Partida Rol por web

Veiais cargar a vuestro enemigo contra aquella extraña sombra pero el ataque no surtía ningún efecto pues a pesar de que le estaba impactando las sombras parecían envolver a la espada y ésta no lograba dañarlas.

Quenya se disponía a ayudar al desconocido cuando notó que a su espadón le ocurría lo mismo. Igor tenía más suerte y a pesar de que la espada que poseía también las atravesaba, el mayal si las lograba impactar y lograba que la sombra se desvaneciese.

El veterano se unía también a la contienda pero sufría el mismo destino que habían sufrido sus compañeros y su arma no lograba infligir ningún tipo de daño a la criatura.

Alese anduvo pausada hasta el cruce se acercó al grupo y mostró a aquellas criaturas el símbolo que poseía. Mostró la fuerza divina de Pelor y la luz que emergió de él hizo que las sombras se desvaneciesen dejando a sus compañeros y al hombre del cuervo totalmente libres.

Un grupo de individuos están acampados junto al estanque, está compuesto de media docena de humanos y media de medianos que están sentados alrededor de una hoguera.

El campamento está formado por varias tiendas de colores muy vivos y llamativos y una anillo de carretas con grandes cantidades de sacos.

Al fondo del campamento junto al estanque se puede apreciar una tienda el doble de grande que las anteriores, dos humanos montan guardia en la entrada de esta tienda.

Cuando te acercas al grupo y ven tu cuerpo completamente frágil y desnudos se levantan y toman rápida posesión de sus armas

- Ya sabéis que Madame Eva está aquí. No entendemos por qué requerís de su presencia y por qué mandan a uno de los tuyos a hablar con ella. Decidnos, ¿cuáles son vuestras intenciones, licántropo?

Pese al corto tiempo combatiendo contra esas sombras, Urik resoplaba. Una perlada capa de sudor le cubrí la frente tras su yelmo y sus diestes se mostraban apretados en un gesto serío y fiero.

Dándose la vuelta, el caballero se enfrentó a sus salvadores. Espada en mano los observó un momento. Al instatne comprendió que no eran ningúna amenaza, sino todo lo contrario, un grupo que, como él, combtía contra el mal.

Envainando su espada y quitándose su yelmo de alas negras, Urik dejó caer su melena mientras alargába su brazo izquierdo para que se posara Hurnn, su fiel mascota.- Gracias señores y... damas.- Dijo y acto seguido inclinó su cabaza a modo de saludo.- Está bien ver que ay más gente que lucha contra el mal y sus engendros en estas tierras retorcidas.- Comentó.- Mi nombre es Don Urik, caballero del Cuervo.- Se presentó.- Y vosotros ¿sois?.- Quiso saber el caballero.

Envy se lamenta por esta situacion, no habia contado con esta reaccion, o la verdad no lo habia pensado. Se ve que el estar con tanta gente extraña como ella que le acepta le hizo olvidar el odio y temor semi-irracional del mundo a ella. A esto solo pudo suspirar con resignacion.

Se acerco mas al fuego alzando las manos en son de paz, y demostrando que estaba desarmada. -Por favor, no vengo con malas intenciones, busco la ayuda de Madame Eve, esperando que me pueda ayudar a mi y a mis amigos con informacion sobre el mal que azola un pueblo cercano aqui- Se acerca hasta donde se lo permiten extendiendo su manos hacia adelante con las muñecas juntas por si le atan las manos.

- Mi nombre es Doña Alese.

- Nos ha quedado claro que buscas su ayuda. Sí.

¿Pero desde cuando os llamáis entre vosotros, "amigos"? Teníamos entendido que preferíais llamaros a vosotros mismos manada. ¿Y desde cuándo os preocupa el mal de la villa? Lleváis mucho tiempo siendo vosotros otro de los males. No entendemos qué ha cambiado para que manden a uno de los vuestros a hablar con nuestra líder. Pero eso no es asunto nuestro, será ella la que tenga que decidir si daros su consejo o no.

Ya sabéis donde encontrarla. - Te dijo señalando la tienda más grande que además estaba custodiada por los guardias. 

