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Juramentos de la Marca de los Jinetes - Amanecen días rojos

Capítulo 1: La Sabiduría de los Jinetes

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27/03/2018, 23:16
Director

La Sabiduría de los Jinetes

Edoras

Un año ha pasado desde la muerte el troll del Grimgelad y una nueva primavera ha llegado a Rohan, la cual no solo ha hecho que los brotes verdes comiencen a surgir del suelo anteriormente cubierto de nieve sino también que la región recupere su actividad habitual, con los granjeros sembrando los campos, los pastores arriando a sus rebaños por las praderas y los viajeros y comerciantes atravesando los caminos y acudiendo a las ciudades de la Marca de los Jinetes.
Ya sea por haber permanecido en Edoras o porque vuestros pasos os llevaron allí, nuevamente el destino hizo que os volvierais a reunir en la capital del Reino.

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27/03/2018, 23:17
Director

Tras haber cumplido el trabajo del magistrado, permaneciste una buena temporada en Edoras aunque la mayor parte del tiempo lo pasaste en la barra de la Casa de Cépa junto con una jarra que el bueno de Inwine se encargaba de rellenar cada vez que se lo pedías. Aun así, como el alcohol no era suficiente para acallar tus recuerdos y tus pensamientos, buscaste otra distracción y curiosamente la encontraste junto con unos guerreros que una vez por mes aparecían en la posada y ocupaban una de las mesas. Sin embargo, estos no eran jinetes comunes sino que se trataban de curtidos y experimentados veteranos, eran miembros de la Guardia del Rey. Lo que al principio empezó como una simple reunión de parroquianos que compartían anécdotas de sus batallitas con una jarra en la mano, terminó siendo el comienzo de una amistad y es así como fuiste invitado a participar de sus entrenamientos, propuesta que no dudaste ni un instante en aceptar.

Luego de varios meses entrenando y habiendo recibido más golpes de los que pudiste asestar, llegaste a la conclusión de que todavía no estabas a la altura de un Guardia del Rey pero aún los magullones y cardenales no fueron para nada ya que con los consejos de tus compañeros lograste pulir bastante tu técnica y tus movimientos. A pesar de que querías seguir entrenando un tiempo más, los días bebiendo vaciaron a un ritmo alarmante tus bolsillos y es por eso que tuviste que marcharte y empezar a buscar un trabajo con el cual rellenarlos. Por fortuna, no necesitaste ir muy lejos para encontrarlo ya que te terminaste topando en la posada con un hombre que buscaba gente para trabajar una temporada ayudando a cuidar de su caballada. Sabiendo que era un trabajo sencillo y honorable ya que los lugareños tienen en gran estima a sus caballos, aceptaste.

Después de estar más de medio año en las verdes praderas de Oestemnet, viviendo en la intemperie y pasando la mayor parte del tiempo a lomos de tu montura, lo cual hizo que aprendieras a coordinarte mejor con tu fiel compañero cuadrúpedo, cumpliste responsablemente con tu trabajo y recibiste el merecido pago. Sin embargo, cuando estabas a punto de marcharte el invierno llegó de golpe y sabiendo que no era buena idea atravesar las llanuras que empezaban a cubrirse de nieve, decidiste aceptar la oferta de tu empleador y pasar el invierno en su granja.

Meses más tarde y con la nieve ya fundida, regresaste a Edoras y obviamente también a la Casa de Cépa aunque esta vez te encontraste con caras más que familiares: tus antiguos compañeros de aventura.

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27/03/2018, 23:17
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Con la mente centrada en cumplir con la tarea que te asignó Beorn, aprovechas la llegada de la primavera para aprender más sobre la cría de caballos y es por eso que cuando te encuentras con un hombre que busca gente para trabajar protegiendo su caballada no dudas en presentarte voluntario. A pesar de que al principio tu empleador se mostraba reticente ya que ni siquiera tenías un caballo propio, el tiempo terminó demostrando que su desconfianza era infundada.

Luego de varios meses en las verdes llanuras de Rohan, viviendo en la intemperie y pasando la mayor parte del tiempo a lomos del caballo que te habían prestado pero también aprendiendo mucho del manejo de esos nobles animales, sucedió lo que pudo haberse convertido en tragedia. Durante una noche sin luna, mientras tú y tus compañeros de trabajo descansabais en torno a una pequeña fogata, tus agudos sentidos hicieron que te despertaras y justo en el momento adecuado ya que quien estaba de guardia se había quedado dormido y en la oscuridad que os rodeaba se podía ver una docena de pequeños ojos brillantes que no tardaste en identificar como los de una manada de lobos. Sin dudarlo ni un instante, levantaste a todos a los gritos mientras que lanza en mano y haciendo honor a tu apodo mantenías a raya a los hambrientos animales. Al día de hoy no sabes si fue por tu habilidad, por obra del destino o por mera suerte pero ninguno de tus compañeros fueron alcanzados por los colmillos de los lobos y los pocos caballos que huyeron tras el ataque fueron hallados y devueltos al redil esa misma noche, lo cual hizo que el dueño de la caballada no dudara en darte como gratitud su broche, un recio broche de oro con unos delicados grabados.
Después de casi medio año junto con tus nuevos compañeros decidiste que era hora de continuar con tu viaje no obstante, sabiendo que no era aconsejable atravesar Rohan a pie, antes de marcharte tomaste la decisión de comprarles un caballo y aunque estos te lo querían dar gratis los convenciste para que aceptaran tu pago, después de todo la cría de caballos era su medio de vida y además era lo correcto.

