Partida Rol por web

Jinete de Dragon

▶ALA I: SECCIÓN I

Cargando editor
27/06/2025, 23:03
James Anderton

Un calor intenso comenzó a invadir mi cuerpo de forma repentina sacándome de un profundo sueño, oí movimiento en la oscuridad de la noche, todas las luces apagadas pero...¿Como?

Vi a Merida salir de su cama, con urgencia, escurriéndose hasta a la cama de Ash, algo le susurraba y se comenzaba a colar entre sus sábanas.

¿Pero que cojones, es que el calentón nos estaba pasando a todos a la vez o qué? No pude evitarlo y noté como empezaba a empalmarme con la sola idea de pensar en ellas dos follando bajos las sabanas me puse más cachondo todavía...

¿me cago en mi puta vida y ahora que hago? Sin un brazo y con unas ganas de meterla en caliente...

Apreté la mandíbula y me escurrí de entre las sábanas como una serpiente, sabía que no era lo ma habitual¡pero joder el cuerpo me estaba controlando por completo!

Caminaba descalzo por lo que apenas se me escuchaba salvo los ligeros jadeos de la tremenda excitación y me acerqué a ellas.

-De verdad, siento joderos el plan pero decidme que una de vosotras es bi por Dios, siento que me van a reventar los huevos del calentón-era una mezcla, entre algo cómico, pelo porno de tercera y cumplir una fantasía, bueno, esa ya la había cumplido, pero era ya agua pasada -¿Merida tú también? Es que joder que calentón, ni cuando la primera paja de adolescente...-

Cargando editor
01/07/2025, 00:15
Ashley “Ash” Varrow

La oscuridad me envolvía, pero el calor no me dejaba dormir.

No era fiebre. Era algo más hondo. Como si me estuviera fundiendo desde dentro. Como si cada centímetro de mi piel estuviera rozando brasas invisibles. El maldito sello, el entrenamiento, Illias, el saco, las cosas que no dije... Todo se había quedado bajo mi piel. Apretando. Gritando.

Me removí en la cama, echando las sábanas hacia un lado. Estaba pegajosa, sofocada. Jadeé en silencio, con la boca entreabierta, los ojos cerrados con fuerza.

Y entonces sentí algo.

Un peso. Una respiración. Un susurro. Abrí los ojos, y allí estaba Merida, encaramándose sobre mí como una criatura salvaje, hermosa y desesperada. Sus pupilas parecían dos pozos abiertos bajo la luna.

-No eres la única que está a punto de estallar -le dije al oído, y mi voz me sorprendió. Grave. Densa. Como si me saliera desde la pelvis, no desde la garganta.

Mi respiración se entrecortó. Tragué saliva. Y la dejé hacer.

Solté el control como si fuera una piedra caliente. De repente no quería ser yo quien liderara nada. No esta vez. No con ese temblor en las piernas, no con la cabeza en llamas. Quería dejarme llevar. Quería… rendirme. Solo por un momento.

Incliné el cuello hacia un lado, ofreciéndoselo sin palabras, mis manos separadas sobre las sábanas, abiertas. Una señal muda.

-Haz lo que tengas que hacer -le dije, apenas audible, mientras mis manos empezaban a subir por dentro de su ropa hasta sus pechos.

Y entonces se oyó un crujido suave. Otro cuerpo acercándose. James.

Me giré apenas con los ojos, notando su presencia en el borde de la cama. Estaba igual que nosotras. Sudando, respirando con dificultad, como si le costara existir.

-Joder… -susurré, entrecerrando los ojos mientras mis dedos se cerraban sobre la sábana, conteniéndome- ¿Qué coño nos han hecho?

Podría haber sido gracioso. En otra noche, lo habría sido. Pero esta no. Esta era la noche en la que ninguno de los tres podía fingir.

Apoyé la frente contra el hombro de Merida y susurré, sin saber a cuál de los dos me dirigía:

-No quiero pensar. No quiero liderar. Hoy no... -

Y por primera vez en semanas, sentí que no tenía que ser la fuerte. Que alguien más podía sostenerme. Aunque fuera con las uñas clavadas.

