Partida Rol por web

- ¿Una foto mía de joven? ¿Qué? Jamás pensé en conservar algo así, no no. ¿O si? No se, algo habría, en alguna nube de datos, con viejos carnets y cosas, supongo, de piloto militar o esas porras. Hmfff. No se qué tiene de interés, no no. Pshhhh. ¿Atractivo? Eso seguro. Como ahora. - Knox estaba siendo amable y cuidadosa, ¿Porque? Si sabía que podía tratarme como quisiera, que la apreciaba. Hmmf .. tome otro trago. Me gustaba ganarle a beber. Pero no lo sabría, así que entrecerré los ojos y la miré con cara de inquisidor.

-¿Quieres saber algo concreto? Cuando era joven, ejemm... Era otra vida. Diferente. No se qué decirte... -Estaba seguro de que mi juventud había sido buena, pero a veces, prefería esconderme en mi yo protestón. Era mejor que enfrentar las realidades del pasado. Seguro que Knox quería sacarmelas. De vez en cuando lo intentaba, pero no dejaba de esquivarlo. Hummffff. ¿Y si había bebido demasiado? Trago, otro trago más. - El pasado es... Gmhhhh... ¿pasado?

Cuando se acerca la droide de compañía enviada por Hub, me entra rabia y enfado a la vez, ¿porqué nunca se toman las cosas en serio?  Y a consecuencia lanzo una mirada a la cafetería con la esperanza de que ojalá sintiera una descarga eléctrica que le atravesara de la cabeza a los pies.

Miro a la droide y en el tono más desagradable del mundo le digo - No, gracias- y me dirijo rápidamente a la segunda planta a continuar mi búsqueda, tan enfadado que ni me he fijado si Dallas viene detrás.

—No, no —le contesté—. Sólo era curiosidad...

Sonreí y me quedé mirándole. Seguía teniendo curiosidad por saber cómo era de joven, pero de lo que estaba segura era de que habría sido mucho más guapo que todos esos asquerosos pilotos de antes. Además, seguro que no había sido como ellos... ni como ninguno de los chicos babosos y salidos con los que me había encontrado hasta ahora.

Bueno, vale... quizás algo baboso y salido sí que era, que le había pillado espiándome en el baño más de una vez... pero al menos no asaltaba a las chicas. Ehm... aunque, bueno... estaba tratando de ligar con una droide a la que acababa de ver por primera vez en su vida...

Volví a fruncir el ceño, y esquivé la mirada.

Sí, todos los hombres son iguales...

—Por cierto, tú eres piloto y seguro que has estado en este sitio antes... ¿sabes alguna forma de que nos podamos —bajé el tono de voz, y me acerqué a su oído para susurrarle—... colar en el hangar sin ser vistos? Quiero robarles algunas piezas a unos "amigos" que acabo de conocer —luego me encogí de hombros y sonreí maliciosamente—. Es una pequeña venganza que me haría muy feliz.

Una mujer armada y ataviada con una impresionante armadura roja, como de tiempos pasados, en la que hay gravados símbolos desconocidos y de la que cuelgan extraños pergaminos antiguos entra. Su simple presencia os impone, y el silencio se hace en el lugar. Los que os rodean bajan sus miradas ante ella, que camina despacio hasta situarse en el centro de la cafetería, consiguiendo captar la atención de todos los presentes.

-Pues si te sigue interesando, ya buscaremos una foto. Y así sonreirás algo más, ¿no? Y quizás no me reprendas por... Ejem... ver lo que se ve de vez en cuando... -Era un pequeño capricho. Mejor seguro que el de la muchacha-bot, ver a su Knox. Pero bueno, en todo caso, verla. No la tocaría. No no, era una buena amiga . 

-Asi que quieres entrar en un hangar a robar algo, ¿No? Podríamos entrar con un código universal que hay. A ver, cuando hacen los sistemas de seguridad hay uno de reserva por si acaso, pero, a veces lo desconectan. Hmfff... No sé si me acordaré... Hmfff. .. ¿¿Que quieres??? Cuenta... Ghhh,... Conmigo, ¿vale?

entró entonces una mujer, o una soldado.Joder, con armadura de esas de locos antiguos. Me sonaba de algo alguno de los simbolos. ¿O no? Joder, jhmmm, la cabeza y el alcohol y la memoria... Hmmf... -¿Te suena Knox? -dije haciendo un gesto con el cuello

Subes a la segunda planta, y recorres solitarios corredores hasta llegar a una puerta en la que pone 1.B. Todo está muy tranquilo, quizá demasiado. No ves a nadie desde hace rato, desde que dejaste a la droide de compañía allá abajo con Dallas. Esto es extraño, un lugar como este debería estar lleno de gente yendo y viniendo, se trata de una zona de oficinas.

—A lo mejor te impido que me veas más —le contesté, frunciendo el ceño.

Nah, en realidad le dejaría. Después de todo, lo veía como si fuera mi abuelo... le tenía demasiado cariño al viejo como para enfadarme con él. Aunque luego bajé la voz para contarle lo que quería hacer.

—Quiero fastidiarle las naves a unos cuantos tipejos salidos y babosos. Y de paso llevarnos sus jodidas piezas. Es un buen plan, ¿verdad? Espero que recuerdes el código, Hub. Me harías muy feliz.

Sin embargo, en ese momento entró una mujer que hizo que todos, absolutamente todos, centráramos la atención en ella. Iba vestida... algo rara. Yo diría que era una loca. Pero por si acaso no lo dije en voz alta, porque la verdad es que imponía bastante.