Pocos días después, arribaste a Alburg y aunque tu intención allí era aprender más sobre los caballos, en la posada local compartiste copas con unos cazadores y tras contar y escuchar varias anécdotas, algunas de ellas algo exageradas, estos te terminaron retando a una prueba de cacería que no tardaste en aceptar. El desafío consistía en ver quien cazaba el jabalí más grande y por ello os internasteis varias semanas y por separado en el Everholt, a pesar de estar al tanto de los rumores que decían que el bosque estaba encantado. Si algún fantasma moraba en la región, nunca te topaste con él pero si hallaste un gran jabalí que con gran esfuerzo pudiste abatir y que te terminó coronando como el ganador del desafío.
A pesar de que al principio tus compañeros cazadores estaban algo molestos con el hecho de que un extranjero los derrotara, cualquier posible resentimiento desapareció cuando asasteis al resultado de la cacería y compartisteis frente a una fogata la magra pero deliciosa carne del jabalí. Además, sabiendo que el invierno no tardaría en llegar y que no sería recomendable viajar, te ofrecieron un lugar en su cabaña que tu no tuviste problema en aceptar.

Meses más tarde y con la nieve ya fundida, regresaste a Edoras y tu primera parada fue la Casa de Cépa donde te encontraste con caras más que familiares: tus antiguos compañeros de aventura.

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27/03/2018, 23:18
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A pesar de que el grupo terminó por disolverse y tus compañeros tomaron diferentes caminos, tu permaneciste en Edoras junto a tu familia. Tras un buen tiempo descansando, comenzaste a preguntarte que hacer con tu parte de la recompensa hasta finalmente tomaste una decisión después de oír la noticia de que el propio Rey Thengel y muchos de sus seguidores estaban ayudando en la reconstrucción de las granjas que se habían perdido a causa de los ataques del troll del Grimgelad. Sabiendo que tus conciudadanos necesitaban toda la ayuda posible, te uniste a los trabajos de reconstrucción y durante más de medio año colaboraste tanto físicamente como monetariamente en esa noble empresa, lo que no solo te granjeó la gratitud de los granjeros sino también cierta notoriedad entre tus pares de Rohan.

Gracias al arduo trabajo de todos los que colaboraron, las granjas ya estaban nuevamente de pie y plenamente operativas antes de la llegada del invierno y debido a eso el propio Rey decidió dar un banquete en Meduseld, para honrar a los fallecidos y celebrar la generosidad de los rohirrim, quienes en tiempo de necesidad no dudaron en ayudar a sus compatriotas. A causa de tu participación, tu también fuiste invitado y en medio del banquete y por pedido de la gran mayoría de los presentes te viste “obligado” a entonar una canción, que no solo relataba tu participación en la caza del troll sino que también resaltaba las virtudes del pueblo de Rohan. Sin embargo, no solo recibiste los aplausos de todos los comensales sino que también llamaste la atención de Grimborn, el Señor de Bosque Sombrío, quien te invitó amablemente a sentarte en su mesa y con quien compartiste el resto de la velada intercambiando historias, canciones y anécdotas.

Luego de pasar el invierno con tu familia y viendo que la nieve comenzaba a fundirse, comenzaste a visitar la Casa de Cépa en busca de nuevas noticias hasta que un día te encontraste con caras más que familiares: tus antiguos compañeros de aventura.

Notas de juego

Durante esta aventura ganas el siguiente rasgo:
-Favor de Grimborn: Gracias a tu tiempo compartido con el Señor de Bosque Sombrío, has aprendido bastante de la forma de vida del Folde Oeste, la cual gira en torno a la batalla y las historias épicas.
Puedes usarlo al igual que cualquier otro rasgo y es sobre todo aplicable a las tiradas de Cantar y Guerrear aunque puedes encontrarle un uso para otras habilidades.

