Partida Rol por web

Knights Code [+18]

Capitulo 3: Triple Amenaza

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10/12/2019, 05:55
Alanís Cromwell
Sólo para el director

Por otro lado...Alanís hizo retrospección de lo sucedido. Había vuelto una, dos, tres veces al sitio donde había tenido la efímera visión, pero naturalmente no había visto nada más ahí. No le parecía tan extraña la idea del rey Aztora velara por sus descendientes en tiempos difíciles, pero como era de esperar, un momento se sintió como muy poco. Había tantas cosas que ella y mucha gente quisieran preguntarle...pero no estaba segura de que debiera divulgar esa información abiertamente. Después de todo...había enemigos cerca aún. No sabía donde, o quien. Pero alguien le había hecho a Zedron aquello, y dudaba que ningún enemigo solo hubiese llegado casualmente a él. No, eso sonaba a algo interno.

Reflexionando al respecto, había encontrado extraño...que Glaius quisiera apartarle del combate. En el momento no cuestionó demasiado el pedido porque sonaba razonable, pero..."dudo que podamos salvar al rey ahora". Eran más, algunos gravemente heridos si, pero con su adición probablemente hubiese sido perfectamente viable el contener a Zedron. Por supuesto, la prioridad también era la familia real, y realmente había querido ir con la imágen de la Reina, la princesa, y Arthas bajo escombros...pero sencillamente sentía que casi que había dado por muerto o perdido al rey de forma demasiado ligera. Y le había detenido expresamente.

Además, había sido el primero en sugerir que Zedron debería ser asesinado.

Se llamó a mesura. No quería apuntar a nadie de forma precipitada, pero fuera del fervor de la batalla, tenía esta sensación de que en general Glaius no parecía demasiado contento desde que había entrado en escena. Y en general...realmente estaba sospechando de él ahora mismo. ¿Que podía hacer? Su sutileza era la misma que la de un jabalí en una cristalería, no podía mantenerle el ojo encima fuera de situaciones publicas sin ser obvia. Necesitaba encontrar a alguien escurridizo. Quizá pudiera consultar con la familia real. Pensó en Cythla y las hadas, una le parecía que podía llegar a ser una persona discreta, y los otros claramente no pero quizá su magia pudiera hacer algo al respecto. Pero de momento debía esperar, pues estaban todos juntos.

Pero quizá...quizá solo eran imaginaciones suyas, en cuyo caso se sentiría mal por siquiera pensar de esta forma.

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10/12/2019, 20:35
Baeric Griffith

Si hubiese continuado hablando Cytla se enteraría de que no era buena idea responder así a un caballero respetable incluso cuando era la situación más terrible vivida hasta el momento: pero por suerte, el rey despertó y simplemente dirigí una sonrisa de superioridad a la pelirroja.

-No subestimes a nuestro rey -dije con una sonrisa de satisfacción. Luego de tanto caos, era agradable poder callar la boca a alguien que tiraba piedras a todas partes.

Las horas pasaron. Me reuní con el resto en la enfermería para ser tratado, después de todo aquella costilla me estaba volviendo loco: era difícil decir si era peor la enfermedad o la cura del nigromante... Pero al menos cumplió su cometido, pues tras el tratamiento me sentía listo para pelear de nuevo.

Entonces, las hadas fueron despertando. Esperaba que lo que sea que hubiesen hecho las dejase así por un rato, al menos estaríamos tranquilos por un tiempo más...

La orgullosa Alanís, la explosiva Cytla, las "inestables" hadas, el lobo feroz Eldruin y el sacerdote Muramasa... Al vernos juntos aún me sorprendía de que todos fuesemos caballeros, después de todo eramos muy diferentes, pero al menos hoy se había demostrado nuestra dedicación al mismo objetivo: proteger el reino.

-No he visto a ninguna señora pelirroja entre las personas que entraron al castillo -declaré antes de levantarme de la camilla, haciendo unos leves estiramientos. -. Agradezco el tratamiento, nigromante, pero mientras el rey se recupera me gustaría ir a ver el estado de la princesa.

Notas de juego

PNJ

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10/12/2019, 20:48
Glaius

 A diferencia de la mirada desinteresada que dirigía Glaius a todos cuando los examinaba, Alanís recibió una penetrante y fría a través de la mascara cuando declaró no necesitar descansar. A pesar de que la chica podría percatarse de la reacción del nigromante, esté no diría nada al respecto y continuaría examinando a todos.

 Glaius dejó sin respuesta a Cytla: no estaba para andar respondiendo amenazas de una avariciosa que, de haber tenido la oportunidad, se hubiera llevado la armadura de Zedron. Ahora tenía más sentido el porqué fue ella quién propuso la idea...

