Partida Rol por web

Los restos mutilados del enano caen en trozos que apenas indicaban haber sido parte de un ser pensante.

La bruja hace un gesto y varias de las criaturas se acercaron a lamer y devorar los pocos trozos visibles que quedaban, dejando así una escena demasiado desagradable como para poder soportarlo más.

- No sé en que estabas pensando Kha…estos seres no valen la pena y tú te quedas aquí, haciéndoles preguntas como si acabas de ver un desfile de señoritas… ¡Acaban de matar a un hombre! Y no solo matarlo…lo devoraron y ahora están chupando sus restos y tú te quedas como si nada, casi diría que disfrutas todo esto, en verdad, no se quién es el monstruo aquí - dijo Ellie muy molesta y con cara de enferma, da la orden a tus seguidores para que den un paso atrás y te dejen solo con las conversaciones, mientras ella se sentaba en una roca mohosa, tratando de recuperarse del malestar -

La bruja nota la escena pero hace caso omiso de todo, comenzando a hablar con su típico tono agudo y molesto.

- Estas criaturas, los hijos de Teju´jagua, son los yaknos…ellos responden a la palabra de su padre y señor…los garchrakos son criaturas del pantano que han sabido a quien dar su lealtad, criaturas estúpidas en la mayoría del tiempo, pero inteligentes al aceptar a nuestro señor como su verdadero dueño…pero lastimosamente… - hace una pausa mientras toma un bastón y se sostiene por él - …nuestro señor no es el más poderoso de Karjian…los dragones son apenas unas lagartijas con muchos músculos en comparación a Taú, el padre de los malditos…él sería capaz de eliminar toda amenaza si le juras completa lealtad…pero para ello, primeramente debe llegar a este plano, naciendo de una hembra humana…una vez el en este mundo, destruirá a todos los que osen retarlo - oye tus palabras y suelta una carcajada - ¿libertad? ¡¿Acaso eres tan inocente o tan estúpido que no percatas nada de lo que está ocurriendo aquí!? Taú resucitado es el equivalente al Nuevo Cataclismo balam asqueroso, solo los que juren lealtad, recibirán el preciado regalo de la vida, los que intenten desafiarlo, serán castigados con las peores de las penurias -

Antes de decir nada más me volví hacia Ellie y me arrodillé ante ella y me acerque a su cara susurrandole.

-Ellie, sabes nuestro objetivo cual es. Al igual que estamos colaborando con esos del consejo y la Inquisición, los cuales han hecho cosas peores que estás, si esto nos ayuda a conseguir nuestro objetivo de un lugar igual para todos... es un mal menor, ahora lo que me preocupa es poder controlar dicho poder y estar por encima de él, si no  consigo eso...todo se irá a la mierda, intentemos averiguar como tener a ese tal Taú bajo nuestro poder y ordenes.

Acto seguido me levanté guiñandole un ojo a Ellie y pasando una de mis peluditas zarpas por su cara y girandome de nuevo hacia esa bruja indeseable.

-Puedo ser muchas cosas, pero para nada inocente, y mucho menos estúpido...para desgracia de este mundo-Terminé la frase con una sonrisa maquiavélica en mi rostro.

- Muy interesante la forma en la que me dices que debe ser traído el gran Taú... yo puedo proporcionar a esa humana. Pero no aceptaré riesgos innecesarios. Te sigues guardando mucha información, y eso me desquicia... dijiste que me levarías ante el Señor Serpiente y me enseñas este gran ser. Ahora dime la verdad. ¿Qué es Taú? Y dices que debe nacer de una hembra humana, bien, ¿Nacerá como un bebé? ¿Una cría o lo que sea? En dicho caso, aun no tendrá todo su poder ¿No? Deberemos mantenerlo a salvo ¿o como va todo esto? Quiero el más mínimo detalle aquí y ahora.

Mi rostro se volvió completamente serio y rudo y mis puños se mantuvieron fuertemente apretados a mis costados, dejando ver que no me venía hablando con tonterías y realmente esperaba que se pusiesen todas las cartas sobre la mesa.

La bruja baja de la roca donde estaba, colocándose frente a ti, con la daga levantada y con todos sus ojos mirando en direcciones aleatorias, estaba furiosa, se notaba por su tono de voz.

