Partida Rol por web

Después de haber intentado un buen rato abrir el "menú" sin éxito, me fijé en lo que tenía en el brazo. Sería muy posible que los demás también tuviesen algo por el estilo. La cosa era ¿a quién preguntar? Había una pareja hablando detrás de un árbol, un pequeño grupo y algunos solos que no parecían estar haciendo nada en especial. Excepto uno, que acababa de lanzar una piedra al chico que no dejaba de intentar configurarse un personaje en este "isekai". Si es que lo era de verdad. 

Me quedé paralizada un momento, pensando las opciones y descartando por completo al de la piedra. Hablar con el grupo era lo peor que podría hacer, pero si preguntaba de uno en uno, sería aún peor... El agobio me estaba calentando la cara y ya no sabía si sería lo suficiente normal como para presentarme a cualquiera de ellos. Tal vez tendría que irme por mi cuenta a hablar con los que parecían NPCs, y esperar que no me siguieran. O simplemente seguir allí hasta que la pesadilla terminase... 

Me estaban dando ganas de acurrucarme de nuevo en el suelo por los nervios, cuando oí un nombre que hizo que me diese un vuelco el corazón. Separé la mirada de la pulsera y levanté la vista rápidamente, buscando al que había hablado. Su voz era algo distinta, supongo que porque en el micrófono todo suena distinto. Y parecía más joven que yo, de cara por lo menos. Pero si eso era un sueño de verdad, podría ser posible. Después de tomar aire un momento, avancé hacia el grupo y miré a los allí presentes, quedándome casi con la mirada fija en Scott. "No puede ser..." pensé después de un par de segundos, notando cómo me estaba poniendo más roja que antes "...que ahora no consiga decir nada."

- Te... - empecé con un hilo de voz, bajando la mirada rápidamente a mi muñeca. Finalmente la alcé entre ellos para que pudieran verla mejor. Con suerte, no me mirarían a mí - ¿Tenéis algo como esto?

Dejé la palma hacia arriba, mostrando la pulsera plateada con los leds apagados, además de los tres rectángulos negros horizontales que había tatuados sobre mi antebrazo. Cuanto más lo miraba, más me parecía un código de barras. Podría ser que abriese algo, o sólo fuera un identificador.

- Los de allí sí que parecen NPCs... Tal vez nos den alguna quest. - respondí mirando un instante al chico gordo. "Tal vez habría sido más fácil hablar con ellos directamente."

Comencé a darme cuenta que quizás eso no era un brote de locura, sino algo más raro aún. Solo sentía mi cuerpo, pero los alrededores estaban fríos o silenciosos, como si en realidad hubiera una barrera entre ese escenario y yo. No había viento, olor o cualquier cosa que no fuera lo que veíamos. Se me acercó una mujer muy bonita, con el pelo húmedo y ropa elegante. Inmediatamente decidí que era demasiado bonita y estaba en un nivel completamente del mío, por lo que ni siquiera me hice ilusiones. También me resultaba ligeramente conocida, aunque no lograba ubicarla.

-Pues no tengo idea- una ligera idea apareció en mi mente-. Por casualidad… ¿Oyeron tambores antes de aparecer aquí?- otra joven mostró un brazalete y un raro tatuaje, así que revisé mi brazo para comprobar si había algo parecido en él-. Y un brillo verde seguido de evaporación espontánea.

Un poco más allá, la mujer pelirroja se enfrentaba al tipo detrás del árbol. Quizás eran ex amantes que se encontraban después de una dura ruptura. Era casi envidiable. Mi última novia se aburría tanto conmigo que bostezaba apenas me veía. El niño gordo seguía hablando, aunque ahora entendía bastante mejor su intención.

-Te ves como un niño con cierto sobrepeso y propenso a un infarto al llegar a mi edad- le dije sin la menor intención de ofender pero sin contener mi honestidad. Seguramente se vería mucho mejor a mi edad. Eso si no le mataban de un piedrazo que llegó por parte de uno de los presentes-. ¡Hey! Podrías lastimar a alguien si lanzas objetos a desconocidos. ¿No te enseñó tu madre a no golpear a menores?- era insoportable, es cierto, pero de allí a intentar reventarle la cabeza con una roca me parecía excesivo- Ire a hablar con los desconocidos esos y confirmar mi salud mental- señalé a las dos figura pixeladas, que obviamente no eran como nosotros, quienes conservábamos nuestra forma no poligonal-. Hola. ¿Podrían decirme donde estamos?