 Entonces las hadas empezaron a despertar, y como era de esperarse empezaron a hacer preguntas respecto a lo sucedido. Glaius sería quién se los aclarase.

 -Zedron sucumbió ante el control mental de algún enemigo: intentó secuestrar al rey, pero fue detenido por los caballeros. Ahora se encuentra en los calabozos, únicamente con su casco: esperamos que de señales de consciencia, y que el rey se encuentre mejor para decidir su veredicto -hizo una leve pausa para que las hadas asimilasen aquello antes de continuar. -. Al igual que Zedron, otros caballeros también fueron controlados: Frey, Ameline, Elizabeth, Feris, entre otros... La mayoría fueron capturados, el resto logró escapar, o acabaron con sus vidas antes de poder arrestarlos... -hizo nuevamente un silencio para dar tiempo a las hadas; por alguna razón, el nigromante se tomaba su tiempo para darles la información poco a poco. -. Yurrax y Sutera desaparecieron: suponemos que fueron controlados y les dieron ordenes diferentes al resto, pero no podemos confirmarlo. Por otro lado, el dragón que atacó la ciudad fue derrotado exitosamente, pero de él surgió un enemigo con aspecto angelical: huyó poco luego de que Zedron destruyese medio castillo y un cuarto de la ciudad con su ataque. Desconocemos si ese ser al que se enfrentó Alanís está bajo el dominio del nigromante que dio vida al dragón.

 »Pudimos proteger a la familia real y parte del a ciudad, pero el castillo sufrió muchos daños y se perdieron muchas vidas... Serán unos días largos a partir de ahora -concluyó el nigromante.

 Entonces, empezó a rondar el tema de la madre de Cytla y las ganas de está de ir a ver como estaba. Era comprensible, y hasta el propio nigromante lo entendía.

 -Tu madre salió del castillo luego de todo el alboroto. Escuché que se dirigiría a tu tienda, así que supongo que te estará esperando allá... -miró de reojo a Faith unos instantes antes de volver a la pelirroja. -. En el estado en el que se encuentra Faith dudo de que sea capaz siquiera de abrir un portal estable. Yo me encargaré de ir a buscarte cuando el rey reúna a los caballeros... -el nigromante cierto gesto con su mano derecha, y sobre Cytla se formó un extraño sello que desapareció al cabo de unos instantes. -. Con eso podre localizarte para traerte aquí. Anda, ve...

 Ya que cada quién parecía tener sus prioridades y necesidades, Glaius finalmente suspiró.

 -Al menos todos ya pueden caminar... Si necesitan algo, vayan a hacerlo. Ya tienen el rango suficiente para ser capaces de cumplir sus prioridades aunque tengan los huesos rotos... -comentó el nigromante. Luego se iría al fondo de la enfermería para ponerse a revisar unos papeles sobre los registros de heridos y muertos. De esa forma, les había dado libertad de irse o quedarse a descansar.

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12/12/2019, 01:19
Cytla Calatia

Las hadas se despertaron bastante confundidas con muchas dudas de que había pasado y preguntando por cosas como que había pasado con Zedron, momento en el que sin duda yo me puse muy seria por escuchar de nuevo su nombre -Tiene lo que se merece... por lo que hizo- dije con extrema seriedad y resentimiento... aunque es evidente de porque, solo había que relacionar a Zedron con el ojo que me faltaba en la cara y cuyo hueco ya buscaba tapar con alguna venda o parche que me encontrase por la enfermería. Aunque el tema de que muchos más caballeros diamante habían sucumbido al control mental, mirando a los presentes aquí con nuevos ojos... ¿somos los únicos que no hemos sucumbido al control mental? Joder...

Por otro lado, vi con cierta sorpresa como la mayoría de los presentes estaban a favor de irme a buscar a mi madre, y me dejaban hacerlo antes de ir a ver al rey... vaya, desde luego me sentí especial. Aunque admito que por un momento me horrorice ante la propuesta de Alanis... por Dios que no la haya visto entre la gente muerta, porque si no me da a mi la fiebre vengativa asesina. De bajo mi armadura saqué un colgante sencillo chapado en oro, el cual se abría mostrando dos pequeños retratos, un hombre(cuya imagen estaba muy desgastada como para reconocerla) y una mujer -Ella es mi madre, ¿la viste?- le pregunté a Alanis, con miedo sinceramente. 

