Partida Rol por web

Dos horas, dicen... -susurró Calvin-. Maldita sea, ¡este infierno no va a acabar nunca!

¿Qué hacemos ahora? ¿Hay peligro, doctora, de esperar aquí? -dijo Marcus Strutz-.

Sinceramente... no lo sé -respondió abatida, mientras la comisaria Rachel Wan la miraba de una forma terrible-. ¿Qué hacemos ahora?

-Tal vez lo más seguro sea aguardar aquí -dije, pensativa.

La idea de tener que abandonar el puesto y volver a exponernos a ser atacados y devorados por dinosaurios no me agradaba en lo más mínimo, por lo que si aquel lugar estaba despejado, consideraba que lo más seguro era permanecer allí.

-No sería mala idea de que tratásemos de atrancar todas las entradas -sugerí, con nerviosismo-. De ese modo, nos aseguraremos de que ningún dinosaurio pueda entrar si, por algún motivo, dejase de funcionar la valla electriciada.

Estoy con Helen, lo más sensato es quedarnos aquí. Fuera estamos más expuestos a los dinosaurios..esperemos aquí. Dos horas que incluso podían ser más, debido al mal tiempo. Mi desesperación aumentaba, igual que Calvin, pero no nos quedaba otra alternativa que permanecer ahí quietos, a la espera...

Voy contigo Helen, cerremos bien ventanas y puertas y si hay suerte igual nos encontramos alguna pistola en la sala de seguridad o en alguna otra, vayamos a ver.

-Sugeriría que comenzásemos bloqueando las dos entradas secundarias que se encuentran más próximas, las que conectan con el laboratorio de clonación -dije, pensando en la distribución del mapa-. Sabemos que esa zona es segura porque acabamos de pasar por ella al entrar. Luego de eso, sugeriría que, desde la sala de comunicaciones, acudiéramos a bloquear el taller de crianza animal, que es una zona que aún no hemos asegurado. Y dejemos para el final la entrada principal.

Si todos estaban de acuerdo, podíamos ponernos en marcha de inmediato. Cuanto antes aseguraremos el complejo, antes podríamos respirar tranquilos, sin pensar en la posibilidad de ser atacados por un dinosaurio.

A Calvin y a Roy les pareció bien aquella disposición de Helen, y el resto de supervivientes no dijo demasiado en contra (tan sólo algún comentario por lo bajo, pues no querían moverse ya, sino tan sólo esperar al helicóptero y salir evacuados).

Tras cerrar las dos puertas secundarias con un simple mecanismo electrónico, entrásteis en la sala de crianza animal. Se trataba de una sala acondicionada para el cuidado de las crías clonadas, con una gran jaula en su interior con un acceso a un balcón exterior, así como un par de puertas de acceso para cuidadores.

Todas ellas fueron clausuradas desde dentro. La luz de las ventanas y entradas ya no penetraba, y los sensores de luminosidad se activaron para ofreceros luz y poder ver. Finalmente fuísteis a la entrada principal, para proceder a clausurarla de igual manera.

Ésta puerta... creo que no será posible desde aquí. Hay que cerrar la instalacion desde uno de los ordenadores del puesto de seguridad. Claro que, no hay técnicos cualificados entre nosotros que sepan hacerlo... -añadió la investigadora-. Realmente aquella entrada principal era un mecanismo bastante complejo, dedicado a la seguridad del lugar, y no parecía poder cerrarse así como así.

Habíamos conseguido cerrar las puertas secundarias, aunque la entrada principal no sería tan fácil de cerrar, ya que se necesitaba a personal cualificado para que lo hiciera desde el puesto de seguridad.

-Si no se puede cerrar directamente, podríamos obstruirla con alguna de las mesas del laboratorio de clonación o la sala de crianza -propuse, buscando una vía alternativa para permanecer protegidos en el interior del complejo-. Aunque teniendo en cuenta la valla electrificada del exterior, ¿qué posibilidades puede haber de que se acerquen los dinosaurios?

Posibilidad de obstruirla... ¿Para qué? -se preguntó en alto el comisario Strutz-. No creo que unas mesas o sillas detengan a los dinosaurios si entran aquí. En el remoto caso... ¿no, doctora López?

Seré franca: a estas alturas no hay caso "remoto" -respondió resignada-. Tan factible es que no nos molesten más los activos de esta isla como... se acerquen aquí todos, rastreando y siguiendo nuestro olor. Y además, los animales están "modificados". Al igual que se hicieron con el control del puesto avanzados, tal vez puedan entrar aquí. Sólo hay que...

¿...Rezar a Dios? -interrumpió Rachel Wan, totalmente cabreada por aquella situación una vez más-.

No: sino estar preparados. Creo que debemos registrar este lugar para ver si encontramos... Armas. O algo con lo que podamos confrontar a quien quiera visitarnos.

¿Y no hay alguna especie de búnker de seguridad para empleados? -preguntó Gambit-. En el puesto Avanzado de las Naciones no había ese tipo de medidas, pero esta zona, de la cual no sabía nada, puede que teng... ¿Eh?

¡¡BOOOM!!

¡¡BOOOM!!