Cargando editor
01/07/2025, 20:10
Merida Fowlis

Ash estaba igual que yo. Aquella mierda de conexión mental nos había puesto a las dos como dos zorras lascivas, completamente expuestas a nuestros deseos. La idea me jodía un montón pero en esos momentos no estaba yo para pensar ni tan siquiera un poco.

Y Ash lo entendía la perfección.

En cuanto me dio el visto bueno, porque lo que no iba a hacer era violarla, hasta ese punto no iba a llegar, mal que me pesara, me preparé y deslicé una mano directamente hacia su sexo, hallando sus pliegues húmedos y su vagina dispuesta. Pero me detuve al oír otro ruido a nuestro lado.

Joder, ¿James también? ¿En serio?

Sin pensármelo dos veces, localicé el clítoris de Ash y comencé a tocarlo en círculos. Estaba segura de que no le hacía falta demasiado, pero coño, no éramos robots.

Su clítoris estaba hinchado y podía sentir las palpitaciones bajo la yema de mis dedos, así que no necesitaba demasiado. Me quité los pantalones y las bragas con frenesí y empecé a moverme sobre ella, sintiendo su humedad mezclándose con la mía, sin dejar de tocarla. 

De hecho, solo con aquello, ya estaba a punto de correrme.

-Joder, esto no hay quien lo aguante -exclamé, sin dejar de moverme, sintiendo mi propio clítoris hinchándose y respondiendo a la excitación.

De no haber estado tan concentrada en mí, no me habría importado hacerle una paja a James, pero es que no tenía las manos para eso. Con una tocando a Ash y la otra agarrándome para mantenerme bien sujeta y posicionada mientras me movía, no había posibilidad de hacer nada más.

-James, te la vas a tener que cascar por tu cuenta o que te ayude Ash -le dije, a modo de disculpa.

Agarré entonces una mano de Ash y la deslicé hacia mi propio sexo. Su contacto y la subsiguiente fricción fue lo que necesitaba porque en cuestión de unos momentos más, sentí mi cuerpo descomponiéndose bajo la llegada del orgasmo. Era una mierda porque se sentía como si me tocase yo sola, pero no disponía de nada más. 

Mis piernas se tensaron sobre las de Ash y mi espalda se encorvó para dar paso a la tensión del clímax, mientras esperaba a que Ash también se corriese porque ella estaba tan necesitada como yo.

Aquello era una puta locura.

Cargando editor
02/07/2025, 09:41
James Anderton

-Merida, una paja no me sirve créeme...creo que tú también te estás dando cuenta-si rostro enrojecido por la excitación, el orgasmo casi instantáneo, joder yo estaba igual, ardiendo como una puta hoguera.

-Ash creo que hoy vas a dormir como un lirón-dije con una sonrisa y unos ojos cargados de deseo y lujuria. Además había que añadir como ellas se masturbaban y frotaban, sentía mi miembro palpitar con una fuerza nunca antes sentida y acerqué mi miembro duro como le acero al rostro de Ash.

Onvisme no iba a forzar nada, ya fuera masturbación o felación algo me aliviaría, pero el cuerpo me pedía mucho más..

-Joder, me voy a correr solo con veros, ¡esto es insoportable! Ash por favor...qie te quedas sin jefe de Ala..-

Cargando editor
02/07/2025, 22:56
Ashley “Ash” Varrow

El calor me golpeó en pleno rostro, como si alguien me hubiese tirado una manta ardiendo encima. Para cuando abrí los ojos, Merida ya estaba sobre mí, jadeando, sudando, su cuerpo temblando con esa urgencia que compartíamos sin necesidad de palabras. No entendía del todo qué era esa conexión, esa jodida cosa que nos encendía las venas como si alguien hubiera prendido fuego desde dentro, pero lo sentía. Como una electricidad común, como un rugido sordo que vibraba en la base del estómago.

No hizo falta hablar.

Solo con mirarla, con sentir el peso de su cuerpo sobre el mío, comprendí que estábamos atrapadas en el mismo incendio. Y por una vez… no quería apagarlo.

Mis manos la buscaron con torpeza y hambre, deslizándose por su piel como si tuviera miedo de que se deshiciera bajo mis dedos. La sentía ardiendo, tensándose con cada roce, como si la fricción fuera oxígeno en medio de la combustión. Y yo estaba tan intensamente cachonda que sentía que me iba a correr de un momento a otro. Así que aguante todo lo que pude, sintiendo su respiración sobre mi, apretando con mis manos sus pechos y lamiendo, cuando tenía uso de mi respiración, el contorno de sus pezones.

