para apurarte ni nada mamá, solamente fue para avisar que ya estaba listo, sabes bien que no soy así de impaciente a menos de que tenga que llegar rápido a algún lugar.- Fue mi respuesta, era cierto que a veces me desesperaba cuando salíamos juntos y terminaba hablando por mucho tiempo con una amiga la cual se encontró de casualidad, pero... Mejor ya no tocar el tema.

Como ya era algo de costumbre mamá fue hasta el asiento de copiloto y yo el de piloto, comenzando a conducir y hablar un poco hasta que llegó el momento de prestarle atención al camino. Cuando llegamos hasta el puerto al igual que mi madre mi mirada se dirigió hasta la nave de Pescasana, como si fuera alguna conexión la cual tuvimos, mirándola con ese odio recordando cuando el escándalo de esa sucia empresa apareció, llegando a estar en las protestas junto con mi madre, y también recordé una ocasión donde fui junto con los Activistas de Daring, donde conocí a Ashley, la lider de los mismos, donde una noche grafiteamos por el pueblo en la madrugada mensajes contra Pescasana, y en la mañana siendo castigado cuando mi mamá unió los puntos entre los grafitis que vio en todas partes, otras cosas de vandalismo y una chaqueta mía con algo de pintura en aerosol en las mangas cuando lavó la ropa.

Al volver a la realidad, fue cuando escuché atento al sermón, asintiendo con la cabeza con una ligera mueca en mi rostro al escuchar la parte de "No voy a darte un sermón". Pero cuando este terminó estaba apunto de bajarme, pero ella vino, diciendo justo lo que estaba apunto de decirle. -Si mamá, tranquila, tendremos mucho cuidado, me aseguraré de cuidar bien de Jesse.- Dije aquello último como una broma antes de soltar una ligera carcajada.

Después miré a Jesse por el retrovisor, asintiendo con la cabeza por sus palabras. -La verdad estoy muy cagado... Espera aquí.- Y rápidamente abrí la puerta, saliendo del coche para luego cerrarla e ir trotando hacia mamá. Jesse pudo ver como tomaba sus manos y hablaba con ella, para luego darle un abrazo y un beso en la mejilla antes de alejarme, caminando de espaldas mientras le decía en voz alta. -¡Y si van a beber que sea con moderación! Que si tenemos resaca no habrá más nadie que cuide de los dos.- Luego solté una corta carcajada, antes de darme media vuelta para volver al auto. -Bien, ya estamos listos, tenemos que ir a algún supermercado rápido para comprar jugo de naranja para el vodka y vasos desechables, ¿Estamos listos?-

Lo que Arthur le dice a su madre.

-¡Ma! Espera.- Dije en alto para que mamá se detuviera, y una vez logré alcanzarla tomé una de sus manos entre las mías, para luego mirarla con notable preocupación -Normalmente no me preocupo por ti cuando te vas a trabajar, pero por lo que dijiste ya me llegó un poco la paranoia... Quiero que te cuides, y cualquier cosa que pase puedes llamarme e iré enseguida, se que puedes cuidarte pero de verdad, no dudes en llamar ni un solo segundo. Te quiero.- Y después de esas palabras me acerqué, dándole un fuerte abrazo antes de dar un beso en su mejilla y separarme. -Y si ustedes van a beber que sea con moderación, ¿eh? Si ambos terminamos con resaca no habrá nadie que cuide de ambos.- Dije de forma algo divertida antes de soltar una pequeña carcajada, caminando de espaldas de vuelta hasta el auto.

- ¿Vasos desechables? - Le preguntó extrañado. - ¡No tío, es contamina un montón! - Le reprendió. - No te preocupes por los vasos. Tengo una docena de vasos de plástico rígidos, pero que no son de tirar. Luego los lavaré y nos servirán para la próxima. - Hizo una breve pausa. - Sólo espero que los compis no los tiren. ¡Me han costado una pasta!

Si de verdad eran ecologistas, no podían utilizar vasos desechables. Su mero nombre tenía la palabra clave que les debía indicar que su uso estaba mal. Si querían un mundo mejor, debían desechar de su día a día todo lo desechable. Tenían que ser más ecológicos y menos consumistas. Los vasos que había traído Jesse eran también de plástico, pero podía emplearlos infinidad de veces. Sólo pensar en usar un vaso una sola vez y tirarlo a la basura, hacía que le sangrara el cerebro.

