Partida Rol por web

Realmente era un suicidio pensar que realmente podiamos defender algo solo 5 personas y tan poca municion, pero no esperabamos entrar en combate realmente, se notaba que aquel puesto era algo mas bien como el fin del mundo y que realmente a nadie le interesaba para nada. 

Esperaba que a los chinos tampoco.

Luego de revisarlos y darme cuenta que no habia mucho mas por hacer decidi ponernos en marcha. Si necesitabamos refuerzos o algo tendria que mandar a uno de los muchachos de vuelta, lo que reduciria mas nuestro grupo. 

Era lo que habia. 

Un poco deprimida emprendimos el camino hacia el puente. 

- A ver muchachos, que me pueden decir de cada uno, asi nos vamos conociendo un poco mejor, y por cierto quien tiene mas tiempo aqui, hemos tenido algun problemas con los Chinos recientemente o alquien mas?

En parte queria enterarme de los pormenores y tal vez tener un poco mas de empatia con ellos mientras matabamos el tiempo de la larga caminata.

Mientras caminabamos pensaba en la mejor manera de defender el puente. Tendria que ver bien el terreno, pero al tener todo rifles, lo mejor era colocarnos a distancia y dejar solo dos en el Puente. Cuantos dias pasariamos alli?

Ya resolveria todas esas preguntas, pense con fe.

19 de marzo de 1938. Martes. 06:00. Nueves y claros. Sin viento. Relente marino. 13ºC.  Jasán  [Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas]. Puente fronterizo entre Japón y Rusia (Japón continental - Al Norte de la península coreana).

Entre la casi media hora de pateo, y organizaros un poco, habéis tardado casi una hora en llegar. Tampoco os habéis matado en la pateada. El puente vence unos 12 metros de altura sobre el mar, en unas aguas turbias, que corren rápido, y te imaginas que algo crecidas. Los laterales son planos hasta cierta distancia, en el momento que empiezan a caer en un ángulo cada vez mayor. Los dos primero metros, están desprovistos totalmente de vegetación (de esa caída) y también son caminables. Parece que alguien los ha segado. Luego, cuanto más aumenta la pendiente, más aumentaría el riesgo de resbalón, y también la vegetación, que no llegan a ser más que unas matas pequeñas, de no más de un palmo de altura, y que tienen hacia el rio por la propia gravedad.

Era lo que habia, pero el viaje no habia sido largo. Lo que era mejor pude determinar quien estaba en mejor condicion fisica y si pasaba algo seria mi corredor. Eramos 5, pero al final seriamos solo 4, porque el debia avisar que estabamos bajo ataque y las caracteristicas del mismo. 

No habia mucho donde esconderse alrededor, pero tampoco habia cobertura para nosotros y al parecer ibamos a pasar la noche en la intemperie. 

Al menos no estaba nevando.

- Suka, dije abreviando, despues de todo, queria un poco mas de camaderia con el.

- Ve con el hasta donde no puedas vernos hacia el norte y luego al sur y avisame de cualquier novedad. 

La idea era que verificara el perimetro a ver si habia algun movimiento extraño alrededor de nosotros. Yo mientras tanto verificaba con mi rifle hacia adelante de nosotros y mande a los otros dos a buscar algo de madera para encender un fuego. No lo hariamos en el puente para no marcar nuestra posicion, pero si ibamos a pasar la noche alli, el fuego era siempre agradable y reconfortante. Nos turnariamos de a dos una guardia de dos horas desde las 11 a las 5am y yo tomaria el turno de las 3am que era el mas pesado. No me importaba vigilar sola, estaba acostumbrada, estaba entrenada. 

Al final solo dormiriamos 4 horas pero de dia estariamos mas tranquilos y al no poder hacer nada podiamos descansar.

- Suka, si ves algun animal trata de cazarlo, puede que sea nuestra cena, pero no hagas ruido y no gastes municiones.

Ahora solo esperar. El fuego podia hacerse a 100 metros del puente donde dormiriamos y los dos de guardia cuidarian el puente.

Una vez llegado al puente, mande a Suka que revisara el perimetro, unos cuantos metros al norte y luego al sur. Se llevaria a uno de los soldados mientras yo revisaba el puente con los otros dos. 

El puente tenia unas como cruzarse de ambos lados asi que debia de tener al menos dos centinelas y al parecer algunas tablas eran removibles. Eso me dio una idea. Si no habia camino tendrian que venir por el centro. Junto con mis compañeros nos pusimos en la tarea de quitar las tablas necesarias para que el puente no se pudiera saltar por los extremos y asi seria mucho mas sencillo de proteger. 

