Partida Rol por web

Francamente Kenneth no creo que una llave por muy de seguridad que esta sea, fuera un inconveniente, y creo que tanto el jefe de seguridad como los demas entenderían un asalto a la zona...por lo menos en estas circunstancias tan, llamemoslas, especiales. Bueno, saber que hay armas nos da algo a nuestro favor...por lo menos no nos sentiremos tan indefensos y vulnerables... 

- John, me llamo John. Puedes llamarme White o...¡eh tu! ¡el del volante!- Sonreí desviando mi atención al frente, Kenneth hablaba de armas, estaban bien, pero como no estuviese Hamond o el jefe de seguridad ahí dentro me temo que todo será en vano. Al reposar el mentón sobre las manos entrelazadas en el volante me fijo en el intermitente.

 Tardo en reaccionar unos segundos, miro hacia el jeep, inducido por las palabras de Michelle.

 - ¡Creo que Randall quiere decirnos algo! - Veía perfectamente el intermitente pero la señal con el brazo me pareció infantil, como aquel que busca hacer sombras ante una luz y una pared, claro que, aquellas sombras no podían comerte y aquí había algunas capaces de hacerlo. Alzo la diestra señalando el jeep.

 - ¿Kenneth, Michelle, veis algo ahí fuera?- Digo con seriedad conteniendo el nerviosismo.

Miro extrañado a Michelle.. Su ultima pregunta fue echa como con malhumor..  Cuando pensaba desirles? Me encogo de hombros... Supongo que ahora, que estamos relativamente "en calma"... Recuerda que cuando nos encontramos, y durante el viaje aqui, no sabiamos si llegariamos, ademas que teniamos otras preocupaciones aparte de que armas podiamos encontrar si saliamos del parque con vida... Por eso no habia dicho nada en ese momento... En cuanto a lo de la llave Simon, estoy de acuerdo con usted,el jefe de seguriodad y Hammond estarianb de acuerdo en que esta es una circunstancia que amerita utilizar la mayor potencia de fuego... Y es por eso que quizas las armas ya hayan sido sacadas de sus cajas de seguridad, y la tengan guardas, que al igual que nosotros piensan en llegar al puerto para intentar escapar, por lo que quizas no contariamos con ellas... Es por eso que entrar al centro de visitantes es primordial, pues asi podriamos saber cual es la situacion exacta de los demas miembros del cuerpo de seguridad, y si han usado o no esas armas...

Me quedo en silencio un momento, miemtras vigilo afuera

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Ahora ya no, Pero hace solo un segundo uno de los dinosaurios a los que nos enfrentamos salia huyendo, puede que los disparos que escucho Antoine hayan sido sobre el...

Me quedo mirando fijamente por una de las ventanas, escucho como Lucrecia se presenta pero no le presto la atención que la mujer se merece.

Sin apartar la mirada de la ventana, la señalo dirigiéndome en un principio a Lucrecia... Has... Has visto? Era uno de esos dinosaurios, me parece que ha salido de esa tienda de souvenires. Creo que estaba herido.

Sigo al herrerosaurio con la mirada, viendo como desaparece entre unas palmeras que se hallan en la parte oeste del edificio.

Los que entraron adentro llevan ya algunos minutos, y no se han oído mas disparos ni se sabe nada de ellos. El herrerasaurio vuelve a verse, ya más alejado, y desaparece de vuestra vista y vuestro alcance, en la jungla.

Michelle entorna ligeramente los ojos ante la respuesta de Kenneth, dejando claro que no es del todo de su agrado con ese simple gesto a pesar de no pronunciar palabra al respecto.
-Tenemos que ser más optimistas y seguir trabajando en equipo, ése es el espíritu- se apoya entonces en el amplio salpicadero del autobús para mirar el edificio a través de la puerta -Cuando el resto vuelvan les informaremos e intentaremos hacernos con más armas, seguro que vuelven pronto- es lo que cabe esperar dado que los disparos y ruidos han cesado, aunque también puede ser que todos huayan sido devorados pero Michelle se niega en redondo a creer eso, no puede haber tantos herrasaurios y en tal caso ése no hubiera huido.

Le gustaría salir de ahí y adentrarse en el centro con algún voluntario, pero sin armas su presencia sólo implicaría más preocupaciones y dificultades, no podrían hacer gran cosa por ayudar así que sólo queda esperar...