Pero el nigromante me dio un gran alivio al decirme que se había ido a ver la tienda... ¡esta viva menos mal! -Ay Santa Avaricia, pero que alivio me has dado- le dije suspirando aliviada y con la tensión quitada... aunque no del todo, eso ya me la quitaría al abrazar a mi madre. El nigromante me hizo una especie de sello o algo para localizarme y venir a buscarme una vez se necesitara... ¡eso se merecía un agradecimiento decente! -Gracias por todo Mascarilla, te lo agradezco. Muac- le dije dándole furtivamente un beso en la mejilla antes de coger mis cosas e irme con prisas -Pues ya nos vemos luego. Si alguno quiere y se pasa por mi tienda le hago un descuento del 5% en lo que quiera comprarse, ¡chao!- me despedí de todos a las prisas mientras me iba.

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14/12/2019, 19:01
Fío Edrielle

Su mirada se abrió, recordando entonces el momento en el que en plena batalla Feris se lanzó contra Glaius y acabó comiendo suelo. - Q-quienes... quienes han... ¿Muerto?... Sentía que su pecho iba a estallar, que le dijeran aquello... Su hermana sabía perfectamente lo que sentía en realidad por el lobo y aquella noticia era darle un golpe directo en el estómago. 

No tenía maná, no tenía fuerzas, no tenía nada más que a lo único que debía importarle en esos momentos que era Faith, se centró en ella, en su cálida mano la cual aferró con la suya propia sin soltarse. -Hermana... ¿tú estás bien?... Si... Si hubiera sido más previsor... Uh... Lo... siento tanto... Realmente no se hubiera esperado ni en cien años que aquello pudiera ocurrir, había sido un ataque muy bien organizado, demasiado... Y encima conocían a os compañeros porque de no ser así no podrían haberlos controlado. -Hay... Hay un traidor... en el castillo... E-Es definitivo...

Notas de juego

Siento que sea tan corto es que no puedo hacer nada de nada ni tampoco hay más que decir XD...

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15/12/2019, 15:43
Faith Edrielle

Quedé en shock ante la explicación de Glaius. Tal catastrofe... No podía siquiera esperarmela. Esperaba que el poder de Fio fuera suficiente para acabar la batalla... Esperaba que la fuerza de nuestros compañeros pudieran con el resto... Incluso el poder dado de mi a Alanis fuera suficiente... Hasta con Glaius de nuestro lado. Por eso no me preocupé cuando me lancé a salvar a Fio, porque tenía esperanzas en el resto...

Esperanzas que se rompieron, por ser descuidada.

Todo se volvió en nuestra contra y ahora estamos así, en este punto, en este lugar.

No podía reaccionar, era simplemente abrumador, y estaba atascada en todo a punto de llorar. Pero para cuando Cytla se fue y mi hermanito me apretó la mano, volví a mi cuerpo parpadeando y dejando caer aquellas lagrimas ahogadas. - Y-yo... s-si... C-caí inconsciente t-tratando de salvarte... No debiste usar aquel hechizo hermanito. P-pero... igual si no lo hubieras usado habría más daños - miré confusa a Glaius esperando que me diera la razón... O más bien esperando que el me hiciera creer mis propias palabras.

Lo dicho por Fio no representaba realmente una locura y era más que plausible - Tiene sentido... ¿Quien iba a conocer mejor a los más poderosos de los caballeros diamantes sino uno que viva día a día con ellos? - Glaius todavía seguía bajo sospecha, pero quizás por esta vez merecía el beneficio de la duda, es por ello que miré a mi hermanito y luego a Glaius - Esto... Glaius... ¿Podriamos hablar a solas, tu, Fio y yo? Quisiera consultarte algo. - Dije mientras trataba de levantarme y intentaba animar a mi hermano a hacerlo para alejarnos de allí un poco. Lo que nos dejasen nuestras fuerzas

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18/12/2019, 20:09
Alanís Cromwell

-No he visto a nadie así -dijo con una leve sonrisa, contenta con su propia respuesta, para luego observar como la chica se marchaba hacia su tienda.

Alanís no reaccionó en absoluto al curioso trato que estaba teniendo el nigromante con ella. De alguna forma le parecía que estaba molesto por algo con ella, y tenía sus propias teorías al respecto ya. Miró a las hadas entonces, y habló nuevamente.

-Ustedes dos...quizá quieran esperar hasta más tarde para charlas. Glaius parece bastante ocupado ahora y no ha tenido ni un descanso aún. Cuanto menos reunámonos con el rey primero para darle algo de tiempo para sí mismo. Por favor, les pido que guarden sus energías hasta entonces. Hay cosas que quiero decir también pero...ahora mismo no es el momento. Descansen. Iré a esperar la hora de la reunión.

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18/12/2019, 20:28
Alanís Cromwell
Sólo para el director

Alanís iba a encaminar sus pasos a la sala de reuniones, pero terminó merodeando cerca de los aposentos reales. Tenia algo de fatiga encima, pero se dijo que descansaría sentada en la reunión cuando se diera. De momento se dedicó a, disimuladamente, tratar de husmear como estaba Arthas.  Realmente se limitaba a ir de arriba a abajo por el pasillo de su habitación, diciéndose que estaba tomando precauciones adicionales por cualquier amenaza adicional en ese momento de descanso.