Al ver volar la piedra, enarqué una ceja sin poder disimular mi disgusto ante aquella clarísima muestra de desprecio, para, a continuación, dejar caer la cabeza con gesto derrotado.

- El daño que le haces a los demás, te lo haces a ti mismo... -musité a media voz.

- ¿Así te crió tu madre? -pregunté con voz firme a aquel aspirante a David- ¿A pedradas? . Vergüenza debería darte...

Dejé la frase en el aire y volviéndome a Scott comenté:

- Tienes razón Scott, vamos a ver que pueden decirnos, y de paso... llevémonos con nosotros a ese chico y a aquel tipo con pinta de oficinista... ambos parecen estar bastante más confusos que el resto.
 

Se había escondido de Katherine pero esta dio con el rápidamente, era muy normal en esta situación, no había estudiado el terreno, no sabía donde se encontraba y no estaba preparado para darle esquinazo nuevamente, aunque desease tenerla más cerca aún en alguna que otra ocasión.

Había estado escuchando mientras miraba a la mujer que tenía delante, por lo visto la mayoría eran críos y hablaban de un videojuego, si fuese así sería un experimento virtual que ha sacado algún gobierno y ha puesto a prueba sin avisar a nadie, algo curioso en coincidencias pues había metido a Kat en el mismo lugar.

Observó como se lanzaban una piedra entre ellos, y el resultado parece que no le gustó a nadie, comenzaba bien el chico, 

Había también una mujer muy llamativa que parecía estar un poco alterada, tenía dudas de ir a hablar con ella pues había repetido las mismas palabras que había leído el cuando pasó todo esto, tambores y ese mensaje.

Pero su rostro se volvio a mirar a Katherine, se incorporó para estar de pie delante de ella y con una de sus sonrisas le habló en voz baja. 

Luego se giró para mirar a los demás y a esos NPCs de los que hablaban,  podrían ser NPCs como dicen o algo peor, que prueben ellos a ver que pasa.

 En voz baja y mirándola a los ojos - Señorita Jones, un placer verla tan cerca, sigue siendo su tono natural o me engaña y se tiñe ese cabello?, ya sabe que tengo debilidad por las pelirrojas.

Se separó de ella, para evitar algún golpe pues ya tenía experiencia de otras veces -Por otro lado debería mas centrarse en donde estamos, no cree?, yo estaba en casa y he aparecido aquí, y usted?, o ¿es algo que ha inventado su agencia para atrapar a fugitivos?, no se preocupe que no pienso escapar, pues no se donde hay una salida. Le indicó con la cabeza. Parece que ellos entienden más de lo que pasa aquí que nosotros, ¿me acompaña?

-Eto- fue mi reacción al sentir el ligero contacto de la piedra por mi oreja, pero realmente no me había percatado de nada y tampoco dolía mucho.
 

 -Supongo que en este mundo hay piedras voladora, jajajajajajajajajaja- comencé a reír, tampoco es que me tomará esto como algo importante de todas formas es un juego y cuando eres el protagonista no mueres, se mueren tus compañeros pero no el protagonista o al menos eso era mi lógica y según una  enfermiza concepción del mundo yo tenía que estar ahí para ser el protagonista.

Mis pensamientos pasaban muy rápido por mi cabeza el Sr. Mayor y el chico pasaron como si nada a mis preguntas, pero por el contrario una chica me estaba hablando, tenía una bonita mirada y unos muy bonitos labios, su cabello era corto, si pudiera verme estaría sonrojado, al mas impopular de la escuela que le hablara una chica linda se podría decir que es el premio gordo, mas que yo obviamente y era la confirmación de mi protagonismo

Además, me daba una señal que indicaba a ciertas figuras pixeladas murmurando algo, por la distancia no podía escucharlo, y además otros sujetos comenzaron armar un alboroto por alguien que había lanzado una piedra, ¿a qué desprevenido le había lanzado la piedra?, pensé mientras me acercaba a Hana.