 Lucrecia miraba en la misma dirección viendo perderse al deinosaurio herido entre la espesura.

 - Parece que el buen Diós vela por nosotros.- Dice mirándola, con una mirada iluminada y un tono de esperanza en la voz.

Los chicos llevan ya alrededor de 15 minutos dentro y no hay señal por su parte.
Parece que la lluvia está aflojando, aunque ahora casi no hay relámpagos, por lo que la noche resulta casi más oscura que antes a través de los cristales.

Recuerdas que en el taller hay un pequeño grupo electrógeno a gasolina, que podría dar electricidad a alguna red eléctrica, si está debidamente conectado. Por supuesto, no es la panacea, pero es una buena idea.
Originalmente se utilizaba junto al compresor si habia alguna avería grave en algún lugar sin corriente eléctrica.

El tiempo pasaba y los que se habían internado dentro del edificio no mostraban señales de vida. Cero. Quizá les había pasado algo, quizá habían muerto, y nosotros aquí, estábamos como pasmarotes dejando pasar el tiempo, un tiempo que podría ser fundamental en nuestra yas escasas posibilidades de supervivencia. Sería mejor hablarlo con los que se encontraban en la zona delantera del autocar, a lo mejor ellos ya pensaban lo mismo...

Me levanto con esfuerzo y me acerco a la zona del conductor. Miro a éste un momento; parece tenso...¿y quien no lo está en este maldito autocar de la muerte? Cualquier momento podía aparecer uno de esos bichos y llevarnos a todos en volandas a una muerte más que segura, incuestionable.

Llevan ya molto tiempo dentro...¿no? Yuo mismo creo que no pasare nada a ellos, deseo. Pero...tendríamos que decidire algo, talo como si nuos nos marchamos, o algunos que vayan a mirar dentro. Esto última no es muy aconsejable, porque si estuviese muerto, sería casi un suicidio...

Últimamente me había dado, yo creo que debido a los nervios, una ostentible atracción involuntaria por la mezcla de idiomas...en todo caso, parecía haber captado mis palabras. Algo tendríamos que hacer con todo esto, no podíamos quedarnos allí para siempre.

- Oye...Michelle...- Esperaba no resultar pesado, pero esta vez no era por necesidad de hablar, sino porque la contaba como su lider particular dentro del autocar, asique, dado que no pensaba levantarse del asiento ni soltar el volante concluyó contandoselo, había pasado por su cabeza por un casual, la verdad es que estar pensando en dinosaurios hambrientos no dejaba mucho tiempo para resolver rompecabezas.

- En el taller hay un pequeño grupo electrógeno a gasolina, que podría dar electricidad a alguna red eléctrica. Por supuesto, no va a resolver un gran problema, pero es una buena idea contar con él. A mi me ha sacado de algún que otro apuro ahí dentro (refiriendose al taller)
Originalmente se utilizaba junto al compresor si habia alguna avería grave en algún lugar sin corriente eléctrica, estoy familiarizado con su uso, por lo de los jeeps eléctricos y demás...

 Bajo el tono a medida que hablo y acabo por sonreir ampliamente de oreja a oreja mirando a la muchacha, mis cejas se alzan tratando de ser algo más carismático de una forma completamente improvisada. Quizás ella supiese si nos sería necesario o si merecía la pena arriesgarse.

Randall estaba nervioso de tanto esperar a solas. Se había puesto a canturrear canciones de éxito, en voz baja y casi mentalmente, mientras procuraba calmarse (pero sin poder evitar mirar hacia la puerta del lugar). La lluvia cesó, practicamente, y sintió ganas de tomar algo el aire (por muy peligroso que fuera).

Apagó los faros (lo único del coche que estaba encendido) y quitó las llaves del contacto, por precaución (si había más supervivientes podrían llevarse el jeep en un descuido). Abrió la puerta del coche, despacio. Miró a uno y otro lado, e hizo una panorámica al salir. Luego, cerró la puerta con suavidad.

Caminó hacia el autocar, tranquilamente, para no hacer mucho ruido. "What is love?" canturreaba, en voz baja, para calmarse. "Baby don't hurt me, no more". Se encaminó hasta el autocar, pendiente de cualquier susto para dejar el sigilo y comenzar a correr.

