Partida Rol por web

Esta partida está en revisión. Si el director no da señales de vida o es aprobada por un cuervo será borrada esta noche

Juego de tronos: Free Cities

2.-Izzy: Passion

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31/10/2010, 23:31
Director

 

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31/10/2010, 23:36
Director

 Un dia como otro cualquiera cuando se levanta el sol iluminando todo. Dicen que hay barcos que llegaran en breve a la ciudad, eso significa mas dinero. Tambien en el mercado hay mucho movimiento, demasiados extranjeros , eso significa dinero del otro lado, puede que alguno tenga algo de oro sin recortar o sin mezclas.

Una mujer se mueve por el bazar con paso rapido mientras se sujeta el vestido para no pisarselo.  La acompaña un hombre vestido de negro del que se separa no con buena cara, ella se para en un puesto del mercado mirando la mercancia. A su costado cuelga una bolsa con monedas bastante pesada a tu vista.

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01/11/2010, 01:03
Izzy

Sólo había que otear el horizonte para saber que ese día el dinero andaría por las calles con caras extranjeras, y el oro siempre es oro en cualquiera reino. Así que bajó de un saltito del barril en el que estaba sentada dispuesta a ganarse el día, no sin llevarse una retahíla de insultos de los porteadores del puerto. Mientras se alejaba les dedicó un gesto ligeramente grosero, y aunque Izzy no se comportaba de esa manera estaba algo molesta porque aquella mañana, bien pronto, había perdido la oportunidad de desplumar a un borracho con pinta de bien.

El camino hacia el mercado fue como de costumbre: buscando a una posible víctima. Y la encontró. Era tan perfecta que si se echaba a correr con el botín no soltaría el vestido para evitar que se ensuciara. Tenía las costumbres de las mujeres de bien, tan preocupadas por su indumentaria que no se fijaban en otra cosa; no como ella, que con una camisa y pantalón se remediaba. Ya tenía las botas sucias, y ahora tocaba ensuciarse las manos...

Aquella mujer se había separado de un hombre, el único que podría haberla hecho buscar otra presa, y ahora estaba sola con una apetecible bolsa de dinero que “llevaba su nombre”. Antes de acercarse ojeó a su alrededor para comprobar que no regresaba el hombre, así como la ubicación de los guardias y las salidas de escape.

Mientras se acercaba observó nuevamente a la mujer en busca de alguna señal que dijese que no era un buen objetivo. No era la primera vez que los guardias preparaban señuelos apetecibles, así que no iba a escatimar en vistazos rápidos. Al poco sacó de su pantalón una baratija hecha con conchas de colores llamativos, mientras en su mente surgía la estratagema que tantas veces había realizado: primero se acercaría con naturalidad a la mujer, dejaría caer a su lado la baratija y pasaría al lado de la bolsa preparada para cortar la cuerda con su afilada hojilla.

- Se le ha caído eso, Señora -le diría señalando el collar.

Sólo quedaba que mirase el tiempo suficiente para cortar y salir corriendo hacia una de las tantas callejuelas de la ciudad. Si todo salía bien iba a llevarse unas cuantas monedas, quitando lo que debía pagar a la Cofradía. Siempre habían ojos que lo observaban todo, y llevarse algo sin luego "pagar la parte" era buscarse problemas. Pero primero tenía que robar la bolsa...

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01/11/2010, 13:40
Elia
Miro de reojo a la niña que me habla y tambien lo que me dice que se me ha caido. 

Lo siento pero eso no es mi, tal vez se le haya caido a otra mujer. Hace mucho que ya no uso esas cosas. sonrio para mi mientras me giro hacia del vendedor de nuevo, para seguir regateando por el precio de unas telas mientras alguien me empuja y la bolsa cae al suelo sin que me de cuenta.
 

Demasiado caro para mi gusto, no tiene lo qeu pedi, quiero que al menos tenga veinte hilos por la medida que te di 

Notas de juego

 No te parece que haya nadie a la vista 

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01/11/2010, 16:08
Izzy

Arqueó una ceja herida levemente en su orgullo al decir que ya no usaba esas baratijas. ¿Acaso pensaba que era una cría? Con lo bonita que eran las conchas… Pero eso no importaba porque la bolsa había caído al suelo, aunque no era su intención que así fuera.

- Pues si no la quiere me la quedo, Señora…

Se agachó, pateó suavemente la bolsa hacia una de sus manos y con la otra recogía el collar.

- Buen día –se despidió sonriente, tal vez por encontrar un bonito collar o, tal vez, por la bolsa de dinero que acababa de sustraer.

