Partida Rol por web

Esto era mas avanzado, su tareas habian cambiado al cambiar las posibilidades sobre la velocidad de conseguir la informacion y el poder de las posicion de las fuerzas del grupo en el pueblo sin que ellos abandonaran este. Pero no valia la pena discutir ahora, lo hecho, hecho estaba y aunque a veces lo aparentara, no era una niña.

Luego ignorando la falta de respeto y la imperiosidad de Quenya hacia Madame Eva se dirigio a esta en acentuar el pedido de ayuda. Esta hasta ahora habia sido amable con ella a pesar de ser una extraña joven desnuda que llego al campamento.

-Entonses Madame Eva... ¿Puede decirnos quien escribio la carta?-

Tan pronto como Madame Eva tocó la carta que le entregó Igor la soltó profiriendo un fuerte grito.

- Puaj, esa carta ha sido escrita por el maligno. Por aquél que mora el castillo, cuya enemiga es la luz y cuyos poderes sobrepasan los de los mortales. Lo buscaréis en el castillo, y aunque es posible que él os encuentre varias veces, vosotros solo lo encontraréis a él una.

Después la anciana observa a Quenya mientras esta habla sobre la plaga de zombis de la región.

Quenya: ¿Quién es el que gobernaba el pueblo por entonces?

Esa respuesta ya la sabéis, habéis conocido a Irina e Ismark, los hijos del Burgomaestre. Él era el que gobernaba el pueblo cuando todo empezó, ahora la villa está en manos de los muertos.

Quenya: ¿Quién ha levantado esta horda de muertos vivientes en este lugar? ¿Y por qué, con qué fin?

Tras escuchar estas nuevas preguntas, expresadas con gran claridad Madame Eva se dispone a barajar nuevamente sus cartas y ofrece el montón para que la semidragona lo corte a la mitad. Después lo recoge y posa el mazo sobre la mesa. Entonces levanta la primera y en ella aparece la imagen del esqueleto de un dragón tornado a la vida.

- La muerte camina por las calles de Barovia. La muerte lleva a la muerte, todas ellas provenientes de la primera.

"Poned fin a la blasfemia del muerto que se negó a morir y la plaga cesará"

Después levanta otra carta y la pone sobre la anterior de forma horizontal:

"Para poner fin a la plaga de muerte, debéis acabar con su origen. Debéis visitar la iglesia del pueblo, que ha sido profanada por su presencia"

Preocupado tras las palabras de la Madame, preguntó cuando ésta habló de la última carta extraída del mazo por la semidragona. - ¿Cómo reconoceremos al maligno y cómo tendremos éxito dónde otros ya han fracasado? -

- La iglesia.. -musitó Alese- Había un sacerdote en esa iglesia, un seguidor de Pelor como yo que está desaparecido ¿Podriá decirme algo de su paradero? ¿Fue él quien inició la plaga?

-Esa mujer paladina, tambien hablo de que buscaban un artefacto importante para su iglesia. ¿Que dicen las cartas sobre eso? ¿Es algo peligroso en sus manos?- Pregunto luego de que Alese le recordara a esos latosos enlatados. Ella seguia sin confiar del todo en ellos.

Previamente:

Las críticas sobre el caballero endieron su alma más que si lo hubiera hecho una espada. Aun así se contuvo. Sabía que esas gentes solo anhelaban su deseo de seguir con vida y apartar los miedos que pudieran encontrar... ya fueran infundados o, simplemente, mal elegidos. Por las palabras que gastaban sobre su persona, sabían poco acerca de la orden del cuervo y los propósitos de la misma. Todo lo oscuro (y entre ello el cuervo, animal que se relaciona con muerte, la acompaña... o el primero que llega a ella) o desconocido es maldecido e injuriado. Cuanto mal ha hecho el olvido. Pensó el caballero para sus adentros mirandoles con rabia... rabia destilada de la compasión que sentía por ellos y por lo que habían sufrido.

Intentó dar un paso alante y hablarles, pero, tras juzgarlo mejor, agachó la cabeza y se dio la vuelta. Era mejor dejar las cosas como estaban, por lo menos de momento. Cuando el mal se hubiera erradicado, sería la hora de crecer y devolver a la orden del cuervo su antiguo honor y explendor.

Al levantar la mirada se dio cuenta de que sus compañeros habian entradado al carromato de Madame Eva. Decidido, entró también en este.