La oí hablarle a James, pero mi mente estaba tan ocupada en memorizar el ritmo de su respiración y la curva de su espalda que apenas procesé las palabras. Lo único que importaba era el temblor en su voz, la forma en que se aferraba a mí como si no hubiera mañana.

Tomó mi mano y la guio hacia ella, y al sentirla… joder. Casi se me cortó el aliento.

No fue el contacto en sí. Fue la vulnerabilidad. El abandono. Que confiara en mí así, tan desnuda y vulnerable... Mis dedos se movieron con un instinto primitivo, casi reverente, queriendo ofrecerle algo a cambio de esa entrega.

Y cuando la noté tensarse sobre mí, con sus piernas apretando mis caderas y su cuerpo entero vibrando contra el mío… no sé qué me poseyó. Quizá fue esa parte de mí que siempre está lista para pelear… o para rendirse. Nuestros sexos se unieron mientras la humedad de ambos resbalaba por nuestros muslos. Lubricante natural, excitación pasiva y un calor... joder que puto calor.

- Joder, joder...- 

La abracé fuerte, hundí el rostro en su cuello, y dejé que el calor nos devorara juntas. Mordí su clavícula y me agarré a sus espaldas, arañando cuando llegué al orgasmo. Igual que ella estaba tan exhausta que sonreí, sin querer mientras James hablaba.

- Joder, James, dame un respiro.- reí mientras intentaba deslizarme de debajo de Merida- Tengo un dragón de Hierro, ¿sabes? Pero yo no soy toda de hierro, aunque sí estoy al rojo.

ME levanté, reuniendo fuerzas, desnuda y me planté frente al jefe del Ala. 

- Creo que voy a ser yo la que haga que me llames Jefa.- Le toqué la frente con el dedo empujándolo levemente, y me giré, tan solo para darle la espalda y sentarme sobré su regazo. Estaba tan jodidamente cachonda, aun tras estar con Mérida, que su miembro se deslizó en mi interior con demasiada facilidad. Cogí sus manos y las acerqué para que me agarrara los pechos. 

- Vamos, Jefa. A ver que eres capaz.- Dije mirándolo de reojo por encima de mi hombro, y empezando a mover mis caderas de forma acompasada.- Y tú, Mer...ummm- volví la mirada a ella de nuevo- Déjame que te dé un segundo asalto... Ohg... -Levanté la mano, para que volviera conmigo, me mordiera, me besara... aunque no se uniera a James, si lo haría conmigo.

Cargando editor
03/07/2025, 16:31
Merida Fowlis

Sentí como Ash compartía el orgasmo conmigo, aquella liberación que en teoría, debía calmar el jodido fuego que nos abrasaba. Y así ocurrió durante unos instantes, cuando sentí su rostro al lado del mío, sus dientes mordiendo mi hombro y sus uñas clavándose en mi espalda.

Yo misma gemí ruidosamente mientras apretaba con fuerza la mano de Ash.

Pero fue solo un instante.

Cuando todavía me estaba recuperando, Ash, cambió de postura y se colocó a horcajadas sobre James, dejándose penetrar, y aún tuvo tiempo de dirigirse hacia mí.

Y yo, tenía de nuevo hambre, porque aquello era como comerse un paquete pequeño de pipas y tener todavía un hambre atroz, así que me acerqué a ella, besé su cuello, mordí su carne ligeramente, y después, hice lo mismo con sus dedos. Lo hacía de nuevo con un frenesí desatado, incapaz de controlarme, y lamentando el no tener acceso a nada más que aquella mano. Y eso no podía ser, así que dirigí mi boca hacia sus pechos, en donde se encontraban las manos de James, y empecé a besar hasta llegar a sus pezones, mordisqueándolos y lamiéndolos.

-Hoy todo me sabe a poco, joder -protesté, entre una cosa y otra.