La misma estructura del puente ofrecia algo de cobertura, asi que decide descansar un poco ya que no habia dormida nada, mientras mis dos compañeros cuidaban le puente y Suka regresaba de su reconocimiento. 

Luego revisaria los mejores puntos para disparar, y ordenaria los turnos de guardia. 

Aún estabais arrancando algunas tablas de la pasarela lateral, haciendo palanca con las bayonetas y en algunos momentos con la bayoneta calada, para que la longitud del arma fuera una ayuda, cuando llegó el marinero. Estos saludaron antes de "pisar puente" con la mano y voz, y se acercaron.

- Strashina, siguiendo el cauce del rio, es llano, con hierbas de un metro de alto. Remontando el rio hay unas pocas ondulaciones de un metro de alto y varios pozos o cráteres. No se si son de explosiones o de que han arrancado el tocón y raíces de algún árbol. Se tocó un poco la nariz con el pulgar. - Con su permiso, mando al soldado ...- haciendo un gesto a uno de los que le acompañaban - ... a que traiga el desayuno para todos y aquello que le puedan dar para que nos haga la vida mejor.- Y antes de decirle nada, esperó tu respuesta.

No habia necesidad de quitar todas las tablas, pero la que habia decidido remover se me estaban poniendo rebeldes, al menos eso me mantenia activa y con la mente enfocada. La espera era algo que no era bueno. Para un soldado, pero para un francotirador era la vida misma. 

Siempre habia que esperar el momento justo para disparar, para que la victima estuviese en posicion, las condiciones idoneas, todo influia. Claro que a veces se disparaba sin ninguna de esas condiciones pero no tomarlas en cuenta hacian un tiro mas dificil y algunos imposibles. 

Pero era mejor estar tras una mira, que esperar con unas tablas en la mano a que pasara algo. 

Asenti a las indicaciones de Angilav para que comieramos algo. Era un buen hombre. 

- Bien hecho Suka. Dije de manera fraternal.

Era mi manera de agradecer su reporte. Al parecer no podiamos ser rodeados y no habia forma de cruzar el puente sin cruzarlo, asi que estabamos seguros. 

Despues de comer hariamos turnos de dos horas en el puente de dos en dos. Los otros tres descansarian y buscarian agua. Podiamos mandar a alguien a la base al dia siguiente por raciones para comer y si no pasaba nada, que siempre era lo mejor, estariamos bien. 

Yo podia hacer guardia sola, de hecho lo agradecia, no tener que hablar, el silencio, la tranquilidad, la brisa acompañandome mientras miraba por la mira de rifle.... sola.... el mundo contra mi y Alia contra el mundo.

Cuando fuimos a comer lo hicimos todos juntos. No es que no cuidaramos el puente, pero estabamos al frente de el y era de dia, nos dariamos cuenta si pasaba algo y solo ibamos a comer.

Ademas necesitaba algo caliente para espabilar. Estaba cansada, si, pero estaba feliz de estar alli, estaba feliz de no estar en la Academia, estaba feliz de tener hombres a mi cargo. Mi madre y la Patria estarian orgullosas de mi.

Sonrei cuando saque la ultima tabla. 

A comer.

El marinero hizo un gesto y el soldado salió disparado. Incluso tropezó varias veces con las tablas y las aves que usaban el rio, sobre todo las partes más mansas como "estación de descanso" e intentaban pescar el desayuno, se espantaron. Una volaron unas docenas de metros; otras permanecieron en el aire varios minutos, hasta que el escandaloso soldado había desaparecido largo rato ya.

19 de marzo de 1938. Martes. 07:33. Nueves y claros. Sin viento. Relente marino. 13ºC.  Al sur de Jasán  [Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas]. Puente fronterizo entre Japón y Rusia (Japón continental - Al Norte de la península coreana).

Ya habías dispuesto la primera guardia, como media hora atrás, justo al terminar vuestras "obras de ingeniería ferroviaria". Te habías tumbado a dormir mientras la primera pareja hacía guardia y el marino velaba tu sueño, cuando te despertó el chirriar lento, rítmico y pausado de una rueda. No se podía distinguir el tamaño ni la dirección desde la que venía el ruido, pero, por suerte tampoco la acompañaba el inconfundible ronroneo de un motor.

Angilav parecía tranquilo.

Estaba dormida en el granero de mi casa. Era verano y habia terminado mis quehaceres quedando un rato sobre aquella paja que se me habia hecho tan apatecible.