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20/12/2019, 22:52
Baeric Griffith

Antes de marcharse a por la princesa, Baeric se detuvo para escuchar lo que tenían que decir los demás. Estaba claro de que Zedron fue controlado por algo o alguien, que intentó cometer traición…y que por lo tanto su alteza tendría que decidir el destino de el caballero, no había vuelta de hoja, la ley era clara al respecto.

Luego se comenzó a hablar de los demás caballeros, algunos desaparecieron, otros cayeron en combate…desde luego aquel ataque a la ciudad y el castillo no fue trabajo de novatos, fuera quien fuera el enemigo, era alguien a quien no se podía subestimar.

Ya había oído suficiente.

El caballero se giró una última vez y miró a los presentes.-Iré a ver a la princesa para asegurarme de que está bien…con permiso.-Comentó haciendo una pequeña reverencia, aún le dolía el costado y desde luego deseaba el momento de poder dormir y descansar un poco los ojos. Había sido un día duro.  Pero tenía una serie de prioridades, primero el rey, luego la familia real, luego el reino y sus ciudadanos...y finalmente su bienestar, ya llegaría el momento de descansar, antes de eso tenía que atender sus obligaciones.

Así que se giró y volvió a avanzar hacía la salida, internándose en los salones, pasillos y escaleras del castillo.

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21/12/2019, 02:02
Director

Todos parecían tener sus planes, y Glaius no seria quién les detuviese; después de todo, si alguien se rompía una pierna por no descansar, él no seria quien sufriría la recuperación...

Cytla fue la primera en salir, dejando atrás las voces de la enfermería para buscar la salida del castillo y dirigirse a su tienda. Alanís fue la siguiente en disponerse a abandonar el lugar, siendo seguida por Baeric. Las hadas serian las únicas que se quedarían con el nigromante y el resto de heridos, pero aún así a los dos últimos caballeros en salir escucharían al fondo la voz de Glaius responder a la pregunta hecha por uno de los seres mágicos.

-Feris murió -soltó de manera seca, pasando a dirigir una mirada fría e indiferente a través de la mascara hacia Fío. -. Yo se lo permití.

Tras esas palabras, Alanís y Baeric llegarían lo suficientemente lejos para dejar de escuchar lo que sucedía en la enfermería.

Notas de juego

1/2

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21/12/2019, 02:06
Glaius

A pesar de que Glaius conocía bien la condición de Fío, y era de quienes se percataba de los sentimientos de los demás fácilmente, el nigromante fue frío y certero al darle la noticia del fallecimiento de su amor al hada. Si había alguien que era más cuidadoso con el caos que el propio Fío era Glaius, pero en aquella situación se le veía verdaderamente tranquilo. Por otro lado, Fío estaría en pleno shock.

-Jum... -el nigromante bajó su mirada a su escritorio para revisar algunos papeles, sin prestarle atención a la reacción de Fío. -. Supongo que incluso el caos tiene un límite de desgaste... Aunque tal vez el sello que te puse tenga también algo que ver... -efectivamente, Fío llevaba pegado en la espalda una tira de papel con un extraño símbolo mágico: en toda la habitación, el sello era lo único que estaba siendo corrompido por el caos, y es que en cualquier otra situación aquella noticia hubiera significado la destrucción de todo el castillo, o tal vez más que eso... -. Si el sello ha resistido es únicamente porque hace poco agotaste toda tu magia: únicamente esta absorbiendo los "residuos" que tu interior desea liberar... Pero no queda nada más que para mantenerte consciente. A lo que quiero llegar con todo esto es que... -mientras decía esto, alzó su vista nuevamente al hada. -. Puedes llorar por Feris sin temer a destruir nada ni desmayarte. Puedes desahogarte -siendo esas palabras que nunca antes se le habían dicho a Fío.

El resto de caballeros presentes se mantuvieron en silencio: no solo por la noticia de su compañero fallecido, si no por respeto al hada que parecía la persona a la que más le afectaría la baja.

-Faith, si aún deseas hablar... -comentó entonces el nigromante, dejando a criterio de la chica si se pondría a hacer preguntas en aquella situación.

