Partida Rol por web

Miró al hombre que se hacía llamar Gary y suspiró, aparentemente resigando a tener que dar una explicación a lo obvio.

Desconozco el grado de implicación de esta simulación. Sé que algunas empresas japonesas y chinas tienen la tecnología para hacerte creer muchas cosas, pero te las tienes que creer. Un ataque consentido y consciente puede alterar nuestro subconsciente y hacer que duela más o menos de lo que es en realidad. Depende de la voluntad de creer de la persona. Sin embargo, en un ataque desprevenido no interviene el subconsciente, son todo instintos y se expresa el dolor en toda su magnitud real. -Sonríe de medio lado y mira al resto, conocedor del siguiente movimiento del más hipócrita y por ende, traicionero.

Y no estaba apuntando al ojo, apuntaba a la espalda. Creía que tenía más puntería. -Suspira de nuevo- Aún así, es muy difícil que le explote un globo ocular, la cuenca del ojo protege el ojo -se rodea su ojo con un dedo señalando el hueso- y tampoco tiré con tanta fuerza.

Luego se gira para hablar con Katherine, pero escucha de nuevo a Gary y enarca una ceja y le mira con extrañeza.

¿Katherine? ¿Llamas a un agente del FBI por su nombre de pila? ¿No son demasiadas confianzas? Sobretodo teniendo en cuenta de que te ha apresado.

Sin llegar a entender el comportamiento de ese personaje, se gira de nuevo hacia Katherine.

Yo por lo menos sí. Padezco de insomnio y jugar me ayuda a relajar la mente y poder dormir unas pocas horas. Algo sé de juegos -asiente- y te puedo asegurar que tal y como estamos, somos carne de cañón. Bueno, tú al menos tienes algunas armas. Serías derrotada la última -ríe su broma.

Asiente hacia los crios -Hay que moverse. Da igual como lo llaméis, aquí no hacemos nada salvo conocernos. Podemos ir todos juntos -en amor y compañia  piensa para sí y sonríe levemente -o dividirnos en dos grupos para cubrir mas terreno y compartir información después.

Me resultaba extraño que el tal Max creyese más que era una alucinación a un juego, aunque bien era cierto que no podía meterse en nuestras cabezas para saber si teníamos conciencia. "No hay forma de saber qué es esto, ni de poder explicarlo, así que sólo nos queda asumirlo y punto." pienso, rechazando cualquier intento de explicarlo por mi parte.

Después aparecen los dos que estaban hablando tras el árbol, esposados. "Tal vez tengas razón y estemos todos locos, Max..." Entre la mujer de las pistolas y el hombre de las piedras, temo que, si el daño es real, acabemos peor por su culpa que en el propio juego. Pero si alguien del FBI está aquí, es muy posible que se trate de algo serio, un experimento del gobierno o un virus... Eso significaría que el que lleva esposado, sería el causante de todo esto. Aunque él tampoco parecía tener ni idea de qué había ocurrido, la descripción coincidía con cómo había entrado yo también en este mundo.

Al ver que hace gestos hacia nosotros para que nos acerquemos, retrocedo un paso y tiro de Scott un poco. No me gustaría acercarme a esos dos, por lo menos hasta que sepa que son de fiar. Y aunque el hombre de las piedras sugiere ir todos juntos, es lo que menos me gustaría en este momento. Así que asiento a la segunda opción y... "Es un juego, es un juego, no son reales del todo..." me recuerdo mientas tomo aire y empiezo a hablar, intentando que me oigan todos sin alzar demasiado la voz.

- Si alguno... encuentra una "salida" o la forma de activar esto... - levanto la mano con la pulsera un momento para que sepan a qué me refiero - ...volverá aquí a informar. O hasta que encontremos enemigos... o algo importante. - espero por si alguno quiere añadir algún otro motivo para volver, antes de tirar de Scott de nuevo hacia la salida más cercana, esperando que quien quiera venir con nosotros se decida pronto, y dando por hecho que nos vamos a separar en grupos.