Situada al lado de James y de Ash, llevé su mano de nuevo hacia mi sexo para que me penetrara con ella. Necesitaba el contacto, sentirla al máximo, y cuando sus dedos entraron, aunque fuesen solo un poco, comencé a moverme para restregarme sobre la mano entera, buscándolo todo.

-James, me estás quitando el sitio, cabrón. Córrete ya y déjala libre, joder -le exigí. Estaba dispuesta hasta a follármelo yo si hacía falta, lo que fuese con tal de que se largase de allí.

Cargando editor
07/07/2025, 17:06
Ambiente

El lunes de la semana siguiente NO fuiste a clase porque...tú otro sello se te había despertado igual que el anterior: desmayándote.

Cargando editor
07/07/2025, 17:06
Ambiente

Para finales de semana te notabas extremadamente raro. Había algo que no iba bien en tu cuerpo. Tuviste alguna fiebre, escalofrío y vómitos. 

El lunes fuiste a clase con normalidad...y con algo cambiado en ti. Te sentías muy fuerte.*

Notas de juego

* Te narro aquí la mutación 

Cargando editor
07/07/2025, 17:49
James Anderton

Estábamos los tres tan calientes que entré en Ash del tirón y comenzó a moverse, realizando unas sentadillas sobre mi miembro de órdago, como echaba de menos tener el otro brazo y poder tocar sus pechos a la vez, pero es lo que había, mi mano, amplia y poderosa tomó su pecho y comencé a tocarlo sin impunidad, apreté su pezón, lo pellizqué y retorcí, mientras notaba como mi primer orgasmo llegaba.

-Oh! Joder me corro ya!-y descargué en su interior sintiendo un placer inmenso mientras Ash seguía moviéndose. Lo que no entendía es que seguía muy cachondo y el miembro no bajaba¿Que cojones?.

-Sigue Ash, hasta que te corras que estoy no baja, la ostia- gemí admirando el cuerpo de la rubia mientras seguía moviéndose con locura. Entonces miré Mérida.

-¡Tampoco vamos a empezar a tirarnos de los pelos por ella, ahora cambiamos de postura cuando se corra!-dije intentando convencer a Merida.-¿no te das cuenta que estamos igual? ¡Que me he corrido y esto no baja!-dije exultante, fascinado y totalmente salido.

Cargando editor
07/07/2025, 18:01
James Anderton
Sólo para el director

Gracias guapa!

Cargando editor
07/07/2025, 22:34
Ambiente

Aunque tarde, por suerte, el domingo sentiste un quemazón donde tenías la cicatriz del sello. Picaba a rabiar y dolía a partes iguales, pero no te provocaron nada más allá que una pequeña molestia.

Cargando editor
17/07/2025, 00:10
Ashley “Ash” Varrow

La piel me ardía aún con los ecos del primer orgasmo, pero no era suficiente.

Nada lo era. La respiración de Mérida en mi cuello era gasolina sobre un fuego que ya no podía controlar. Sentí su boca en mi piel, el mordisco leve, apenas un roce… y me estremecí.

Su lengua recorrió mi clavícula mientras guiaba mi mano entre sus piernas, con esa urgencia que ya no intentábamos disimular. Se movía sobre mis dedos con una necesidad compartida, jadeando contra mi oído, mientras yo me aferraba a ella como si solo su cuerpo pudiera sostenerme. Busqué su boca, la atrapé con la mía. El beso fue sucio, intenso, sin espacio para dudas. No éramos personas, éramos hambre.

James debajo de mí, todavía duro, todavía dentro, seguía gimiendo mi nombre entre dientes. Sentía sus manos recorriéndome como si tampoco pudiera parar. Estábamos atrapados los tres en un bucle de deseo que no entendíamos del todo, pero que tampoco queríamos romper.

Y yo... yo ya no quería pensar.

Me separé de Mérida solo lo justo. Mis labios bajaron por su mandíbula mientras me incorporaba un poco, rozando su cintura con mis dedos al pasar. Mis caderas se movieron con un ritmo lento sobre James, solo para que supiera que aún le pertenecía. Pero el fuego en mí ahora apuntaba a otro sitio.

Respiré hondo, cerrando los ojos, y me giré sobre James, las caderas elevadas, los músculos tensos de pura anticipación.

Giré la cabeza, buscando los ojos de Mérida. Le ofrecí una media sonrisa, provocadora, cargada de todo lo que no podía decir en voz alta.