- Yo estoy listo... - Dijo entonces tras la charla. - ¡Vamos a ese observatorio! 

Tras su breve discurso sobre ecología, pensó en el asunto en el que estaban enfrascados. Si les invadían esa noche los extraterrestres y destruían la humanidad, no tendría tampoco demasiado sentido el usar vasos reciclables o no en la fiesta que tenían por delante. Aunque su intención era la de salvar el mundo. No sabía de que, ni como, pero sabía que algo tenían que hacer.

Jesse fue el primero en verla. Una ventana que se abrió en la nave de Pescasana. Era una hilera de ventanas en el el primer piso de la enormenave de planchas de aluminio prefabricadas. Posiblemente oficinas desde cuyas ventanas interiores los "bata blanca" vigilaban lo que los esclavos de la planta inferior hacían. La vista de Arthur siguió la dirección de los ojos de su compañero de clase. Ambos fueron testigos de como una muchacha se asomaba por la ventana y miraba en ambas direcciones. Desapareció en el interior del edificio y repareció dos ventanas a la derecha. Su nueva ventana estaba situada sobre un contenedor industrial de basura. La chica sacó una pierna por el alfeizar y despues otra y se empezó a descolgar por la ventana. Cuando se quedó agarrada del alfeizar simplemente se dejo caer sobre el container. No logró mantenerse en pie (posiblemente había deformado la tapa con su peso y rodó hasta terminar en el suelo. Unos segundos despues se acercó deprisa y cojeando hacia la verja.

Aquella joven tenía que haberse hecho daño. Jesse no se consideraba un atleta, pero si creía que su condición física no estaba mal, aunque esa puede que no fuera una visión muy real de su propio cuerpo. Estaba convencido de que si él hubiera saltado como lo acababa de hacer aquella chica del alfeizar, se hubiera hecho bastante daño. En cambio la chica, bueno... ella parecía haber salido ilesa.

No le gustaba meterse donde no le llamaban... ¡Que diablos, le encantaba hacerlo! Mas cuando todo hacía indicar que se trataba de un asunto de sabotaje contra aquel icono del capitalismo, la contaminación y la pesca indiscriminada. Jesse corrió para encontrarse con aquella muchacha. Esperaba que Arthur fuera con él. Se había convertido en un gran amigo para él y ahora eran un equipo. Le necesitaba.

Entonces se percató de que la joven cojeaba. Algo normal tras aquella caída y hacía indicar que no estaban ante una superheroína o algo por el estilo. No obstante, eso añadió cierta preocupación al asunto. La chica podía estar herida, haberse torcido el tobillo, o puede que se lo hubiera roto. ¡Puede que incluso tuviera una fractura abierta!

- ¡Ey! - Llamó nervioso la atención de la joven. - ¿Estás bien? ¿Necesitas un torniquete? - Le preguntó mirando hacia la pierna que cojeaba con expresión de sobresalto y buscando la abundante sangre que sin duda debería estar empapando ya sus pantalones.

Cuando finalmente volví al auto fue cuando llevé mi vista hacia la nave de Pescasana, logrando ver así lo mismo que mi compañero. Cuando vi a la chica aparecer nuevamente en la otra ventana abrí en grande los ojos, viendo como se dejaba caer por el contenedor de basura y al parecer rodó. -Oh mierda...- Dije en un bajo susurro, y antes de que pudiera hacer algo fue cuando Jesse salió al rescate. -¡J-Jesse espe..! ¡Maldita sea!- Maldije en voz baja dentro del auto, luego me incliné hacia su puerta para cerrarla desde adentro y decidí ayudar.

Apagué las luces del auto y fui acercando el auto lo más que podía hasta la nave de Pescasana, luego apagué el auto y saqué las llaves, para así salir del mismo dejando el seguro del auto puesto. Luego solo fui trotando hacia Jesse y la chica, colocándome al lado de mi amigo. -Hey, ¿Que sucede? ¿Crees que puedas saltar la verja?- Le pregunté a la chica, tratando de ver si rostro para ver si acaso la reconocía.