De pronto, mientras todavía todos os estabais preguntando si era posible la situación en la que os encontrabais, que debíais hacer, o cómo podíais salir de allí, una de las puertas que había por la zona se abrió. Al otro lado de ella apareció un hombre, si se podía considerar uno... Se trataba de un hombre larguirucho vestido con un traje de un tono morado y una pajarita. Además de su extraño estilo para vestir, llevaba guantes blancos y se movía con gran soltura hacia vosotros. Pero lo que más destacaba de él era que por cabeza tenía lo que parecía un gran dado. Sus características faciales parecían encontrarse en el dado y su aspecto parecía bastante cartoonesco.

El hombre avanzó con una sonrisa hasta ponerse frente a vosotros mientras se retocaba la pajarita. Después se quedó inmóvil y se inclinó ligeramente hacia vosotros mientras alargaba una de sus manos.

-¡Vaya, vaya! ¡Qué sorpresa lo que tenemos aquí! Parece que hoy tenemos a nuevos jugadores que han decidido apostar sus almas.- Tras eso el hombre larguirucho se volvió a erguir y alzó sus brazos en el aire.- ¡Bienvenidos a Jumanji, vuestra nueva vida!

Y así como si nada la teoría del oficinista cobraba mucha más fuerza en mi cabeza. Todo lo que había pasado hasta ahora era una locura si te parabas a pensarlo por un segundo pero hasta ahora mi cabeza había hecho el sano ejercicio de ignorarlo todo. Aparte por otro lado había encontrado a Hana así que incluso estaba pensando que era algo bueno. Pero todo esto se derrumbo ante la presencia de este ser. Lo reconocía de otro juego con bastante fama pero no por ello me sentía más seguro por lo que doy un pequeño paso adelante intentado escudar a Hana sin soltarle la mano y terminó por hablarle.

- ¿Nuestras almas? ¿Jumanji? Podrías al menos explicar lo que está pasando antes de soltar locuras.- casi le grito mientras le señalo con el brazo que tengo libre mientras que mi voz suena más aguda y nerviosa de lo que me gustaría, pero esto estaba tomando un cariz que no me gustaba en absoluto. En ese momento me fijo en mi brazalete en el brazo por lo que continuo mientras se lo muestro-  ¿Y que cojones es esto?

Que demonios,ahora aparece alguien que parece si saber lo que sucede.

Dijiste aportar eso significa que aquí podemos morir no es así.

Mi rostro palidecía estamos atrapados acá jugandonos la vida parecía una mala broma.

Bien,dudo que podamos romper esta apuesta así que ¿que debemos hacer?.

-Bien. No son una pareja de pervertidos intentando avivar la flama…- asentí un par de veces, apretando los labios y mirando a Katherine y a Gary-. Solo eres una agente del FBI armada hasta los dientes con un tipo que podría ser peligroso- era casi seguro que era peligroso. Podría ser un asesino en serie, de esos que te arrancan la piel y se la ponen de mascara. Vamos que es lo más probable. El tipo parecía tranquilo y encantador, como eran los asesinos en serie. Vi el maldito documental de Charles Manson… bueno, me dormir al final, pero el principio, que era lo importante, si lo vi.

En esos momentos mi mente procesaba lo que conllevaría tener a un posible asesino serial entre nosotros, delegando mi posible tumor a un segundo plano. Por eso no le presté la atención a la explicación de Lucas sobre lo bien que estuvo arrojar esa piedra o las brillantes ideas de separarnos cuando algunos hablaban de morir con mucha facilidad en el tutorial.