-Tu turno-murmuré, con la voz ronca por el deseo.

Entonces me incliné hacia ella, tomándola del rostro con una mano firme, y volví a besarla. Esta vez más lento, más profundo, como si todo lo que nos estaba pasando solo pudiera traducirse a través de nuestras bocas. Como si yo misma no pudiera soportar un segundo más sin tenerla encima.

Notas de juego

Perdón, se me paso esta escena. Que yo creo que con un par de post más se podría finalizar XD

Cargando editor
17/07/2025, 19:57
Merida Fowlis

En otras circunstancias, quizás hubiera sentido algo de pena por Ash. No es que nos estuviésemos aprovechando de ella, pero estaba claro que era lo que tanto James como yo necesitábamos y ella, afortunadamente, parecía dispuesta a aceptarnos a ambos. 

Le deberíamos mucho.

Cuando por fin se giró hacia mí, no hizo falta mucho para que dejase su espalda y me centrase en su boca. Mis labios se abrieron como los necesitados pétalos de una flor recién llegada la primavera y mis piernas buscaron separarse para hacerse con un lugar. Sabía que James aún estaría dentro de ella y que quizás no pudiera separarse, y lo entendía a la perfección. Nuestra necesidad era tal que resultaba imposible de aplacar.

Pero debíamos intentarlo. 

Su boca compartió la lengua con la mía y mis manos la abrazaron como si no fuese a haber un mañana, mientras me decidía a dar el paso final. La deseaba demasiado; la necesitaba demasiado.

-James, mierda, quítate. Yo misma te haré una paja -le dije, quitándolo de sopetón, echándole a un lado. Me empapé entonces entonces una mano con toda la saliva que pude y la coloqué sobre su polla, empezando a masajeársela a conciencia, rozando su cabeza, tirando de su piel arriba y abajo, mientras me situaba a horcajadas sobre Ash.

Obviamente, estaba pringadísima de semen, pero en esos momentos ya me daba casi todo igual. Mientras pudiera seguir moviendo mi mano para mantenerlo a un lado, el resto de mi cuerpo tendría sitio para Ash.

-Joder, méteme los dedos, tócame, Ash -le exigí, moviendo mis caderas y al mismo tiempo, siguiendo el mismo ritmo, mi mano, sobre la polla de James, que no tenía ninguna intención de abandonar aquella carrera, al igual que tampoco mi jodido clítoris, que sentía hinchado y palpitando como si tuviese vida propia.

Por si no fuese suficiente, porque no lo era, asalté la boca de Ash con la mía, aplastando sus labios, comiéndomela casi literalmente.

Aquello no había quien lo pudiera resistir.

Notas de juego

Pues sí porque esto me parece que será toda la noche jajajajajjaa

James, te va a doler al día siguiente seguro XD

Cargando editor
18/07/2025, 18:11
James Anderton

Después del orgasmo me vi apartado como su fuera un saco de basura por Mérida, si hubiera tenido los dos brazos no me habría podido apartar pero perdí apoyo y aún con la polla dura me arrancó del interior de Ash, haciéndome daño y a ella seguramen también.

-¡¡Joder tía es que no conoces la biología hetero o qué, Dios casi me partes el rabo!!- grité molesto y frunciendo el ceño, pero las ganas eran demasiadas, todo lo perdoné en un parpadeo porque por una parte Merida empezó a masturbarme y he de decir que de forma bastante decente, segundo ver a dos mujeres enrollarse siempre me había puesto muy cachondo y con todo ésto estaba peor.

Lo que tenía por miembro era una puta barra acero, caliente y palpitante como nunca la había tenido así que me dejé llevar, por la mano de Mérida mientras ambas se daban el lote aunque aproveché en más de una ocasión para magrear los pezones de Ash y cuando no, los de Mérida, me daba absolutamente igual, con tal de aliviarme de nuevo.

Notas de juego

No te jode, siendo así de bestia, como si no tuviese suficiente con el brazo ahora la polla en cabestrillo también? XD

James empieza a caer en depresión!

Ale, fundido en negro y a seguir zumbando hasta el amanecer dejando a Ash medio muerta, Mérida y yo satisfechos xD