Partida Rol por web

El enano, al encontrarse con el cuchillo de Kosj prácticamente rozándole el ojo, dice algo en su lengua. Zenda, incapaz de entender las palabras, espera que se haya rendido y esté dispuesto a contarles algo de utilidad, y no esté tratando de comprar su vida al pequeño kóbold, aprovechando que es el único que entiende su idioma.

Sin embargo, el que atrae su atención es el drow al que ha inmovilizado, que tras ver al kóbold destrozar el cadáver del otro drow, y observar ahora las tribulaciones de su compañero enano, se retuerce en las improvisadas ligaduras. La mujer se acerca a él, coloca un pie firmemente sobre su cuello y apoya la punta de la cimitarra en su cara.

—Será mehor que te quedesh quieto —le advierte, convencida de que el elfo comprenderá la esencia de sus palabras aunque su desconocimiento de la lengua común no sea fingido.

- Probablemente no vuelvas a verlo simplemente...- le digo al estoico elfo antes de que Zenda le ponga su pie en la cara - Y bueno amigo - le digo al enano con una sonrisa, alejando muy muy despacio el cuchillo de su cara - que más tienes que contarnosss??, parece ser que será "tu amigo" el que tenga que morir hoy - le pregunto con expectación - si haces bien tu eleccion, serásss tú el que ssalga vivo de aquí y no essse -con aparente desprecio - drow..., sisisi...  

Hago una pequeña pausa para escuchar al enano lo que tenga que decir. 

Intercambio unas palabras en su oscura lengua con el enano, ahora que parece que se ha vuelto más cooperativo. Y alejo tranquilamente la daga de su oronda cara. Mientras espero una contestación. 

- Tal vez tengamos un ganador!!- digo al grupo con una extraña sonrisa, a medio camino entra la cordura y la locura - sisisi. - digo relamiendome con la bifida lengua los escamosos labios. 

El enano se mueve lentamente mientras Kosj, aunque más confiado, no le quita la mirada de encima, lo que hace es sentarse y reposar su espalda contra la pared de la cueva, luego vuelve a hablar con el kóbold.

El drow resopla frustrado y aprieta los dientes en repudio a lo que el enano dice.

- Esto es sólo algo de rutina, a mi me pagan por ayudar a estos dos a trasladar a los gnolls o cualquier otro esclavo que traigan. No hago preguntas y no me interesa hacerlas tampoco. No sé que se hacen con los esclavos traídos de la superficie... Supongo que lo mismo que se hace con todos, lo mismo que les hacen en la superficie...

- Sisisi, bueno bueno bueno, pues, nuestro amigo dice que solo es un mercenario, que ayuda a trasladar a los esclavos que les traen de la superficie, que no le dicen nada y el no pregunta, no dice mucho más la verdad, nonono, respecto a nuestro otro amigo - digo señalando al drow - dice que lo va a pagar si vuelve a verlo con vida jajajaja, que divertido no oses parece, sisisi, bueno, sinceramente no creo que saquemos nada más de estos... pero bueno, yo a ese lo mataría - digo sin dejar de señalar al drow continuamente... sisisi - digo con un extraño brillo en los ojos rojizos. - ademásss dice algo de que no eres lo suficientemente "hombre" para hacerle nada Zenda, sisisi- digo con una sonrisa maliciosa - se cree un tío duro por lo visssto, sisisi..., y parece que cree que tú eres débil... jiijijiji- rio con un extraño sonido, como si la situación fuese cómica. 

Después me giro hacia el enano y sigo hablando con ellos en su gutural lengua. 

- No tienes nada más de información, ¿parece raro no? - lo miro fijamente intentado discernir si está ocultando mucho más de lo que sabe o no - Todo lo que digasss será tenido en cuenta amigo mío, sisisi, sería mejor que nos ayudases, vamos, podemos ser amigos no? sisisi, claro que sí... ¿a donde os dirigiais... más bien, de donde veníais? Está muy lejos el emplazamiento?, ¿que defensas tiene?, cuantos habitantes... cuanto más digas... mejor para tí y tu apreciada vida... - digo sin dejar de manejar el cuchillo entre mis pequeñas manos reptilianas. 

Digo sin quitarle la vista de encima. 

- Los llevamos a las ciudades subterráneas de los drows, no tengo idea de cuántos hayan en las ciudades o cuánta defensa tengan... Si quieren suicidarse... por los túneles son 5 días de viaje... con suerte.

No notás nada extraño o que te haga dudar de la veracidad de sus palabras.

- Parece que esto es una perdida de tiempo. Ellos no quieren hablar o no nos entienden. Y parece que no hacen sino esperar la ocasión de escapar. Así que propongo llevarlos aprovechando la luz del día al pueblo para que los juzguen y castiguen, o bien ahorrar tiempo y acabar con ellos aquí mismo.