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27/03/2018, 23:18
Director

A pesar de que el grupo terminó por disolverse y tus compañeros tomaron diferentes caminos, tu permaneciste en Edoras un tiempo más. Tras unos días de descanso, comenzaste a buscar información sobre la nueva espada que portabas pero desgraciadamente no hallaste ninguna pista que te ayudara a revelar su historia. Sabiendo que en tu tierra natal no conseguirías nada y que el origen del arma era numenoréano, emprendiste el viaje a Gondor y unas jornadas después arribaste a Minas Tirith. Aunque al principio el huraño del archivista se negó de lleno a dejarte leer los documentos que custodiaba, finalmente lograste convencerlo con mucho esfuerzo y con la condición de que él estuviera presente ya que así se aseguraba de que “en tu torpeza” no destruyeras involuntariamente los valiosos pergaminos. 
Después de largas semanas bajo la atenta supervisión del archivista y con la mente cansada y los ojos doloridos por tanta lectura, lograste armar la historia de tu nueva arma uniendo pequeños fragmentos de texto de diversos pergaminos. Por lo visto, el arma que ahora descansa en tu flanco se llamaba Turmegil, o “Espada victoriosa” en Sindarin, y le perteneció al último comandante gondoriano de la fortaleza que ahora llamáis Abismo de Helm. Durante la Batalla de los Campos de Celebrant, el mortalmente herido comandante fue protegido con ferocidad por uno de los guerreros de Eorl el Joven y a pesar de que este terminó falleciendo a causa de sus graves heridas, con su último aliento le legó su espada al valiente jinete que arriesgó su vida para defenderlo. El arma, que pasó a llamarse Wäosige o “Caza victoriosa” en Lengua de los Rohirrim, permaneció generaciones en la familia de ese jinete y años después uno de sus descendientes acompañó al Rey Folca en su campaña para exterminar a los orcos de las Montañas Blancas. Sin embargo, durante una emboscada fue abatido por los servidores de la Sombra y su espada terminó desapareciendo junto con su cuerpo. 
Sorprendido por lo leído pero también orgulloso por ahora formar parte de la historia de tan notable arma, te despediste del archivista y emprendiste el regreso a tu tierra natal, arribando a Alburg a los pocos días.

La mayor parte de tu estancia en el señorío de Cenric, el Tercer Mariscal de la Marca, lo pasaste buscando alguna tarea que te llamara la atención pero con la inminente llegada del invierno y con deseos de volver a ver a tu familia, decidiste ayudar a un hombre que buscaba gente para escoltar su recién adquirida caballada hacia su finca cercana a la aldea de Nevado Alto, en el Valle Sagrado. A pesar de que solo se trataba de un viaje de un par de jornadas, este no careció de incidentes ya que a mitad del trayecto tuvisteis la mala suerte de que un joven potrillo de solo unos días se topara con una serpiente y se asustara de tal manera que echó a correr hacia el bosque cercano como si el propio Señor Oscuro le persiguiera. Aunque tu empleador pensaba que iba a ser imposible localizarlo, tu decidiste emprender una búsqueda en solitario y tras un par de horas y gracias a tu conocimiento sobre los caballos y la naturaleza lograste encontrarlo en medio del bosque, donde al ver que estaba exhausto a causa del frenético galope lo subiste a lomos de tu montura y lo llevaste de regreso con los demás. El resto del viaje sucedió sin más complicaciones y tras llegar a la finca y recibir varias veces el agradecimiento de tu empleador, te marchaste hacia tu hogar donde luego de ser recibido efusivamente por tu familia, sobre todo por tu madre, pasaste todo el invierno.

Meses más tarde y con la nieve ya fundida, regresaste a Edoras y tu primera parada fue la Casa de Cépa donde te encontraste con caras más que familiares: tus antiguos compañeros de aventura.

Notas de juego

La información de tu espada así como un resumen de la historia la encontrarás en tu ficha. Además, conoces la segunda cualidad de tu arma pero no podrás usarla hasta que la desbloquees subiendo Valor y eligiéndola como Recompensa.

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27/03/2018, 23:19
Director

Dedicándote a cumplir con la razón de tu presencia en Rohan, aprovechas tu tiempo en Edoras para aprender más sobre la forma de montar de los rohirrim. Sin embargo, a diferencia de en Gondor, en la Marca no hay archivos debido a que las tradiciones son orales así que la única manera que encuentras es compartir charlas y experiencias con los lugareños, tanto con criadores de caballos como con caballeros, lo cual te lleva más tiempo de lo esperado pero resulta ser igual de efectivo. Además, también aprovechas las praderas que rodean la ciudad para practicar lo aprendido y aunque al principio te cuesta y un par de veces pierdes el equilibrio y casi te caes de la silla, finalmente logras adaptarte perfectamente al estilo de Rohan.