Por suerte una rara criatura con cabeza de dado me trajo a la realidad. Solo apostábamos nuestras almas en ese juego…

-¿Hoy? ¿Nuevos jugadores?- esas eran las palabras que más me incomodaron, luego de apostar las almas. Pues significaba que no éramos los primeros allí y, viendo que nunca oí de algún tipo contando que paso la tarde en un video juego, jamás pudieron salir de allí-. Debí terminar ese condenado informe- me aferré la cabeza, mirando al cabeza de cubo con ojos desorbitados. Quizás aclare algo si dejo que los demás hablen. Si. Es mejor esperar a que el ataque de pánico desaparezca.

-¡¡Tu aquí!!- grite casi con furia – De todos los posibles personajes tu- si algo tenia en claro para odiar era ese sujeto risueño – Me costaste 3 hrs, 15 min, 17 segundos, 2 hamburguesas, dos bolsas  de frituras de queso y una botella de soda- dije quejándome por el sujeto -Eres un tipo duro, supongo que tu jefe rondara por aquí-  ciertamente cuphead había sido un juego de dos o tres tardes.

-Aunque realmente no deberías estar aquí, entonces esto es Jumanji y no Dragon Age- apunte con mi dedo tratando de averiguar si dispararía una esfera de energía – Apuestas típico de ti rey dado, ¿Y si ganamos cual es el premio? ¿Nuestras vidas?¿Regresar a la normalidad?¿Obtener un deseo a nuestra decision?- pregunte intrigado; no es que no me preocupara morir pero soy un gamer los juegos estan en mi además ese tipo lo odiaba, incluso mas que a su jefe el diablo.

- ¿Pero que cojones...? -exclamé ante la aparición de aquella parodia de ser.

Sus palabras resonaron en mis odios ominosamente y, su talante seguro y animoso me puso los pelos de punta.

Sentía nauseas y lo surreal de aquella situación empezaba a hacer mella en mis nervios. Sin embargo, traté de contenerme lo mejor que pude y aguardé a que aquella cosa respondiera a las preguntas de mis compañeros. 

Necesitaba algo a lo que sujetarme. Cualquier clase de guía o explicación que aquella abominación pudiera proporcionarme, sería bienvenida. 
 

- ¿Apostar nuestras almas?, pues te ibas a ganar una bien podrida - pensaba Giulietta - Ésta murió una madrugada de otoño en la playa y la he ido descomponiendo a base de bien éstos dos últimos años. ¡Menudo trofeo te vas a llevar!.

Se sentía sola aun estando rodeada de gente, un viejo que no tenía otro momento para volverse senil que éste, cuatro niños, un hipocondríaco, y otros tres que iban de súper héroes y súper villanos, además de encontrarse en un ¿videojuego?, fue el primer pensamiento que la hizo consciente de la situación surrealista en la que se encontraba, los demás parecían adaptarse mejor a la situación, sobre todo los más jóvenes, formando grupos y buscando formas de salir de ¿esto? 

Absorta en sus pensamientos, Giulietta observa la presentación del nuevo ser caradado que les daba la bienvenida a un juego donde apostamos nada más ni nada menos que nuestras almas, venga, ¿qué más?.

- Cada vez conozco gente más rara... - dijo para sí misma cruzándose de brazos y esperando las novedades de su ilógica aventura virtual sin sentido alguno.

Quería esperar a las siguientes rebajas para comprármelo, pero de una forma u otra era imposible no reconocer a la nueva aparición como un personaje de Cuphead. Y por lo molesto que parece Mat con él y la forma en la que pone nervioso a Scott, estoy segura de que no es un ayudante. Le aprieto la mano a este último, indicándole que sigo allí, y me adelanto también un paso para dirigirme al caradado de forma más calmada.

- No hemos venido a apostar nada. Todos estamos aquí por error y sólo queremos sa... 

"¿De verdad quieres salir?" 

-...saber qué pasa y qué es este sitio. - añado rápidamente, dirigiendo una mirada nerviosa a Scott. 