Volviendome hacia Zenda - En cualquier caso deberíamos investigar esos lugares y nombres que aparecen en los registros de los esclavistas. Aborrezco la esclavitud y creo que sería un gran servicio si echaramos una mano a aquellos desafortunados que no pudieron o supieron defenderse tan bien como nosotros en aquella posada.

Con el drow aparentemente más tranquilo, y comunicativo, aunque no tanto como su compañero enano, Zenda se agacha y vuelve a registrarlo. La ocasión anterior ha sido algo apresurada, y no ha tenido ocasión de hacer más una búsqueda superficial.

Kosj les traduce las palabras del enano. No saben nada útil. Ni siquiera son emprendedores, solo mercenarios contratados para intermediar entre los esclavistas y sus compradores subterráneos. Aunque probablemente sepan más de lo que dicen, la hebra que les tienden estos habitantes del subsuelo es una de la que no tienen posibilidades de tirar si no quieren seguir descendiendo, y viajar hasta las profundidades de Golarion sería una locura. Y una pérdida de tiempo, a los que quiero es a quienes viven sobre el suelo.

—¿En sherio? —pregunta Zenda, cuando el kóbold le transmite la opinión del drow respecto a ella—. Mi amiga Kaede dicía que soy como un hombriecito con pechosh. Ella me conocía mehor.

Al mencionar el nombre de su amiga, Zenda se lleva la mano al protector metálico que lleva a modo de faja, sobresaliendo de los pliegues exteriores de su túnica.

Parece que no van a sacar nada más de los dos hombres, y va siendo hora de regresar a Yavipho. Kosj opina que deberían matar al drow, y Marcus no parece estar en desacuerdo.

—Yo les deharía que se mataran entre ellosh  —opina Zenda—. Los gnomosh no niecesitan más problemas.

- Bueno... parece que al fin y al cabo sssolo son eso, esclavistas pero... un poco más oscuros, jeje- sonrio de manera corta ante mi estúpida y fácil broma - Los llevan a las ciudades subterraneas... más de 5 días de camino, con suerte segun nuestro amigo cabezademamut, esunnombre tan bueno como cualquier otro no??, bueno... sisisi, yo voto como Zenda sisisi, una vez ví algo así... mirad mirad va a ser muy divertido sisisi... aunque... no sé, tendríamos que irnos primero no?? A sí que no he dicho de que se trata sisisi, va a ser muy divertido sisisi... pues mirad... yo dejo esta daga en manos del enano, tendrá que cortarse las cuerdas y liberarse antes de que lo consiga hacer el drow... luego ellos ajustarán cuentas, puesto que no se han dicho cosas muy bonitas últimamente sabeis?? jajajaja, sisisi, muy divertido no creéis?? Bueno que decís, rápido rápido rápido que esto quema - digo mientras sujeto la daga que me adjudiqué del drow y la paso de una mano a otra como si realmente quemase. 

- Sisisi, lo haremos así no?? Que haya un poco de azar, pero solo un poco sisisi, la daga se la dejare a nuestro amigo cabezademamut que es el que ha hablado todo el rato sisisi, el otro no es muy amigo nuestro, deberíamos apostar por él- digo señalando con la daga al enano durante un instante y vuelvo a pasarme la pesada daga de una mano a otra. - Pero bueno, que vamos a hacer primero, exploramos algo más la cueva, o volvemos?? El juego de ver quien escapa primero está decidido no?? Si-si-si, no-no-no - comienzo a canturrear con voz alegre. 

Luego paro un momento para decirle algunas cosas al enano. Y despues prosigo alegremente cantando. 

- Por cierto, ¿como te llamas?- le pregunto contento al oscuro enano- Sisisisi, tu nombre, para buscarte si alguna vez tengo problemas por aquí, sisisi, sabes?? Te vamos a dejar libre y además le vas a poder dar una paliza a ese blancucho de ahí, sisisi, va a ser muy divertido sabes?? sisisi, yo soy *KosjOthDaraxtrix* sabes?? sisisi, pronunciando fuerte la primera y última silaba sisisi, bueno ahora te contare que piensan mis compañeros, sisisi, tal vez algo más te de un porcentaje aun mayor de salir de aquí, sisisi...

Despues sigo canturreando alegremente Si-si-si, no-no-no...

Zenda enarca una ceja al escuchar la proposición de Kosj. Dejarle un arma al enano... pequeño bastardo.

—El enano ha shido el que ha hablado, así que es husto —responde Zenda—. Aunque me da igual que se maten o vuelvan cohidos de la mano a sus cuevas, no me voy a quiedar a verlo.

Saco la pequeña daga de mi cinto - Iluminati - Dije apenas en un susurro antes de que la minúscula daga comenzara a emitir un leve brillo.

- Hagan lo que quieran con ellos, pero debemos regresar cuanto antes para reunir información y tomar decisiones -

Entonces avancé hasta la salida de la cueva mientras pensaba en el pequeño Twinky, ya lo extrañaba demasiado.