Tus prácticas y tu nuevo talento no tardan en pasar desapercibidos y por eso un hombre de aspecto adinerado te aborda en la calle, presentándose como un criador de caballos y ofreciéndote un trabajo el cual consiste en ayudarlo a arriar hasta su finca en las cercanías de Alburg una docena de finos caballos que acaba de adquirir. Reconociendo que se trata de un trabajo sencillo y que además te servirá para seguir mejorando tus habilidades, aceptas y junto con el criador, dos de sus ayudantes y los magníficos caballos partes de Edoras.
Aunque el viaje es corto y el camino fácil de transitar, este no resulta estar exento de peligros ya que el día después de vuestra partida os alcanza una fuerte y repentina tormenta que no solo hace que la lluvia os impida ver que hay delante sino también que el cielo se ilumine con los rayos y haga que los truenos alteren a los caballos. Gracias tanto a la fortuna como a tu habilidad, lográis calmar a los caballos que no huyeron y regresar al redil a aquellos que se espantaron y es por eso que cuando arribáis a la granja el dueño de los animales no duda en recompensarte con un brazalete de oro puro que tiene unos finos grabados y dos pequeñas cabezas de caballos en relieve.

A pesar de que quieres quedarte en Rohan, eres consciente de que tienes una obligación con tu ciudad natal y por eso emprendes el camino de regreso a Gondor. Una vez en Minas Tirith, te presentas ante tu comandante y pasas el resto del otoño y todo el invierno cumpliendo con tu deber, aprovechando los permisos para pasarlos con tu familia y también para compartir anécdotas con tus compañeros de batallón. Aunque no es lo mismo que estar en la Marca, tus obligaciones como Guardia de la Ciudadela no dejan de ser importantes y las aburridas guardias son compensadas por los exigentes entrenamientos, gracias a los cuales mejoras tu capacidad para enfrentarte a varios enemigos a la vez.
Pocos días después de que la primavera llegara a la región, eres llamado por tu comandante y aunque al principio piensas que has fallado en algo, sorprendentemente tu superior te guía nada más ni nada menos que ante el mismo Senescal Ecthelion II. De rodillas ante el regente de Gondor, este te dice que está al tanto de tu actividad y de tus proezas en Rohan y que si bien cumples lealmente como Guardia de la Ciudadela, ahora mismo eres necesario en otra parte. Por eso, te encomienda la tarea de regresar a la Marca y ayudar a su amigo el Rey Thengel en sus intentos de llevar la paz y la concordia a sus tierras. Sorprendido a la vez que orgulloso, te marchas con la venia de tu señor y tras despedirte de familiares y amigos, montas en tu fiel corcel y emprendes el camino de regreso a Rohan.

Una semana más tarde y con el pálido y tímido sol primaveral acompañándote durante todo el viaje, finalmente arribas a Edoras y tu primera parada es la Casa de Cépa, donde te detienes para recuperar fuerzas y pasar la noche. A la mañana siguiente y ya bien descansado, acudes a la sala común para desayunar pero el destino hace que te encuentres con caras más que familiares: tus antiguos compañeros de aventura.

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27/03/2018, 23:20
Director

A pesar de que el grupo terminó por disolverse y tus compañeros tomaron diferentes caminos, tu permaneciste en Edoras junto a tu familia. Tras un tiempo descansando y sin nada interesante que hacer, pasaste la mayor parte de la primavera y el verano entrenando con tu padre hasta que tu habilidad llamó la atención de algunos de los miembros de la Guardia del Rey, los mejores guerreros de Rohan, quienes te invitaron a sus entrenamientos. Entusiasmada por la propuesta, pasaste casi medio año entrenando con ellos y te desempeñaste con tanta pericia que no solo sorprendiste a los miembros de la Guardia del Rey sino que los rumores de tu habilidad se esparcieron por toda la ciudad e incluso los que antes dudaban de ti ahora comenzaban a verte como una digna sucesora del legado guerrero de tu familia.

Aunque si fuera por ti hubieras pasado todo el año con la Guardia del Rey, un día poco antes de la llegada del invierno tu padre apareció ante ti bastante agitado. Según sus palabras, unos lobos habían atacado durante la noche uno de los rebaños del Rey y aunque los pastores estaban vivos, la mayoría había resultado heridos a causa de los colmillos y las garras de los depredadores o por la embestida de los desbocados animales. Por eso, te marchaste sin dudarlo ni un instante de Edoras junto con tu padre y pasaste varias semanas ayudando a reunir el rebaño y también a abatir a los hambrientos lobos, incluso bajo el fuerte viento que te impedía avanzar y las primeras nevadas. Por fortuna y también gracias a tu habilidad, no solo lograsteis recuperar todos los animales sino que abatisteis a toda la manada de lobo, lo que te granjeó la gratitud del líder de los pastores quien te dio como recompensa un exquisito collar de oro puro con un dije circular en el que estaba grabado el mismo caballo al galope que se encuentra en el estandarte de Rohan.

