Partida Rol por web

Jinete de Dragon

INTERIORES

Cargando editor
26/06/2025, 21:09
León De la Rosa

Apreté una sonrisa entre mis labios. La entendía, claro que la entendía. Era extraño. Sólo que yo intentaba canalizarlo de otra manera para que no me volviera loco, porque mi dragón era poderoso y persistente. Prefería poner de mi parte para tratar de convivir con ello, más iba a respetar a Harlow. 
Por eso no me inmuté cuando retrocedió, permitiendo que apartara su mano. Podía darle espacio, eso no era un problema.

Está bien, lo entiendo. No te preocupes — le sonreí — Vale, hmmm, ¿qué te parece si...tú marcas los tiempos? ¿De acuerdo? Yo intentaré lidiar con Zeph a mi manera, como pueda porque es...terrible — hice una mueca porque eso iba a ser complicado. 

Cargando editor
26/06/2025, 22:06
Harlow Irvine

No conozco a León, es verdad, pero ni falta que me hace para saber que esa no es la respuesta que esperaba. Claro que lo fácil para mí sería asumir que lo que él lamenta es perder el acceso fácil y constante a mi cama metafórica porque no tengo otro remedio que aceptarle pero incluso si la mera posibilidad no me hiciera sentir asquerosa por dentro, no es cierto que le vea así. Incluso en lo poco que nos conocemos nunca ha sido otra cosa que un caballero. No es sólo un príncipe de título.

Poniéndome en su lugar, en el que seguramente no haya nada deteniéndole como a mí, la elección de poner obstáculos a esta conexión puede sonar muy irracional sin explicación. Y, de nuevo, siento que es demasiado pronto para una aclaración honesta.

Aqua no es mejor, te lo aseguro —trato de reírme. — Creo que, ahora que esto está tan descontrolado… no seré una buena juez de esto. Que me vea arrojada a tu pecho en ocasiones no quiere decir que es lo que quiera, y por eso es tan complejo. Todo puede malinterpretarse, y nada de esto tiene que ver con quien eres. Porque apenas nos conocemos. Quizá... solucionar eso lo aliviaría.

Cargando editor
26/06/2025, 22:15
León De la Rosa

"Que me vea arrojada a tu pecho en ocasiones no quiere decir que es lo que quiera", esa frase resuena dentro de mi cabeza como un martillazo sobre un metal. 

Tiene razón. En todo lo que dice. Pero esa frase en concreto hace que me sienta mal por lo ocurrido la otra noche y por...¿todo? Soy un idiota por verlo tan fácil cuando obviamente es más complicado. Seguramente ni siquiera se sienta a gusto con...mi transición. No ha tenido tiempo ni de meditarlo. Los tíos siempre lo vemos más fácil, pero debí suponer que para ella sería como un laberinto. 

De repente, siento como una presión en el pecho. Como si la obligara con cada acercamiento o roce, aunque sólo sea de nuestras manos. Tengo que dejar de hacerlo, definitivamente. Tengo que hablar con Zephyran, o aprender a gestionar la conexión, y rápido. 
Ese agobio es el que hace no entender lo que quiere decir con eso de conocernos para aliviarlo. 

De repente, me siento como un...¿violador? Mierda. 

Tienes razón — es lo único que me sale decirle, porque tengo la mente nublada — Yo no...Lo siento. Lo...controlaré — le aseguré, aunque no era una promesa en firme porque no sabía cómo iba a hacerlo — Ahora...tengo que irme. Nos ...vemos — tragué saliva. 

Y aunque no era mi estilo dejar a una chica con la palabra en la boca, me giré para alejarme mientras pensaba en cómo negociar con Zephyran. 

Cargando editor
03/07/2025, 21:49
Harlow Irvine

Jueves por la mañana, cerca de la Sección II


Pensaba que quería volver al silencio previo a la invasión de Aqualis en mi psique. Qué equivocada que estaba. Una vez tu destino se ha encadenado al de una criatura tan poderosa como un dragón su ausencia se torna más atronadora que su rugido. ¿Pensaba que el dolor de anhelar a Hikan era agonía? Qué ingenua fui. Con Aqua negándome he sabido al fin lo que es de verdad perder una parte esencial de ti, y eso que ni una semana ha pasado desde que me marcó.

El silencio también me ha ayudado a ver otras cosas más claras: fui muy cruda con León y asumí cosas de él sin ninguna base. Independientemente de lo que fuera a pasar con nosotros dos a lo mejor no debí implicar que no quise hacer nada de lo que ocurrió, pero a la vez… ¿Por qué es tan complicado? ¡Agh, debí hacerme caso a mí misma y pedir esa tutoría con el profesor Delmere!

