Partida Rol por web

Pongo esto aquí que me lo han preguntado y me parece un punto importante:

En los posts dejaré a vuestra elección cuanto queréis revelar de vuestras intenciones o de algo que hayáis hecho, después de todo aunque lo escribáis nadie puede saberlo si no se lo decis on-rol, si se sospecha de metajuego no tenéis más que avisarme y si es cierto se castigará al infractor. Solo se dará una oportunidad para rectificar.

Si preferís mantener un perfil bajo, siempre puodéis hacer un segundo post privado donde me contéis que es lo que de verdad intentáis.

Respecto a eso, nada que añadir master. 100% de acuerdo en lo que respecta al matarrol metarrol.

¡De acuerdo en todo máster!

Máster todo claro, las damas vamos a morir en seguida... somo tan frágiles y delicadas. 

El Príncipe se pone serio por primera vez en la conversación. Casi se diría que está dolido u ofendido.

Si tuviese el genio de mi padre, pocos cuestionarían mis intereses llamándolos laxos.

Es una gran ofensa y denigración. No para mi, claro está, que soy mundano. Sino para mis intereses, que lejos de ser laxos, son lo único relevante. Son la Virtud. La Belleza. La Armonía. El Amor.
Son los más nobles intereses que ha movido la raza humana. El Don de Dios entre los hombres.

Ofender dichos intereses es repugnar de aquello que hace al hombre elevado y señor entre bestias.

¡Y no lo permitiré en mi presencia! - Sentencia finalmente con una mirada férrea y una muestra del genio heredado de su padre que decía no tener.

Aquel que tilde de banales las más nobles aspiraciones humanas, tendrá a bien no hacerlo en mi presencia. Que seré Dionysos, ¡pero aún soy hijo de Uthor IV y el Príncipe de este castillo!

Después, volviendo a suavizar el tono, aunque no la mirada.

¡Y no recibirá invitación a mis aposentos!

Mi señor, si desea sábanas limpias en su cama esta noche, deberá invitarme a sus aposentos, lo desee o no.

Ibb, querida. Tú tienes las llaves de mis aposentos, literalmente. Siempre serás bienvenida a revisar mis sábanas y su conveniencia

No me hagáis hablar de vuestras sábanas en público, mi señor, ni de los esfuerzos que deben hacer las lavanderas por borrar según qué prácticas de ellas...

Porque, como se sabe, lo que más se valora del servicio es la discreción... y yo soy la moderación en persona.

Sonrío ante las vehementes palabras del príncipe.

-Brindo por ello, alteza. Estoy de acuerdo totalmente.

El príncipe parecía sorprendido.

Querida Ibb, no lo había pensado de ese modo. Lo que menos deseo yo es generar trabajo extra para las lavanderas - decía con sincero pesar.

Así pues, empezando por hoy, quedas invitada a venir a mis aposentos a supervisar personalmente todos los procesos que puedan devenir en sábanas sucias. - Bueno... quizás no era un pesar tan sincero, al fin y al cabo.

Mi señor Dionysos, nadie ha tildado vuestras aficiones como banales, simplemente se ha puntualizado que son otras distintas a la sed de poder y ambición por el trono, lo cual es bueno para vuestro padre y por ende bueno para todos nosotros.