- ¡¡Pero quién demonios te crees maaq asqueroso!! Recuerda que estas vivo simplemente por capricho mío, y que esa elfa debería de haber estado en el puesto del enano de no ser por mi…no eres nadie…no, no, ni siquiera eres nada para exigirme respuestas…solo te daré las réplicas que me salgan del fondo del coño y ni tu ni nadie más que mi señor Teju´jagua me exigirá nada…es más…creo que he sido demasiado benevolente contigo - ríe maliciosa - es hora de que sepas lo que es el verdadero poder -

Un rugido, un silencio, un sonido de carne traspasada, una lanza cruzada desde la espalda hasta el tórax de Akkia, quien con ojos muy abiertos mira el cielo y luego con un último respiro, cierra los ojos.

Su cuerpo es lanzado como si de un simple trapo se tratara.

Estaban rodeados, eran una veintena de esas grandes criaturas, tremebundas desde el más pequeño detalle, armados con lanzas y espadas rusticas hechas con maderas tan pútridas como sus intenciones.

Tal vez fueron unos segundos, pero aquella escena en la que aquella lanza atravesó a Akkia transcurrió como una eternidad ante mi, sintiéndome impotente, débil, nada por no poder evitarlo. Una sentimiento de rabia se encendió dentro de mi, mis puños se abrieron dejando salir mis afiladas garras y sin darle tiempo a reaccionar y sin medir más palabras me giré hacia la asquerosa bruja que se encontraba a mi lado lanzándome a su cuello para rajarselo en segundos.

-¡Aaaaaaaaaaaarg!

Las cabezas del imponente ser bailoteaban excitadas, le agradaba la sangre y eso se notaba claramente.

Te diriges hacia la bruja para atacarla, ella te sonríe y solo se desintegra en una masa repugnante de alimañas oscuras y viscosas, las cuales se reparten hacia el poderoso señor serpiente.

Los seres que te rodearon a ti y a tus compañeros, comenzaron su matanza, eliminando a uno, dos, tres, cuatro compañeros tuyos en tan solo un instante.

Ellie se te acerca y con su espada en mano solo alcanza a decir:

- Esto es culpa tuya Kha´shi, tú y tu estúpida forma de ver las cosas…ahora moriremos, y espero que Azrael te juzgue como el mal… - no pudo terminar la frase, puesto que su cabeza salió rodando de su cuerpo -

Notas que todos tus compañeros caen abatidos, dejando solo algunos pocos seres serpiente en pie, pero los suficientes como para que te eliminen.

La bruja comienza a reír a carcajadas, burlándote de ti y de tus camaradas caídos, la orden fue clara, era hora de matarte.

Se acerca uno con una terrible y corrompida lanza hacia ti, pero se detiene ante la sorpresa que surgió de un cercano aullido.

Rugidos y jadeos de varios seres se unen a la batalla, surgiendo desde los matorrales, con sus imponentes y poderosas figuras repletas de músculos y de abundante pelaje.

Era una numerosa manada de licántropos quienes eran liderados por…un lupino…y no uno cualquiera, sino nadie más ni menos que Alharan, el capitán lupino quien iba armado con su fría y legendaria guadaña.

Los hombre serpientes cayeron a pesar de la dura batalla, los hombres lobo los superaban en número, pero ellos eran fieros combatientes quienes ofrecieron gran resistencia.

Alharan se coloca frente al señor serpiente y con su guadaña en ambas manos, ruge terriblemente, haciendo retroceder a la criatura y a su discípula, quienes se pierden en la oscuridad del pantano.

En el momento que iba a degollar su cuello y mis zarpas se encontraron la una a la otra sin un cuello ni sangre de por medio, sentí una considerable impotencia, pero nada comparado como lo que iba a sentir a continuación.

Aquellos seres se abalanzaron sobre mis compañeros, mis hermanos, matándolos uno por uno, cuando Ellie se me acercó, fue como si algo maravilloso viniese a rescatarme, o al menos a hacerme sentir seguro, pero sus palabras, justo antes que su cabeza cayese rodando por el suelo, desgarraron por completo lo poco de corazón que me quedaba a aquellas alturas de la situación.

Roto, desecho, vacío, desgraciado, sucio, impotente... ahora mismo, de rodillas frente a los pocos seres que quedaban frente a mi, dispuestos a sentenciar de igual forma mi vida, sellando mi destino, así es como me sentía si es que podía sentir realmente algo, ya no era nada, sustancia en un mundo que no era el mío.

De pronto, de la nada, una manada de licántropos apareció acabando con aquellos seres, liderados por...¡Un lupino! ¡Alharan!

"¿Pero qué es esto? ¿Dónde estoy? ¿Estoy acaso?"

