Partida Rol por web

Mis instintos de guerrero toman las riendas de la situación, con un agil salto me incorporo mientras saco las dos armas mirando a mi alrededor en busca del peligro pero al parecer no hay ninguno salvo quizas el sonido, un vistazó rápido a mi alrededor me permite percartarme del circulo de invocación que se está activando así que sin pensarmelo mucho me lanzo dentro de este

Zayna se queda congelada durante unos instantes, observando a Altair. Su Altair. Aquel que, por primera vez en milenios, la había tratado como alguien, en lugar de como algo. Quizá por eso fue el primero en tocar su corazón tan duro como la piedra, aquel que creía que no podía sentir nada por los humanos. Aquel que se rompió miserablemente en el momento en el que le concedieron lo que más ansiaba: su libertad. Porque él se casó con su princesa, porque ella lo transformó a él en príncipe. Pero ella era una esclava, que se quedó sin poderes y sin utilidad en cuanto él alcanzó sus sueños. 

Antes esa situación, hace poco su corazón hubiera temblado por tener ese último encuentro. Quizá, ante esa pregunta, se hubiera atrevido a confesar que ya no quería esa libertad si con ello se alejaba de su lado. Ahora, que era libre, que era fuerte, se acababa de dar cuenta de que su corazón ya no latía igual. Es más, ahora lo veía muy diferente todo. 

Despacio, con pasos firmes, sin dudar y nada de flotar, se sentó a su lado, sintiéndose más poderosa, fuerte y completamente diferente a entonces, donde no fue capaz de articular palabra. 

—¿Sabes? Es curioso... Hace no mucho me hubiera explotado el corazón en el pecho por el simple hecho de que me pidieras opinión. Quizá, de todos los amos que tuve, fuiste el mejor. Por eso mismo, me enamoré de ti. Sí, fui una tonta. ¿Una djinn enamorada de su amo? Era una estupidez. Pero fue una estupidez que me demostró que mi corazón no era arena, sino que latía. De hecho, el darme cuenta que... había estado a punto de sacrificar mi libertad por un sueño que no era real, me hizo abrir los ojos. Así que... mi respuesta no se corresponde con... esto. Estos jardines, estos palacios, tú, que sé que no eres él, es todo algo que pertenece a otra vida, de otra Zayna. Una Zayna con cadenas que ya no soy yo. Puedo verme igual, pero no lo soy. Aunque vea cadenas, yo ya las rompí. Aunque vea esa lámpara en tus manos, ya no es mi prisión. Y aunque te vea delante de mí, ya no eres mi amo. Ni de mi cuerpo, ni de mi alma, ni de mi corazón. Y... En cuanto a lo que deseo, deseo estar con mis compañeros de armas, con mis amigos y... —momentáneamente, se para para sonreír, dándose cuenta por primera vez de lo que estaba a punto de afrontar— con la persona que quiero. 

Deseo concedido - Te dice sorpresivamente y cuando un haz de luz ciega toda la escena. Vuelves a tu atuendo habitual

Aquel que es el deseo más profundo en tu corazón, te espera tras esta puerta, - dice una voz mientras una puerta bñanca se azla delante de ti - igual tienes que ayudarle a salir de su oscuridad, pero tu luz es tan inquebrantable, que hasta su fulgor te permitirá recuperarlo. No dudes y tu luz crecerá, pero tampoco te confíes pues a veces lo que brilla es oscuridad. - La llave espada inconscientemente está en tu mano, tu luz interna ahora puede hacer que ella venga a ti incluso antes de que la necesites. Detrás tuyo una puerta negra que señala la oscuridad, pero sabes que Noctis está enfrente tuya
 

Al darme cuenta que la puerta desaparecía ante mi al igual que muchas otras decidí apresurarme y tomar la puerta del hombre gato, ya que al menos era la más similar y sabiendo que yo tampoco era humano tal vez se aplicaran sus palabras a mi.