-Si debes tener razón- Dije dándole importancia – Dama, permíteme seguirme y escoltarte, ¿o eres Alianza? - indague curioso, en lo personal me agradaban mas las chicas hordas que las alianzas, pero pues una chica es una chica, -Oye ¿si eres chica? -aun así me caía bien y mejor que al sujeto que estaban criticando – Pobre tipo de seguro le tiro una piedra algún niño bobo y ahora le están tirando el lio, que mal rollo- dije mientras observaba un poco mas a Hana.

-Te seguire, como Maiev Cantosombrío siguió a Ilidan Tempestira por Terrallende- me llevo la mano al pecho como todo buen paladín y me dispongo a acompañarla, en dirección de los supuestos NPC.

Parece que estamos en una especie de juego y varios les sucedió como a mi y fueron transportados después de escuchar los tambores y ver las chispas verdes,no había pasado mucho tiempo desde que llegamos y por un lado parece que dos personas aparentemente conocidas empezaron a pelear y por otro lado lanzaron una piedra a un chico y todos discutían sobre lo mal de la acción,esto es una especie de juego ¿siquiera le hubiera dolido si la piedra le daba??

-En ves de quedarnos discutiendo aquí unos contra otro creo que deberíamos empezar a ver que podemos hacer.

El chico regordete hace rato estaba gritando un par de cosas y logre entender casi todas pero parece que ninguna funciona por lo que debemos estar atrapados de alguna forma aquí,el tiene razón es como kirito solo que un poco mas real.

Lucas se encogió de hombros ante las palabras de desaprobación y explico despacio, como si estuviera en una de sus clases del instituto.

Si esto es un videjuego, habrá que saber si existen ciertos parámetros. Solo quería comprobar si existe el fuego amigo; ya que de ser así la estrategia a seguir en un posible combate futuro es muy diferente a si no lo fuera.

Eso sin contar que hay que averiguar cuán real es esta simulación. Si padecemos dolor, es probable que podamos morir; y lo que es peor, sentirla.

Además quería probar si se activaba la pulsera esta -Sacude la muñeca donde tiene anclado el brazalete apagado- Mejor probar cosas que lanzar preguntas al aire o entre nosotros. Es evidente que ninguno de nosotros diez tiene idea de qué esta pasando.

Es cuestión de ser pragmático. -Suspira- Pero nada, vosotros seguid en vuestro mundo idílico de moralidad y ética. Bah... no sé ni para que me molesto en explicar nada a gente tan corta de miras.

Hace un gesto de indiferencia con las manos e ignora a los que le critican. Luego mira al chico de pelo azul y sonríe ámpliamente.

¡Mira! El muchacho de pelo azul denota más sabiduría en sus palabras que el anciano ecadenado a la divagatoria sobre el bien y el mal.

Tras sus palabras se acerca hacia los que están pixelados, tomando la iniciativa, ya que parece que muchos musitan sobre acercarse, pero nadie se mueve.

Mientras Ivo le deja claro un par de cosas al idiota que lanzo la piedra noto como se nos acerca la persona escondida entre los arbustos. Parece que es otro joven de mi edad o al menos es lo que parecía hasta que empieza hablar, a pesar de lo bajito y entrecortado que lo hace se nota cierto acento femenino. Al parecer le da vergüenza que la miremos así que para no molestarla paso a mirar la muñeca donde nos ha indicado que tiene como una barra.

Al verla no puedo evitar pensar en un código de barras y paso a mirarme la mía propia a ver en que se diferenciaban entre si. Es entonces cuando ella comenta sobre lo de los los extraños de fondo.

- Eso estábamos comentando, si quieres puedes venir con nosotros.- intento sonreírle para calmarla pero sinceramente estaba seguro de que solo la estaba poniendo más nerviosa.

Justo cuando acabo de comentarle eso el que lanzó la piedra empieza  a dar el discurso del matón por excelencia. Se escudaba en una supuesta lógica y pragmatismo para hacer lo que le daba la gana sin consecuencias, en el instituto había conocido a alguno así... siempre había pensado que cuando creciesen aprenderían pero viendo a ese energúmeno perdía toda esperanza. Y para más inri se dirige hacia donde están los dos pixelados. Así que queriendo evitar contacto con él me agarro a la idea de Ivo con placer.

- Sí, sera mejor formar un grupo antes de activar lo que sea que este sitio tenga preparado para nosotros.- termino por decir sin parar de fijarme en la gente que se refiere.

