Partida Rol por web

Parecía que los otros grupos también habían dado con la respuesta. Había que reaccionar rápido. Satyros se dirigió hacia el lugar en que creía que estaba la otra pista para no perder el tiempo.

-¡Venga, vamos!- instó a sus compañeros, pero quizás se dejó llevar demasiado por la emoción pues tras varios minutos de buscar no logró dar con la siguiente pista. Decepcionado, esperó para comprobar si sus compañeros tenían más suerte.

-tienes razón, démonos prisa-

Rápidamente me dirijo a donde deberíamos de buscar la pista para poder continuar con la competición, pero no era capaz de encontrar nada por más que buscase y observase.

-¿veis algo? Yo no encuentro nada

Paso raudo, no me apetece perder. Insto al grupo para ir rápido

Se exactamente a donde tenemos que ir, rápido.

Digo, mientras empiezo a correr dirección al camino en perpendicular yendo por el camino más corto posible.

- Grrr...- Rugió ligeramente. A Utuk le molestó no ser útil en estos momentos. Necesitaba el trabajo y no pudo avanzar con su grupo lo que le gustaría.

Mis ojos se abrieron al paisaje que me rodeaba, me concentré minuciosamente en cada detalle que nos rodeaba buscando el lugar dónde debíamos de ir de manera urgente.

Posé una mano sobre mi frente, en posición horizontal, para dar sombra a mi mirada y poder percibir mejor el camino a seguir. ¡Y vaya que si lo percibí!

─¡Por aqui! ─exclamé en voz alta, señalando al veterano y victorioso grupo de los cinco─ ¡Estoy segura que es por aquí! ¡Seguirme!─

Corrí hacia ellos, podía jugarme mi flauta a que allí se encontraba la siguiente prisa, así que tan rápido como mis cortas piernas me dejaban me fui aproximando hacia el lugar señalado.

Tras llegar rápidamente al lugar que habían deducido, Hertsen buscó y buscó pero no encontró nada, pero cuando estaba a punto de preguntar si alguien había hallado algo, su compañera ya salía hacia el lugar que había encontrado y se limitó a seguirla.

El enano con paso decidido desde la distancia se acerca a un pequeño arbusto de tras de el, la gnoma le sigue alli encontrais otra nota que reza:

Despues de leer la pista dejadla en donde la habiais encontrado, sino sereis descalificado:

El conocimiento es un lujo al alcance de pocos, pero siempre podremos esperar que en los cielos se nos revele todo lo que desconociamos en la tierra. Alli tendreis que escuchar al artesano del eter.

Satyros respiró, aliviado. "Suerte que hemos podido encontrarla..." murmuró hacia sus adentros. Observó detenidamente la pista y releyó un par de veces la frase. Cielos, tierra... Aquello tenía pinta de ir con la religión. Pensó y repensó, pero por muy triste que pareciera, su condición de clérigo no le permitió obtener la respuesta. Mantuvo la pista en su mente para ver si le llegaba algo.

"'Despues de leer la pista dejadla en donde la habiais encontrado, sino sereis descalificado:

El conocimiento es un lujo al alcance de pocos, pero siempre podremos esperar que en los cielos se nos revele todo lo que desconociamos en la tierra. Alli tendreis que escuchar al artesano del eter.''

La religión, lo arcano, estas son cosas que no se le daban muy bien a Hertsen, él solo entendía de espadas y poco más, por lo que leyó la nota y esperó, quizá algún otro daba con la respuesta, y ojalá que rápido...

El conocimiento es un lujo al alcance de pocos, pero siempre podremos esperar que en los cielos se nos revele todo lo que desconocíamos en la tierra. Allí tendréis que escuchar al artesano del éter.

¿Qué? No entendía nada. Ni una palabra, ¿quién había sido el burro que había escrito esa frase sin sentido?

─¿Lo captáis? Yo no sé que quiere decir ─enuncié agitando levemente la flauta de arriba a abajo─ pero ni idea... de verdad. Es curioso ... ¿tal vez quién escribió esto había bebido y se ha equivocado? ¡Yo no le veo sentido!─

Entre la emoción de las pruebas, la euforia, y la intriga de las pistas, estaba comenzando a ponerme algo histérica. Así que traté de respirar hondo y tomar aire. Volví a repasar una vez más la pista, mientras jugaba a rotar la flauta entre mis dedos, algo nerviosa. Pero nada, no le veía solución alguna.

Golpeé con la flauta mi cabeza varias veces, tenía la respuesta en la punta de la lengua pero no conseguía escupirla, hasta que...

─¡Oh, esperar! ... ¿Dónde he escuchado esa frase antes...? Hm-mh... ─pensé durante unos segundos, dándole vueltas al sobrenombre de Artesano del Éter─ ¡Lo tengo! ¡Un sumo sacerdote, hay que ir a donde están los sumos sacerdotes!

No le encontraba ningún otro sentido a aquel apodo, pero tenía claro lo que quería decir. Juraría haberlo escuchado en los recitales de algún que otro bardo callejero que rondaba por las cercanías de los altares, pero no podría precisar más información de aquella pista. No obstante, no creo que hubiese muchos sitios dónde poder encontrar un sumo sacerdote.

─Ains verdad ,¡Tenemos que ir al Clero de lo Arcano ─grité emocionada, y comencé a caminar hacia el mismo con pequeños brincos─.

En este caso no podría ayudar a mis compañeros de equipo ni lo mas mínimo, lo mío no era saber de ese tipo de cosas, y menos aún de religión o cosas arcanas.

-en esto yo poco os puedo ayudar-

Ya llegaría el momento de demostrar mis habilidades, ahora solo me quedaba confiar en que uno de mis compañeros lograra pasar la prueba.