Partida Rol por web

Hace mucho tiempo, en una galaxia
muy, muy lejana…
La malvada alianza rebelde cobra
cada vez más fuerza contra el legítimo
Imperio Galáctico. Aquí y allá, los
ataques se suceden en pos de la
eliminación de los enemigos de la
democracia que llevó al Emperador
Palpatine a guiar con firmeza y
determinación los designios de la
Galaxia conocida.
Pero no todo está perdido. A pesar
del empuje de los bárbaros rebeldes,
muchos valientes jóvenes se alistan
cada día en las academias de
reclutamiento imperial. He aquí la
historia de un puñado de esos
anónimos héroes del Imperio…

¡Qué emoción! Me parece mentira que pueda estar aquí. Mi sueño de convertirme en un aguerrido piloto de TIE está cada vez más cerca. 

…

A mí me interesa más este destructor que los TIE. Estamos casi aterrizando. ¿Lo oís? Es música para mis oídos.

Lo que interesa realmente es ver las tácticas de registro de naves. Con suerte nos toparemos con alguna, jeje

Había soñado siempre con esto. Ya casi puedo sentir la emoción de la instrucción

(Mira al techo)

(Murmura) Si tan sólo hubiera escondido mejor la mercancía todavía conservaría mi nave…

Tienen motores gemelos de iones, de ahí su nombre, ¿Lo sabíais? Producen un sonido muy particular.

(Suspiro)

Y se despliega la rampa de desembarco.

Seguro que hay un buen número de pilotos para llevar este trasto, pero la soledad de un TIE…

(Bostezo)

un holomensaje a los ciudadanos del Imperio Galáctico por parte de Ars Dandor, consejero del Emperador....

Súbditos leales:

Estos son tiempos peligrosos. Nuestro gran Imperio de sistemas solares unidos se enfrenta a una amenaza que puede destruirnos si no se toman acciones rápidamente. Como siempre, debemos actuar con rapidez.

La Rebelión contra el gobierno justo y noble del Emperador se ha convertido en una llama mayor de la que anticipamos. Amenaza con convertirse en una guerra civil, y como tal la consideramos una situación de emergencia.

Para proteger mejor a nuestros ciudadanos y a nuestros mundos miembros, el Emperador ha sobreseído y suspendido el Senado Imperial durante todo el tiempo que dure esta emergencia. Los Grandes Moffs pasan a tener control directo sobre sus sistemas hasta que este tiempo de peligro haya pasado.

Estamos seguros de que haréis todo lo que esté en vuestro poder para ayudarnos durante este periodo de crisis.

Vuestro servidor, Ars Dangor, Consejero Imperial

El destructor imperial de clase Victoria aterrizó en mitad de la academia de Carida. A lo lejos se podían ver las tropas imperiales perfectamente alineadas para pasar revista. Las tropas de asalto se entremezclaban con muchos soldados de la armada Imperial que solían ser utilizados como personal de comunicaciones en los planetas bajo dominio imperial.

Echando un vistazo sobre vuestras cabezas, observasteis cómo la plataforma de desembarco comenzó a retraerse, pues el destructor pronto debería tomar rumbo a otro planeta.

Cuando los jóvenes que acababan de desembarcar del destructor echaron la vista al frente comprobaron que había un buen número de oficiales que se aproximaban con semblante serio. De entre ellos destaca un oficial imperial de cierto rango, y del que se rumoreaba que podía llegar a almirante....

Bienvenidos reclutas, soy el general Kendal Ozzel y estoy al mando de la academia de Carida, lugar donde los jóvenes del Imperio reciben instrucción para entrar a formar parte de la institución más importante en los tiempos que corren. El Ejército Imperial.

El Ejército Imperial es enorme. Es el mayor ejército que ha conocido la galaxia. Nuestras fuerzas se encuentran protegiendo la ley y el orden, y corrigiendo injusticias en miles de planetas. Mantenemos la paz en innumerables mundos amenazados por los terroristas rebeldes. No importa en qué rama del Ejército Imperial estéis destinados, serviréis  a las distintas formas de vida inteligentes de nuestro glorioso Imperio. Estaréis en la vanguardia del Nuevo Orden. Debéis estar orgullosos de servir al Emperador y hacer que el Imperio sea un lugar seguro en el que vivir.

El Ejército Imperial es el mejor de la Galaxia, y esto significa que cada soldado es entrenado para llevar a cabo las diversas tareas que se le encomiendan. En el Ejército Imperial no os mandamos a combatir medio entrenados. Esto nos costaría caro tanto a vosotros como a nosotros. Tenemos una galaxia que proteger y los soldados muertos no nos sirven de nada. Por esto nos tomamos el tiempo necesario para enseñaros a manejaros a vosotros mismos y a manejar vuestro bláster….