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21/12/2019, 02:22
Director

Apenas saliste de la enfermería corriste a toda prisa, dejando atrás todo y apartando todo lo que se interpusiese en tu camino. No tardaste en salir del castillo y adentrarte en las destruidas calles de la ciudad. Tras algunos giros, fuiste acercándote más y más a tu tienda: por suerte, cuanto más te acercabas, menos destruido se veían los alrededores. Aún así, habían efectos visibles de la llegada del dragón a la ciudad, y es que al llegar a tu tienda te la encontrarías con el cartel de la entrada de medio lado; la vitrina de la entrada estaría agrietada, siendo que el cristal apenas aguantaría más, y había una alta cantidad de polvo y rocas por toda la calle. Aún así, la tienda estaba en mucho mejor estado del que te esperabas: y es que la casa que estaba justo al lado había sido victima de un enorme escombro que la destruyó casi por completo. La suerte te había sonreído aquel día más que nunca.

Pero aún no era momento de celebrar, pues aún había algo que querías ver, y era a tu madre en buen estado. Entraste de golpe a la tienda y miraste hacia todas partes alterada, para entonces encontrar aquella figura tras la barra.

Usando su característica vestimenta roja que tan bien iba con su cabello y ojos, los mismos que te heredó en tu nacimiento, tu madre estaba terminando de acomodar algunos objetos que se habían caído de las estanterías a causa del alboroto. La mujer se dio la vuelta para recibir con una sonrisa de curiosidad.

-Supongo que ahora podemos vender los objetos delicados a mayor precio por haber sobrevivido al asedio de un dragón, ¿no? -te dijo con una cálida y bromista sonrisa. Obviamente, en un intento de bajarte la preocupación.

En todo caso, te recibiría con los brazos abiertos para abrazarte como a una niña pequeña que acababa de superar un gran temor, y no era del todo equivocado en tu caso.

-Estoy alegre de que estés bien... -te dijo acariciando suavemente tu cabello para consolarte. -. Lamento no haberte buscado en el castillo, pero quería asegurarme de que la tienda estuviese bien: no podría soportar ver tus ojos si se hubiese destruido -confesó antes de separarse un poco para poder verte al rostro y así dedicarte otra cálida sonrisa. -. ¿Que te parece ahora la idea de invertir un poco en los refuerzos de las paredes?

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21/12/2019, 03:02
Director

Los minutos pasaban mientras intentabas distraerte de los pensamientos que no te dejaban tranquila. Que hubiesen dos guardias custodiando la habitación de Arthas no ayudaba, pues en cualquier otro caso simplemente podías entrar: pero en aquellos momentos no se te ocurría ningún motivo válido para irrumpir en sus aposentos.

Fue entonces cuando, durante otra de tus vueltas, pasaste frente a la puerta y viste tu atención llamada inmediatamente. Desde el interior de la habitación se escuchó un golpe, similar al de un cuerpo cayendo contra el suelo bruscamente. Los guardias rápidamente se movieron para abrir, pero sobraba decir que tu eras más veloz; y en esa situación, por poco te llevarías por encima a los guaridas al abrir la puerta por ti misma.

Los tres mirarían con atención la escena, preparados para cualquier cosa...

-Ay, ay, ay... -y allí estaba él, tirado junto a su cama con un brazo reposando en esta. Por la manera en la que la cobija estaba estirada entre él y la cama, y la manera en la que se sobaba la cabeza, se podía deducir que Arthas se había dado un golpe al caerse de la cama. Entonces, el príncipe se fijo en vuestra aparición. -. Oh... Hola -saludo un tanto avergonzado por tal escena impropia de un miembro de la realeza.

Más allá del pequeño chichón en la cabeza, el cual desaparecía por si solo luego, Arthas estaba bastante mejor en comparación a como le encontraste en la sala del trono; no fue nada que un baño y un par de cremas medicinales no curasen.

-Estoy bien, perdón por preocuparlos -avisó el príncipe a los guardias, quienes tras hacer una debida reverencia abandonaron la habitación para tomar sus lugares nuevamente afuera, cerrando la puerta tras de ti. Ya a solas, el príncipe intentó levantarse por cuenta propia, pero terminó arrodillado junto a la cama. -. Ha, ha... Ay... Supongo que no se puede salir ileso de un derrumbe en el castillo, ¿no? -te comentó con una amplia sonrisa bromista. -. Gracias por salvarme... -te agradeció; después de todo, el no estuvo consciente para ver a aquella persona que había aparecido para proteger a la familia real, y por lo tanto se atribuía el rescate a tu persona y a Perceval, quién rescató a la princesa. -. Debo decir que... Me siento más débil que de costumbre... Y eso que ni siquiera llegue a luchar -bromeó nuevamente.

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21/12/2019, 03:26
Director

Tal como habías dicho, te dirigiste a los aposentos de la princesa. Varias partes del castillo habían sido victimas del devastador ataque de Zedron, pero por suerte el lugar de descanso de Artanis no era una de las zonas afectadas. Por lo cual, luego de recibir permiso tras tocar la puerta, entraste a la habitación de la princesa.