Luego de pasar el resto del invierno con tu familia y viendo que la nieve comenzaba a fundirse, comenzaste a visitar la Casa de Cépa en busca de nuevas noticias y oportunidades hasta que un día te encontraste con caras más que familiares: tus antiguos compañeros de aventura.

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27/03/2018, 23:20
Director

Aunque hace menos de medio año que llegaste a Rohan, tu presencia todavía no pasa desapercibida y puede decirse que hasta el momento sigues formando parte de los cotilleos de Edoras. Sin embargo, eso no resulta ser tan negativo como esperabas ya que para acallarlos e incluirte más en la sociedad de Rohan, la familia real te permite asistir tanto a reuniones como a banquetes, lo que también te brinda una gran oportunidad para poder evaluar a los presentes. Aun así, hay momentos que no resultan completamente de tu agrado, tal y como fue ese banquete durante el invierno en el que por petición de algunos de los miembros de la corte y de la Reina Morwen tuviste que interpretar una de las canciones de tu pueblo.
A pesar de que tu entonación fue buena y recibiste unos cuantos aplausos, no pudiste evitar notar que la mayoría de los presentes encontraban extraño el sindarin y en cierta forma cargado de melancolía aunque puede que eso también se debiera a que no conocías muchas canciones apropiadas para una celebración… No obstante, tu interpretación hizo que con el tiempo entablaras cierta amistad con otro extranjero de la corte, un hombre mucho más alto que cualquier rohirrim, de penetrantes ojos grises y cabello oscuro que te recuerda a los hombres de Gondor, además notaste en él cierto porte imponente sin embargo este se veía mermado por su apariencia algo descuidada y por las ropas sencillas al estilo de Rohan. A pesar de ser el consejero de más confianza del Rey Thengel, nadie conoce su nombre aunque debido a su rapidez y mirada aguda los rohirrim lo bautizaron como Earn en su lengua natal o “el Águila” en Oestron.
El tal “Águila” resultó ser una sorpresa para ti ya que no solo era un hombre que había viajado mucho, sino que también poseía una notable educación y amplios conocimientos, características claramente poco comunes en los tiempos que corren. Incluso te quedaste de piedra cuando en una de vuestras charlas te habló de Caras Galadhon y del Señor Celeborn y de la Dama Galadriel. Sin lugar a dudas se trataba una persona excepcional y aunque su pasado seguía siendo un misterio, llegaste a la conclusión de que era digno de confianza.

Notas de juego

Durante esta aventura ganas el siguiente rasgo:
-Favor de “el Águila”: Gracias al tiempo que habéis compartido, has aprendido bastante sobre como moverte por las zonas agrestes y desempeñarte en la espesura.
Puedes usarlo al igual que cualquier otro rasgo y es sobre todo aplicable a las tiradas de Viajar y Explorar aunque puedes encontrarle un uso para otras habilidades.

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27/03/2018, 23:21
Director

Envuelta en tu capa para protegerte del frío matinal, observas el horizonte desde lo alto de la escalera que lleva a Meduseld. La nieve que antes cubría las praderas que rodean la ciudad se ha fundido y ahora el blanco níveo es reemplazado por el vivaz verde de los primeros pastos primaverales, por otra parte la actividad regresa poco a poco a Edoras, tal y como atestiguan los viajeros y las carretas que avanzan por los caminos y que desde tu posición actual no son más que unos pequeños puntos en la lejanía.
Por lo general, a esta hora deberías estar empezando con tus lecciones pero como Meril, Thaena y Saewara (las hijas del Rey) ahora están en Alburg visitando a sus primos, has decidido realizar un pequeño paseo por la ciudad. Sin embargo, antes de que puedas comenzar a descender por las escaleras escuchas como alguien te llama y tras darte la vuelta descubres que se trata de Sunnifa, una de las sirvientas de la familia real y la favorita de la Reina.

-Buenos días, Narieth -te saluda con su alegría y carisma habitual- El Rey y la Reina me han enviado para decirte que requieren tu presencia al mediodía, más precisamente durante el almuerzo -te informa Sunnifa para luego arrebujarse en la capa de piel que lleva- Brrr, pensaba que a esta altura el frío ya habría terminado pero parece que el invierno se niega a irse.

Notas de juego

Este turno es más que nada para que hagas tiempo hasta que los demás terminen, aún así tienes total libertad para hacer lo que quieras hasta el mediodía (ahora mismo serían las 8 o 9 de la mañana).

