Partida Rol por web

- Y tú no eres nadie para decirme lo que debo o no debo hacer, no eres nuestra líder ni tienes más derecho que el resto a tomar las decisiones. Decidir enviar a una misión peligrosa a alguien que no está capacitado por una rabieta demuestra que no estás preparada para asumir esas funciones, entonces se vuelve a Mara, no tomes a mal mis palabras pues tienes otros talentos de los que yo adolezco.

Se cruza de brazos y continúa su discurso: Te guste o no estamos juntos en esto porque hemos aceptado el mismo trabajo pero como grupo creo que debe haber consenso en la manera de actuar. Entiendo vuestros razonamientos y las prisas por actuar, si creemos que es lo mejor atacaremos al amanecer.

Déjame, haz el favor. Tenemos cosas más importantes que escuchar tu berborrea sin sentido. digo levantando el brazo por encima de la cabeza, dando la espalda al explorador para, justo al momento, volver a girarme para encararle

¿Quieres ir? pues ve ¿no quieres ir? pues no vayas. A ti no te he dicho nada de lo que debes de hacer, solo que no me insultes. Somos 6 y cuatro hemos dicho de ir ¿en dónde no has visto consenso?. ¿Pero es que a tí te entró agua en el cerebro o qué? ya un tanto exasperada niego con la cabeza ante lo que estoy oyendo

Primero: alzo el puño levantando un dedo no no soy el líder de nadie, pero tampoco he dicha a nadie lo que tiene que hacer. 

Segundo: manteniendo el dedo alzado de antes, alzo un nuevo dedo En todo momento estamos haciendo lo que la mayoría opina, y has sido tú el que nos ha insultado llamándonos hipócritas por algo que en todo momento hemos decidido en conjunto.

¿Me he dejado algo?, porque si ha quedado claro, me gustaría intentar conseguir esa información lo antes posible para prepararnos. 

Y por cierto, no creo que estemos corriendo ningún riesgo mayor por intentar eliminar a esos bandidos ahora que si nos fuéramos al puesto y volviéramos dentro de varios días. Al final, parece que suavizo un poco el tono, consciente de que estas disputas, aunque necesarias en algún momento, no son buenas para el grupo. Debemos de ser un puño para golpear con fuerza, y si algún dedo se queda fuera, la mano podría romperse

Se descuelga el arco y revisa la tensión de la cuerda, recoloca su capucha y nuevamente le habla a la aasimar: La que ha empezado insultando has sido tú, me has dicho que no tenía fe y confianza en lo que hacemos...deberías escucharte cuando hablas.

Comienza a dirigirse hacia el campamento de los bandidos y le hace un gesto con la cabeza a Helena ¿Vamos?

-Eh, ya vale. Lo que nos faltaba ahora es discutir entre nosotros-dijo la semielfa algo triste por todo aquello- ya que nos hemos puesto de acuerdo y estamos todos en forma vayamos a machacar a esos bandidos y luego podemos volver al puesto a descansar. No podrán decir que no nos lo merecemos-dijo al resto con una sonrisa mientras se ponían en marcha.

Miraba con gesto serio la discusión que se había originado en torno a la idea de atacar el campamento, con los labios apretados me mantenía en silencio, mientras acariciaba la cabeza de mi compañero, finalmente cuando parecía que habían llegado a un consenso mire a Shallana´ha y asentí ante su idea de ir a explorar la zona de antemano, sin embargo al ver como Khastal se ponía en marcha, puse mi brazo por delante de ella para detenerla. -Quieta mi querida Khastal... Deja que Rennor y yo vayamos a ver que hay en la zona, vosotros quedaros por esta zona para poder encontraros rápido... Mire a la joven semielfa y le dedique una pequeña sonrisa, tras lo cual me gire hacia el grupo. -Por cierto... Esto os lo doy como una recomendación... Antes de llegar aquí he trabajado con algunos grupos, y creo que lo que os falta es un líder... Alguien de vosotros tiene que tomar ese rol, o al final esas discusiones van a terminar por romper vuestro grupo. Miro a Rennor y le hago un gesto con la cabeza hacia el bosque. -Vayamos... conforme nos acerquemos a la zona nos tirare un hechizo de invisibilidad a cada uno, a partir de ese momento tendremos 5 minutos como mucho para ver lo que hay en esa zona... Mire a Rennor mientras avanzaba por el bosque. -Ten en cuenta que no es una invisibilidad perfecta, por lo que tendrás que ir con cuidado si te mueves.