¿Alguna pregunta?

Talram observaba ensimismado el poderio desplegado en aquel lugar. Las unidades de Tropas de Asalto formaban con rigurosa marcialidad, y su ordenada formación le llenó de inmenso orgullo. Sin embargo, más impacto causó en el majestuoso movimiento del Destructor que ya se alejaba. Aquella mole perfecta de angulosas formas, capaz de una potencia destructiva sin par llenaba por completo los sueños y fantasias del joven Senador. O ex-senador, a tenor del mensaje que habían visto antes de atracar. Por un momento, muy fugaz, una punzada de nostalgia y aun desagrado se formó en su asombrada mente. El conocimiento de que el organo al que había dado dos años de su breve vida ya no existía, lo turbó un poco, aunque en seguida se rehizo, diciendose a si mismo que la Causa requería de tales sacrificios. Al menos, pensó tambien, su padre gozaría ahora de plena independencia para regir Garos IV.

Con un gesto interno, apartó aquellos sentimientos de su cabeza, para centrarse en su nuevo destino. El Ejercito Imperial. Para eso estaba aquí ahora. Para eso había abandonado su Cámara senatorial y todas sus comodidades de Coruscant.

- Cuando y donde conoceremos esos Destinos, señor? - pregunto al Oficial que les hablaba. Lo hizo con respeto, pero en su voz se notaba el deje de las personas habituadas a dar ordenes, y no el de recibirlas.

El general Ozel estrechó la mirada y escrutó al recluta que acaba de hablar. Parece que con él tendrán trabajo extra..... Por su postura y forma de dirigirse a su persona, no llevaría muy bien la disciplina....

La respuesta es sencilla.... Cuando y donde me de la gana.... Y en todo caso no antes de superar satisfactoriamente la fase de instrucción...

Hizo un gesto con la mano y un oficial que estaba situado unos pasos más atrás hizo unas anotaciones en su datapad....

Kadlo se quedó absorto en la contemplación de la gran mole que constituía el destructor imperial, de forma que no prestó el más mínimo interés al despliegue del ejército. Se quedó así mientras terminaba la formación y se acercaba el que parecía ser su mando de mayor rango, en el que, a regañadientes, tuvo que desviar su atención del destructor y centrarla en el mando, ..., no convenía llamar la atención despistándose de la palabra del oficial.

Les comentó una retahíla de palabras que formaban un discurso que, a buen seguro, no era la primera vez que lo impartía. Nuevamente permaneció en el mutismo, y que fuese el resto el que se pronunciase, en su línea de pasar lo más desapercibido posible, ..., él, un alienígena, tendría casi todas las probabilidades de salir malparado, humillado o algo peor, si pasaba a ser el centro de atención.

¡¿Qué podía ser más maravilloso?!... ¡¡Un destructor clase victoria!! Tin, como era conocido en sus círculos más íntimos, dejó evadir su imaginación mientras contemplaba aquel ingenio de fuerza militar y potencia destructora concentrada en una de las naves más bellas del Imperio. Todavía era capaz de recordar el día que su padre, un héroe de guerra, le regaló una maqueta de un destructor... ¡¡Cuántas horas había pasado jugando con ella!!

Descendió al puente de desembarco, y allí pudo ver lo concurrido que estaba el lugar. La gran multitud de soldados se movía de aquí para allá como un enjambre de termitovespas. Cuando puso el pie en la Academia, evocó nuevamente el recuerdo de su padre, a sabiendas de que se hubiera sentido feliz de que su hijo prosiguiera la tradición militar de la familia. Tin sentía que había nacido para combatir y defender el Imperio, pues odiaba la injusticia y el terrorismo con todo su ser... ¡¡Malditos asesinos rebeldes!!...

Momentos más tardes entró el mando. Le fue altamente sencillo reconocer su rango, mucho antes de que ni tan siquiera Ozel hubiera detenido su marcha, y con una rigurosidad marcial extrema, Abstinius se cuadró como el gran soldado que llevaba en su interior. Luego el general comenzó a hablar y a explicar lo que serían sus días en Carida, y Talram realizó quizás no muy reglamentaria. Fue contestado como se merece un simple recluta.

- ¡¡Señor!! ¡¡Pido permiso para hablar!!...- esperó asentimiento por parte del general - ¡¿A qué hora se iniciará nuestra instrucción?!- el joven cipher estaba impaciente por iniciar su carrera de soldado.