Actualmente:

Al entrar permaneció en silencio, como le habían enseñado, observando todo lo que acontecía a su alrededor. Había un par de caras nuevas. La de más edad era sin duda Madame Eva. La otra chica... En ese momento, el lobo de Igor, Ocaso, saltó sobre la chica y comenzó a jugar con ella. Acto seguido, tanto Qunya como Alese, como el propio Igor, la reconocieron como Envy. Algo dentro del caballero se desató y encendió todas las alarmas. En esa mujer había algo extraño, peligroso que anidaba en ella. Su delicada belleza chocaba con un fuego, una fuerza especial en sus ojos. Urik la miró severamente un momento, pero desistió al comenzar la conversación con Madame Eva.

El paladín escuchó tanto a la anciana como a las preguntas de sus compañeros. No intervino, pues la preguntas propuestas eran las mismas que él deseaba encontrar respuesta. Así que decidió que fueran sus nuevos compañeros quienes llevaran la voz cantante... aunque, de vez en cuando, el caballero miraba a la mujer... a Envy, de soslayo. Más tarde encontraría respuesta a sus alarmas.

Y no sólo si es peligroso añadí a las palabras de Envy. Exactamente, ¿qué es ese objeto?

Alese vio como el nuevo caballero endurecía la mirada, sin embargo, pendiente como estaba de las respuestas de la Madame no pudo apreciar a qué se debía aquel gesto.

Sin embargo, sí vio la mirada a Quenya y sonrió de forma apenas perceptible. Por una vez, le gustaba que otra mujer acaparase las miradas, le hacía sentirse mucho más libre.

Igor: - ¿Cómo reconoceremos al maligno y cómo tendremos éxito dónde otros ya han fracasado? -

Madame Eva mira a Igor mientras busca entre la baraja dos cartas. Cuando las encuentra toma las dos y las coloca para que podáis verlas.

Después comienza a barajar el mazo y pasados unos segundos se la da a Igor para que lo corte. Después coloca la carta del diablo en el centro de su mesa y entonces mientras saca una de ellas os dice:

- El que mora en el castillo Ravenloft es un hombre poderoso, cuya enemiga es la luz y cuyos poderes sobrepasan los de los mortales. Lo buscaréis en el castillo, y aunque es posible que él os encuentre varias veces, vosotros sólo lo encontraréis a él una.

Después os muestra la carta y la coloca encima de la anterior:

- "Lo encontraréis entre las ruinas de un lugar de ruegos. 
En los terrenos del castillo aún se alza una capilla. Pero hay una gran oscuridad entre sus ruinas. Además una mala influencia estropeará vuestros ataques".

Después roba la siguiente carta y mientras la levanta os dice:

"De la oscuridad y el caos, esta carta extraerá sus razones y fundamentos. Mostrará el propósito de todas las cosas; la clave de la vida y la muerte, y de las cosas que yacen más allá".

Entonces coloca esta segunda carta de forma que queda en perpendicular respecto de la primera.

"La oscuridad desea luz; la muerte busca la calidez de la vida. Para obtener la luz, la oscuridad debe ser iluminada, enfrentarse sin temor a los rayos del sol".

Después recoge aquellas cartas y toma la otra carta que había colocado encima de la mesa y la coloca de nuevo en el centro:

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- Para saber como acabar con la criatura primero tendréis que conocer algún dato más" Vuestros conocimientos son pobres y escasos, no puedo conocer aquello que es desconocido por todos los aquí presentes. Si supiera como acabar con el señor, quizá lo hubiese hecho yo misma.

- La iglesia.. -musitó Alese- Había un sacerdote en esa iglesia, un seguidor de Pelor como yo que está desaparecido ¿Podriá decirme algo de su paradero? ¿Fue él quien inició la plaga?

Madame Eva simplemente ignoró las palabras de la pequeña y respondió a la siguiente pregunta que le formularon:

-Esa mujer paladina, tambien hablo de que buscaban un artefacto importante para su iglesia. ¿Que dicen las cartas sobre eso? ¿Es algo peligroso en sus manos? - dijo Envy

La mujer rebusca de nuevo en el mazo y toma una nueva carta de él y lo coloca encima de la mesa que ya estaba limpia del resto de cartas:

"Lo que buscan es un filo de luz, un arma de venganza"

Después de aquello le da de nuevo el mazo a Envy para que corte, tras ello Madame Eva extrae una nueva carta:

"Deberán buscarla en el corazón de la floresta, lejos de las manos humanas, quizá este protegida por algún espíritu feérico"

"Pero la luz de la espada no está despierta aún, hay que despertarla en...