Rápidamente localizó una salida, un lugar por el que desaparecer del Mercado hacia una zona segura y tranquila, o al menos lo más tranquila y segura que aquellas calles podían ofrecer. La cuestión era, además, asegurarse de que no la seguían. Y así, alegremente, se escabulló dando zancaditas saltarinas de forma despreocupada. Echarse a correr no era siempre la mejor opción…

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02/11/2010, 21:50
Director

 Ni se inmuta cuando te marchas, sigue a lo suyo y cuando encuentras un lugar seguro para poder ver el interior. Abres las cintas y dentro si hay monedas pero tambien piedras, mas que las primeras y una nota que dice 

 
Si quieres lo que realmente hay ven a verme a la posada de La Bruja marina...sino quedate con lo que hay, pero no te durara mucho
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03/11/2010, 16:50
Izzy

Unos cientos de metros después, tras cerciorarse de que nadie la seguía, paró a comprobar su botín. Al abrir la bolsa se quedó con la boca abierta, pero no por una sorpresa grata.

- ¿Pero qué… -dejó a medias al comprobar que había mas piedras que monedas en el interior.

También había una nota, que por fortuna sabía leer. No era común que los de su clase aprendieran a hacerlo, pero ella lo había hecho cuando tenía un porvenir muy distinto al actual.

- La Bruja marina queda por… -se llevó una mano a la cara, lamentándose de su mala suerte. Primero el borracho infructuoso y ahora aquella tomadura de pelo. Iría, claro que iría a esa posada.

Tiró las piedras al suelo, propinándoles unas patadas para desahogarse. Luego guardó bien las monedas, la cuales estaban entremezcladas adecuadamente entre su ropa (ser ladrón ayuda a saber esconder mejor las cosas). Tenía que deshacerse de la bolsita, pero antes la inspeccionó por si no llevaba emblema o nombre y podía quedársela.

Finalmente, con morritos por su mala suerte, se dirigió hacia la posada. Por el camino pensaría en ser discreta a la hora de entrar, en ser precavida y… Para que engañarse, ya vería sobre la marcha.

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04/11/2010, 23:32
Director

 La bruja se encuentra en una callejuela cerca del puerto. Es una taberna de dos pisos donde se suelen hospedar los visitantes que quieren algo de seguridad o la menos eso se aparenta en ella.

 
Te encaminas hacia alli y al llegar ves que entra y sale mucha gente, extranjeros en su mayoria, algunos mendigos que estan apostados en la calle pidiendo dinero. Aunque tu bien sabes que la mayoria solo son pillos que estan engañando pues no estan ciegos o llenos de costras de extrañas enfermedades.
 
Uno te mira y te tiende lae escudilla.
 
Una moneda joven doncella, para que los siete te den suerte
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07/11/2010, 19:53
Izzy

No tardó mucho en encontrar la taberna, y ahora recordaba un poco que estaba llena en su mayoría por extranjeros. Aunque en apariencia era un buen lugar para "recaudar" algunas monedas solía estar más vigilada que otros lugares. Por otro lado, una de las cosas que la hastiaba, era sortear la cantidad de mendigos y no echarse a reír al saber que no eran más que unos pillos. De hecho, uno de ellos se acercó.

- A mí no, a ellos -le contestó señalando a uno con bastante pinta extranjera- Amigo, sácale el metal a los que tengan, que estamos en lo mismo.

Con la misma entró en el local con paso firme, procurando parecer inadvertida. Desafortunadamente sus ojos estaban a la búsqueda de la mujer entrecerrados de la rabia por la jugarreta, así como sus labios en una fina línea.

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09/11/2010, 22:57
Director

 Por las escaleras baja la muchacha del mercado con ropas de hombre. Con el pelo recogido y con cara de malos humos. 

Se sienta en una mesa junto  a la chimenea mientras el posadero la pone una copa de vino y un plato para que coma. Cosa que simplemente decide declinar, parece que algo le quito las ganas de comer.
 
Entra el hombre de la cicatriz y se sienta a su lado para hablar.
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10/11/2010, 01:02
Izzy

Así que estaba de mal humor... Eso hizo que le arrancara una sonrisa, incluso pareció disfrutar de la frustración fuera cual fuese el motivo. No era mala, no era su forma de ser, lo que ocurría era que aquel día había empezado con mal pie. Pero la sonrisa le duró poco cuando vio llegar a un hombre, que parecía el anterior. Ahora se fijó que tenía una visible cicatriz.

Carraspeó para darse ánimos, como si quisiera apartar el fino velo de la cobardía. No era especialmente valiente, y menos ante desconocidos; aunque para ser más precisos había aprendido que la prudencia iba unida a una vida menos accidentada. Así que se acercó a la mesa con calma, sonrió y dio comienzo al espectáculo:

- Vaya coincidencia, Señora... -mantuvo una alegre sonrisa- Anduve un rato buscándola, pero no me extraña que no lo consiguiera -miró sus ropas el tiempo suficiente para que supiera a qué se refería.