   Me alegro de ver a Randall y le saludo con cierto entusiasmo, Si que le ha echado huevos...pienso aferrando la diestra con la que le he saludado de nuevo al volante. Nisiquiera me había dado cuenta de que ha dejado de llover...el murmullo aún sigue en mis oidos, como un vestigio de lo que era, machacandome el cerebro.

  - ¿Todo bien? Empezaba a estar preocupado por ti. Gracias por los avisos.

  Nos había intentado ayudar en más de una ocasión, supongo que un loco nunca está de más dentro de un equipo.

-Está bien, está bien...- accede Michelle cuando Leonardo se acerca a la zona del conductor a pesar de que no se dirige a ella directamente -Voy a echar un vistazo, si alguien quiere acompañarme estupendo pero que sólo sea uno o llamaremos demasiado la atención... debemos procurar ser silenciosos- espera unos segundos por si surgiera algún voluntario, momento en el que Randall se adentra en el autobús y le saluda con un gesto de cabeza, aliviada por el hecho de que se haya decidido a acercarse.

-Kenneth tú debes seguir aquí para proteger al resto, si no volvemos en media hora será mejor que os marchéis o intentéis llegar a las armas de los barracones- mira entonces en dirección a las puertas principales e inspira aire para armarse de valor y salir del autobús sin ninguna arma más que su propia temeridad y el hecho de que "alguien tiene que hacerlo".

Randall entró al autobús, sintiéndose más seguro. Allí habían más sujetos de su propia especie, tanto masculinos como femeninos. ¿Él había pensado aquello? Suponía que debía ser algún efecto secundario de aquella situación. Ni nadando entre tiburones hubiera pensado en aquellos términos.

Miró un momento a los que estaban allí sentados, y que parecían tan inquietos como él, aunque procurara que no se le notase. Parpadeó un momento, mientras John le hablaba. Sentía cierta simpatía hacia el conductor, aunque fuera más un mecánico. De todos modos, los mecánicos siempre le cayeron bien.

-Bien, si -dijo.

Le faltó decir "todo lo bien que se puede estar atrapado en una isla llenas de criaturas prehistóricas depredadoras y sedientas de sangre", pero habría resultado una obviedad.

-Están tardando mucho. Supongo que habrán encontrado lo que sobró del buffet libre de la cena y se han olvidado de nosotros.

"O ellos mismos serán el buffet... de los dinosaurios". Procuró no pensar mucho en ello, ya que sin los pistoleros estaban más jodidos todavía. Asi que, sacó uno de esos chicles de fresa y se lo puso bajo la muela, masticando. Luego, ofreció el paquete a John.

-Distraen -aclaró- Y saben a fresa.

Aquello podría hacerse extensivo a algunas de las chicas que allí estaban, aunque todavía (desafortunadamente) no las hubiera probado. Aquella reflexión le pilló mirando de soslayo a la morena, que hablaba a su vez con ese tipo de rasgos mulatos y que tenía una pistola. Lo que dijo le hizo parpadear.

-No se preocupe. Eran muchos, y si les hubiera pasado algo habríamos escuchado más disparos.

Cogi uno de los chicles, al final acabaría por tomarlo como costumbre, es la primera vez que suelto por completo el volante, luego miro al cocinero, a Randall y a Michelle.

 - Bueno...yo...yo se donde está el aparato, asique...debería ir yo.

La presión había acabado por hacer que Michelle diese el siguiente paso, hubiese dicho algo sobre que era lo mejor, pero no quería resultar machista, en verdad no lo era, pero por algún motivo nos sentimos obligados a hacer algo, quizás como si nos viesemos cobardes ante una situación así mientras ella toma una decisión. Había meditado sobre ello, en su más profundo interior, y la determinación de quedarse en el autocar había sido siempre la más fuerte, sin embargo, ahora, viendola a ella, todo lo contrario se hace más fácil.

 - Gracias Randall. No se preocupe Leonardo... - Aprovecho para decir entre medios mientras introduzco el chicle en la boca y mastico con dificultad...miro con ojos inocentes a Michelle comenzando a levantarme del asiento, estirando las piernas sin aspavientos con la mayor discrección posible.

 - Además, ...creo que me apetece tomar algo de ese buffet...je...je...Rio entre dientes a espaldas de Michelle dispuesto a seguirla donde sea. Estás loco John...estás! jodidamente! loco!

El grupo electrógeno, gasolina, aceite, y probablemente más vehículos están en el Aparacamiento-taller (Número 9)

Esquema de la zona