Mis hermanos no sabian de mi escondite asi que no me harian algunas de sus bromas y por lo general estarian ahora con papa cazando algo para la cena. Papa dijo que la proxima vez podia ir ahora que ya tenia mas practica con el rifle pero no teniamos mucha municion. La ultima cosecha no habia sido muy buena pero nos defendiamos con la venta de los cerdos. 

En ese momento desperte y vi como entraba por la puerta del granero un arado que era empujado por mis hermanos. El cambio de luz me habia despertado o tal vez habia sido el ruido. Mis hermanos terminaron de abrir las puertas para empujar aquella carro de metal con sus discos metalicos que hacia un chillido particular.

Las ruedas dejaron de sonar y entonces abri los ojos dispuesta a levantarme.....

Alrededor de mi estaban mis hombres en el pequeño campamento improvisado y Angilav me miraba extrañado. 

- Que es ese ruido? Le pregunte aun despertandome.

Mi pereza solo duro medio segundo mas. Tome mi rifle y me gire para ver que era el ruido y si seria algo peligroso.

Angilav no tardó en echar la mano para detenerla, intentado tomarla por el antebrazo con un rápido: - Tranquila, tranquila, es la rueda de nuestra carretilla. Cuando vio que te sentabas otra vez te explicó: - Hemos estado construyendo con piedras y adobe los pocos edificios que tenemos. Mostraba sus manos callosas, como si hubiera cometido algún tipo de pecado.

Tu sueño te hizo recordar algo. Tus hermanos no te daban la lata en el granero, mientras dormías tus siestas veraniegas. Ya sabías porque. Seguro te miraban por entre las rendijas o algún agujero en las tablas, para "disfrutar del paisaje". Ya lo entendías, tu inocencia te había mantenido a "salvo", pero, te acababas de dar cuenta que esos niñatos no dejaban de ser los "aspirantes" a hombres que no dejaban de ser unos criajos salidos.

Sacudiste la cabeza, intentando espantar esas imágenes de tu mente mientras en vuestra "poza" aparcaba una carrerilla de chapa, destartalada y con más daños que metal, con un buen montoncito de botes, bolsas de lona sucia por grasa y una caldereta que humeaba.

Escuche a Angilav como si me estuviese hablando en mongol, aunque le entendia pero mi cerebro demoro algunos segundos mas mientras me regresaba a la realidad. 

Ciertamente no me gustaba mucho que mis hermanos me espiaran, no era fue la primera vez, y tampoco la ultima, y mas de alguna vez hubo algun juego, tirantes o empujon en donde alguno se trato de dar de listo. Al principio me ponia muy nerviosa, y hasta me hacian sentir culpable, pero despues comprendi que los hombres eran asi. 

Ahora entendia las cosas un poco aunque no tenia mucho experiencia, y antes de despertar por completo solte un suspiro deseando haber estado en casa, lejos de la guerra, y dandole un coscorron a alguno de mis hermanos por miron. 

Hacia años que no los veia, fui practicamente la ultima de salir de casa, y aunque habia coincidido con algunos despues nunca tuve tiempo de estar en familia de nuevo, mis hermanos ahoran eran mis hombres, esos marineros y soldados que estaban conmigo. 

Me alegre de no estar sola, de estar con mi nueva familia. Ser una francotiradora era una tarea solitaria, silenciosa, aburrida y letal. Era bueno estar entre hermanos. 

- Que estas construyendo Angi... Pregunte sin mucho decoro. 

Ya eran como hermanos para mi y estando alli no habia necesidad de mas formalidad al menos que hiciese falta. Me levante y despues de estirarme revise mi uniforme y me acerque a ver si habia cafe. 

Felicite a Angilav por su iniciativa al construir algo productivo. Lo mas importante era estar activo y no dejarse llevar por el aburrimiento. 

- Alguna novedad? 

Despues de esperar el resporte mande a que dos de los chicos le dieran una vuelta al perimetro. No estaba de mas estar alertas, ver mas alla si habia algun moviemiento extraño y yo tome mi rifle para inspeccionar hacia el puente con la mira.

Ante tu pregunta contestó con amabilidad, detallando todo lo que podía:

- Los edificios donde nos alojamos los soldados, que son 4, los de los suboficiales que son 3 y los de los oficiles que son otros tantos. Pasó a detallar cada una de las características: - Los de tropa son para 8 personas, y no tienen ni ventanas ni nada, como los de suboficiales, pero estos son solo para dos ocupantes, y los de oficiales, aunque sean igual de grandes que los de los suyos, sin solo para uno. Lo malo es que los de oficiales solo está terminado uno y los de suboficiales ninguno. Hizo un gesto con un dedo al de la carretilla, como si hiciera una espiral, y este se puso a repoartir las viandas, empezando por su sargento, o sea, tú. Luego continuó explicando: - El edificio de mando ya estaba, sólo hemos tenido que reparar un poco esa chabola, y hemos conseguido que los vecinos nos presten los aseos que hay cerca de los alojamientos, ya que no los usaban.