Sin más preambulo y sin palabras que decir, ya estaba decidido. Caminé y abrí la puerta enfrente mio...

La confusión y la ira se habrían paso en mi mente con las palabras de aquel viejo con vestimenta negra. ¿A qué se refería aquel hombre? ¿Acaso insinuaba que yo no era más que una simple marioneta? ¿Acaso él también era parte de mi juego sin saberlo? Algo tan grande no podía haber escapado de mi percepción durante tanto tiempo. Era cierto que cada batalla y cada partida en Arcade me hacían repetir los mismos patrones y diálogos, me gustara o no, pero todo era así porque yo lo aceptaba con orgullo y algo de resignación, ¿no? La duda se instaló en mi cabeza con fuerza. Deseaba respuestas para asegurarme de lo que estaba pasando, pero su ataque repentino tomó desprevenido. 

- ¡Nooo!- de un segundo al otro, toda la escena había dado un giro de 180°, con Cecil falleciendo a mis pies, mientras la molesta risa de aquel hombre resonaba de fondo. Deseaba poner en "pausa" todo para comprender qué estaba pasando, asimilar los acontecimientos, en vez de estar ahí con la boca abierta y mi rostro pálido- Cecil...-"Une tu oscuridad a la luz de la espada". Con esas palabras en mente, acepté la última voluntad del héroe. Mi mano sujetó con fuerza el mango de la Rune-sword. Mi cabello se agitó un poco, mientras un pequeño destello oscuro desprendió de la espada en nuestro encuentro. Pequeñas volutas de luz salían suspendidas desde el cuerpo desvaneciente de Cecil- Debiste mantenerte escondido tras las sombras de éste penoso castillo. En éste momento, comprenderás que nadie es capaz de controlar mis destino más que yo mismo- levanté la espada, apuntando desde la distancia hacia aquel viejo, las volutas de luz resplandecieron con fuerza al contacto con la hoja sagrada de la espada, mientras un aura sombría rodeaba el aire alrededor mío, arrastrándose por mi mano para llegar a la Rune-sword- y lamentarás todo el daño que has hecho a la gente de Petria y a Cecil. A mi Reino ¡Por mi palabra, juro que purificaré con esta espada la oscuridad para limpiar mi nombre! -la sombra que brotaba de mí cuerpo bañó por completo la espada, abrazando la luminiscencia de la espada; mientras las volutas daban intensos destellos como chispazos de luz al contacto con la sombra, generando una luz segadora durante pequeños momentos, hasta unirse ambas en armonía en la hoja de aquella espada. Sacudí con fuerza la espada hacia un costado, desvaneciendo de ella aquella alquimia de luces para dejar a la vista la nueva forma de mi espada. "Luz y oscuridad entrelazadas, una utopía de armonía entre dos fuerzas opuestas". Descargué el peso de mi espada sobre aquel hombre, lleno de sentimiento de ira. Aunque esta vez no era un sentimiento oscuro y vengativo, sino un impulso de justicia.

El viejo retrocedió un poco pero al instante comenzo a lanzarte más proyectiles los cuales al cruzarse en el camino de tu llave espada se desintegraban. Por muchos más intentos el final era claro. Tras acercarte varias veces casi más por instinto que por guía de la llave, asestas un golpe fatal en dirección al viejo, pero...

El escenario tras el golpe empieza a cambiar como si estuviera echo de cristal y empezara a romperse, ahora estabas en aquella cristalera del principio, no era un sueño era realidad, tu destino los marcaban tus pasos no la programación. Ante ti se alza una puerta blanca y tras de ti una negra, esta vez solo podrías abrir una de las dos.

Ella te espera, ellos te seguiran, no eres un heroe, tampoco un villano. Eres Noctis, el guerrero que hará el bien en el momento exacto. Ahora ante ti ella te necesita, tras la puerta enfrente tuyo, gritando de agonía. Salvala o será demasiado tarde. - Escuchas una voz que sin duda te guia a Zayna.