Mientras mantengo la mirada fija en la pulsera, me concentro en la voz de Scott, intentando reconocerla. Suena muy parecida, pero él no parece haberme reconocido a mí. Si es que tendría que reconocerme. Si es que es el Scott que yo conozco. Realmente me alegro de no haberle dicho nada directamente por si resultaba que no era él y... tendría que explicar una situación muy incómoda y eso sería aún peor. Sin embargo cuando me ofrece acompañarles con una sonrisa, me siento algo aliviada y asiento con la cabeza. Eso de formar grupo hablando se me hace raro. Lo más cómodo es aceptar la invitación que te envían y listo, sin hablar, sólo cumpliendo misiones... El chico gordito me empieza a hablar de pronto y sin frenos, quitándome la poca calma que me había dado el falso Scott y haciendo que retire rápidamente la mano con la pulsera. 

- Prefiero Horda... - murmuro, agobiada por tanta atención de pronto. 

Cuando me pregunta si soy una chica asiento varias veces de nuevo y frunzo el ceño un momento, pensando si por eso sería difícil reconocerme. La verdad es que tenía pensado presentarme de otra forma... No sabía cuál porque la había pensado mil veces distintas, pero con mi ropa de siempre estaba claro que no. 

Miro algo sorprendida y apenada al chico gordito, antes de girarme hacia el hombre que le ha tirado la piedra. De verdad que no sé si el chico está bromeando o no se ha dado cuenta de que la piedra iba para él. Y no comprendo cómo el hombre puede justificarse de esa forma. "Es cierto que no sabemos nada de este mundo pero siempre se aplica una regla base: Hay muerte por caída hasta que se demuestre lo contrario... preferiblemente por error. Por mucho que queramos comprobar los límites de este mundo, no podemos intentar sobrepasarlos en cada momento. Además si sentimos el suelo y lo que hay a nuestro alrededor, tendría bastante sentido que notásemos dolor por lo menos." Me habría gustado decirle esto pero, como siempre, apenas iba a ser capaz de articular una frase. No me gusta la idea de estar demasiado cerca de ese hombre, pero los NPCs parecen ser los únicos que nos podrían dar alguna pista sobre este sitio.

- Vamos a... adelantarnos un poco. Para ver qué dicen. - digo al falso Scott y al anciano, viendo que el gordito va a seguirme haga lo que haga. Cuando estamos lo suficientemente cerca como para oírles hablar, me detengo y espero a ver qué dicen a los demás que se han adelantado. Me giro hacia mi nuevo stalker y le digo - Me quedaré aquí, por si acaso. No parece uno estilo Dark Souls pero... - me encojo un poco de hombros y espero que él no quiera acercarse aún más.

Dejó hablar a Oldman mientras le recorría de arriba a abajo con mirada felina,admirando una vez más el cuerpo del chico y deteniéndose en esos labios mentirosos y sus ojos seductores

-"En la cárcel podrás tener revistas con todas las pelirrojas que quieras"-espeta con una sonrisa burlona.Antes de que él termine de hablar Katherine saca unas esposas y se le pone una a él y otra a su muñeca,esta vez no va a dejar que se le escape así que irán juntos hasta para mear

-"Tienes razón,Oldman,hemos de centrarnos en este extraño lugar para que yo pueda salir de aquí y llevarte donde te mereces estar.Vamos,preguntemos a esa gente qué es esto"-por supuesto que no iba a dejar que él llevase la voz cantante ¿acompañarle ella?¡Por el amor de dios,él tendría que seguirla a todos lados!

- Me parece bien. - le contestó algo sorprendido. Ahora que la oía más claramente estaba seguro de haberla escuchado antes, pero la verdad es que su aspecto no se parecía a nadie que conociese. Por otro lado tampoco quería acercarme demasiado a nuestro "pragmático y superior intelectualmente" lanzador de piedras profesional, pero tenía que reconocer que tenía curiosidad por lo que los supuestos pnj tenían que decir.

Así que avanzamos los 4 hasta una distancia prudencial y es entonces cuando la joven hace un comentario sobre Dark Souls que me enciende una bombilla. Apenas unos meses atrás me había pasado en cooperativo la saga entera aprovechando la reedición de la primera entrega con Hana. Y ciertamente esa voz era muy parecida. Si lo pensaba bien esa forma de dudar al hablar me recordaba a las primeras veces que coincidimos en el Discord. Una pequeña sonrisa nostálgica se me asoma recordando cuando aun no podíamos hablar con naturalidad. ¿Pero seguro que era ella? A lo mejor tampoco me había reconocido y quizás ni siquiera estaba seguro de si había oído mi nombre. Y se la veía tan atosigada por el gritón que tampoco quería añadirle más presión a la situación para que luego fuese otra chica...