Los ojos de katherine se abren con sorpresa al ver al extraño ser que aparece ante ella.Mira a Gary frunciendo el ceño pues ella sabe perfectamente que él sabe de videojuegos mucho más de lo que ha dicho

-"No es peligroso,solo escurridizo"-contesta de modo ausente al hombre observando al ser que se acaba de aparecer ante ellos y que al parecer el gordito reconoce 

-"¿Jumanji?¿Qué es eso y quién...qué es esa cosa?"-susurra al hombre esposado mientras escucha al resto hablar con él-"¿Qué es eso de apostar nuestras almas?"-pregunta en volz alta

Desde luego no tenía ni idea de lo que estaba hablando el humanoide que estaba ante ellos aunque el niño gordo histérico sí que parecía saberlo

Cae en la cuenta de algo que ha dicho la niña del pelo corto y se mira la muñeca buscando las marcas que ella ha enseñado antes de mirar la muñeca de Gary

-"¿Y esto qué es?"-pregunta cada vez más extrañada antes de mirar al ser y esperar a ver si habla de nuevo o si solo es un monigote que dice unas pocas palabras y desaparece

Lucas observa la reacción de todos pensativo. -Interesante...- Se mira la mano derecha y aprieta el puño. -Muy interesante... Capaces de recrear emociones- Murmura para sí.

Se dirige hacia Katherine Jones y le extiende el dedo meñique de la mano izquierda -Agente Jones, ¿me podrías hacer un corte en el dedo con tu cuchillo? No muy profundo a ser posible, pero lo suficiente como para que sangre. Aunque si no sangrase, te agradecería que no presionaras más. Le tengo cariño a mi dedo- Sonríe divertido ante su último comentario.

Dejaré que los niños averigüen cual es el objetivo del juego piensa Lucas mientras le ofrece a la agente el dedo, yo prefiero saber cuales son las limitaciones de los cuerpos de esta simulación. Y de paso averiguar si los objetos que hemos traído tienen efecto en el juego.

Miró de reojo a Katherine cuando esta le defendió ante la acusación de que era un posible peligro, una pequeña sonrisa brotó en su rostro, hacía mucho que no veía a la mujer defenderle ante otro, la última vez fue cuando uno de sus compañeros quiso golpearme en un interrogatorio, cosa que había provocado para salir de allí pero fue muy agradable verla hacer eso. 

Fue a hablar cuando apareció, esto empieza a ponerse más extraño, ¿Cuphead?, miró al chico que parecía recriminarle haberle hecho perder el tiempo, como si fuera a explotar de repente por la excitación, todos parecía mas o menos conocer quien era, el sabía que no era ni de Dragon Age, ni de ninguno a los que el había jugado, lo había visto de pasada, pero  no le llamó su atención, ¿puede que su cerebro esté jugandosela por haber pasado del juego?, o están apareciendo esbirros de juegos en los que hemos estado pasándolo mal. Espero que no aparezca nada de Silent Hill, no me gustaría ver a ninguno.

Dio un pequeño tirón de la esposa para llamar la atención de Katherine y se acercó a su oído. 

Se alejó de su oído lo y miró al nuevo npc de nuevo. Apostar nuestras almas, en sí podía tener razón, nos habían metido en el juego y eso hacía que un escalofrío recorriera su espalda, ¿podríamos morir aquí?, justo en ese momento el Lucas le pedía a Katherine que le cortara con el cuchillo.. Creo que hemos encontrado al masoquista del grupo....

Le ponía nervioso estar cerca de ella y no poder besarla sin que terminara con un tiro en algún lado pero era mejor eso que recibir la bala. - No me gusta ese tipo y luego si tenemos tiempo me gustaría saber como has llegado hasta aquí, se perfectamente que tu no juegas a nada de estas cosas.