Tras un rato avanzando junto a Rennor por el bosque, pudimos escuchar el ruido del agua correr de un riachuelo cercano, asi como voces humanas. Mirando a mi compañero, le hice un gesto con la mano para que retrocediera conmigo. Un poco mas atrás abrí uno de los bolsillos interiores de mi chaqueta, y tome una de las varitas que llevaba. -Vamos alla... Usando la varita me eche el conjuro y luego a Rennor quedando ambos invisibles. -¿Listo? Ten en cuenta que no pondremos hablar, ya que oirán nuestra voz

- Lo tendré en cuenta, dice Rennor que parecía un poco distraído todavía por la discusión son Shallana'ha.

En silencio contempló la discusión. Helada por aquello que se había desplegado observando como sus compañeros se alejaban. Masticó la situación dejando tiempo para que se enfriasen los ánimos, devolviéndole únicamente una ceja enarcada a Rennor antes de que se fuese.

Una vez se fueron, miró a Shallana.

— Aunque Rennor no ha sabido mantener las formas, tu actitud es tan injustificable como la suya. No se que te ha hecho pensar que tienes alguna autoridad sobre este grupo. Yo no opino como Helena, no necesitamos una jerarquía y un líder que imponga la voluntad. Y si creéis que es como debe funcionar el equipo decidmelo porque me marcharé. Y si necesitas más datos para darte cuenta de que has intentado colgarte la medalla de líder te diré que has dicho que te apoyaban cuatro de seis cuando erais tres de seis. Te has inventado una mayoría que no existía cuando Khastal dejó bien claro que apoyaba ambas posturas para intentar salirte con la tuya presionando al resto y espero que no vuelva a pasar. Tu opinión me interesa, tus órdenes no.

Sin decir nada más se apoyó en el árbol con el arco desenfundado, lista por si había problemas.

Cuando parecía que todo se había aclarado, escuché la sarta de tonterías y sandeces que salieron por la delicada boca de Mara,dejándome totalmente atónita. Parecía que lo que había pasado en las aguas termales había sido más que unas broma inocentes, al menos para Mara, pues de otra forma, no podía entender sus palabras.

Girándome con los ojos entrecerrados, negando con la cabeza, me acerco a la barda, sacando la espada de su vaina.

Lo primero de todo, y que te quede claro, muy claro. En ningún momento intento colgarme ninguna puta medalla. Quizás en tu mente enferma lo creas, y quizás sea porque a tí te guste colgártelas, pero no es mi caso.

Y ahora, te pasaré a explicar como si se lo explicara a una niña de 5 años para que entiendas lo que tú dices que me he inventado en ese momento, coloco la punta de la espada sobre la tierra ¿cuántos somos? eso lo sabes ¿no?, seiiiis: Malak, hago una raya en el suelo, Rennor, otra rayita, Khastal, otra rayita, Helena, tú y yo. Finalizo haciendo la siete rayas

Hasta ahí bien ¿no? Ahora, los que dijimos de ir a por los bandidos, fuimos Malak hago una rayita aparte, Helena, y yo tres rayitas. El que dijo que no, fue Rennor, que lo pongo aquí una rayita a parte. Ahora bien, Khastal, efectivamente, dijo tanto una cosa como la otra, por lo que, si me lo permites, la voy a poner a ambos lados y hago una muesca en ambos lados ¿Y tú? aaah, es verdad, que mientras el resto opinaba tú estabas ahí plantada mirando las musarañas, ummm, pues nada, no podemos tenerte en cuenta, porque claro, esto es una dictadura.

Ahora, si sabes sumar, ves que, sin haber decidido yo nada, ni haber tomado ninguna decisión, en este grupo señalo el formado por Malak, Helena y yo, la votación es de tres, cuatro si cuenta a Khastal, y en este otro paso al otro grupo es de uno, o dos contando a Khastal. 

