Partida Rol por web

3º Turno

Los cadáveres de los aliens empiezan a acumularse pero son más los uq esiguen vivos que los muertos y cada vez es menor la distancia que os separa.  

La lucha continúa, a lo lejos veo explotar un proyectil lanzado desde nuestra línea y asumo que alguien ha tomado el arma pesada. También puedo ver cómo uno de los sectoides nos alcanza, pero ahora mismo no puedo pensar en eso. Si rompe nuestra línea de fuego estamos perdidos, pero en la lucha en formación todo se basa en suponer que tu compañero de al lado haga su trabajo mientras tú haces el tuyo.

El brazalete no es eficaz para combatir contra enemigos que estén en combate cerrado con aliados, no soy capaz de centrar lo suficiente el haz, aunque a juzgar por el emisor, el tamaño de la boca, el catalizador y el tubo de contención, no creo que realmente sea posible hacerlo.

Ahora mismo la posición que es más peligrosa es la nuestra, ya que cuatro sectides nos van a alcanzar a siete u ocho personas, de hecho el que está a punto de salir de los escombros frente a mi tiene pinta de que llegará hasta nosotros, pero poco puedo hacer por él.

Los otros dos sin embargo... Asumo que correrán hacia el frente, por lo que se acercarán demasiado como para alcanzarlos en el haz si disparo recto. Necesito apurar y disparar hacia la izquierda, cruzando los dedos para no alcanzar a ninguna de las dos chicas que hay a mi izquierda.

Por un momento el pánico se apodera de mi cuando el demonio en llamas se abalanza sobre McKnight. Por un instante creo que la atacada es Jakie, pero poco tiempo tengo para ver como Champan corre hacia él para ayudarle *EMMA ERES UNA TONTA - pienso rápido al ver como muchos hacen ráfagas mientras yo estoy fallando tiros inútilmente. Cambio a modo ráfaga al tiempo que un sectoide está apunto de estrellarse contra nosotros de nuevo. 

*POR DIOS, TIENES QUE ACERTAR, TIENES QUE ACERTAR!! - Apretando los dientes, y creyéndome muerta en cuanto uno de ellos me acerque, disparo una corta ráfaga contra los dos sectoides más cercanos.

*TIENES... QUE... ACERTAR... 

 No nos vengamos abajo ahora.

 Pensé mientras mi tembloroso pulso trataba de mantener el rifle recto. Había fallado el disparo, por kilómetros, y no podía permitirme ese lujo. De nuestra precisión dependía no sólo nuestra supervivencia sino la de la gente que estaba allí mismo, hombro con hombro. 

 Pequeñas victorias en un campo de batalla, victorias insignificantes, pero victorias al fin y al cabo.

 Me aseguré de que el retroceso no fuese a golpearme demasiado fuerte, respiré hondo y traté de ahuyentar de mi cabeza la visión de gente despedaza a mi al rededor, sobretodo, de imaginarme a mi mismo siendo dividido en dos. No estaba permitido bloquearse, no estaba permitido perder. En aquellos gestos tan sencillos les iba Todo.

 Apunté de nuevo al alienígena que estaba a punto de abalanzarse sobre nosotros. Tienes que acertar.

 Mientras aquella línea de tiro aguantase, debían mantener la posición, no podían romper filas. Sacudí la diestra, obligándome a ser más firme, más preciso. Suspiré sacando todo el aire de mis pulmones mientras apretaba el gatillo.

  ¡Sólo muérete maldita sea!

Etain comprueba como los aliens van cayendo a medida que reciben disparos, fuego y explosiones, pero parece no ser suficiente porque no cesan de aparecer mas y mas entre el humo y los escombros. Por desgracia nada mas que disparar es la única opción que le queda, así que se dispone a continuar haciéndolo aunque la desesperación intenta acabar con su animo.

Al ver como uno de aquellos seres se acerca demasiado por el otro lado del coche donde se esta cubriendo, se gira levemente y dispara de nuevo para observar con asombro como lo derriba dejándolo inmóvil. Obligándose a no pensar en lo que acaba de hacer, busca un nuevo objetivo y aprieta el gatillo, mas nada ocurre. Se había quedado sin balas.

Una maldición sale de sus labios mientras lucha con el arma hasta sacar el cargador que esta vació y empieza a llenarlo de proyectiles mientras reza porque no lleguen hasta ellos antes de poder disparar de nuevo.

El coctel que lanzo se estrella esta vez sin mayores efectos, pero lo importante es que el alien que amenazaba a mis padres está muerto. Respiro aliviada, pero por poco tiempo, porque una nueva oleada de sectoides se acerca. 