Tal como la última vez que habías visitado sus aposentos, Artanis se encontraba parada en el balcón, observando el horizonte que se mostraba ante ella. A diferencia de la última vez, ahora se podía visualizar los daños causados entre el dragón y Zedron, aunque también se mostraba parte de la ciudad que no se vio afectada por el conflicto.

-Baeric... ¿Podemos considerar esta una victoria? -te preguntó la princesa dándote la espalda. -. El castillo, Zedron, la ciudad... Aún estamos vivos, y nos podremos recuperar seguramente, pero... ¿Esta fue nuestra victoria, o la de quién maneja los hilos enemigos? -finalmente se dio la vuelta. Su expresión era seria y de disgusto. -. ¿Podemos decir orgullosa y honestamente que hemos ganado?

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21/12/2019, 04:16
Faith Edrielle

Viendo el panorama y que ahora estabamos más apartados de los demás, simplemente hice lo que pude para consolar a mi hermanito ante la noticia del nigromante. En parte ese gesto era también para hacer uno de mis hechizos de protección... pero era inutil... En ese punto estaba vacía. Apenas lograba siquiera convocar el hechizo más nimio de curación que sabía. Me sentía practicamente, menos que una pulga... Tanto habiamos gastado que ahora nos estaba pasando factura.

A mi y a Fio, pues no explotó por el caos de su interior. Glaius ya se encargó de explicarnoslo, siendo que Fio tenía un sello a su espalda. No obstante no paré de abrazarlo y acariciarlo diciendo pues en voz baja a su oido, una verdad interesante que nunca antes hubiera dicho con tanta sinceridad - Lo siento... - y es que realmente, aunque amara a mi hermano, y sintiera celos de el, después de lo vivido, ahora no podía sentir felicidad en tener una competencia menos... Al reves, empatizaba con el sintiendo que ahora tenía menos amor repartido.

El nigromante entonces se ofreció a darme paso a que me explicara el porque quería hablar a solas.

No era el momento, y lo sabía. Fio necesitaba calmarse, y me necesitaba a mi totalmente entregada... Pero Glaius era el único alto mago que había conocido, además de nuestra madre, en el cual pudiera confiar con tanta voluntad y tan solo por el hecho de demostrar que no era malo. Eso y además que para cuando fuera la reunión con el rey, podría ser tarde.

Desde mi posición de abrazo a Fio empecé a decir - Necesito... que me ayudes, en dos cosas... La primera es... consejo. - dije retirandome levemente de mi hermanito para acariciarle el pelo y tratarle realmente como una hermana mayor, con cuidado y cariño, sonriendo por el pero a medio camino del llanto por empatía - Tengo una idea para proteger al reino pero... costará un poco. En nuestro lugar de origen hay un hechizo que protege al bosque de las hadas del resto del mundo. Es un hechizo de alto nivel, muy alto nivel. De nuestra raza solo la reina puede conjurarlo, y obviamente no puede realizarlo aquí. Llevo interesada en ese hechizo desde que aprendí a usar el primero, y se todo lo necesario, pero el mana necesario para convocarlo, así como el poder magico... Es equivalente al de ocho magos como nosotros. - dije haciendo referencia a nosotros tres. - ¿Crees que el rey lo tendrá en cuenta como una solución temporal para tener un descanso de los ataques? ¿Crees que podriamos hacerlo? Solo conozco a otros seis magos tan poderosos como nosotros pero... No sé si el rey... o la princesa, querrá que vengan. - Concluí la primera de las peticiones de ayuda mirando a Fio con intensidad.

El también sabía a que hechizo me refería, y sabía tanto como yo que sería la única razón por la que aceptaría ser reina de todas las hadas. Si tan solo lo hubiera pensado antes... Nada de esto hubiera ocurrido. Y me sentía culpable por ello... Mi hermanito me conocía lo suficiente como para saber que mi expresión, era de culpa.

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21/12/2019, 19:00
Cytla Calatia

No paré de correr nada más salí del castillo, sin detenerme ante nada, ya fueran escombros, ratas, restos ardiendo o grietas en el suelo que saltar... no pararía de correr por toda aquella devastación causada por el dragón cadavérico en la ciudad, rezando que mi tienda no fuera parte del polvo y los cascotes.

La primera noticia fue buena: nuestra tienda estaba intacta... bueno, al menos en pie. Deberemos invertir algo de dinero en arreglar la fachada, los cristales... vamos, debemos hacer muchos arreglos... pero ahora no tengo ningún interés en realizar un presupuesto, solo quería entrar para comprobar si mi verdadero bien más preciado continuaba de una pieza...