¿Me puedes decir, en qué momento me he "inventado" nada? todo ha sido como hasta ahora, hacer lo que la mayoría ha opinado, los que han opinado, claro. digo soltando nuevamente la pulla a la barda, mientras levanto la espada, la limpio y la vuelvo a guardar en su vaina.

Es más, estoy harta, y si de verdad piensas las estupideces que acabas de decir, dímelo y seré yo la que me vaya. No me gusta esta en un sitio donde la gente piensa mal de los que le rodean, y no entiendo por qué, tanto tu novio como tú decís ahora que no tenéis ni voz ni voto en todo lo que estamos haciendo. me cruzo de brazos esperando la respuesta de la barda. Parecía que una de las soluciones pasaba porque este grupo se fracturara, pero quizás, si eso ocurriera, sería para bien, pues luchar codo con codo con gente que no confía en uno es casi más peligroso que el propio peligro al que te enfrentas.

Mirando a Rennor el cual parecía distraído me acerque a él, y le di un golpe en la frente bajando la voz a un susurro. -Céntrate en esto... No quiero acabar con una flecha en el culo porque tu no estas a lo que tienes que estar... ¿Entendido? Ahora toma aire, respira, céntrate y aparta los problemas que bullen en tu mente para luego... nada te ayudara a resolverlos si acabamos muertos.

Tras dejarte unos segundos a que pusieras tu mente en orden Helena se puso de nuevo en camino hacia el campamento,

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tras unos momentos asomasteis a una zona de claro, por la cual cruzaba un sendero, así como el pequeño riachuelo que habíais estado escuchando antes... Entre algunos arboles podíais observar una torre de vigilancia, de la cual provenía el sonido de un ronquido... Un poco mas adelante de vuestra posición podíais ver una carreta en mitad del camino, y detras de esta el riachuelo... Parece que si atacabais por esa zona, tendíais que cruzar el rio para llegar hasta el campamento principal... 

Apoyado tras unos troncos junto al camino podíais ver a uno de los bandidos, el cual parecía vigilar el camino, con rostro aburrido, mientras cada poco iba bebiendo de una botella. 

El campamento no era mas que un grupo de troncos, unos camastros y una hoguera, tres bandidos jugaban a las cartas junto a la hoguera, mientras la única mujer en el grupo, permanecía apoyada sobre un tronco cortado, mientras afilaba con cuidado dos hachas de mano, en el pañuelo de su cuello podíais observar un brillo plateado, el cual provenía de un adorno con forma de cabeza de venado.

En silencio, observó la discusión. Creía que Helena iba a poner un poco de paz en aquella conversación que se tornaba cada vez más tensa, pero en su lugar incendió la ya de por si peligrosa bronca que estaba a a punto de estallar. Sabiamente sin duda, y sabiendo que seguramente sus agrasivas palabras habían tenido bastante que ver, se limitó a hacer lo que mejor se le daba cada vez que la liaba, que no era otra cosa que darse la vuelta, mirar a otro lado y fingir que aquello no iba que él.

Al final, pareció funcionar.

—¿Todo bien entonces? —preguntó con falsa inocencia mientras los designados como avanzadilla desaparecían. Cuando vio que no había muchas respuestas, aunque si malas miradas que pasó por alto, asintió con una ligera sonrisa, lobuna en cierto modo—. Perfecto entonces... —bajó el tono—. ¿Tenemos que esperar a que vuelvan o vamos rodeando esperando un grito de ataque?

La reprimenda de Helena consigue que Rennor deje a un lado la que acaba de pasar y respirando hondo se pudo a seguir a la elfa. La disposición de los bandidos tampoco era la mejor para defenderse de un ataque y eso es lo que tenían que aprovechar.

- Si atacamos por el norte y por el sur después de haber cruzado el riachuelo por una zona apartada deberíamos pillarles por sorpresa y dividir sus fuerzas ¿volvemos con los otros?

-Será mejor que esperemos, aunque deberíamos prepararnos por si algo sale mal y tenemos que ir a ayudarles-dijo aflojando la cinta de cuero que aseguraba la falcata a su vaina- aunque saben lo que hacen-aseguró con una sonrisa. No iba a darle mas vueltas a la cabeza. Era normal que en los grupos con gente tan dispar hubiera problemas y prácticamente se acababan de conocer hacía unas semanas. Por suerte todos tenían un objetivo común y trabajaban bien juntos.