—No me suena de nada, pero parece una mercenaria, ¿no?

Gustav se ha alejado y te has quedado con la droide.

Alguien te recibe al otro lado de la puerta. Un hombre joven bien peinado, con injertos cibernéticos en la cara y con un brazo mecánico. Viste de forma elegante y sostiene una boquilla de fumar. Se trata de un amplio despacho, muy desordenado, en el que parece estar sólo él. Habla de un modo educado y cordial.

- Buenos días. ¿Puedo ayudarle?

Se abren las puertas y aparece Nolan ante mí, una mezcla de sentimientos recorren mi cuerpo, añoranza y expectación ante todo.

-Buenas "tardes",hermano ¿cuánto tiempo hace que no nos veíamos?- y con una sonrisa me voy acercando a él -¡qué bien te lo montas!- y abro mis  brazos para abrazarlo

Gustav parece bastante fastidiado, el robot parecía hacerse el gracioso, tampoco le gusta la propuesta de la droide. ¿Tendrá algo en contra de las inteligencias artificiales? Miro a la chica, si no tuviera la máscara puesta vería una sonrisa irónica. – Te falta una pieza muy importante para hacerme “pasar un buen rato”. – Dejándola atrás para acercarme al café. Nada parece muy peligroso por aquí, Gustav podrá solo, tengo otras urgencias. Voy hasta el tipo que atienda en este lugar. – Buenas, ¿Sabes si alguien graba holo novelas?

Cuando entras en la cafetería ves a una mujer armada y ataviada con una impresionante armadura roja, como de tiempos pasados, en la que hay gravados símbolos desconocidos y de la que cuelgan extraños pergaminos antiguos entra. Todos están en silencio, parece que acaba de llegar. Viste de un modo similar a las mujeres que estaban con el Sacerdote. Knox y Hub están sentados en una mesa.

Cuando Dallas entra en la cafetería la mujer se gira. Aún no ha pronunciado palabra, aunque parecía que iba a hacerlo. Cuando ve a la soldado ni se lo piensa, tarda menos de un segundo en abrir fuego contra Dallas.

El caos se desata a vuestro alrededor. Todos se tiran al suelo y se cubren como pueden. La joven es alcanzada por dos disparos y su traje, el mismo que llevó cuando visitó al Sacerdote, empieza a mancharse de color rojo.

La mujer de la armadura da dos pasos hacia ella:

- Tú.

- Demasiado tiempo, hermano.

Nolan cierra la puerta tras de ti, y un ruido de cierre hermético confirma que estáis aislados del exterior. Nolan se explica:

- Cierres herméticos. Por seguridad, no es la primera vez que se escapa el oxígeno del edificio. Además así no oiremos nada de lo que pase afuera, y podremos hablar sin que nos molesten. ¿Quieres una copa?

Te tiende un vaso.

-Si, gracias- doy un sorbo y entro en materia - Bueno, voy al grano, tu sabes que no me ando con rodeos- saco uno de mis puros habanos -¿Quieres uno, son de los buenos?- 

-Verás, la cuestión es que tenemos unos cuantos Lumins y ya sabes, son demasiado llamativos para venderlos a cualquiera- y caigo en la cuenta de que voy muy rápido - El caso, es que vengo con 3 compañeros más y necesitaríamos dónde quedarnos mientras barajamos opciones, ¿podrías ayudarnos?

Nolan acepta el puro y lo enciende, sin decir nada, por no interrumpirte.

- Despacio... ¿vas a contarme cómo has perdido ese ojo? ¿Dónde has estado estos últimos años? Sé bien que tú eres el sentimental de la familia, y que por eso te ha ido como te ha ido... pero, joder. ¿Pasas directamente a los negocios?

Sonrío como un poco avergonzado ante las palabras de mi hermano, tiene razón, no le he contado nada de mí

-Bueno, el ojo no lo he perdido del todo, está así a causa de un mal golpe, está hipersensible y me molesta mucho . En cuanto a todo este tiempo, pues...me he dedicado a mantener contactos a hacer negocios, a intentar ser un buen negociador aunque a veces, pues las cosas no salen como a uno le  gustasen- hago una pausa e intento reflexionar rápidamente acerca de la magnitud de la noticia, si es que se la doy... me paseo por el despacho mientras hablo - Estamos en apuros, nos hemos escapado y nos buscan, no hemos hecho nada malo, excepto los lumins...- 

- Ya veo que no puedes pasar ni un momento con tu hermano. Pero no me mientas. ¿Que no habéis hecho nada malo? ¿Te parece poco unirte al Capitán Hover como pirata? Y por si fuera poco, ¡le has robado al Sacerdote! ¡Al Sacerdote!

Nolan se altera por un momento, y levanta el tono. Pero luego se calma y continúa:

- Gustav, siempre te gustaron mucho las reliquias de la Tierra, sé que te recordaban a papá y a mamá... pero esto es distinto. Esta vez te has pasado, y no creo que pueda arreglarlo. Los negocios no entienden de sentimientos, hermano. Sabes que controlo este trozo de roca, pero no tengo poder más allá.

Camina de un lado a otro del despacho.

- No puedo hacer nada por tus amigos. He podido negociar tu vida, pero no la de ellos. ¿Lo entiendes?

- Vaya, ¡qué sorpresa!pero si estás más informado de mí de lo que parece-y me dirijo a él y me quedo muy cerca, y lo cojo por la corbata ¿Cómo es que sabes lo del sacerdote? no te andes con juegos, hermanito, los dos sabemos que tú no eres mucho mejor que yo-