Don Wolkot Ardelean.- al veterano guerrero no le gustaba ese trato aristócrata....debía ser que del sitio de procedencia de Don Urik tenían ese trato personal, eso o es que era uno de esos caballeros pomposos

Sentimos ser tan escuetos, caballero, pero una de los nuestros puede estar en peligro mientras hablamos y no podemos entretenernos en largas presentaciones.- 

Wolkot se puso en marcha de nuevo en dirección al asentamiento vistaní

Igor, voy a necesitar un arma como la tuya.- dijo intentando mantener el ritmo del joven explorador....la mía no le hizo nada a esa criatura, y estoy seguro que le di de lleno

Con los enemigos vencidos Igor envainó sus armas y con un gesto calmó a Ocaso. Luego, cuando le tocó su turno se presentó - Reverendo Señor Igor Olivero - sonrió al oírse pronunciar un título que solo había usado en el momento de su ordenación, siguiendo el ejemplo previo. - Aunque que puede tratarme de usía -. Apostilló tratando de contener una carcajada.

Luego serio otra vez añadió - Todo un placer Don Ulric, lamentamos no disponer de más tiempo para proseguir con las presentaciones, como señala don Woltok, otros asuntos requieren nuestra urgente atención. -  tras lo cual volvió al camino para reanudar la marcha. 

- Por cierto, - añadió - si vuestra idea es ir a Barovia, extremad las precauciones, salvo la plaza central y alguna otra casa dispersa, está completamente tomada por no-muertos. Y antes de que mal interprete el hecho de que nos alejemos del lugar, decirle que vamos en busca de determinada información para combatir el mal que asola a la ciudad. - 

Dicho esto, volvió a tomar el camino con Woltok a su lado. - Seguramente no estaría mal que lo hicieras, hay muchas criaturas que son inmunes a las armas convencionales. - 

El caballero iba saludando a cada uno que se le presentaba como correspondía a su clase y condición. A la dama haciendo una gran reverencia y leugo, tras cogerle la mano, besarsela levemente. Al guerrero le estrechó el antebrazo como mandaban los canones entre luchadores. Y al clérigo haciendo una leve reverencia mientras se ponía la mano en el pecho mientras emitía un tímido.- Salve Pater.

Y tras esto se fijó en la otra mujer. Una elfa que no había pronunciado palabra alguna y esperó un momento a que ella dijera algo, pues no quería ser descortes, como le habían enseñado.

No pude evitar en lo guapo que era ese tal Urik. Oía como todos se presentaban con formalidades y estuvo a punto de soltar una carcajada, pero se contuvo cuando el hombre la miró directamente.

Era ese tipo de hombres que se podían comer una noche y pasarlo muy bien.

Bajé el espadón y me fui acercando a él mientras dejaba que el filo rozara con el suelo. Posando un dedo en el pecho de su armadura, dije

La divina Quenya, agraciada por los dioses de todo el mundo con algún que otro don dije mientras mi otra mano descendía por mis curvas

Puede que te deje descubrirlos algún día susurré a su oído cuando pasé por su lado, en la dirección que se había ido la estúpida de Envy

Urik no apartó la vista de la mujer mientras se acercaba a él. Era muy atractiva y vestía... bueno, casi se le veía más carne de la que tapaban sus ropas. pero su bello cuerpo tenía un matiz verdoso que el caballero no había visto en su vida.

Sin siquiera ruborizarse el caballero del cuervo escuchó lo que esa mujer le decía. Tenía fuerza en sus palabras, que desprendían seducción y peligro a raudales. La combinación entre belleza y labía hizo que Urik olvidara el saludo hacia esa mujer y cuando se dió cuenta ya estaba junto con sus compañeros.

Acercándose con paso decidido al grupo, se puso delantedeladama y le dijo.- Un placer conocerla señora Quenya.. o divina Quenya.- concedió Urik,mientras como hizo con Alese, le cogió la manop y se la besó suavemente.

Luego, retrocedió un paso y les dijo.- Por lo que he oído, buscáis algo para combatir este mal que asola estas tierras ¿no?.- Conrroboró el caballero.-Pues, si no tienen a mal, os pediría que me dejásies acompañaros a conseguir tal información.- Pidió el caballero.- Mi misión en esta vida es erradicar el mal, pero me da a mí que criatura a criatura, se me va a hacer eterno. Mejor encontrar algo que me ayude a "agilizarlo".- Dijo Urik mientras esperaba la contestación.

