Partida Rol por web

Descansar.

Persigo al bandido numero 6 que se lleva mi hacha incrustada.

Asalto 8:

Sin enemigos a la vista y a la espera de órdenes, Darién descansa y da un paso al sur.

Me muevo hacia el sur, al claro.

Descanso.

ASALTO 8

Me dirijo a toda velocidad hacia los bandidos que salen del campo de batalla. Si me fatiga más el escudo o me impide en algo el movimiento entonces lo tiraré al suelo.

Me muevo hacia el oeste (cuatro casillas) en dirección a Ser Trycian. Tal vez pueda ayudarle con el caballo, pero sobre todo lo hago en previsión por si a los bandidos les da por volver ahora que no va a caballo...

Este asalto descanso todo lo que pueda.

¡¡¡VICTORIA!!!

- Victoria rotunda para los hombres de Ser Hadder Tully.

- O victoria de "los paletos endogámicos de los pantanos de Piedras Viejas", como dirían jocosamente entre risas en algunas cortes nobles, tras beber unas cuantas copas de vino de más.

- Un total de seis bandidos consiguen escapar del campo de batalla.

- Seis no son peligrosos, difundirán las noticias de esta matanza.

- Jack Calabaza y veinticuatro bandidos débiles han muerto.

- El Escudero Orsey Crakehall ha sido gravemente herido en combate. Hay algunas heridas leves o moderadas, pero la mayoría están intactos.

- Podéis postear vuestros relatos de la batalla de momento en la escena de Tácticas. Luego eso se puede incorporar a la Viñeta XV, que probablemente se podrá resolver completa o bien el domingo, o bien a principios de la próxima semana.

Din le reclamó al fin para algo que no fuese disparar a liebres. Debían asaltar un campamento bandido, y Dregg vio la oportunidad de librarse de su tormento y su frustración degollando a unos cuantos desgraciados.

Pero el alcohol pasa factura, y sus facultades no eran las de antaño, ni su ánimo. Además debía ir con el resto de la compañía. Incluso aquel jodido dorniense se empeñó en llevar a su montura. ¿Es que acaso estaba loco? ¿No veía que lo más probable es que el animal se partiese una pata? Din estaba al límite llevando al animal. Aquel puto dorniense estaba loco. Y cuando de pronto alzó la vista, sacado de su ensimismamiento, el cazador descubrió una hoguera.

-¿Pero estáis locos? ¿Es que queréis que anuncien nuestra llegada como si fuésemos participantes de un torneo? ¡Apagad eso!

Empezó a pisotear las ascuas intentando apagar el fuego, pero pronto paró. ¿Por qué le miraban todos así? ¿Es que acaso era el único con algo de seso? Sin embargo, las caras que se fijaban en él no le eran conocidas.

Joder.

Se había metido de lleno en el puto campamento. Empezó a correr como un descosido, primero al norte, luego al este... Hasta que se topó con el que parecía ser el líder. De nuevo la había hecho buena. Corrió en dirección contraria, pidiendo ayuda, esperando que alguno de sus compañeros acudiera en su auxilio. Por suerte Craster respondió a su llamada, y acudió raudo. Nunca había sentido tanto alivio de ver a aquel malnacido. Y llegó el momento. Era hora de luchar, luchar contra un hombre.

-¡Acabemos con su líder!

Pero su compañero fue más rápido que él, y pronto acabó con quien luego se supo que era un tal Jack Calabaza. Frustrado, pues ni un alma podría llevarse por delante (ni la gloria, una vía de escape para su situación, que había soñado cuando pensó en acabar él mismo con el líder bandido), lanzó una estocada con su daga contra el cadáver del bandido, pero ni eso consiguió hacer bien, y acabó clavando su filo en la hierba. Aun así, aún podia llevarse a alguien por delante. Otro de los secuaces del tal Jack se llevó un buen corte por parte de Dregg, quien no pudo sino sonreir al ver sangrar a aquel cerdo.

Pero cuando quiso darse cuenta, la batalla había terminado. Cadáveres yacían por doquier, y los desgraciados que quedaban con vida huían. Su oportunidad de enderezar su vida se iba tras las piernas de aquellos cobardes que huían...

BAJAS:

- Armase: Bandidos: 1.

- Caster: Jack Calabaza. Bandidos: 1.

- Darién: Bandidos: 1.

- Din: 3.

- Edder: Bandidos: 1.

- Orsey: Bandidos: 3.

- Ser Madrigal: Bandidos: 2.