— Estoy de acuerdo con Khastal. Es el momento de prepararse por si las cosas salen mal. Pero si nos adelantamos podríamos llamar la atención de los bandidos y entorpecer la misión de reconocimiento. 

Dejando a un lado la discusión que dio por finalizada, centrándose en lo verdaderamente importante que era cuidar de sus compañeros, Mara preparó su arco mirando hacia la zona por donde se habían marchado. 

Las cosas parecían haberse distendido, o al menos toda la tensión se había desviado hacia la misión. Hacia los bandidos. Mejor así. Mostró los dientes mientras estiraba la espalda y el cuello, que crujieron con un sonoro chasquido, y se acercó hasta los demás. Su espada, que hasta hacía unos instantes descansaba hacia abajo y clavada en el suelo, fue a parar a su hombro y se quedó ahí, pendiendo sin demasiada fuerza.

—Pues esperemos —comentó simplemente por decir algo, a la par que se encogió de hombros y giró la cabeza, haciendo uso del filo del arma para rascarse la oreja—. A ver si no tardan demasiado —miró a Shallana—. Mmm. ¿Crees que necesitaremos hacer uso de nuestra magia?

En realidad, tampoco esperaba respuesta. La celestial estaba, desde que habían discutido, algo callada. Y de mal humor. Era normal, pero al menos así desviaría su atención un rato. Aunque la ira era una buena compañera a la hora de luchar, prefería tenerla con la cabeza fría y en su sitio. Ya más de una vez él mismo había sobrevivido gracias a la intervención de los demás, y no tenía ganas de que eso cambiara porque alguien estaba pensando en la sangre, y nada más.

La pregunta de Malak me sacó de mi encerramiento mental, durante el cuál había ido repasando mentalmente los acontecimientos y las disputas con varios de mis compañeros, cosa que no debería de haber sido así. Necesitábamos cooperación, y cualquier distracción, podría llevar a todo lo contrario.

Moviendo la cabeza a ambos lados, como volviendo en mí, lanzo un suspiro mientras asiento Mucho me temo que sí. No se cuántos habrá en este campamento, pero al puesto fueron, creo que, unos cinco digo mirando al cielo, pensativa si, cinco. Así que, me supongo que, como poco, debería de haber otros cinco, o más si es una especie de campamento base. 

Si, prepárate para usar nuestra magia comento girándome para mirar por donde habían desaparecido Helena y Rennor

Mirando con atención a los bandidos y su campamento, fui recorriendo la zona junto a Rennor, hasta que tras observar bien que no hubiera mas bandidos posicionados ni ocultos, retrocedimos un poco, y asentí con la cabeza mirando a mi compañero. -Si, volvamos con el resto... Creo que ya tenemos lo suficiente como para saber lo que hacer

Caminando con cuidado, tanto Rennor como yo emprendimos el camino de regreso, desvaneciendose los efectos de la magia a mitad de camino, cuando por fin llegamos con nuestros compañeros, les dedique una pequeña sonrisa. -Ya estamos de vuelta... ¿Nos habéis echado de menos? Venid, os mostraremos lo que hemos averiguado... Llevando al grupo hasta una pequeña de tierra, tome un palo y empece a dibujar en el suelo la zona del campamento, marcando el rio, las posiciones de guardia, el carro y el resto del campamento... -El campamento no esta demasiado preparado ni defendido, lo que me da a suponer que ese campamento es temporal... En total hay 7 bandidos. Fui marcando sus posiciones con una "x" en el mapa improvisado. -Hay un camino que cruza cerca del campamento, la cual parece estar bastante vigilada, y viendo los troncos y el carromato posicionado en mitad del camino, imagino que emboscaran a cualquier comerciante o viajero que tenga la mala suerte de pasar por esa zona... Mire a mis compañeros. -Puntos a nuestro favor... Parecen bastante despreocupados... Uno de los guardias estaba durmiendo en su puesto, otro estaba bebiendo y los otros bandidos estaban hablando junto al fuego... Mire a Rennor. -Creo que no se me olvida nada ¿no? Mire a mis compañeros. -¿Alguna pregunta o idea? Rennor dio la idea de atacar por ambos lados, yo por mi parte la apoyo, pero con algunos añadidos, a aquellos que se les de mejor el sigilo atacaremos desde el sur para acabar lo mas sigilosamente posible a los guardias, y el resto atacara por el norte al propio campamento... ¿Que os parece?