Con un suspiro decido dejarla algo de espacio mientras intento escuchar lo que dicen al otro lado.

-Enterado Dama Oscura- sonreí infantilmente, “una chica Horda espero que elija un avatar como Sylvannas” un ligero rubor se dibuja en mis mejillas mientras camino cuidando la espalda de la dama, después de todo hay un lanzador de piedras y rocas voladoras en este mundo un paladín elfo de sangre exaltado con Lunargenta debía cumplir el rol de protector -Anar'alah belore.- agregue en perfecto Thalassiano.

-Dark Souls, que gran juego – sonrió ante el comentario – ¿Han jugado los Shin Megami Tensei, o Final Fantasy o espera el Kingdom Hearts- mis ojos se abrieron como platos imaginando – Si  se presenta un NPC del Rey  debo conseguir que me firme la camisa- ciertamente mi forma de ser es bastante distraída y si esto realmente era un videojuego estaba ignorando lo básico explorar y aprender, pero la lógica era el nivel tutorial tendríamos que aprender lo básico antes de comenzar esa era la regla, incluso en las series el primer capitulo develaban parte de aprendizaje y luego llegaba la hora de lucirse y tirar poderes hasta por los ojos.

- ¿Y ustedes como se llaman? - Pregunte a mis acompañantes mientras continuábamos en el camino – Supongo que, si hay que elegir un nombre tendríamos que elegir algo para estar aquí, supongo que será un fastidio los buenos nicknames siempre están seleccionados, pero creo que pueden llamarme Asta- confirme -Bueno al menos así me gustaría llamarme soy Mat- levante el pulgar como chico cool del anime.

Intentó evitar que la mujer le pusiera las esposas pero sus reflejos fueron lentos esta vez, todo el entorno que le rodeaba, que no es escuchara nada, que hubiera sido absorbido por un monitor de ordenador y que estuvieran allí metidos sin saber como salir le desconcertaba un poco algo que Kat aprovechó para colocarle una esposa y otra a ella misma, tenía intención de cogerle esta vez, pero no sería posible por mucho que lo deseara. 

Cuando esta termino de hablarle y comenzó a andar, tiró de las esposas hacia el y dejó a la pelirroja pegada a su torso, era un poco más bajita, ya si no era perfecta como la veía antes esa distancia  en altura la hacía aún más especial, pero no podía centrarse en eso.

Miró a Katherine, - No creo que sea correcto que esas personas vean que vamos esposados, uno por que desconfiaran y dos por que posiblemente necesitemos ambas manos en algún momento, por que yo no se donde estamos y por lo que me dices tu tampoco.

Sonrió a Katherine. -Aparte, no podría disfrutar más si me llevas a la carcel viendo como me persigues, incluso se que tu notarías la falta de hacerlo.

Cuando miras tus brazos ves que luces una sencilla pulsera plateada en la muñeca izquierda. Parece que tiene una fina franja en el medio hecha de pequeños LEDs pero no están luciendo en esos momentos. En la cara interna de tu antebrazo parece que te han tatuado tres rectangulos negros colocados en paralelo. Los tres del mismo tamaño. No se diferencian en nada de los que te ha enseñado la tímida joven.

Max fue el primero en llegar hasta las dos figuras que comienzan a gesticular cuando está a escasos pasos de ellos. Entonces todos podeis escuchar las palabras que dice la mujer

- Leliana dice que la Inquisidora ha salido a cerrar más grietas en el Velo pero volverá pronto -

A la pregunta del oficinista la misma mujer se gira y le mira sonriente

- Leliana dice que la Inquisidora ha salido a cerrar más grietas en el Velo pero volverá pronto -

El arrojador de piedras parece totalmente seguro que eso es un videojuego, lo que le da total derecho a lanzar piedras a niños gorditos hiperactivos. Incluso se excusó tratando de dar una explicación racional... Pero si comienzas con "Si esto es un videojuego..." toda racionalidad se va al garete.