A la cual encontré tras el mostrador... sana y salva, vestida de roja como siempre... esperando que eso no disimulara alguna mancha que quisiera ocultarme. Ella decía que podíamos vender los objetos delicados por más dinero... pero ahora mismo eso no me importaba... me quedé mirándola tras el otro lado de la barra, sollozando simplemente por tenerla delante... Por desgracia pensando también en como se sentiría de verme con un ojo tapado por una venda -Snif... snif... ¡MAMAAAA!- grité llorando mientras me acercaba a sus brazos, compartiendo un abrazo junto con ella y refugiándome en su pecho como una niña mientras la escuchaba.

Ella me decía la razón por la que no me fue a buscar, para asegurarse de que no viera con mis ojos mi tienda destrozada... me sentí fatal al verla cara a cara -Mi... snif... mi ojo...- dije llorando... señalando que ya no tenía "ojos" en plural -Pe-perdón mama... he pe-per... pe-perdido el... el o... o...- no podía ni pronunciarlo, volviendo a enterrar el la cara en su pecho llorando con el ojo bueno -¡Lo siento mama! ¡Buaaa! ¡Lo siento!- me disculpé con ella... pues ella siempre me decía que cuando me miraba a los ojos veía a papa... ¡y ahora había perdido uno! Ahora mama no podría ver a papa al mirármelos por culpa mía y de Zedron.

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21/12/2019, 21:07
Baeric Griffith

Subir las escaleras y caminar tanto fue un suplicio para el caballero halcón, pero a pesar de ello, no se permitió hacer ni un gesto, suspiro o mueca de dolor. Le dolía el cuerpo y con razón…aquel maldito idiota, ¿Cómo pudo haberse vuelto loco?, era alguien temible y poderoso, ¿Cómo era posible?, ¿tendrían algo que ver aquellas malditas hadas como pareció advertirle la princesa?

Le dolía la cabeza y no solo por el hecho de que le hubieran apalizado, también estaba el hecho de que seguía queriendo cumplir su sueño…y no se pararía ante nadie.

Fuera como fuera, al alcanzar la habitación de la princesa, llamó con cortesía, como de costumbre. Entonces su alteza le permitió pasar.

Ella se encontraba en el balcón, observando los estragos causados por aquel “ataque”.-Alteza…-Murmuró con seriedad.

Fue entonces cuando le preguntó si aquello se podía considerar una victoria. Desde luego era difícil considerarlo una victoria, pero…ella tenía razón, la ciudad estaba salvada, el castillo, claro que se recuperarían.-Es difícil de decir mi señora…pero desde luego hemos dado fin a la situación, la cual podría haber sido mucho más peor.-Comenzó.

-Los inocentes están de una pieza, la gran mayoría de la ciudad igual…si, ha habido bajas, pero por suerte las hemos podido limitar al terminar con la bestia y con los traidores.-Exclamó con seriedad, fue entonces cuando ella le preguntó si podían sentirse orgullosos y honestos de que habían ganado.

-El hecho de haber salvado a un solo ciudadano…ya es una victoria alteza. Hemos salvado a muchos más y hemos podido detener los planes de los enemigos, al menos por el momento.-Entonces se cruzó de brazos.-Si me permite hablar con honestidad…creo que hay traidores entre nosotros, magos o alguien que trabaja para el enemigo.-Señaló.-Las hadas…Cytla, no estoy seguro, pero desde luego la situación…no es la más adecuada para el reino.

Notas de juego

PADORU PADORU

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24/12/2019, 14:59
Fío Edrielle

Habían salido todos ya cuando el nigromante soltó una bomba, algo que podía ocasionar que todo el reino pereciera por mucho que no tuviera maná en el cuerpo pues el caos seguía en su alma y si se liberaba era incontrolable. Para esas ocasiones había aprendido a bloquear sus emociones a no ser que lo tomaran por sorpresa y ese no era precisamente lo ocurrido, llevaba desde que hizo la pregunta preparándose mentalmente para lo peor y... Sucedió. Miraba a Glaius con ojos vacíos, sin ningún tipo de reacción dejando que el otro hablase y aclarase las cosas siendo que poco a poco y por primera vez en más de un siglo Faith vio a su hermano colapsar. Gritó, gritó de dolor, de tristeza, rabia y frustración, de culpa... Y lloró, sollozó desconsolado hasta que tras unos minutos solo quedaban lágrimas y silencio roto por el nigromante y posteriormente de Faith a quien se quedó abrazado completamente destrozado, en cierto modo le había ido bien soltarlo todo pues si no lo hubiera hecho enfermaría como siempre le pasaba a causa de guardarse las cosas para si, siempre pensando en el bien del reino y de la gente que los rodeaba. 