¡¡BOOOM!!
               ¡¡BOOOM!!¡¡BOOOM!!¡¡BOOOM!!
¡¡BOOOM!!
               ¡¡BOOOM!!¡¡BOOOM!!¡¡BOOOM!!
¡¡BOOOM!!
                ¡¡BOOOM!!¡¡BOOOM!!¡¡BOOOM!!
¡¡BOOOM!!

Zancadas. Zancadas que se aproximaban.

No hay tiempo para pensar, debemos de hacer algo rápido, yaa! Las zancadas cada vez parecían estar más cerca de nosotros. Unas mesas y sillas no van a parar a estas criaturas salvajes. Tenemos que pensar en algo, salir de aqui cagando leches. Opto por ir al Puesto de seguridad, ver que hay allí y pillar cualquier cosa que nos pueda defender de los dinosaurios y rezar para que vengan pronto a sacarnos de este lugar. Estaba nervioso, cansado y desconfiaba de nuestros nuevos acompañantes, sobretodo de Maria López.

Al escuchar aquellas zancadas aproximándose, sentí que mi corazón comenzaba a latir a mil por hora. Había dinosaurios en las cercanías y, teniendo en cuenta el sonido de las pisadas, debía de tratarse de uno o varios dinosaurios de gran tamaño. Me pregunté si una de esas criaturas sería capaz de atravesar la valla electrificada sin sufrir severos daños y llegar hasta nosotros.

-Estoy de acuerdo con Roy -dije, con nerviosismo-. Vayamos al Puesto de Seguridad. Puede que podamos encontrar algo con lo que abastecernos y... Si hay cámaras de seguridad, podremos ver qué es lo que sucede fuera...

Roy y Helen decidieron ir al puesto de seguidad. Calvin asintió, sabiendo que sus compañeros siempre pensaban en frío. Todos corrísteis hacia allí, atravesando las otras salas, alertados por los sonidos de aquellas terribles y gigantes pisadas... El puesto de seguridad era una pequeña sala a modo de barracón, con seis camas literas y dos armarios metálicos de grandes dimensiones. Cuando los abrísteis vísteis que estaban repletos de armas. Existía también un cuadro de mandos de mandos para manipular el flujo eléctrico de la valla electrificada ahí fuera, y estaba conectado. Sin embargo, parecía que los animales que hubiera ahí fuera los había atravesado de alguna manera u otra. La doctora López se dió cuenta de ello y volvió a repetir que eran "demasiado" inteligentes como para detenerse ante la valla. Una de las tres pantallas de seguridad que apuntaban en dirección triangular al exterior y con el que poder controlar las cercanías del centro mostraba algo singular: en la entrada del recinto perimetrado se divisaba a un dinosaurio acercándose. Era, sin duda, un Spinnosaurio, tal vez el mismo del que escapásteis el día anterior...

El caso es que mientras os surtíais de armas*, oísteis un gran estruendo, un gran golpe seco y desgarrador, como si en alguna zona del complejo de clonación algún techo o muro se cayera fruto de un gran impacto. Entonces volvísteis a mirar por otra de las pantallas de seguridad. Allá afuera había, contra todo pronóstico, dos Tyrannosaurios Rex. Ambos había pasado junto al complejo derribando un muro y corrían hacia el Spinnosaurio. Parecía una lucha carnal, cara a cara. Los dos Saurios similares comenzaron entonces a golpear al Spinnosaurio, pero éste se defendía con gran entereza. La encarnizada lucha era terrible, llena de aullidos aterradores y desconcertantes.

Tras enzarzarse durante minutos en una cruenta lucha asesina, uno de los Rex y el Spinnosaurio se desplomarán al mismo tiempo, debido a sus mutuas dentelladas, sobre la gran valla electrificada, y quebrándola en ese tramo. Los dos saurios, en ese preciso momento, murieron con el contacto electrizante... Sin embargo, uno quedaba en pie, y tras observar a los dos animales caídos, giro su gran cabeza hacia el puesto donde estábais refugiados... Parecía estar atraído por vuestro olor, y tras comenzar a correr hacia el edificio, irrumpió a base de un gran golpe en otro de los muros...

¡¡EL SAURIO HABÍA ENTRADO EN LA INSTALACIÓN!!

Decidí abastecerme con una de las bengalas y con una de las dos granadas disponibles, dejando que mis compañeros pudieran aprovisionarse con los dardos, las otras dos bengalas, la granada restante y la ametralladora. No sabía utilizar armas de fuego, por lo que confiaba en que sería más útil que Roy y Calvin fueran quienes las emplearan. En cuanto a la granada... No estaba dispuesta a dejar que uno de aquellos enormes saurios me devorara.

-¡Un T-Rex! ¡Es un T-Rex! -exclamé, atemorizada.

Pese a mi conocimiento sobre el comportamiento de las especies animales, me encontraba tan asustada que no pude llegar a determinar nada que pudiera sernos de ayuda contra el Tyrannosaurio.

-Doctora, tenemos tres dardos -me dirigí a López-, ¿cree que puedan ser suficientes para derribar a ese ser?

El dinosaurio era bastante grande y su piel demasiado gruesa, por lo que no estaba segura de los dardos serían suficientes para llegar a calmarlo. La ametralladora, en cambio...