De nuevo coloca esta carta cruzada encima de la anterior y os dice:

"... donde la luz yace muerta, asesinada por su propia oscuridad. Buscad los restos de vuestro enemigo"

- Me temo que por ahora no os puedo ayudar en nada más. Vuestras dudas han sido resueltas y mis poderes por hoy han sido gastados soberanamente. Cuando tengáis más dudas regresad, yo permaneceré aquí mientras nada me impida lo contrario.

El caballero escuchaba atento, sin moverse, las explicaciones de Mamame Eva a las preguntas de sus compañeros. Con su juego de cartas astrales sobre la mesa, las barajó y mandó cortar. Estos trucos no le hacían mucha gracia a Urik, pero sabía que la clarividencia existía y muchos monjes la practicaban. Para tener mayor éxito imploraban a su Dios o usaban objetos "magicos" a sus ojos que les conectaban con el futuiro o con las predicciones. Madame Eva no era distinta. Ella en vez de invocar a un Dios o usar un objeto o droga, se aferraba a sus cartas para ellos. No le gustaba, pero aceptaba.

Pero fue en las primeras fgrases de Madame Eva cuando al caballero lo escucho: <<- El que mora en el castillo Ravenloft es un hombre poderoso, cuya enemiga es la luz y cuyos poderes sobrepasan los de los mortales. Lo buscaréis en el castillo, y aunque es posible que él os encuentre varias veces, vosotros sólo lo encontraréis a él una.>> Urik se puso tenso por un momento al escuchar ese nombre y, por un momento su mente vagó hacia ese lugar tenebroso.

El castillo Ravenloft. Esa fortaleza impía vuelve a cruzarse en mi camino. Allí todo comenzó, como debe ser. Y será allí donde todo termine, pra bien o para mal.

Tras este momento de tensión, el caballero volvió a relajarse y siguió la sesión de Madame Eva.

- Muchas gracias por su tiempo y por su ayuda madame - se despidió Igor tras que esta diera por concluida su intervención.

Una vez fuera de la caseta habló a sus compañeros. Pues parece que habrá que buscar esa espada en el bosque antes de visitar el castillo ¿no? De todos modos ¿qué proponéis hacer ahora?

Pues a ver. Hay que encontrar la espada, y también hay que ir a la iglesia a acabar con la plaga y ayudar a los "Iluminados", porque seguro que lo están pasando muy bien.

¿Alguna idea? ¿Vamos todos juntos? ¿Nos separamos?...

Necesitamos la espada para derrotar al mal. Creo que deberíamos ir nosotros a por ella y después buscar a los demás. Seguro que se apañan bien sin nosotros.

Urik sale con sus compañeros. Delante de la carreta de Madame Eva, el caballero escucha las propuestas tanto de unos como de otros. Al final, decide intervenir.- Yo iré con vosotros en busca de ese arma - dijo un tanto triste y melancólico.- Luego... luego debo... debemos acabar con quien ha empezado todo esto... el monstruo que se esconde en el Castillo Ravenloft.- Al decir este nombre el caballero cerró los ojos y aguantó firme mientras un escalofrío recorría todo su cuerpo.- Es la forma de acabar con el mal, como nos ha predicho Madame Eva - Dijo el Don Urik a los demás.

- Los iluminadores van a buscar el arma, nosotros deberíamos ir también. Ya sé que la unión de ambos grupos no fue muy... prometedora, pero ir a buscar el mismo objetivo pero por separado es tener más oportunidades de que nos maten a todos.

Fue una birria, Alese, sus prejuicios desquiciaban a cualquiera, incluso a ti.

Me acerqué a Don Urik y, acariciándole el mentón con uno de mis dedos, le dije

Tranquilo campeón, acabaremos con ese mal todos juntos.

Comportándome de nuevo, añadí.

El problema de ir a buscarlos es que no sabemos dónde pueden estar, aunque se hayan dirigido a la Iglesia, y eso sería perder un tiempo precioso

No es difícil saber donde pueden estar. Para ello solo tenéis que mirar el cielo. 

La espesa niebla que rodea el lugar no os impedía ver la oscuridad del cielo.

Hacía tiempo que era de noche, y ya habían pasado algunas horas desde que decidisteis separaros. El camino fue largo hasta aquí y más larga resultará la vuelta.

No sería un buen momento ir en busca del arma puesto que estáis agotados y aún os queda un largo camino de vuelta.

La mejor opción será ir a la taberna de la plaza, seguramente ellos tomen la misma decisión que vosotros. Cuando lleguéis es probable que ya estén durmiendo. Pero quizá por la mañana podáis hablar de todo lo que habéis averiguado.