La llave espada sigues teniendola en tu mano, no era una ilusión, habías ganado un derecho que te pertenece, y a veces no necesitas tocar lo que vas a conseguir, simplemente ella te pone a prueba

- ¿Qué es todo esto? -parpadee un par de veces ante el cambio de mi escenario. Aquel viejo se había escapado de mi alcance, y no había podido hacer justicia por Petria. Fruncí el ceño mirando la espada en mis manos. Había dejado mi espada insignia atrás, perdiendo para siempre probablemente. En cambio ahora sujetaba la Rune-Sword...no. Mi Llave Espada. Ésto había sido parte de las pruebas de la Llave de las que nos habían hablado hace mucho. "¿Una ilusión?". No importaba. Un héroe se había sacrificado por mí y me había legado su espada y un cometido. De alguna forma, volvería a traer paz a Petria, a todo Arcade, con mi nueva herramienta, la Llave Espada. 

Una nueva voz de fondo, esta vez más tranquilizadora que la anterior me habló, aunque con cierto enigma en sus palabras. ¿Zayna? ¿A qué se refería con ellos? ¿Algo le estaba pasando a Zayna? Aquella idea puso en alerta todos mis sentidos. Corrí sin pensarlo hacia la puerta enfrente mío, la blanca. De alguna forma me sentía más ligero al moverme, con menos peso en mi andar. Era momento de moverse, y ya no habían dudas en mi interior en cuánto a la forma de actuar. A pesar de que aquel viejo había escapado o había sido solo una prueba, me sentía libre al fín.

Un largo y extenso pasillo te lleva a una especia de agujero en mitad de una sala redonda. El agujero parecía la única forma de escape y en su interior parecía haber agua. Mirando hacia atras ves que el pasillo ha desaparecido. Así pues como única opción entras al agua, sin embargo, esta no parece ser agua normal, pues una vez dentro, solo empiezas a caer y caer y caer.

Esta vez no te ahogarás, estoy contigo mi amor, buscame - dice la voz de antes y poco a poco hacia donde caes empieza a volverse luz y...

Una vez entras al templo ves un monton de ¿tumbas? No querías saber realmente que había dentro, pero inconscientemente lo sabías, esqueletos. En ese momento tu mente pensaba que era mejor si esqueletos o una bestia gigante azul

Al mismo tiempo una de las tumbas parece abrirse y de su interior sale... - Increible que sigas siendo tan cobarde, kupo - ... pues no era un esqueleto aunque tampoco pensarías verlo aquí - Que hay de Montblanc kukupo. Seguirá ahí fuera, si lo has visto kupo, en el descenso se lo llevó la tormenta de arena kupo y tu te refugias a su espera. Aunque es verdad, la primera vez no te dió tiempo a llegar kupo. Entonces igualesmos esto po, tu prueba indiscutible de valor. - dice mientras chasquea los dedos y empiezan las tumbas a abrirse - O sales contra esa bestia e intentas rescatar a los demás kupo - dice mientras sonrie y de la tumba salen esqueletos formados, ahora hay 10. - O salvas tu vida y te proteges de esa bestia kukupo. Decidas lo que decidas, aún tendrás que buscar la forma de salir kupo y es más difícil de lo que te imaginas -  Dice mientras al echarse para atras desaparece en una especie de portal que queda aún abierto.