Entonces se fijó en el hombre, ahora más de cerca, pero no dijo nada y volvió su atención a la forastera.

- Pues eso, que la buscaba para devolverle ésto –sacó la bolsita y la dejó sobre la mesa- Se le cayó, Señora.

Se mantuvo de pie, no exactamente entre ambos por si la cosa se ponía fea. Si fuera necesario saldría del lugar aunque saltase de mesa en mesa, cosa que jamás había hecho pero, hasta ahora... En aquel momento decidió que debía obviar la nota del interior de la bolsa, a ver por dónde discurría la conversación. Si no se daban por enterados entonces tendría que sacarla, aludiendo un lapsus.

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11/11/2010, 22:20
Elia

  Levanto la mirada y la recorro de arriba a abajo, pequeña rata callejera que hoy se ha llevado una sorpresa.

 
Si, es una coincidencia que  nos veamos el mismo dia dos veces. Hago un gesto para que se siente mientras me incorporo un poco y tomo la bolsa dejandola a un lado. 
 
Muchas gracias aunque lo que habia dentro no es importante miro a mi acompañante, creo que eso lo deberias saber, como que dentro estaba la manera de encontrarme.
 
Veamos que puedo hacer por ti, pero primero come algo 
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14/11/2010, 18:06
Izzy

Se encogió de hombros ante la petición de unirse a ellos, como si no le diera mucha importancia a quedarse o marcharse. Entonces llegó el comentario esperado, por lo que ya podía aventurarse.

- Cierto, cierto… -sacó la pequeña nota de un bolsillo- Pero eso no quiere decir que no pasara por aquí. La verdad es que el saquito estaba casi vacío, “por completo” –enfatizó sus últimas palabras añadiendo una amplia sonrisa- Estas calles están llenos de desaprensivos. Lamento que no haya podido traerle su contenido íntegro.

Volvió a encogerse de hombros, esta vez manteniendo la sonrisa porque aunque sabiendo que estaban en el mismo juego no llegó a admitir nada. Cuando la mujer le ofreció comer no tardó en acercar la copa de vino y el plato de comida, pero no como si lo ansiara sino como una forma natural de actuar.

- No, no, no… creo que es usted quien necesita que “alguien” haga por usted, o vosotros –señala a ambos con el muslo de pollo en la mano al que no tarda en hincarle el diente. Tras limpiarse las manos y tomar un poco de vino, vuelve a la conversación- A todas éstas, ¿de dónde vienen?

Izzy tenía una extraña combinación de modales, con un léxico correcto y unos ademanes más de la calle.

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19/11/2010, 20:04
Elia

 Sonrio mientras ni hago caso del saco, simplemente lo tiro a mi acompañante

 
Puede que eso calme tu consciencia un tiempo, luego te dare mas. Una mirada mientras la observo.
 
Vengo del otro lado del oceano, desde Bastion de las Tormentas. Digamos que negocios me traian aqui, negocios personales y de una amiga. 

Tal vez puedas ayudarme, un par de oidos extras siempre es bueno en la ciudad para poder averiguar cosas que nadie averiguaria.

Seguro que nadie se fija en ti y puedo pagarte bien. En plata.
 
Pero come algo, que seguro que tendras hambre, se que es vivir en las calles
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24/11/2010, 16:22
Izzy

Tras un nuevo sorbo al vino la miró divertida.

- ¿Conciencia? Interesante palabra, pero no espere que aquí haya mucho de eso -pinchó un trozo patata y lo mojó en la salsa antes de metérselo en la boca. Medio masticando prosiguió- Así que del Bastión de las Tormentas, interesante… -dejó caer sin un interés real mientras daba un buen bocado al  muslo de pollo- Preferiría dragones de oro, pero si sólo son oídos los venados de plata vienen igual de bien. ¿Qué quieres saber?

Ojeó a su callado compañero un instante preguntándose cuál sería su papel. Hasta el momento no había abierto la boca, y tampoco había hecho nada que le diera una idea del tipo de persona que podría ser.

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27/11/2010, 21:52
Elia

 Mi silencioso acompañante hace mucho que dejo de tener eso, pero bueno no es importante. replico dando un sorbo a mi copa y mirandola a los ojos.


Dragones, que manera de pedir jovencita, te pagare en venados pero tienes que hacerme saber si alguien en la ciudad tiene el pelo blanco o plateado, los ojos de un color poco usual..te pagare por esa informacion despues de confirmarla y llegado el momento puede que me puedas acompañar a Bastion si te gusta la idea
 
Todos tenemos un precio, el mio bien lo conoce la mujer que me esta mandando, como el de mi amigo...a uno nos mueve la venganza y a otros la sangre.
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27/11/2010, 22:52
Izzy

Izzy miró al acompañante de la mujer cuando se refirió a él, pero sin más intención que la de intentar percibir una expresión de aquel hombre. Hasta ahora no había sacado nada, pero tarde o temprano sucedería.