He repasado cien veces (bueno no, han sido veinte contadas) la forma en la que poder expresar todo lo que estoy sintiendo sin herirle. No debería ser difícil, ¿no? Pasamos por algo similar, pero no sonó a que él tuviera un amor aparcado en Solaria. Es ese mi problema, ¿a que sí? ¡Esto sería más fácil si me estuvieras respondiendo a algo, Aqua! ¡Responsabilízate de tu parte de culpa!

Algo enfurruñada me cruzo de brazos y me apoyo al lado del arco del pasillo que conduce a la Sección II, poco antes del inicio de las clases. Objetivamente no tendremos demasiado tiempo de aclararlo, pero la verdad, no es lo que me preocupa ahora mismo: quiero arreglar las cosas con León, con Aqualis, y ya si puede ser con mi propio corazón. Sólo espero que León no haya madrugado en exceso y haya salido ya…

Recojo un mechón de cabello entre los dedos y comienzo a retorcerlo en un rizo, observándolo con tentación. Hoy me ha apetecido llevarlo suelto, ¿pero podré resistirme? Llevarlo bien recogido ha sido lo que durante años ha controlado mis impulsos de chuparlo pero estos últimos días me he estado destrozando las cutículas y las uñas hasta hacerme daño de verdad por culpa del silencio de Aqua. Necesito una distracción de verdad, no placebos nerviosos.

No necesito estar conectada a Aqualis para sentirle a Él aproximarse antes de que siquiera oiga sus pasos. Suelto mi mechón y me giro, asomada al arco a tiempo para verle venir por el pasillo y mi estómago da una pirueta de anticipación. Allí donde no siento a mi dragona su aura se impone como un ariete con cabeza de carnero de bronce, abriendo paso a una marea de soldados que atacan cada célula que moría de sed por su presencia. Cómo odio sentirme así y que me guste tanto…

Buenos días —inclino mi cabeza cuando llega a mi altura. — ¿Podemos hablar?

Cargando editor
05/07/2025, 01:58
León De la Rosa

Jueves por la mañana, cerca de la Sección II

No estaba pasando por mi mejor momento. Después de la conversación con Harlow, intenté buscar refugio, o al menos palabras de consuelo, en Violet...y no lo encontré. No poder contar con mi mejor amiga me desestabilizaba más de lo que me gustaría. La presencia de Zephyran, igual. Y la tortura de repetir la conversación con Harlow una y otra vez dentro de mi cabeza, directamente me sobrepasaba. Era insoportable, sin querer sonar dramático. Pero es que era dramático porque sentía que sin la aprobación de Harlow no era nadie. Que la necesitaba para que mi ego no se adormeciera. Para estar bien. Lo odiaba. Era un sentimiento horrible, pero no podía hacer nada para remediarlo porque exactamente era cómo se sentía mi dragón al respecto de Aqua. Yo no rechazaba los sentimientos de Zephyran, en absoluto, pero era justo anhelar que fueran más sencillos, ¿verdad? Era una compenetración extraña la de aquellos dos dragones porque cada uno necesitaba cosas muy diferentes del otro. Y aunque Zeph era complicado e indomable, la que llevaba el mando era Aqua, y por eso esa necesidad de mi dragón de impresionarla todo el rato. Esa necesidad de ser admirado era lo que me estaba matando porque sin Harlow, no podía satisfacerla. Era horrible, Y sí, finalmente estoy siendo dramático. 

Alguna que otra vez había deseado que me hubiera marcado otro dragón diferente, otro que no estuviera tan vinculado a uno de mis compañeros, más, al mismo tiempo, no habría cambiado a Zeph si me lo hubieran propuesto. Y eso que su voz en mi cabeza era una completa locura. Su cabezonería. Su...testarudez infinita. Y esa manía de echarme la culpa cada vez que Aqua se enfadada con él. 
Pero es el que me ha elegido, y le debo estar a la altura. Aunque ahora mismo no sé bien cómo hacer eso. 

Estuve a punto de darme la vuelta cuando la sentí antes de verla. Me estaba esperando. Pero no podría aunque quisiera porque mi cuerpo se seguía sintiendo inevitablemente atraído por su mera existencia. 

Cuando se acercó a mi y me preguntó si podíamos hablar, asentí, aunque un poco esquivo. Sólo esperaba que fuera una conversación como la última porque no creía que pudiera soportar escuchar según qué cosas de sus labios. 