Cuando este espantó al señor serpiente y a la bruja, me apoyé con mis zarpas en el suelo, de rodillas y no pude reprimirlo más, un fuerte y sordo grito salió de mi, haciendo estallar todas esas emociones. Notaba como poco a poco también perdía las fuerzas de mis músculos apoyándome sobre mis antebrazos y finalmente cayendo al suelo rendido. Me dí la vuelta para observar el oscuro cielo para preguntarme el por qué, "¿Por qué a mi?".

Kha´shi se sintió abatido, desesperado, afligido y desconsolado ante la imagen de sus compañeros caídos…si bien, el grupo de licántropos le habían otorgado una segunda oportunidad de seguir respirando, el dolor en el pecho y en la mente ante tantos recuerdos con aquella gente que yacían inertes ante su vista.

De los matorrales surgió un grupo más, uno liderado por un vampiro de rostro familiar para el abatido líder de los Sangre Purpura.

- Esto…esto… - dijo Alharan desde la roca donde observaba hacia el horizonte - …me temo que los dragones no… - respiro profundamente y no termino la frase, hundiéndose en sus cálculos, recuerdos y leyendas oídas por los ancianos de un pueblo ya extinto -

Por un momento, volví a sentir mi corazón, si es que aun se le podía llamar así, fue por muy poco tiempo y para nada cálido, por el contrario, se sintió frío y mucho.

Entonces, en mi cara se dibujó una sonrisa de oreja a oreja. empecé a reír y entonces también a levantarme, lentamente.

Cuando por fin me incorporé me di cuenta de aquel familiar rostro.

-Drakken..."amigo" mío... ¿Cómo tu por aquí? ¿No ibas a las arenas? Y...-miré al lupino- con tal compañía.

Poco a poco me fui acercando a hasta que le pasé un brazo por encima del hombro con tal naturalidad como si nos conociésemos de toda la vida.

-Parece que Azrael aun no me necesita al frente de sus filas, aun me queda mucho por vivir...-Y continué riendo, incluso soltando alguna que otra carcajada.

Mire a Alharan y escuche sus palabras, note cierto dolor en su tono. Ver a su pueblo reducido unicamente a esas bestias debe ser demasiado, incluso para alguien como él. Retire la mirada de mi hermano, pues ese momento tenia ese grado de intimidad y dolor personal que te decia que la soledad era lo mejor en ese momento.

Devolvi mi mirada al lugar de la masacre, mas especificamente al unico superviviente de la misma. El unico ser parecia haber dejado de gritar su dolor al cielo y se habia levantado pesadamente, por sus movimientos aun podia constatar que estaba haciendose a la idea de haber perdido mucho mas de lo que esperaba... conocia esa sensacion, asi que simplemente espere. En momentos como ese, es mejor dejar que la ira se aplaque antes de convertirte en su objetivo sin razon ninguna... mas es cuando se vuelve hacia mi cuando me doy cuenta de que conozco a ese gato en particular, Kha'Shi, Lider de los Sangres Purpura.

Su mirada ligeramente vacia cambia al fiajrse en mi y veo que me reconoce, sus palabras se ven entrecortadas al mirar a mi acompañante... y si han sido sus hermanos quienes han hecho esto puedo entender su reticencia a decir mas... que se dirija a mi con el termino "amigo" resulta sin duda extraño. La ultima vez que nos vimos fue durante unos momentos mas bien pasajeros y sin duda, lo calificaria como un aliado o mejor dicho un aliado en potencia, pero no como un amigo... aun no al menos. Se acerca hacia mi y con un gesto de la mano indico a mis hombres que no pasa nada, que no se metan.

Se coloca a mi lado y me pasa el brazo por el hombro, como si realmente creyera que somos amigos y en una sola frase es capaz de concentrar su alivio por seguir vivo y su dolor por justamente eso mismo. Me adelanto un par de pasos, metiendome en medio de la matanza pero evitando pisar los cuerpos en la medida de los posible, antes de girarme y mirar al Kha'Shi.

- Voy de camino a las arenas, simplemente esperaba encontrar aqui a alguien que me ayudase con mis navios. - Extiendo una mano para señalar el lugar. - La ultima vez que te deje Kha'Shi, debias ir de camino a tu nuevo fortin, ¿como has acabado en mitad de las Islas Innombrables? - No hace falta hacer la pregunta mas obvia y por lo tanto mis labios no emiten sonido alguno referente a eso pero mis ojos por el contrario si lo hacen clavandose con fuerza en los de mi gatuno "amigo".