Fío estaba claro que no se enteraba de la conversación que estaba teniendo su hermana con el nigromante, se encontraba en shock, asimilando aún todo, soltando el dolor hasta que al final el sello hizo su trabajo demasiado bien y eso provocó que se desmayara en los brazos de su hermana, el propio trabajo del nigromante estaba evitando que todo fuera a más y se consumiera lo único que hacía que se pudiera sincerar con sus sentimientos. 

Faith lo sabía, se le había roto el corazón a su hermano.

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04/01/2020, 16:22
Alanís Cromwell
Sólo para el director

-Buenas tardes...

Alanís inmediatamente procedió en ayudar al príncipe a sentarse al borde de su cama.

-Arthas, es muy pronto para que estés tratando de andar sin más -dijo con un tono tranquilo, aunque levemente severo- El ataque fue a mucha mayor escala de la que hubiese esperado nadie.

Negó.

-No necesitas agradecerme. Realmente...me gustaría compartir en detalle algunas cosas, pero siento que debería ser cuidadosa. Es más que obvio que una o más personas aquí no son lo que parecen...y no sé exactamente donde pueden estar.

Suspiró, cruzándose de brazos.

-No creí que llegara el día en que tuviera que estar desconfiada en estos pasillos. Pero la brecha de confianza causó todo lo que causó...no debemos tomarlo a la ligera.

Tomó nota de lo que mencionaba. Después de todo, Alanís aún buscaba explicaciones. No era la mejor pensadora del reino, pero se le hizo extraño que el príncipe mostrara ese cansancio. La experiencia había sido traumática pero no tanto...¿verdad? Al menos no como para afectar el ánimo del chico.

-Espero con ansias la reunión con el rey, probablemente le solicite una charla privada con él, que te incluya y al resto de tu familia, si me es concedida.

Le miró atenta, y preocupada.

-Pero por mientras...¿que tratabas de hacer? ¿Necesitas algo?

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04/01/2020, 21:57
Glaius

Todos en la enfermería hicieron silencio mientras Fío se desahogaba, hasta que finalmente el hada fue perdiendo la conscienca mientras su hermana entablaba la conversación con el nigromante. Inconscientemente, el chico podía escuchar de lo que hablaban, pero no le prestaba la más mínima atención; estaba atrapado entre al realidad y el mundo al que caía cuando perdía las energías...

-Venus... -comentó por lo bajo el nigromante al escuchar la propuesta de Faith. -. Yo mismo conocí el hechizo en una visita al bosque de las hadas durante mi redención. La reina me explicó como funcionaba, pero no se me dieron detalles de como invocarlo... -el nigromante se quedo pensativo unos instantes, empezando a dibujar algo en la esquina de uno de los papeles. -. Otros seis magos... ¿Estas pensando en reunir a las Hadas Herederas? -dedujo Glaius alzando su mirada hacia Faith. -. Tomaría tiempo y preparación, y el castillo seguramente no dormiría a causa de vuestra presencia. Que decir, que toda la magia concentrada en una misma ciudad podría causar algunos efectos... Inesperados, pero... Podría ser una buena idea... Yo seré quién se lo comunique al rey.

El hombre enmascarado se levantó a la vez que rasgaba la esquina que había dibujado en el papel, acercándose a ambos con un pequeño sello dibujado en la hoja. Sin decir nada, coloco el sello sobre el que Fío ya cargaba en la espalda, y de pronto el hada caótica vio su cuerpo siendo recorrido muy suavemente por la magia caótica que había absorbido el sello.

-No podemos dejar a Fío desmayarse tan seguido. Se que dormido tal vez no sienta tanto el dolor emocional, pero... No puede permitir cambios drásticos en su cuerpo respecto al caos. Debe mantenerse consciente al menos unas horas más... -explicó, y es que tras unos segundos Fío recuperaría la consciencia, siendo que el sello ahora en vez de absorber gran parte de su magia ahora simplemente tomaba el exceso y le daba lo que necesitaba para mantenerse medianamente activo.

Justo entonces, Muramasa se levantó de su camilla para acercarse a ustedes desde atrás. Revisó profundamente en sus bolsillos, para finalmente sacar un colgante idéntico al que protegía con tanta dedicación, siendo que llevaba el suyo en el cuello como siempre. Lo dejó suavemente sobre una mano de Fío, presionando un pequeño gancho que sobresalía por encima del corazón para que esté se abriese, mostrando un espacio vacío en el interior para colocar un retrato.

-Te ayudará llevarlo contigo... -dijo el espadachín mirando al hada, antes de darse la vuelta y volver a su camilla, dejándose caer sobre está de espaldas.

Tras la breve intervención de Muramasa, Glaius llevó su atención nuevamente a Faith.

-¿De que más querías habla...?