Noté como se había quedado embobado ante mis palabras y mis movimientos

Perfecto pensé

Me acerqué a él cuando se ofreció acompañarnos. Me puse muy cerca de él, nuestras caras casi rozaban.

Siempre viene bien tener hombres como tú cera dije mientras mi mano se posaba en su hombro y la dejaba caer mientras recorría su brazo.

Ven con nosotros, vamos en busca de una mujer que nos puede dar respuestas

El caballero aguantó con nervios de acero el nuevo acercamiento de la imponente mujer verde. Muy, muy cerca, casi rozandose le comentó lo bien quele vendrían cerca. El hombre arqueó una ceja. No sabía qué es lo que quería insinuar esa belleza, pero algo le decía que debía de tener cuidado. Y lo corroboró cuando la mujer apoyó su mano en su hombro y la bajó por su brazo.

- ¡¡CRUAAAAKK!!.- Graznó Hurnn, su fiel compañero alado en el otro brazo. Sin quererlo, lo había sacado de la ensoñación y fascinación que aquella mujer provocaba.

Urik miró al cuervo y asintió dándolelas gracias. Luego se giró hacia la mujer y haciendo una reverencia dijo.- Gracias por dejame acompañaros. Ayudaré...,- el caballero miró alcuervo y sonrió,- ayudaremos en lo que podamos.- Dijo.

Tras esto se acercó a todos y con un gesto de la mano dijo.- ¿Vamos?.-Preguntó.

Envy estaba esperando que la encadenen o la sujeten hasta con un collar, sogas o algo para ser llevada ya ante la mujer. Con lo cual cuando soltaron sus dudas ante sus razones, ella quedo extrañada, seguramente trasluciendolo en su expresion al tiempo que sus brazos los cuales habia tendido calleron a su lados ya que no parecia que fueran a tratarla como una prisionera.

-¿Manada? Yo no estoy dentro de una manad... cuando me refiero a que mis amigos necesitan ayuda, me refiero a que TENGO amigos, y necesitan ayuda... no son licantropos- Dijo, para luego avanzar entre ellos para ir hacia donde le indicaban que se encontraba Madame Eve. Pero sin poderse contener, no pudo evitar alzar los brazos y manifestar con frustracion... -Y NO TODOS LOS LICANTROPOS SOMOS MALES!!- Luego solo avanzo hasta donde se encontrara quien le ayudaria con la informacion mientras caminaba contoneando su pequeño bello trasero.

Cuando llegas a la tienda te dejan pasar sola y entonces...

La anciana que hay ante ti es enorme, y durante un momento os parece más un ogro o un pequeño gigante que la arrugada y vieja mujer que es. Se encorva sobre una mesa empequeñecida por su presencia, y sus ojos negros brillan mientras baraja un mazo de gastadas cartas. Sus manos son huesudas y tienen ronchas a causa de la edad. Cuando habla, su voz cruje como la maleza seca.

- Por fin has llegado, tus amigos pronto se reunirán junto a ti...

Una vez hechas las presentaciones seguís vuestro camino tomando la dirección del Estanque Tser. Andáis varias millas y durante algunas pocas horas hasta que finalmente llegáis a vuestro destino.

La cúpula de bruma y ramas que hay sobre vuestras cabezas se abre súbitamente al cielo, aunque negras nubes de tormentas lo cubren por completo. Un círculo de coloridos carromatos y varias tiendas dispersas se apiñan alrededor de una gran hoguera, mientras un puñado de hombres y mujeres de vestidos llamativos se sienta en silencio cerca de las carretas. Al otro lado de este campamento, un pequeño lago refleja el iracundo cielo que se cierne sobre él.

Mirad, allí se ve alguien dije.

Me adelanté y me acerqué a aquellas personas. Al llegar a un sitio que me pudieran ver y oír les hablé.

Que la suerte les acompañe. Mis amigos y yo buscamos a dos personas. La más importante, Madame Eva, necesitamos hablar con ella para que nos ayude.

Y la otra persona es una pequeña seguramente desnuda solté malhumorada.

¿Podrían indicarnos?