- ¿Plateado? –preguntó en voz baja- Se refiere a canoso, supongo. ¿Cree que se habrá teñido el pelo? Si me estuvieran buscando haría algunos cambios sobre mi –se puso como ejemplo- Pero bueno, lo de los ojos ya es otra cosa –dijo meditativa, aunque obviamente no iba a mirar descaradamente a todas las personas que le pareciera tener un color de ojos “poco usual”- Deduzco que no sabe si es hombre o mujer, así que tampoco podrá decirme si es joven o no, alto o bajo, delgado u obeso… -concluyó en tono de chanza.

Terminó de roer el muslo de pollo, lo dejó sobre el plato satisfecha y con deliberación se chupó los dedos. Tras tomar lo que le quedaba de vino miró detenidamente a la mujer, y unos largos segundos después, habló.

- No se me ha perdido nada en el Viejo Mundo –aseguró con cierta seriedad y cambió de conversación- Mi tiempo ahora es suyo por el color plateado de los venados, Señora. Si consigo algo vendré aquí a comunicárselo. Si no está le diré al posadero que “La Sra. Brunilda quiere verla”, así que procure estar por aquí para cuando regrese porque me gusta caminar, pero no perder el tiempo.

Antes de levantarse miró a ambos, suspiró levemente y se levantó de la mesa.

- Por favor, no se levanten –se medio burló- Hasta pronto, por el bien de ambos –dijo a su clienta.

La jovencita salió de la posada con una sonrisa deslumbrante ante la posibilidad de un trabajo interesante, y con algo de suerte no tendría que rendir cuentas a la Cofradía.

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28/11/2010, 13:00
Director

 Una sonrisa, es rapida, pero no tanto...no, no es canoso, es plateado, son dos, hombre y mujer, ella mucho mas joven y en cuanto a la complexion me imagino que estaran delgados. me imagino que se habran teñido el pelo la miro y dejo que se vaya, no 

te preocupes si yo no estoy, estara mi amigo y te aseguro que no le importara esperar un tiempo. Se marcha y echo una mirada a mi acompañante.
No me mires asi, mejor que lo busque alguien que conozca la ciudad que nosotros, ahora ve a lo que te ha pedido nuestra patrona, sabes que no la gusta enfadarse por que el que menos lo merece puede sufrir las consecuencias
 
 
 
 
 
Sales de la posada y te alejas por las calles para buscar a alguien que no sabes ni que existe o si es una imaginacion cuando te topas con un hombre que viene, Lo siento replica mientras se marcha sin dirigirte una mirada, pero tu si te has dado cuenta tiene los ojos violetas. Pelo negro, ojos violetas y con ropas un tanto raidas.
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28/11/2010, 18:28
Izzy

Lo primero que uno aprende cuando alguien choca contigo, o al menos es lo que ella hizo, es palparse allí donde se tiene la bolsa de dinero. Ella era lista y sólo tenía en ella unas pocas monedas para no tener que rebuscar en los lugares donde realmente tenía lo importante. Pero dejó a medias la acción de comprobar su bolsita al ver los ojos de aquel hombre: “¿Violetas? Y ese pelo demasiado negro… Teñido, seguro. No me lo puedo creer”, pensó.

Se mordisqueó el labio ante la incredulidad de haberse chocado con su posible objetivo. Aunque, de todos formas, comprobó que su bolsita estaba donde debía. Lo siguiente fue tan fácil como mezclarse entre el gentío para seguirlo. Por si acaso se recogió el pelo y pasó el pañuelo sobre su cabeza para pasar lo más desapercibida posible.

¿Hasta dónde le llevaría? ¿Se toparía con la mujer que, creía, también tendría el pelo negro? ¿Habría alguna complicación? Otra de las normas de la calle era que nada era fácil, y si alguien venía de tan lejos era por algo importante. Las molestias se tomaban si merecían la pena.

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01/12/2010, 20:35
Director

 Camina intentando perderse en la calle entre la gente, hasta llegar a...Al final de una calle polvorienta se alza la casa. Construida a la manera de las Ciudades libres: Altos muros, ventanas estrechas y pocos signos de ostentación que puedan ser contemplados desde el exterior. Largos tallos de palmera asoman sobre el muro, y se ve la cúpula blanca de un pequeño torreón.

La puerta es una enorme pieza de hierro, martillada en frío, con remaches del tamaño de un puño. Al otro lado escuchas la cristalina voz de una muchacha cantando.