-Siempre puedes golpearte la cabeza tu contra una piedra para ver si sientes dolor u ofrecerte a recibir un puñetazo para corroborar el fuego amigo- discutir nunca fue mi fuerte, la peor discusión que tuve en años fue sobre si esas cosas oscuras que tenia el café de la oficina era plástico o algo orgánico. El tema se extendió por dos semanas hasta que cambiaron la maquina al encontrar una familia de ratones dentro. Yo gane esa discusión.

Curiosamente, mientras me acercaba a las figuras, tenia a una buena cantidad de los desconocidos detrás mío, pero en cuanto estuve a dos pasos de los pixelados, todos habían dado un par de pasos atrás. Casi me recordaba a mis compañeros de oficina, los cuales siempre desaparecían cuando había problemas y reaparecían cuando ya los había resuelto para llevarse parte del crédito. Supongo que hay cosas que nunca cambiaran y no poseo las ganas de intentar cambiarlas.

Leliana dice que la Inquisidora ha salido a cerrar más grietas en el Velo pero volverá pronto

 Lo primero que escuché al estar mas cerca de ellos no me aclaró nada, pero al girarse hacia mi, con una sonrisa pixelada, tuve la ligera impresión que mi pregunta recibiría respuesta... Pero repitió lo mismo que le había dicho a la otra figura. Quizás era el saludo normal por esos sitios.

-Ok... Eso no me aclara nada- intenté sonreír pero sentía que el esfuerzo consumiría la poca energía que podría tener-. Lo intentaré otra vez... ¿Quién es Leliana y que son esas grietas problemáticas?

El otro chaval no callaba nunca pero al menos se le notaba buena persona, quizás demasiado hiperactivo pero sin malicia. Así que cuando pregunta sobre nuestros nombres le contesto sin problemas.

- Me llamo Scott, pero si nos fuerzan a usar nicks supongo que usare el de siempre; Kw0th3. Aunque por ahora prefiero que me llames por mi nombre.- le digo mientras me acaricio la parte de atrás de la cabeza de manera algo avergonzada de decir mi nick de forma tan directa. Es entonces cuando escucho la respuesta de los NPCs y joder normal que se hubiera venido Dragon Age a la cabeza. Estabamos en su tercera entrega.

- Creo que ya se donde estamos... osea al menos se definitivamente que esto es un juego y cuál es.- les digo a los otros tres aunque lo bastante alto para que el oficinista me escuchara- Dragon Age: Inquisition, es un rpg medieval...- dicho esto me callo porque realmente no se de que nos puede servir saber sobre esto.

"En realidad suelo elegir a Thrall" pienso a las referencias del chico gordito, pero sigo andando sin decir nada. Conozco los juegos de todas las sagas, aunque el primero apenas lo he empezado. Pero sigo en silencio, viendo que los demás nos acompañan y que con suerte, le responderá alguno de ellos. No es que el Rey fuese mi personaje favorito, pero he de reconocer que encontrarme con alguno famoso me haría ilusión. Aunque seguramente no podría ni hablarle...

Y hablando de gente a la que no podría hablar... Me giro de nuevo hacia el falso Scott, sólo que ya no es el falso. Me quedo paralizada, intentando asimilar todo lo que estaba pasando. Es cierto que todo parece un videojuego y no un sueño, pero entonces ¿por qué está él aquí? Oigo a los NPCs hablando y que estamos en el Dragon Age, y me dan ganas de responderle al oficinista que no lo intente más, pero todo eso está rebajado a un segundo plano. "¿Qué hago? ¿Qué digo? Las probabilidades de que sea una casualidad son... no lo sé, ¿pero esto es de verdad? ¿Y si me equivoco? ¿Y si no?" Siento que me voy a desmayar de pie como no haga nada, así que por fin me decido a ir por pasos.

Doy un par de pasos para estar frente a él. "Vale, bien, no me he caído." Levanto la cabeza para mirarle a la cara. "Listo, me voy a poner roja así que mejor que sea rápido." Empiezo a reírme de los nervios y me tapo la cara con las dos manos, bajando la cabeza. "¡Noooo, mal!" Al final consigo controlar la risa y vuelvo a mirarle, todavía tapándome la boca y con las mejillas ardiendo.

- Sssscott... - intento decir, quitándome un poco las manos de la boca - Soy Hana... IniTWar22. - "Ahora por favor, dime que me reconoces porque como no seas tú, me voy a morir aquí mismo."