Ahora tenías 3 opciones, derrotar a los esqueletos y esperar, enfrentarte a la bestia, o huir por el portal dejado por tu contrario. Una voz resuena en tu cabeza

No te ofusques por las palabras de un ser de la oscuridad, la cobardía no es mala, al igual que el valor no es siempre bueno, y si decides huir por el portal, tus amigos lo entenderán, es más... si lo haces puede que llegues a ver a tus amigos que te necesitan en realidad... po - termina de decir la voz sin poder evitar decir la última palabra. pero queriendo que vayas con tus amigos cuanto antes

Jackal una vez te acercas a ese circulo ves que te encuentras en tu mundo, en el momento del desastre, pero ahora no hay nadie, solo estás tu un viento ensordecedor y... al otro lado del circulo el chico de las cartas con quien luchastes codo a codo contra el maestro imitador

Fudo por tu lado ves lo mismo, estás en un lugar yermo y con un circulo mágico en el suelo a tus pies, al otro lado Jackal y alrededor destrucción y fuego.

Una voz suena en vuestras mentes

Los amigos se ven en todos lados, al igual que los enemigos. Pueden tener diferentes razas, diferentes sexos, diferentes formas de ser... pero no sabrás si es bueno o malo hasta que lo conozcas. Al igual, en las guerras nadie gana, ni siquiera por tratar de invocar al ser más supremo. Tu pueblo desoló bastante de tu mundo, aunque con ello ganasteis la guerra, pero ahora te queda por saber, si eso te exime de lo que habeis hecho... No es malo requerir a un poder superior, pero abusar de uno si lo es

dice haciendo ver que Fudo fuera tu juez

Quieres poder y poder tendrás, no quieres ser parte de la oscuridad, pero a la luz tampoco pertenecer. Pues bien, te dire que hace la luz por ellos. Jackal, en su mundo una gran guerra se libraba, y todos perdían miembros dentro de sus razas. Su raza sin embargo, recurrió para la victoria, a un poder impío, un poder oscuro que nadie jamás debería poder controlar - ves un espiritu salir del circulo el cual Jackal para no verlo - Bahamut. Jackal y su raza pensaban poder controlar a este ser, pero se equivocaron y Bahamut destruyó a partes iguales tanto la guerra como la raza de Jackal. Extraño que Jackal se salvara ¿cierto? No es casualidad divina, Bahamut lo salvo, pero ¿como? La oscuridad llama a oscuridad - Ves como un circulo de Oscuridad se forma en los pies de Jackal y en forma de espiritu este fue tragado con anterioridad, pero ahora sigue ahí de pie - y como es obvio, escapó de su mundo para llegar a uno de pura luz.

Esos poderes incontrolabres pero salvadores, es lo que forman a los traidores. ¿Quieres ver como te va con compañeros, pero y si estos te traicionan cuando tu poder vaya en aumento? Alguien como tu no debería consentir la traición, y al fin y al cabo solo hay una forma de salir de aquí, a pesar de las oportunidades que te he dado, el o tu. Tu decides Fudo

Tras correr por un largo pasillo llegas a una sala cuya imagen te perturba. Zayna, atada con cadenas de brazos y piernas en mitad del aire y apaliza, con marcas de latigo y puñetazos y su ropa hecha jirones. - Zayna, la djinn libre que conoces, ha sido despojada de su libertad y obligada a contar todos sus secretos de más de mil años. Torturada ahora la ves delante tuya pidiendo ayuda aunque no la oigas, su voz a descendido for falta de agua, como ya es mortal, todo le afecta como a tal. - dice la voz que te guiaba antes

Al ver a Jackal en medio de ese mundo tan caótico, viendo a Jackal y escuchando esas voces.

-Es este tu mundo?- le pregunté al chico gato - fuiste tu quién desencadenó esto?- miré alrededor la destrucción y el fuego mientras notaba el círculo mágico debajo de él.