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27/03/2018, 23:23
Director

Aunque habéis arribado a la Casa de Cépa en distintos momentos, al veros decidís sentaros en torno a la misma mesa para charlar entre vosotros. Por lo visto, ninguno ha permanecido ocioso y aunque las historias de algunos son más pintorescas que las de otros, claramente ninguna se compara con la última aventura que habéis vivido juntos.
Además, por pedido de algunos, el posadero Inwine se sienta con vosotros y os relata las últimas noticias aunque no puede extenderse mucho ya que su jefe Goldred le ordena regresar a su puesto de trabajo, o sea tras la barra, aunque cada tanto aprovecha para hacerse una escapada y responder a vuestras preguntas. Por lo que el posadero alcanza a decirlos, las noticias más relevantes son la rápida reconstrucción de las granjas del Folde Oeste que se perdieron por el ataque del troll, la tregua que han alcanzado Cenric y Éogar gracias a la oportuna mediación del Rey Thengel, y la llegada de una elfa del Dwimordene, una acólita de la Hechicera del Bosque de Oro, que ahora no solo forma parte de la corte de Meduseld sino que también es la instructora de las hijas del Rey.

Notas de juego

Este turno es para que interactuéis un poco entre vosotros (y que luego no os quejéis de que no os doy tiempo :P), cuando estéis listo decídmelo así pongo el siguiente.
Por si os interesa, ahora mismo serían alrededor de las 9 o 10 de la mañana.

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27/03/2018, 23:34
Heruwyn, hija de Horngrim

Heruwyn venia entrando por la puerta cuando ve al grupo reunido, rápidamente los memorables recuerdos de su aventura llegan a su cabeza y una sonrisa se dibuja en su rostro.

-chicos, pero que gusto me da verlos de nuevo.

Comento, mientras se sentaba en la mesa junto a ellos y pedía  una ronda de bebida para todos.

-la primera ronda la invito yo, quiero saber cómo han estado y sobre todo que los trae por acá nuevamente.

Los miro entrecerrando los ojos y haciendo una mueca de enfado.

-no estarán pensando en alguna aventura y no me invitaron.

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28/03/2018, 13:17
Barald Viento de Lanza

Largos meses han pasado desde la cacería del trol, en los que he retomado la misión que me encomendó Beorn y he seguido mi adiestramiento con los expertos criadores de caballos de la Marca, han sido meses productivos pero al final mi camino me ha traido de nuevo a Edoras y las casualidades de vida me han llevado a reencontrarme con mis antiguos compañeros de correrías.

-Hola amigos, parece que la vida os ha tratado bien. Les digo en voz alta y con una sonrisa en la cara.
Al oir la proposición de Heruwyn no puedo más que asentir -Toda cerveza es bienvenida en este momento de reencuentros, por cierto amigos, tengo que daros una noticia ¡por fín tengo un caballo!Y tras soltar una carcajada apuro la cerveza a la que nos ha invitado nuestra compañera y girandome hacia la barra le grito al posadero -Por todos los dioses Inwine, trae más cerveza que nuestras gargantas están secas. Antes de que traiga la bebida bajo la voz para que solo me puedan oir los que están sentados en la mesa.-¿Qué opináis del tema de la elfa? ¿es normal verlos por esta ciudad?

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28/03/2018, 14:10
Galadan

No sabía cuánto había echado de menos a mis compañeros hasta que me encontré con ellos. Las sonrisas y los abrazos son de rigor, la cerveza corre alegre, la compañía está más que preparada para hacer frente a otra aventura.

- Por supuesto que no, Heruwyn.- Respondo con una carcajada poco habitual en el serio Galadan.- ¿Quién nos iba a servir de cebo entonces? Dengal está en los huesos: no serviría ni como aperitivo a un troll pequeño.- Palmeo en el hombro a Barald, felicitándole por el caballo, pero lo que dice de la elfa me pone en alta.- ¿Una elfa? Jamás vi alguien de esa gente. Pensé que murieron hace mucho tiempo, en tiempos en que Gondor era uno de dos reinos, y los grandes señores luchaban codo a codo con criaturas de fantasía. ¿Me dices que hay una de esa gente aquí, en Edoras?

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28/03/2018, 18:58
Eothred

Tal y como ocurrió el año anterior, con la llegada de la primavera decidí abandonar la granja familiar para poner rumbo a Edoras y continuar al servicio del Rey Thengel, para así algún día poder pertenecer a la guardia real. La primera parada obligatoria era en Casa de Cepa y por suerte parece que hay alguna cara conocida que ha pensado igual.

El sentimiento de que quizá podamos emprender nuevas aventuras juntos me reconforta. Entre cerveza y sonrisas escucho al resto del grupo.