Seguí ha Drakken hasta que este se dirigió a mi. Aunque mi rosto ahora mismo se viese amable y cándido, en mis ojos se podía ver una el vacío y frío de mi interior.

-Bah, nunca me dirigí allí, dejaré que mi gente se encargue de arreglarlo y prepararlo por el momento.-Hice un gesto con la mano menospreciando la importancia de tal asunto- Por otro lado, vine aquí en busca de algo, y lo encontré. Bueno, bueno, que descortés por mi parte... a algunos ya los conoces...Akkia, uno de mis comandantes-señalo al elfo con una lanza clavada en el tórax atravesándolo-Jeh’Suu, mi mano derecha, los comandantes Vanish, un vampiro como tu y Grocho, aquel enano, y a los capitanes que me acompañaban, Gorok Gorock, orco, pero buen tipo, Nocturne, un vohnia y mi quería y amada Ellie...-Hablaba como si naadahubiese ocurrido y realmente todos estuviesen allí plantados, vivos. En ese momento recojo la cabeza decapitada de Ellie, mirándola a los ojos mientras que con una mano acaricio su pelo -Hermosa, ¿Verdad? Bueno, ya conoces a mis mejores hombres y mi "familia". ¿Vas a presentarme a tu amigo? No es uno muy común... sorprendente. ¿Lo de matar estos bichejos lo hacéis a menudo? ¿Sabíais de esta secta, culto o lo que mierdas sea?- Escupo en el suelo como signo de menosprecio.

Kha'Shi sigue mis pasos, sus facciones parecen amables, atentos, mas cuando de pasada miro sus ojos veo un vacio que conozco muy bien... uno que se remonta a mucho tiempo atras. No necesita decirme quienes son los muertos, para que en cierta manera ya lo sepa, la perdida que puedo leer en esos ojos solo puede ser alcanzada mediante la perdida de alguien amado o querido pero eso no consigue quebrar mi voluntad o siquiera conseguir que sienta algo de piedad por él. La vida que vivimos esta al borde del abismo siempre, un fallo y todo podria acabar. Igual que le ha pasado a él, podria haberme pasado a mi hace no mucho... es mas su manera de afrontarlo merece cierto respeto.

Me presenta a su compatriotas muertos, escucho con mi atencion dividida entre lo que él dice y mi lupino amigo... unicamente cuando recoge la cabeza de su "amada" consigue mi total atencion. Si aun necesitase respirar probablemente lanzaria un suspiro largo y profundo, una cosa es amor... otra jugar con el cadaver de tu amada, eso le quita toda gracia a ese sentimiento... mas no soy quien para decir nada y eso mismo hago.

Le miro detenidamente cuando lanza sus preguntas y ademas me pide que presente al lupino, los protocolos nunca han sido mi fuerte y sin duda tampoco el suyo... - Puedo presentartelo pero debe ser él quien decida si te da su nombre o no. - Miro hacia Alharan para observarle mientras parece hablar o comunicarse con los licantropos. - No se que son estas criaturas ni que ha ocurrido aqui Kha'Shi, como te he dicho solo estoy de paso. Asi que no se que son, ni tampoco si pertenecen a alguna secta o grupo...  tal vez ellos puedan decirnos mas. - Sin decir nada empiezo a caminar en direccion a Alharan sin mostrar miedo por los seres que le rodean. Espero a que el capitan me mire antes de hablar.

- ¿Saben quien ha hecho esto? ¿O por qué? - Dudo que sea necesario indicar si se ha comunicado con ellos, en ambos casos estoy seguro de que si posee alguna informacion la compartira. Ya es suficiente problema con los dragones como para que otro tipo de criaturas esten apareciendo para dar mas guerra.

Sonrío ante sus palabras sin hablar y mientras nos dirigimos hacia el lupino tras de él dejo salir unas palabras.

-Ojalá nunca hubiese escuchado sus últimas palabras...

Mientras, corté un mechón de su pelo y cuidadosamente deposité su cabeza en la hoguera. Até con un pequeño cordel el mechón y me lo guardé.

Y llegamos frente a Alharan.

Estaba esperando contestacion por parte de Alharan cuando escuche las palabras de Kha'Shi y gire levemente mi rostro para poder mirarle detenidamente, esperando por si queria añadir algo mas. Volvi a mirar a mi hermano de armas y dandome cuenta de la situacion dcidi que seria interesante empezar yo mismo con las presentaciones.