No estaba preparado para lo que encontraría al final de mi camino. Tampoco lo hubiera estado bajo ninguna circunstancia ni preparación jamás. Por unos segundos, el aire en mi cuerpo sólo si limitó a salir, y no volvió a entrar. No podía ni siquiera balbucear. "No puede ser". Zayna era la persona más fuerte que yo había conocido, haciendo que incluso yo me sintiera un pequeño Slime a su lado, incapaz de hacer algo por ella que realmente valiera la pena. Quizás por eso me había azotado tan fuerte aquella imagen. Deseaba poder proteger a todos mis compañeros con mi fuerza, pero Zayna estaba a muchos niveles por encima del mío ¿Qué podía hacer yo por ella, quien era portadora de tan gran poder destructivo y de creación? Sentía como si algo me sujetara del cuello, impidiendo que el aire regresara a mis pulmones. Estaba aterrado. ¿Cómo había sido posible que alguien le hiciera eso a Zayna? ¿Cómo es que no pude ayudarla antes? 

"Debo salvarla". Sujeté, o más bien me aferré a mi Llave Espada. Tras esos leves segundos de retraso, pude finalmente inhalar aire de golpe, dejando el shock en mi mente a un lado. "Ya estoy aquí. Puedo salvarla aún". Comencé a correr , disponiéndome a cortar la primer cadena que encontré- ¡Zayna! ¡Aguanta! -cortaría todas las cadenas que pudiera en la carrera mientras me dirigía hacia Zayna. Mi mente trabajaba a 500 kbps, buscando alguna solución. Miré alrededor mío, recordando que no estaba solo, sino que una voz me había guiado hacia allí- No necesito escuchar su voz. Sé que confía en que la sacaré de ahí. Sabe que no pararé hasta lograrlo- dí otro fuerte golpe contra otra cadena. Mi Espada no lucía muy filosa, pero confiaba en que su poder me abriría el camino- ¿Qué debo hacer para ayudarla? ¡Dime! -seguí corriendo hacia donde Zayna, cada vez con más fuerza.

Tras unos cuantos sablazos a las cadenas Zayna cae suavemente a traves del aire hacia el suelo. La agarras y parece totalmente abatida. Tras unos cuantos intentos de despertarla abre los ojos y al verte te dice - Noctis... eres tu... igual ahora podré estar a salvo. - No sabes a que se refería, pero hablaba igual que Zayna, y tenía su mismo aspecto, no parecía ser una ilusión. - Debes salvarme Noctis... volverá, y esta vez para matarme... pero si me devuelves a mi lampara, si me haces volver a ser una Djinn, podré recuperarme y hacerlo desaparecer, solo tienes que hacer lo que yo te diga - Ahora comienzas a dudar, Zayna, la Djinn que siempre deseó ser libre, ahora quiere volver a su prisión por poder.

Cuando me liberé de mis cadenas una voz me dijo que la maldición de los deseos siempre estará presente, que si en algún momento me arrepentía de la liberación, solo necesitaría de un ser querido que deseara realmente que volviera a ser un Djinn para salvarme, el único inconveniente es que no podré ser liberada nunca más. Necesito Noctis - trata de incorporarse un poco para tocarte la mejilla y mirarte a los ojos - que lo desees por mi, necesito volver a ser una djinn, solo así podré destruir a ese ser que me ha torturado tanto

El tacto, la mirada, la voz, la apariencia, incluso la suplica de Zayna, eran totalmente reales, era ella. Pero su petición... distaba mucho de sus ideales, la verdadera Zayna jamás pediría volver a ser una djinn. Por un momento pensaste que esto era de nuevo una prueba, o una ilusión creada por el mundo en el que te encontrabas, pero Zayna era tan real... que no parecía que fuera en broma.

A lo lejos, detrás tuyo, escuchas unos pasos enormes dirigiendose a tu posición. Zayna mira a través de la puerta - Noctis, no queda tiempo, necesito que lo desees.

Tu decisión quedaba, seguir con los ideales que hasta ahora Zayna seguía, o acceder a su petición y devolverla a su vida de esclavitud.

---Si y no, es mi mundo pero yo no fuí quien causó la destrucción de este lugar- digo mirando a mi alrededor- fue el Imperio Gaerlan que invocó a el primal Bahamut, cosa bastante extraña ya que hasta la fecha nadie lo habia conseguido...