-¡De ninguna manera Heruwyn! Yo solo me enfrento a trolls junto a compañeros de confianza- río sonoramente, para después alzar la jarra en dirección a Barald cuando comunica su adquisición- Nunca vi a ningún elfo por Edoras, aunque bien pensado… nunca había estado en Edoras hasta el año pasado…- vuelvo a soltar varias carcajadas, intercalándolas con varios tragos de cerveza. Me dirijo hacia Galadan y comienzo a hablarle con gesto solemne.- Mis pasos me llevaron a tu patria Galadan, a Minas Tirith. Me hubiera gustado hacer el viaje en buena compañía… Aunque bien pensado, sólo puedo decir que conozco el archivo de la ciudad a pesar de haber estado allí semanas, hahaha.- Alzo la mano haciendo una seña a Inwine para que sirva más cerveza.- Resulta que la espada que escogí del tesoro del troll es de origen numenoreano y perteneció a un comandante gondoriano. Éste se la regaló a un rohirrim al servicio de Eorl, en sus últimos momentos de vida en señal de gratitud por su ayuda durante la Batalla de los Campos de Celebrant. Después de varias generaciones la espada se perdió en las montañas blancas… Hasta hace un año.- coloco la mano en el hombro de Galadan – La alianza entre nuestros pueblos es ancestral y así seguirá siendo, me alegro de que volvamos a reunirnos. ¡Por Gondor! ¡Por Rohan! – Lanzo los vítores acompañados de tragos cortos, dejándome llevar por la alegría de volver a ver a antiguos amigos.

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28/03/2018, 18:51
Narieth Linduin
Sólo para el director

Mirando a Sunnifa temblar de frío, Narieth percibió otra diferencia más entre los Primeros Nacidos y los Segundos: lo que para la elfa era una refrescante brisa matinal, para la humana parecía ser un frío invernal. Había tantas cosas en las que eran diferentes... Seguía fascinada con ellos, y con el hecho que aún meses después de convivir a diario con mortales, todavía iba descubriendo aspectos que los diferenciaban. 

Casi sin darse cuenta su mente voló hacia "el Águila", ese humano que la había sorprendido. Lo vio por primera vez mientras ella cantaba (a la fuerza) en el salón de Meduseld. Mientras veía la cara de circunstancias de los presentes, la media sonrisa de ese extranjero se destacaba entre la multitud. Era evidente que seguía la canción, que la entendía, e incluso Narieth hubiera jurado que la canturreaba por lo bajo en las partes más emotivas. La elfa había pensado que debería observar a ese hombre, averiguar algo más sobre él, pero había sido "el Águila" quien se había acercado a ella tras la recepción y se había presentado en un perfecto sindarin. Señaló el broche de hoja, y le dijo que debía echar mucho de menos la dorada Lothlórien. Si Narieth tenía pensado observar en secreto al humano, había quedado al descubierto incluso antes de intentarlo. Pasaron varias noches juntos, observando las estrellas antes de retirarse a dormir, y él siempre le pedía a la elfa que le cantara una canción del Bosque Dorado. Cantara la que cantara, nunca parecía que era la primera vez que la oía, y su semblante siempre denotaba que unos recuerdos de un bello pasado lo invadían. Narieth no le preguntó por el motivo de su melancolía, y él nunca habló de ella.

Pero hacía unos días que el humano había partido, como hacía a menudo, antes de la salida del sol y sin decir nada a nadie. También con la marcha de sus alumnas, Narieth no sabía muy bien con quién hablar o qué hacer durante el día, así que la invitación del Rey Thengel y la Reina Morwen fue un alivio para ella. Seguramente sólo querrían una charla informal, practicar ellos mismos el sindarin, hablar sobre la educación de sus hijas,... Había llegado a apreciar esos momentos: aunque la rudeza de las gentes de Rohan le resultaran refrescantes en cierto modo, Narieth también echaba de menos las maneras gentiles de su raza. Thengel y Morwen eran lo más parecido -sin contar con "el Águila"- a una compañía familiar que había tenido desde su marcha de Lórien.

Estaré encantada de acompañarles, Sunnifa -le contestó a la doncella con una ligera reverencia. - Puedes decírselo de mi parte.

Viendo que la chica se quedaba mirando la lejanía, sin entrar al salón, aprovechó para preguntarle algo sobre ella. Como era su caso, la gente de servicio y ayudas de cámara escuchaban más cosas sobre los nobles de lo que nadie imaginaba:

Por cierto, Sunnifa. ¿Tú vienes quizás de una familia noble? Tiene que ser un gran honor servir al Rey y la Reina ¿verdad? Seguro que mucha personas desearían tu puesto. ¿Cómo fue que lo conseguiste?

Narieth pensaba en las circunstancias que rodeaban a los sirvientes de la Dama y el Señor, y el gran honor que los acompañaba. ¿Sería igual entre los humanos de Rohan?

 

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28/03/2018, 21:35
Director

Sunnifa mueve la cabeza de forma afirmativa al escuchar tu respuesta pero al ver que tienes algunas preguntas se queda junto a ti.