Prefería a Shallana callada. Cuando abría la boca, todo parecía complicarse. Por lo que sabía, aquello podía ser un suicidio, una trampa en la que iban a entrar de lleno, con el terreno en contra y en inferioridad numérica. Ellos tendrían dónde defenderse mientras tendrían que cargar campo a través bajo, seguramente, una lluvia de flechas. Su magia iba a servir de poco si no llegaba hasta los enemigos. Sin embargo la decisión estaba tomada y él estaba contento con ella. Había ido allí para huír, para escapar de quien era, pero también para descubrir que podría ser. Para probarse. Y allí iba a tener oportunidad de sobra.

Al final, más que alterarse, su sonrisa se transformó en una mueca de satisfacción mientras esperaba a Helena y a Rennor, que no tardaron demasiado en llegar.

—A mi me parece bien —dijo encogiéndose de hombros, sabiendo que él iría con el grupo que atacaría de frente y anunciando a los cuatro vientos que estaban allí. Era, al fin y al cabo, lo suyo—. Yo atacaré por el Norte. Y a nuestra señal, les pillaréis por sorpresa. 

Señal. Eso iba a ser fácil. Un grito de guerra seguido de un alarido de dolor. La primera sangre despejaría a todo el campamento y centrarían su atención en ellos. Ese, sería el mejor momento para acabar con todos. Definitivamente, un gran plan.

Mara suspiró aliviada al ver como sus compañeros regresaban, tras eso les siguió y observó los dibujos a la vez que escuchaba el resumen atentamente. 

— Me parece un buen plan. De esa forma tendríamos todos los flancos cubiertos. Lo único que... ¿No habéis visto a nadie con aspecto de líder entre los presentes? Lo pregunto porque es extraño que unos bandidos tan organizados capaces de hacer una incursión es raro que no tengan a nadie a la cabeza. Si hay alguien así es mejor acabar con él primero, más de uno huiría en desbandada. 

Rennor dejó que Helena llevara la voz cantante en la explicación pero recordó algo cuando Mara lo preguntó.

- Si, solo hay mujer en el grupo, que permanecía apoyada sobre un tronco cortado, mientras afilaba con cuidado dos hachas de mano, en el pañuelo de su cuello se vislumbraba el brillo plateado de un adorno con forma de cabeza de venado.

La espera se hizo casi interminable. Tan solo la el silencio, a excepción de los ruidos propios del bosque, nos hacían ver que todo iba bien y que, tanto Rennor como Helena, seguían hacia delante con la exploración, con paso firme.

Cuando llegaron, un pequeño suspiro de alivio salió de mi boca mientras asentía con una pequeña sonrisa. Al fin y al cabo, las cosas estaban saliendo como habían planeado, de momento.

Mientras Helena y Rennor nos indicaban la posición de los vigías y del resto de los bandidos, movía la cabeza, dando por buenos los comentarios y planes que estaban trazando Rennor y Helena. Era una buena estrategia.

Yo seguiré a Malak. Tampoco está entre mis virtudes el sigilo, la verdad comento mirando al infernal antes de volverme hacia Khastal. Después de lo que había pasado, no iba a ser yo quién dijera dónde tenía que ir cada uno, pero con la armadura y el escudo, no sería fácil pasar por entre las ramas en silencio.

En ese momento, Mara habló, lo que hizo que me girara para mirarla mientras exponía sus ideas. Y fue una gran aportación Mara tiene razón, podría ser una gran ventaja digo sonriendo a la bardo ante su ocurrencia. Solo había que esperar que lo hubieran podido localizar, claro.

La espera no fue demasiado, ya que Rennor nos sacó de dudas, señalando en el plano la ubicación de la que, podrían suponer que era la líder de ese grupo.