—Claro, vamos — dije, sin mirarla, haciendo un gesto con la cabeza. Teníamos clase en breves así que tendríamos que hablar mientras nos dirigíamos a la misma.

Cargando editor
06/07/2025, 21:11
Harlow Irvine

Mis pulmones se han hinchado con una bocanada involuntaria cuando, al levantar la mirada, mis ojos dan con su rostro de forma directa. Ya sé reconocerlo, el hálito de vida que ejerce en mi sistema su cercanía. Aqua no me hablará, pero esta parte de la conexión no me la retira.

Por suerte es fugaz. Pronto puedo recuperar la temperatura de mi cabeza, sacudirla un poco y  comenzar a caminar a su lado, por lo que me fijo hacia las aulas. Con el dedo vuelvo a retorcerme un mechón, demasiado distraída por el poder de la presencia que camina a mi lado para siquiera recordar qué quería decirle.

Me cuesta arrancar. Cuando creo que lo tengo se escapa como humo entre los dedos, o al doblar una esquina su perfil entra de más en mi campo de visión y al delicado puzzle de expresiones que estaba construyendo se va por la ventana. Rendida e incómoda por el silencio acabo tirando de la primera hebra que flota entre los dos, a la vez que simbólicamente me doy a mí misma un tirón de pelo.

Lo siento —sale de mis labios. — Fui muy cruel el otro día contigo, después de clases. No debí expresarme con esa dureza, y más cuando los dos estamos en el mismo barco con nuestros dragones.

Cargando editor
06/07/2025, 22:51
León De la Rosa

Apreté los labios al escucharla. Durante estos días sin hablar, había intentado ser más apático con esos sentimientos que no me pertenecían y así, hacerlo más fácil. ¿Funcionaba? Sí, pero a costa de mi estado de ánimo y mi propio carácter. Por eso, ahora que habla y se disculpa...no reacciono tal vez como debiera. Necesito a Harlow pero eso no significa que tenga que soportarlo todo, ni que tenga que dejarme guiar ciegamente por esos sentimientos de Zephyran hacia Aqua. Ni yo soy él, ni Harlow es ella. Y sus palabras del otro día me lo dejaron claro. 

Te agradezco la disculpa pero está bien. Tenías razón — le digo, sin mirarla, porque si la miro sé lo que ocurre. Bueno, y sin mirarla también, pero tengo que pretender que lo controlo de alguna manera — No son nuestros sentimientos así que...es normal que estés disgustada con ellos. A mi también me pasa. Es complicado. 

Mis palabras salían a modo de murmullos entre mis labios, porque obviamente no era lo que quería. Quería sentirme como Zephyran con Aqua, pero era imposible. Al menos de momento. Lo que no quería bajo ningún concepto es que ella volviera a insinuar que se sentía obligada a hacer ciertas cosas conmigo. Eso no. Me dolía demasiado. Prefería el dolor de su lejanía o ausencia, siendo lo duro que era, que repetir ese sentimiento.

Cargando editor
07/07/2025, 20:46
Harlow Irvine

¿En qué? —se me escapa automáticamente; ¿tenía razón yo? A ver, sí, pero no debí decirlo como hice tampoco.

Freno en el camino, con la mano en la pared y la otra enredada en mi cabello. Su comentario me ha golpeado, de ese modo antinatural en que siento cosas que ya no reconozco como sólo mías.

No me disgustan; ¡yo no dije eso! — sueno algo defensiva, ¿verdad? Bueno, voy a relajarme. Suelto la pared para pedirle con un gesto que espere, que este exabrupto no ha sido adecuado, mientras a la vez trato de componer mis pensamientos reales. — No es lo que pretendí dar a entender, y si fue así te pido disculpas. Todo esto escapa a mi comprensión por lo que seguro que tampoco sé escoger bien la manera de decirlo… Trataré de ser clara, y si me vuelto ofensiva te ruego que me lo digas para que podamos aclararlo.

Cojo aire un instante antes de seguir. Esto es duro para mí, no sé si lo notará.

Antes de llegar a Aetheryon dejé a mi novio de tres años en Allibajo porque pensé que moriría aquí. Todavía existe esa posibilidad. Forcé a mi mente y a mi lógica a olvidar que algún día le amé como lo hacía, y de pronto vuelven a invadirme todos esos sentimientos tan familiares que me hacían feliz. Siguen haciéndolo, y a la vez él no está —niego lentamente, dejando la cabeza gacha. Escuece, me comprime la garganta. — No es tan fácil como aceptar que ahora me gustes y adelante…