-Mi familia nunca perteneció a la nobleza pero si fuimos unos de los mayores terratenientes del Folde Este. Sin embargo, eso fue hace mucho, antes de que perdiéramos todo por culpa de las malas decisiones y del despilfarro de mi tío…  -te responde la sirvienta aunque puedes notar que en sus sosegadas palabras hay una tristeza que intenta ocultar- En cuanto a mi puesto, lo conseguí hace más de siete años, cuando Fengel todavía era el Rey de Rohan y en efecto, fue difícil ya que no tenía a nadie que respondiera por mí pero al final lo obtuve más que nada porque creo que le caí bien al viejo rey. Tras la muerte de este, pensé que perdería mi puesto pero el Rey Thengel y la Reina Morwen me permitieron quedarme -te relata Sunnifa- Ambos son buenas personas y es un gran honor servirles, sobre todo a la Reina. A pesar de ser una gondoriana y desconocer nuestras costumbres, es una mujer excepcional, amable y sabia pero también firme y astuta, y puede que con su ayuda y sus consejos el Rey solucione todos los problemas que aquejan a la Marca.

Mientras escuchas las palabras de la joven te das cuenta de que lo que dice no es simple adulación sino que verdaderamente admira mucho a la Reina y la tiene en gran estima.

Notas de juego

Falen, si no te importa preferiría que los turnos sean en presente y en primera persona, más que nada para mantener la coherencia ya que así lo estamos haciendo, además creo que sirve para que uno se meta más en el personaje.

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28/03/2018, 22:58
Narieth Linduin
Sólo para el director

Narieth escucha con atención. Hay tantos detalles de los que aprender algo en cada conversación...

No sabía que fuese necesario tener a alguien que respondiera por tí para que se pudieran apreciar tus habilidades. En mi tierra, cada cual demuestra por sí mismo lo que es capaz de hacer... o aquello que desea aprender. También me sorprende lo de que tu familia poseyera tierras, como si el mundo pudiera tener dueño. Pero eso creo que ya empiezo a comprenderlo viendo cómo os organizáis los humanos. 

Pero seguramente las dudas que me acometen son un hablar en voz alta para Sunnifa, que tiene sus propias tareas que atender.

Sea como sea, me alegro que ahora estés en una casa de noble espíritu. Yo también me siento a gusto con el Rey y la Reina, la verdad. Los problemas vienen y van según pasan los años, y nadie puede curarlos todos. Pero la gente sensata y de buen corazón ayuda a no crear más, ni reabren viejas heridas. A veces es todo lo que podemos desear.

Con un saludo y una sonrisa, Sunnifa vuelve a sus quehaceres en el salón. 

Miro entonces al cielo, calculando el rato que me queda hasta el mediodía, y veo que el sol aun tiene un buen trecho que ascender. Dudo entre bajar a pasear por la ciudad o quedarme en el gran salón. Finalmente decido hacer un último paseo, aprovechando el aire fresco, hasta la puerta de entrada a Edoras. Con la primavera van llegando viajeros y gentes, y siempre conviene hacerse una idea del tipo de persona que acuden a la capital del reino. Nunca se sabe cuándo haber visto una cara puede ser de ayuda si se encuentra en otra ocasión.

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29/03/2018, 11:40
Barald Viento de Lanza

Las jarras de cerveza empiezan a hacer su efecto y cada vez me encuentro más cómodo y relajado.
Cuando escucho la historia de la espada no puedo reprimir una estruendosa carcajada y tras darle un largo sorbo a mi bebida, miro a mi compañero -Amigo mío, has estado estudiando, no sabía que te gustaran las leyendas y las historias de épocas pasadas, ten cuidado o partir de ahora ya no serás Eothred el guerrero sino Eothred el escriba. Suelto otra carcajada mientras le doy un manotazo amistoso en el hombro.

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29/03/2018, 19:29
Eothred

Escucho la carcajada de Barald y me giro hacia él. A medida que va hablando una sonrisa se dibuja en mi rostro para finalmente acabar uniéndome a sus carcajadas.

-Que no te confunda mi sabiduría amigo, soy un excelente exterminador de trolls; siempre y cuando no se encuentre cerca nadie con una lanza- río nuevamente y apuro mi jarra de cerveza, limpiándome con el dorso de la manga al acabar.- Ahora en serio, yo tampoco comprendo cómo, pero desde el primer momento que la vi… sentí que debía averiguar más.- Termino apoyando la mano en el hombro de Barald, disfrutando de un momento distendido con buenos amigos.

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29/03/2018, 19:55
Galadan

- Eothred, ¿cómo has podido? ¿Has estado en Minas Tirith y no me has avisado? ¡En mi casa, siempre tienes una cama y comida preparada, amigo mío!- Me hago el ofendido, pero me río tras decirlo.