Marcus sigue al gnomo desentendiendose del destino de esas dos criaturas y sin querer ver su final.

El enano no responde a la última pregunta de Kosj, se limita a mirar el suelo perdido.

Veo como mis compañeros poco a poco van decidiendose por seguir hacia la carreta de nuevo... Camino entre uno y otro por un instante pensativo... 

- Sisisisi..., claro claro claro, mucho mejor... sisisi - voy diciendo mientras cojo el martillo del enano y lo arrastro pesadamente unos 20 pies hacia el interior de la cueva y a la que vuelvo, recojo las pequeñas dagas que había dejado "caidas estratégicamente" cerca de las paredes de la caverna. 

Saco la daga enorme para mí del cinto, y digo unas palabras en lo que debe ser Infracomún. Por un momento parezco dudar ante la perspectiva de dejarle ese objeto al enano... - nonono- pienso en voz alta. Volviendo a enfundarme la daga en mi cinto. Despues hago que el enano se dé media vuelta y quede mirando hacia la pared. 

Con una de mis dagas más pequeñas y bien afilladas corto casi toda la cuerda hasta la mitad y cojo un pequeño puñado de tierra del suelo. Salgo corriendo hacia la dirección de mis compañeros mientras le tiro la tierra al drow a los ojos - Vamos cabezademamut!! He apostado mucho por tí!!!- digo en común y luego en infracomún, recordando que tal vez no me entiendan. 

- Aquí está tu salvación - le digo en infracomún al enano mirando la daga... "esto parece bueno, nonono, el martillo estará bien... y será mucho más divertido para aplastarle la cabeza al pobre peloblanco sisisisi" pienso, mientras rio para mis adentros. 

Despues hago lo mencionado en el mensaje anterior. 

El grupo se empieza a tomar camino hacia la salida de la cueva, dejando a Kosj decidir el futuro de los dos sujetos, casi cuando están por llegar a la salida el pequeño kóbold los alcanza y a los pocos segundo se escuchan un grito y luego un golpe muy fuerte que hacen eco por la cueva.

En poco tiempo va a comenzar a anochecer, pero aún hay buena luz. Tienen la carreta con el cadáver pudriéndose en la parte posterior del carruaje, tienen los dos libros, la cajita, la moneda y los caballos. 

¿Qué hacen?

Es intimidatorio, reflexiona Zenda, sujetando la enorme espada entre las manos, basta con ver a alguien con uno de estos para imaginarse lo que podría hacer a tu cuerpo con un simple golpe. Especialmente para alguien que utilice una armadura. Una cota de mallas podría para el corte, pero no impediría los huesos destrozados ni los órganos aplastados. De cualquier manera, es demasiado grande y pesado para blandirlo apropiadamente, salvo que seas un monstruo, y si lo eres, hasta un puñetazo es peligroso.

Esta otra es más de mi estilo, considera, devolviendo el espadón a la funda arrebatada al drow y desenvainando la espada de fina hoja. Ligera y veloz. Es todo lo contrario a la cimitarra, desgraciadamente. Estocadas y penetraciones en profundidad. El juego de piernas tiene que ser radicalmente diferente. Si intentas cortar a alguien con esta hoja, lo más probable es que acabe en pedazos, o se te escape de la mano.

Parece que seguiremos juntos una temporada más, ¿eh? Zenda enfunda el estoque y palmea la cimitarra que cuelga del cinturón, desnuda, del mismo lado. Madre me intentó enseñar cómo hacer bailar una como tú, y creo que estoy cerca, aunque con diez años de retraso. Cuando la encuentre, se sorprenderá de ver lo que puedo hacer contigo.

Si no te mata antes.

Si no me mata... ¿qué? Zenda se detiene bruscamente, observa la vieja espada durante unos instantes y reanuda la marcha. Céntrate, muchacha, y deja de hablar con las armas. Para eso tienes el diario. Esta noche voy a escribir una laaaaarga entrada, y probablemente acabe llorando y emborronando el texto otra vez. Debería beber hasta caer inconsciente, así mañana tendría tal resaca que no podría pensar en nada.

Un grito, seguido de un estruendo, interrumpe el diálogo interno de la joven. Parece que solo uno de los dos cautivos será capaz de regresar a su hogar en las entrañas de la tierra. El grupo, por su parte, abandona la cueva, de vuelta al mundo exterior. El sol está empezando a derramarse por el horizonte, y les esperan al menos un par de horas de viaje de vuelta, así que no deberían retrasarse mucho más.

El carro y los caballos siguen donde los habían dejado. Después de dos años habiendo tenido uno de esos como hogar, recorriendo todo Osirion, la ocasión de poseer uno la llena de nostalgia. Además va a ser útil, con lo que me espera.

—Todohs a bordo —llama a sus compañeros, antes de auparse al pescante de la carroza—, aún podemosh llegar a Yavipho antes de anochiecer, ¿no querréish pierderos la cena?