- Ser Trycian: Bandidos: 12.

AÑO 154 D.A.: MESES 2 Y 3:

- Un desaprensivo ha huido con un carro lleno de comida y todas las joyas de la convaleciente Lady Arianna.

- Crann el Maestro de Cuadras se siente ofendido de que se hayan llevado un carro y los caballos de tiro. Al parecer era un carro que estaba preparado para ir a buscar la leña que hubiese cortado Vitel en el bosque durante los últimos tres días. El ladrón, Plumby, engañó vilmente al tonto ingenuo de su hermano Woode. Ahora Crann quiere capturar al ladrón como el que más y se ofrece a acompañar a la partida de caza. También prepara las monturas de Darién y de Ser Trycian, que insiste en ir en la partida.

- Darién, Dhur y Dinnas se miran significativamente unos a otros. Saben perfectamente que la presencia de Ser Trycian y de Crann sólo les entorpecerá, pues no han sido entrenados como Cazadores y Plumby sí, por lo que podrá oírlos llegar desde muy lejos y eludirles. El Dorniense es tozudo y Crann probablemente será útil para cuidar de los animales, por lo que finalmente el Forestal y los dos hermanos hijos del anterior Forestal no discuten.

- Vitel está solo en el bosque, podría estar en peligro.

- El rastro de Plumby, encontrado enseguida por Dhur, parece conducir al bosquecillo Aguasclaras...

AÑO 154 D.A.: MESES 2 Y 3:

Ofendido.

Ofendido era el estado que mejor podía describir a Crann. Agradeció de buena gana poder unirse a la partida de caza. Sabía que combatiendo no sería de gran ayuda, pero intentaría ser más que útil cuando se le ofreciera la oportunidad.

Sea como sea cabalgó callado a la espera de que otros hablasen.

AÑO 154 D.A.: MESES 2 Y 3:

Dhur masculló algo entre dientes, enfadado. No estaba a gusto persiguiendo a alguien que consideraba de los suyos. Tensó la cuerda de su arco un par de veces para comprobar su estado y volvió a colocarse al arma a la espalda.

Se agachó, rozó con las yemas de los dedos la hierba del suelo y se llevó la mano a la nariz. Aspiró el aroma. Luego levantó la mirada y señaló en una dirección: - Por ahí. - Plumby les llevaba algo de ventaja, y yendo todas aquellas personas no tenían opción alguna de alcanzarle. 

El cazador miró a su líder, Darién. Esperaba que comprendiera que tenía que imponer su autoridad. Esto era algo con lo que sólo los cazadores podían lidiar. Era uno de los suyos y era su responsabilidad llevarlo ante la justicia.

- "El rastro conduce hacia el Bosque de los Ciervos. Es un rastro claro, pese a la nieve. El carro está bien cargado de comida." -

Las joyas de mi mujer habían sido robadas, atacando a Tanya frente a mi esposa y mi hija indefensas. Eso es más de lo que un hombre puede permitir y yo no soy un hombre especialmente compasivo. Me reuní con Darien para dar caza al traidor y, a pesar de sus intenciones de manejarlo, no necesité darle más que una mirada para que entendiese que o iba conmigo o yo iba solo. No hay más opciones, ese tipo se metió con la mujer del hombre equivocado y se lo haré saber antes de su fin.

Llegué con mi caballo, una lanza, mi espadón y mi escudo pero sin armadura. Como ya he tenido experiencias en cacerías en bosques y terrenos agrícolas, esas protecciones juegan más en contra que a favor. Llevé mi escudo y mi lanza en el caballo y mi espadón en mi espalda, concentrándome en montar con toda mi capacidad.

El maldito se llevó un carro, así que sea donde sea que se haya metido, mi caballo le dará alcance. Mantengo el avance a toda velocidad, siendo guiado y avanzando sin pausa alguna. La ira está en mis ojos y solo deseo encontrarle para luego desollarle y dejarlo para las alimañas del bosque, que le roan la carne hasta que me suplique morir.

Ser Trycian está impaciente por cazar a Plumby y avanza contra los consejos de Darién y los hermanos cazadores. Pronto su caballo cae en una astuta trampa y el caballo se encabrita al sufrir daños, tirando al caballero sin armadura a unos tremendos zarzales.

Crann se queda atrás para ayudar al temible caballero, mientras Dhur, Darién y Dinnas siguen el rastro de huellas hasta un claro de bosque, en el centro del cual aguarda el carro robado...