Aún están demasiado lejos, no creo poder acertarle a ninguno a tal distancia así que lanzo un cóctel molotov mucho más cerca, confío en poder darle a alguno de los sectos más adelantados y si no, por lo menos que el fuego les corte el paso. 

Ligeramente envalentonado por la actuación reciente decido abrir fuego de nuevo, el alien al que había disparado anteriormente se encontraba ya muerto así que diviso unos metros más atrás unos cuantos. Tengo mala experiencia en disparar a lo lejos, así que disparo al que está más cerca de Emma.

Apunto y ¡fuego! Juraría que he fallado los dos tiros, pero entre tanto disparo no estoy seguro. Me cago en la leche, sí estoy seguro - ¡joder!

Los bichos fueron cayendo, y por suerte ninguno de sus aliados no para su propio alivio. Al menos por el momento. Apuntó de nuevo aquel rifle con otro objetivo, algo lejano, pero no permitiría que se acercase, más si se tenía en cuanto que podría convertir a cualquiera en carne picada en cuestión de segundos.

El fibrado cuerpo de Lau actuó con velocidad, lástima que el pulso de sus manos no le acompañó. El tiro realizado acabó lejos de su presa para mayor cabreo.  - "Joder, vaya mierda". - Se maldijo a sí mismo, y a su inutilidad con las armas. Un mal momento para errar, en una situación como aquella, cualquier fallo costaría caro, su propia vida, o la de los demás. Aún quedaron demasiados de esos bichos.

Un combate de desgaste entre ambos bandos, sin olvidar el mero hecho de la desesperación. Sin salida, luchar fue la opción elegida, la única a su alcance.

Al escuchar las palabras de Laurent a mi lado sonrío, no me había dado cuenta de la presencia del cámara -Gracias vaquero- Le digo mientras apunto y disparo otras tres veces aunque con mucha menor fortuna esta vez, pues el arma se me encasquilla con el último disparo. -Mierda joder.  

Si vivimos para ver otro día me buscaré una pistola que no se atasque a la mínima – Digo forcejeando con el arma.

"Oh dios no" Estaban cada vez mas cerca y realmente me gustaba respirar, miraría hacia la derecha y a la izquierda contando brevemente las personas, teníamos dos aliens sobre nosotros y si no hacíamos algo nos iban a matar.

Dejaría el arma que había agarrado recién en el suelo cerca de mi pie, tenía que quitarme un poco de peso y esperaba que si alguien la necesitaba la agarrara y no pensaba soltar la mía, ya era mi arma y la usaría hasta el fin de los días si era necesario, aunque esperaba que no.

Respiraría hondo, apuntaría al alien que se encontraba hacía la izquierda, rezaría brevemente y apretaría el gatillo "Maldición" -Maldita sea -Miraría brevemente al cielo "Haber flaco, ya no quedamos tantos en la tierra como para que no nos puedas ayudar un poquito" Pensaría recriminando al cielo, hasta ahora no había dado al blanco una vez y así pensaba ir a recuperar a las chicas.. O mejoraba y rápido o moriría.... Aunque...-Podría desperdiciar un coche completamente funcional en atropellarlos- 

Pensaba que habría matado a tres sectos con el pepinazo, pero se me escapa uno. -Cagüen tó lo que se menea. -Pienso encañonándolo, apuntándolo mientras se mueve, respiro hondo aguantando la respiración mientras aprieto el gatillo y vuelvo a acertar.

Estoy tan seguro de que le he dado de lleno como de que a esta distancia no haberle hecho ni cosquillas, una pena no tener un rifle de francotirador en vez de una escopeta. De poco sirve lamentarse ahora. Miro preocupado como vamos fallando tiros y los aliens se cercan cada vez más.

                                                                                    Resumen del tercer turno

Laurent vuelve a ser el primero en reaccionar aunque su disparo no acierta al objetivo.

Uno de los sectoides consigue alcanzar la línea, T-Dog es la desafortunada víctima. El negro pandillero recibe un primer golpe que lo mata en el acto, no satisfecho el alien aún le atesta un segundo golpe.

Etain dispara contra uno de los aliens más cercanos, la criatura ya estaba muy malherida y el disparo de la chica de pelo anaranjado acaba con ella.

David dispara con la escopeta y acierta contra el alienigena que había escapado de la explosión, pero a tanta distancia la lluvia de plomo que recibe el sectoide no le causa daño al no conseguir penetrar su duro exoesqueleto. 

Wendy Davis, la directora de instituto que ha tenido varios enfrentamientos verbales con los militares por su forma de liderar el grupo, ahora lucha hombro con hombro con ellos. Sus disparos consiguen herir a uno de los sectoides que se acercan.