Señale a mi gatuno compañero. - Este es Kha'Shi, lider de los Sangre Purpura y seguidor del dios Azrael. - No añadi nada mas, a la espera de contestacion a mis preguntas y de paso a ver como preferia autopresentarse el lupino.

Alharan miraba el horizonte repleto de vegetación y humedad, sus seguidores lo rodean observándolo como si frente a un objeto sagrado se hallaran.

Oye las palabras de Drakken y nota que se acercan lo suficiente para estar cerca a el, pero respetando la línea que formaban los licántropos a su alrededor.

Sonrie, como burlándose de las últimas palabras de Drakken, no por quien lo dice, sino por el mensaje.

- ¿Seguidor de Azrael?  - dijo con una tonalidad molesta –

Un movimiento rápido, un rugido sonoro pero fugaz, un grupo de licántropos empujados y ahí estaba el gran lupino, tomando por el cuello a Kha´shi, levantándolo del suelo, con un rostro repleto de furia, cuyos colmillos sobresalían y de temor llenaban los corazones de los presentes.

- ¿Pero qué carajos has hecho gato de mierda? - sujetaba su cuerpo con solo una mano, pero comenzó a estrujar lo suficiente para comenzar a lastimar al syrolutha, pero no demasiado como para matarlo, aunque era innegable que estaba dotado con esa capacidad - ¡¿por qué lo has despertado, quien te crees como para jugar con este tipo de criaturas?! - suelta a Kha´shi, cae desplomado al suelo, sin casi capacidad de poder respirar, las bestias canidas rugían levemente, atentos a la escena, esperando solo una señal para destrozar el cuerpo del balaam, pero Alharan indica que se alejen, que no intenten nada - ¡¡habla de una puta vez!! -

Los hombres de Drakken levantan las armas, pero en sus rostros se notaba que el miedo estaba presente y que temían a la orden de atacar de su líder.

Alharan parece perdido en sus propios pensamientos, subido en aquella roca rodeado de licantropos parece alguna especie de deidad salvaje y antigua, como si de un señor de la tempestad y la destruccion se tratara... una descripcion que se acerca bastante a la realidad. Estoy justo fuera del circulo que forman sus congeneres, sin mostrar temor alguno ante semejante grupo de fieras y desde esta distancia. puedo ver como sus labios se retuercen en una extraña sonrisa, antes de pronunciar unas palabras que llevan mas timbre de molestia que de otra cosa.

El lupino se mueve a su pasmosa velocidad, apareciendo y desapareciendo de mi vision en un simple parpadeo... noto como pasa a mi lado por la simple fuerza de su cuerpo al rasgar el aire y como los licantropos se ven forzados a abrirse para no ser arrollados a su paso mientras un gruñido gutural inunda el lugar... ni siquiera necesito girarme para saber lo que esta haciendo. Levanto una de mis manos y me la coloco frente a los ojos... para la proxima deberia recordar que el es mas como un maldito ariete lleno de musculos y que su diplomacia suele hacerse a filo de guadaña. Me doy la vuelta lentamente mientras mi mano desciende hasta su posicion habitual y miro como Kha'Shi se encuentra suspendido en el aire, cogido por el cuello por el capitan.

Por las preguntas del lupino deduzco que Kha'Shi ha intentado despertar a alguna bestia antigua... solo espero que no se refiera a su dios... despertar a Azrael o traerlo al mundo no seria ciertamente una de las mejores ideas. Todos los seres de cortas vidas tienen la mania de intentar comprender fuerzas que van mas alla de la logica o la comprension de aquellos que llevamos mas tiempo en el mundo... ¿Que has hecho exactamente Kha'Shi? Por tu bien espero que no tenga que ver con ese dios tuyo... Alharan y el, no son muy amigos justamente. Alharan lo suelta en el suelo mientras el volumen de su voz aumenta dejando a las muy claras su enfado, hasta el punto que el grupo de bestias a mi espalda empiezan a gruñir y moverse a la espera de un simple gesto para descuartizar al gato... mas Alharan los disuade con un simple gesto.

Miro a mis propios hombres y puedo notar su miedo, mi rostro se vuelve duro cual granito al darme cuenta de ese hecho... dejandoles a las claras mi decepcion por semejante actitud. Levanto suavemente una mano, con la palma hacia abajo, para que se tranquilicen y por supuesto no se les ocurra atacar mientras avanzo hasta ponerme al lado de Alharan, dandole algo de espacio al lupino. Miro al lupino el tiempo suficiente como para saber que se da cuenta de que estoy alli y de que en cierta manera tengo interes en el gato... antes de girarme y mirar directamente a Kha'Shi sin ninguna emocion en mi rostro.

