Partida Rol por web

Normalmente hubiese disfrutado conducir aquella moto, pero aquello era una prueba de superviviencia y aplomo para mantener las cosas en su lugar mientras saltaba por los obstaculos del camino. 

Pero habia terminado y habiamos llegado al Cuartel sin contratiempos, aunque mi cabello no dijera lo mismo. Trate de adecentarme le mejor posible antes de tomar mis cosas y entrar siguiendo los pasos de mi nuevo jefe.

Como era natural nadie parecia estar preocupado de porque yo estaba alli, cada quien iba o venia haciendo sus labores como debia ser.

El tipo, con grandes zancadas empezó a subir las escaleras, pero al percatarse de que la seguías te miró con desdén, y con un ademán de su mano izquierda te despidió como si espantase las gallinas del vecino, sin querer hacerles daño.

- Prepárate. Marcharemos en breve. Te confesó en un susurro. Tras eso, se marchó hacia arriba con los mismos trancos con los que se alejaba del coche.

Prepararme?????

Pero si ni siquiera sabia para que.

- Si Señor, dije desconcertada. 

Lo mas que podia hacer era ir al aseo, enjugarme la cara, ver si podia tomar algo caliente y recoger municiones para mi rifle, lo cual no me tomaria sino 5 minutos y estaria lista para salir para hacer lo que el destino me esperara aunque no tenia ni idea de que podria ser.

Cuando regresas, el sidecar se había parado solo. No tienes duda ... se ha quedado sin chofa.

No recordaba haber dejado la moto encendida pero podia haber sucedido. 

En todo caso no tenia gasolina y si iba a salir en ella tendria que reponerla rapido. Fue a buscar al intendente, de seguro tenia que haber en la base.

Más que una base, es una serie de edificios en una zona de la ciudad. Algún edificio tiene un muro hecho a posterori, que comunica con otro, y cierra alguna zona, pero, base base, no es.

No tardas en ver que cuando empiezas a empujar la moto el hombre ya sale y sacude unos papeles mirándote.

Desconcertada me acerco indicandole que me he quedado sin gasolina y si he de ir con el, sera en otro vehiculo. 

Tampoco sabia si aquellos papeles eran para mi, o simplemente los estaba secando al viento, pero si requeria mandar esos documentos necesitaria unos minutos para encontrar gasolina antes de partir y asi se lo hice saber.

Señaló a su lado, como si se tratase de un amaestrador de perro a su "mascota". Sabías que a un nivel así era complicado desentenderse. Al llegar a su lado te indicó. - Estos son los salvoconductos de que te harán poder pasar por las diferentes regiones, que te permitirán resuministrarte en todas las bases y estaciones navales, campamentos y gulaks, civiles o militares, incluso en las granjas estatales, para lo que necesites. Te estaba dando casi un poder insondable, pero, eso también requería caracter, hacer presión, humillar y ganarse odios o rencores de muchos, sobre todo si son egoistas, corruptos o de mayor rango. - Este Centro de Mando requerirá los informes que precise, y si no, se entragarán directamente o a mi o al General Zhúkov. ... ¿Entendido?

Tome los documentos con la solemnidad merecida y los guarde.

- Entendido Señor. Que informes precisa?

Estaba lista para salir a realizar aquello que fuese necesario. 

Ordenó, depositando los documentos en tu mano: - Entre el rio Khalkhin Gol y la pequeña ciudad de Nomolhan se han podidodetectar movimientos de tropas japonesas. Nos nipones se empeñan que el rio es la frontera, pero siempre ha estado en las cercanías de esa población. Se irguió todo solmene y soltó, como si fuera un discurso: - Mi deber es mantener las fronteras a salvo de cualquier problema, y el estar establecidas es una prioridad. Con un gesto despectivo señaló hacia la parte superior del edificio de mando. - Suba y hable con el General. Y luego como advertencia: - Informes a este Estado Mayor, al general que le he indicado o a mi. A nadie más. ¿Queda claro?

- Por supuesto Señor, asi se hara! Dije haciendo el saludo militar.

Tras ver que no me diria nada mas volvi a saludar a modo de despedirme. Era de suponer que posteriormente encontraria a Beria aqui. Aun era una duda de porque me habia escogido y bien me habia podido mandar a buscar, no tenia que haber ido el personalmente, pero no importaba ya. 

Mi mente se esclarecio mientras subia hasta encontrar al General Zhukov. No lo conocia personalmente pero estaba segura que el sabria todo sobre mi y encontrarle no seria dificil. 

Una vez frente al General le dije que el Señor Beria me habia enviado.

- Sargento Alia Makarova reportandose, el Señor Beria me envia a sus ordenes.

Y espere mientras observaba alrededor.

Cuando subiste, no encontraste a nadie nuevo, más que un coronel que en la anterior ocasioón no esbaba.

- Buenas Tardes Coronel, soy la Sargento Alia Makarova. Dije de manera forma y saludando.

- Estoy buscando al General Zhukov, sabe donde puedo encontrarle? 

Era esperar o devolverme corriendo hasta donde estaba Beria y decirle que el General no estaba pero iba a parecer una tonta e ineficiente. Alguien tenia que saber donde estaba el General y si el Coronel no sabia bien podia preguntar a algun otro oficial en la base.

El coronel comentó con aire desalentado: - Yo soy Zhúkov, pero ... mi nombramiento como general aún no ha llegado.... Te miró con un ceño fruncido y preguntó: - Y tú debes ser la ratoncilla que va a ser mis ojos estos días ¿verdad? Un ruido de motor de coche se alejaba. Sabías que el "Jefe de la Seguridad de las Fronteras" se estaba marchando y ya no podría servirte de ayuda, consejo u orientación. El coronel se cruzó de brazos, sobre el pecho, y con su mirada inquisitiva y escrutadora te observaba impaciente.