Katherine mira al joven que se le acerca y durante unos instantes se pierde en el mar azul que tiene ante ella.Tan sólo otro hombre tiene unos ojos de un azul tan hipnótico y el que lo tenga esposado a ella hace que sonría mientras con destreza alza la rodilla y saca su cuchillo

-"Será un placer"-guiña un ojo al hombre-"¿Cómo te llamas?¿sabes algo de esa cosa parlante?"-señala con la cabeza al muñeco que ha aparecido ante ellos mientras practica un pequeño corte en el dedo de él y la sangre mana lentamente-"Mmmm,bueno,creo que podemos morir"-le dice soltando su mano y guardando el cuchillo de nuevo mientras Gary le susurra algo que hace que ella sonría aún más,esta vez con suficiencia

-"Quizás más tarde te lo cuente"-responde a lo que el preso le haya dicho antes de prestar atención de nuevo a lo que sucede a su alrededor

Las preguntas volaban por todas partes mientras que el hombre-dado no hacía más que sonreir mientras se volvía a ajustar la pajarita.

-Pues Jumanji es... ¡Jumanji! ¿Qué va a ser? ¡Es donde os encontráis! ¿Acaso alguna vez habéis ido a una biblioteca para preguntar qué es una biblioteca? ¡Es vuestro nuevo mundo! Al menos hasta que perdáis vuestras almas... - De pronto se acercó a Mathew, que hacía tantas preguntas.- Veo que mi fama me precede. En el momento en que decidisteis entrar aquí, apostasteis vuestras almas.- De pronto, levantó una mano en la que casi por arte de magia le aparecieron dos cartas.- Tenéis dos opciones.-El hombre alzó una carta más que la otra.- La primera es aceptar vuestra nueva vida. Quedaros aquí hasta marchitaros y de esa forma la apuesta estará cumplida.- La carta que había alzado se comenzó a volver negra hasta poco a poco deshacerse y convertirse en ceniza.- La otra forma, si de Jumanji deseáis salir, jugad a los juegos y tendréis que sobrevivir.- Entonces alzó la otra carta, que comenzó a brillar un poco.- Pero si dais un paso en falso, ¡vuestros cadáveres acabaran en el camposanto! 

Y de repente el hombre con su otra mano hizo un tajo con el que la carta se partió por la mitad, cayendo al suelo. Tras eso soltó el resto de la carta y con una sonrisa de nuevo se volvió a colocar la pajarita e hizo un gesto hacia la puerta.

-¿Vais a jugar?

Cuando mirais vuestro brazo veis que llevais una sencilla pulsera plateada en la muñeca izquierda. Parece que tiene una fina franja en el medio hecha de pequeños LEDs pero no están luciendo en esos momentos. En la cara interna del antebrazo parece que os han tatuado tres rectangulos negros colocados en paralelo. Los tres del mismo tamaño.

El cabeza de dado no era como los otros, podía hablarnos de forma normal, responder preguntas y burlarse de nuestra suerte. Nos daba dos elecciones, una era dejarnos morir allí mismo, quizás de hambre y sed o jugar a lo que sea que se le ocurra y posiblemente morir. Empecé a mirar a mí alrededor, para buscar una roca cómoda en la que sentarme y esperar la muerte… pero en vez de eso, me encontré con la cara de todos los demás, mostrando las más diversas emociones.

-Sí, vamos a jugar- me encogí de hombros. En mis tiempos era algo bueno, incluso había jugado a ese del caballero que tiraba lanzas hacia mil millones de monstros que salían de todos lados. Nunca lo terminé, pero era lo suficientemente terco para intentarlo una vez más-. Al menos yo.

No quiero quedarme allí, solo esperando una muerte patética, quiero intentar cambiar algo… Solo intentarlo. Con eso me conformo. Había visto como Katherine le hizo un corte a Lucas, todo para mostrar que podíamos morir. O al menos sangrar.

Así que no teníamos más opciones que jugar o quedarnos aquí.
Bien,jugaré.
Le Hiba a demostrar a ese cara de dado que podía sobrevivir a esto,ahora solo quedaba ver quiénes más aceptaban para poder planear como salir de aquí.