- Me caes bien Kha'Shi, asi que te hare una recomendacion. Hazle caso y cuentale lo que quiere saber, no es alguien con quien jugar a ver quien es mas poderoso. Te abrira en canal sin dudarlo y eso seria una pena... puesto que todos tenemos objetivos similares, sino comunes. - Mi voz es fria pero denota honestidad en las palabras. No miento sobre el poder de mi compañero y el hecho de que su vida pende de un hilo muy fino es algo bien real... ademas tengo curiosidad por saber que ha estado haciendo para poner a Alharan de esa manera tan rapido.

Seguía con aquella sensación de que no había pasado nada, pero cuando el lupino, sonrió con cierto aspecto burlesco, un escalofrío recorrió mi cuerpo, que junto a sus palabras me hicieron dar un paso hacia atrás, pero antes de si quiera mover el pie, tras un fuerte y feroz rugido, me encontré suspendido en el aire, con Alharan mirandome a la cara desde abajo.

Mi sonrisa se había borrado por un momento y en mis ojos se reflejó el temor, pero tras sus palabras, comprendí. Y entonces, a pesar del sufrimiento que conllevaba mi situación, intenté sacar una sonrisa y de nuevo mis ojos dejaban el temor atrás para no reflejar nada.

-¿Po..por qué?-Me costaba un poco hablar al estar estrujando mi cuello-Jé..jé..Antes has..has me-mencionado a los drago-gones. Pe-pensaba poder controlarlos. Pero...su-supongo que fui un ingenuo...es, es imposible do-dominar la mente de al-alguien que ca-rece de, de ella, como tu has di-cho, s-son monstruos...-entonces solté lo que parecía una risa, pero no se sabría muy bien pues más parecía estar agonizando debido a que no podía casi ni hablar, como para reír.

Entonces Drakken habló y lo miré de reojo.

-¿Y-y que objetivos son esos?

Las palabras de Kha'Shi me hacen mirarle de otra manera, no se si esta loco o realmente creia que podria controlar a los dragones, aun asi hacen falta pelotas para intentar algo asi... es algo que incluso Alharan tendria que admitir. Ciertamente implica mas pelotas que cerebro pero bueno, mejor eso que nada. De pronto desvia su conversacion y me implica en ella a raiz de mis ultimas palabras, aun asi estoy decepcionado, las mismas palabras que el me sugirio a mi y ahora ni siquiera se acuerda, asi que con un encogimiento de hombros, empiezo a hablar.

- Tal vez el termino objetivos sea demasiado especifico, un error por mi parte. - Por el tono de voz pareciera que me estoy disculpando, pero tanto mis ojos como mi lenguaje corporal dejan claro que no es asi. - Me referia a que si no recuerdo mal dijiste que "querias cambiar el mundo" y es en ese concepto, en el que creo que estamos todos de acuerdo. - Miro en direccion a Kha'Shi, pero no realmente a el, sino al paisaje de muerte y sangre que hay tras el. - A menos claro, que hayas cambiado de opinion.

-Ah, eso...-Mi sonrisa aumento un poco.

El rostro del lupino se endurece, sus colmillos puntiagudos sobresalen de su hocico, el cual comienza a arrugarse para demostrar su ira.

- ¡¿Dragones?! - dijo exaltado Alharan – esto no tiene absolutamente nada que ver con los dragones maldito gato…no me trates de ver la cara de imbécil - golpea el suelo, muy cerca al rostro de Kha´shi quien aun no se levantaba, grandes cantidades de lodo sale expedido, dejando un hueco bastante ahondado - tienes solo una última oportunidad gato… ¿Por qué…con los mil demonios del infierno…por qué estaba el Teju´jagua aquí? -

Empezaba recuperar el aire cuando volvió a cabrearse más, acusándome de tomarlo por imbécil para luego golpear el suelto atan cerca de mi que me quedé de piedra, dejando hueco un notablemente grande.

-C-creo que te confundes...me refería a que planeaba oponer a estos demonios o lo que sean y al gigante ese contra los dragones, pero todo se desmadró, yo no lo traje ni nada por el estilo, apenas sabía que existía tal cosa, me encontré con ella aquí...y pues solo intenté salir vivo como pudiese. Juro solemnemente que mis intenciones eran todo lo buenas que me permitía la situación.

Mi rostro se puso un tanto serio, la verdad, la situación había perdido un poco de gracia tras ese golpe.