La chica se sobresaltó al oir a Jesse, apartándose de la verja visiblemente asustada. Pero las palabras del ecologista no le sonaron amenazantes sino amigables, así que miró hacia el edificio, controlando que nadie la siguiera y se acercó a la verja de nuevo. Poco a poco sus ojos se fueron adaptando a la luminosidad del exterior.

Cuando Arthur se unió a ellos la chica les dedico una sonrisa y respondió: -No, no,...- Rechazó el torniquete. -...creo que enseguida me pondré bien de nuevo, solo ha sido una caída tonta. Tengo que ir a...- ¿A donde tenía que ir? Sabía perfectamente el sitio, pero no como se llamaba el sitio. Por suerte había una solución adecuada a cualquier idioma. Apuntó con el dedo hacia la montaña del centro de la isla -... a allí. Deberia haber una fiesta para celebrar el eclipse. Pero aquí hay un cabronazo que no quiere que vaya. Así que... he tenido que escaparme.

-Vamos a intentarlo.- Dijo dando un salto para agarrarse a la valla. Pero no logró treparla y tuvo que dejarse caer. -¡Ay! puto tobillo- Lo miró con odio. Se alejó cojeando -¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!- Pateó la rueda del contenedor de basura para quitarle el freno y lo empujo lentamente hasta la verja. Un momento despues la chica tenia medio cuerpo a cada lado de la verja. -Allá voy...

Jesse se colocó del otro lado, justo donde la joven tenía que aterriza tras saltar la verja. Le preocupaba que fuera a hacerse daño en la caída, con el tobillo dañado como lo tenía, podía pisar mal y acabar de fastidiárselo. Por suerte no cayó del todo mal, aunque tras el impacto, Jesse acabó por caer de culo contra el suelo y casi romperse el coxis. 

- ¡Vaya trompada! - Exclamó. 

Jesse se puso en pie y se sacudió el barro que se había quedado impregnado en los pantalones. Esperaba que se fuera, porque presentarse de aquella guisa en la fiesta del eclipse, sería una verdadera cagada. Si ya empezaban a mirarle como si estuviera loco, aquellas pintas acabarían de sepultar su buen nombre. Aunque eso, en aquellos momentos, le daba completamente igual, pues sabía que sus motivos para haberse convertido en un joven extraño, algo siniestro y conspiranoico, estaban más que fundamentados. Cuando pasara lo que tenía que pasar, ya le darían la razón.

- Soy Jesse y él es Arthur... - Se presentó. - Íbamos al observatorio. Para ver eclipse. ¿Tú también? - Le preguntó. - Si quieres te podemos llevar... - Miró a Arthur y le hizo un gesto para que aceptara. - Por cierto... ¿Quién dices que no te dejaba salir? ¿Tú padre o algo así?

Al ver a la chica la verdad no me recordaba para nada su rostro, ni lo más mínimo, y ya eso me hacía sentir algo inseguro. Al parecer ella también se dirigía hasta el observatorio y no la habían dejado salir, pero... Esta es una nave de Pescasana, no es como si este fuera una casa o algo así, estábamos en la zona industrial.

Solté un suspiro mientras llevaba mi mano hacia mi frente, mirando como cojeaba hasta el contenedor de basura me acerqué al oído de Jesse y susurré. -¿De verdad no ves nada raro en todo esto? ¿Al menos conoces a la chica? La isla es pequeña y no me suena su rostro para nada.- Pero una vez la chica volvía arrastrando el contenedor de basura me alejé, observando como escalaba y dejaba medio cuerpo por encima de la valla. Estaba por ayudarla, pero Jesse se adelantó y la chica se lanzó sin más, a lo cual me quedé observando con algo de sorpresa como la chica iba hacia los brazos de Jesse, y luego este caía de culo. -La madre... Más cuidado la próxima, no deberías lanzarte así.-

Le dije a la chica antes de acercarme, ayudando a levantarla al igual que a Jesse. Cuando este me presentó solo saludé con un ligero movimiento de mi cabeza alzando la barbilla, y al parecer Jesse ya me estaba leyendo la mente por las preguntas que hizo al final. -Si, ¿Porque estabas en esa nave de Pescasana? Es raro que te escapes de allí y no de una casa o algo así...-