Samantha dispara tres veces y falla las tres veces, por si fuera poco con el último disparo su arma queda encasquillada.

Jon dispara una ráfaga dajando malherido a uno de los aliens que se acercan.

Becca, la hija de Hank, podría haber matado al alien que está frente a ella si hubiera podido mantener la sangre fría, pero ver morir a T-Dog delante de sus narices despedazado por aquella bestia  resulta ser más de lo que la adolescente puede soportar. La chica suelta su arma y empieza a correr despavorida.

Lin lanza otro molotov dándole de refilón a uno de los sectoides, el arma incediaria apenas causa daños pero el alien prende en llamas. 

La cabo Jakie Chapman dispara una ráfaga de fusil que da de lleno en un sectoide convirtiéndolo en un colador y dejándolo al borde de la muerte, pero ni aquello consigue detener a la bestia que sigue avanzando dispuesta a morir matando.

Emma dispara una ráfaga contra el alien que ha matado a T-Dog. Las balas acribillan vehículo y sectoide a partes iguales acabando con la criatura. La morena se dispone a disparar una segunda ráfaga ccontra un opbjetivo cercano pero Etain se le adelanta matando al alien pero la morena encuentra un nuevo blanco en el alien que Jakie ha dejado medio muerto.

Cassandra llega a efectuar dos disparos de pistola que nuevamente erran el blanco. La chica tatuada aún no ha conseguido verter sangre alienígena durante este combate.

Vincent intenta disparar contra el alien que asesina a T-Dog pero Emma se le adelanta. Al profesor no le cuesta encontrar un nuevo objetivo en otro alien que se les viene encima, por desgracia su disparo no causa mucho daño a la criatura.

El coronel efectúa dos  buenos disparos contra uno de los aliens dejándolo bastante malherido.

Tim dispara dos veces pero sus disparos vuelven a perderse sin acertar al objetivo, las armas no son el punto fuerte del técnico.

William efectúa un buen disparo hiriendo levemente a uno de los aliens.

Austin calcula el avance de los dos sectoides para disparar una onda sónica contra ellos. Uno de ellos muere tiroteado antes de que la onda le alcance pero el otro la recibe de lleno. El sectoide se tambalea, sacudiendo la cabeza antes de desplomarse como un fardo.

Aun me sentía algo pesada asi que metería la mano en el bolso sacando uno de los dos machetes y lo dejaría caer a un lado en el suelo, en mi mente estaba recogerlo cuando terminara si nadie los agarraba. Acaba de ver morir a alguien relativamente cerca "Otra vez, alguien muere porque eres medio incompetente Cassie... Haz algo útil por amor a Dios" me recriminaría mentalmente, aun quedaban dos cerca y veía venir un tercero directamente en mi dirección, ese me preocupaba un poco mas, llamadme egoísta pero mi vida, iba adelante de casi la de cualquiera, no la de todos, quizás si lo veía un poco mas personal "Ja.. Mas personal de lo que ya es" No podía evitarme reírme un poco de mi misma. Respiraría hondo, dejando que mi dedo acariciara el gatillo mientras apuntaba al que estaba a la derecha, aunque quisiera, no podía dejar que llegara a los demás sin al menos intentar detenerlo, nunca había sido así no empezaría ahora, si caía sería siendo yo misma, y no alguien en lo que ellos me convirtieran, aunque luego eso significara que tendría uno de ellos cara a cara y seguramente acabara muerta. "Vamos Cassie, tu puedes, papa creería en ti" Le había dado, aunque no causado ningún daño significativo, de eso estaba segura -Por favor, que alguien se asegure que David sepa que lo amo-  No pensaba morir, pero no estaba de mas, volvería a disparar sin pensarlo mucho mas aunque esta vez le erraría por mucho.

La explosión me lanza al suelo y tengo que cubrirme los ojos por el fogonazo, el calor es máximo, he estado apunto de abrasarme, ¡joder! ¡Eso ha estado cerca! - grito en voz alta a mis compañeros más cercanos.

Desde el suelo, extiendo mis manos para agarrar el arma que había dejado caer involuntariamente. Me aferro a ella, y miro los objetivos cercanos... hay uno entre llamas y otro un poco mas atrás, pero... es... están muy cerca, miro alrededor buscando conocidos y ayuda... barajo el irme corriendo, pero no hay donde ir... en este momento nos necesitamos todos.

Agarro el arma firmemente con las dos manos, no es momento para fallar... apunto, cierro el ojo para tratar de acertar.... disparo... y fallo nuevamente. Esto es demasiado ya, el fin parece cerca. Me da tiempo a mirar a una cara conocida, Lau, al resto de compañeros de TV no los veo. Igual ya no los veo nunca más...