Relevaron los soldados y negaron con la cabeza la existencia de novedad alguna. El marino lo tradujo con su típico estilo naval: - Sol y moscas.

- Un puesto de mando??????? pregunte extrañadisima.

Es que acaso eres ingeniero o marinero?

No queria desaprobar su iniciativa, al contrario, estaba realmente sorprendida, no solo por su creatividad si no por lo rapido que lo habian hecho. Habia jurado que tendriamos que dormir en la intemperie durante la noche pero aquella chabola podia cubrirnos incluso de la lluvia si hacia falta. 

No serviria para cubrirnos para de disparos pero cada vez estaba mas convencida de aque alli no pasaria nada, asi que porque no estar comodos.

- Genial Angi. Dije con cortesia despues de dar un golpecito en su brazo.

Eramos soldados asi que no necesitabamos lujos, pero esto era mucho mas de lo que esperaba.

Viendo que no habia mucho mas que hacer y que dos vigilaban hacian el puente me puse con los demas a mover materiales y ayudar un poco con las reparaciones. Incluso teniamos las tablas de madera del puente.

- Tenemos que ponerle un nombre, no?. Les pregunte a los muchachos.

Despues de todo era nuestro Fuerte. 

El hombre te explicó extrañado: - Strashina, este el el puente de la Libertad o mejor dicho, del Hermanamiento. Se creó para que los pueblos cercanos.  Se aclaró la voz, pero continuó hablando del mismo tema: - Me refiero a China y Corea dispusieran de una manera para intercambiar sus mercancías, y nosotros con ellos. Señaló rio arriba. - Hay algún paso más, pero son angostos y complicados. Cuellos de botella, como los llaman ustedes los soldados. No entendías lo comentado. Él era tan militar como tún pero sonaba como si fuera otra cosa. Como si no perteneciera a la milicia, pero tu forma de pensar quería entender, inocentemente, que se refería a "ustedes los de tierra. Que yo soy marino".

- Angilav Sukalenko.... dije en forma seria.

- Sigueme por favor. Dije dando la vuelta y caminando hacia el puente despues de tomar mi rifle y mi casco. 

Me detuve frente al puente sabiendo que Angilav me habia seguido. Mire por mi mira del rifle y tras verificar que no habia nada comence a caminar por el puente cruzandolo.

No me detuve hasta el llegar al otro extremo y donde comprobe que estabamos solo en lo que podia ser terreno enemigo o extranjero al menos. 

- Aque te refieres con nosotros los soldados? No eres acaso tu uno de nosotros, no estas aqui por la Madre Patria tambien, puedes hablarme sin tapujos y sin reservas, soy mujer, pero no tonta... y señale mi insignia de Strashina. 

- Hay algo que deba saber? Pregunte sin mas.

Podia pensar miles de respuestas, y tal vez todas equivocadas. Asi que recorde situacion con mi Padre en donde me dijo, "si tienes dudas ve a la fuente de la informacion, no asumas nada mas"

Eso tenia muchas implicaciones, sobre todo ese dia con mi Padre, pero para este momento con Angilav calaba al dedillo y aquel hombre tenia las respuestas, nadie mas y si tenia algun secreto era mejor que yo lo supiera, podia protegerlo si era necesario, aunque dudaba que fuese algo malo al menos que fuese un infiltrado, y nadie se iba a infiltrar para acabar en un puente de mierda en medio de la nada.

- Cuentame, y si no quieres que diga nada, no lo dire. Dije de manera mas maternal.

El Marinero reconvertido a soldado estaba un tanto extrañado. Al llegar al sitio. Había, como tú, tomado su fusil y su casco, y sin saber en concreto donde te dirigías, te "siguió aguas". Muy diplomáticamente te contestó todo lo que un buen comunista diría o lo que un comisario querría escuchar: - Strashina, la madre patria será defendida, tanto por mi alma como por mi sangre. Lo dijo en una posición de firmes como si fuera un juramento. Luego, sin perder esa posición advirtió: - Y ya que estamos aquí, podríamos mirar que lugares pueden servir para esconderse o para acecharnos, y tener una información más fiable de que podemos encontrar ... y donde.

Estaba claro que la mente de este hombre era más lúcida que la de un simple soldado .... o marino.