Partida Rol por web

Pronto el silencio reino en el lugar, por unos momentos parecia que la tormenta habia pasado y la clama reinaba una vez mas, el Ronin miro a su compañero y luego al resto - Alguien? - señalo a Daidoji, tomo un pañuelo y limpio el wakisashi.

- Atiendanlo debo informar de esto - Dijo el Escorpion, no sin antes de ver como aquel sujeto le revisaba.... le dio algo de asco mas no dijo nada, era mas importante dar el reporte.

- Volvere - Dijo Hiroto saliendo de alli lo mas rapido posible pese a su herida en la pierna.

Mientras el Escorpion sale afuera, donde el Usagi acaba de salir a respirar, ven llegar corriendo 4 bushi Suzume. Uno de ellos les hace el gesto de que se detengan, mientras les dan alcance. Parece reconocerlos, ya que sin preambulos les pregunta.

- Invitados, fuimos informados de un disturbio en la posada. Puedo inquirirles el motivo de su presencia aqui?

Uno de los otros se queda a su lado, vigilante, mientras el otro par entra en la posada a revisar.

Mientras el escorpion y el usagi salen, entran dos bushi Suzume. Al ver la escena, sus rostros se enserian, pero de inmediato se ponen a la tarea de revisar a los caidos. 

Los ronin estan todos muertos e igual la mesera, pero al notar que Daidoji sigue vivo (aunque apenas respira), uno de los bushi improvisa un vendaje, para taponar el sangrado. Aprieta con firmeza, lo que al hacerlo causa mas dolor al Grulla. Sin embargo la sangre se queda ya en su cuerpo y este logra abrir los ojos gracias al empuje del daño.

Ikku mira a los suzume con impaciencia

-El disturbio ha acabado, solo éramos clientes, ¿los envía Baku-san, supongo?

Hiroto observo a los Bushi y relizo una reverencia - Antes que nada Daidoji se encuentra mal herido y requiere atencion.... - Dijo el escorpion - Y respondere a su pregunta mi buen Bushi si primero atienden al hombre caido - Hizo un gesto de dolor y se tomo la pierna.

El Grulla abre los ojos; por un momento había visto las puertas del reino de los muertos, pero estaba de vuelta en Ningen-Do. Dos Suzume habían atendido sus heridas. Estaba demasiado débil y dolorido como para moverse, pero al menos podía hablar.

- Gr...gracias... Por favor... busquen... a Higetora-sama..

Escucha a Ikku y le responde. 

-No, Usagi-san. Un heimin nos aviso que habia una lucha en la posada. 

Luego mira a Hiroto y asiente

-Mis compañeros se ocuparan de eso, tengalo por seguro, Bayushi-san. +responde, indando a los dos que entraron.+  Ahora podria responder mi pregunta?

El hombre asiente, mira al otro y le pasa el mensaje, a lo cual el otro bushi se retira.. Seguidamente toma un almohadon y lo coloca bajo tu cabeza, para que descanses mejor. 

-Resiste. Lo buscaremos.

Luego alza la cabeza. La posadera no esta en condiciones, pero ve a Kumiko...

-Mujer, ven aqui y ayudame. +le ordena.

Bayushi asintio ante las palabras del Bushi - Vinimos aqui a comer algo como clientes, tras algun tiempo en el lugar observamos la presencia de estos criminales; No dijimos nada hasta que mostraron hostilidad para con los que alli estabamos, fue en ese momento donde se dio el lamentable episodio - Informo el Escorpion.

El hombre escucha con seriedad. Uno de los bushi que entrara, sale rapidamente.

-Tres ronin y una joven muertos, gunso. Dos mujeres a salvo y un samurai gravemente herido. +informa escuetamente+ Hanzo lo esta atendiendo, y alcanzo a pedir por un tal Higuetora, pero esta muy mal.

El gunso asiente y los mira.

-Saben de quien habla?

Me acomodo bien el kimono mirando como atienden al caído y como se va desocupando el lugar cuando sin más voy a con la posadera aun algo pasmada.-¿en que le ayudo?- Pregunto mirando alrededor casi adivinando a que me pedira que limpie o algo así, esperando realmente no tener que tocar la nauseabunda sangre de los ronin.

-Busca agua para limpiarle y luego manten firme sus vendajes. Si es necesario, cambiaselos. +te indica rapidamente.+ Le cuidaras hasta que llegue algun sanador. 

Asiento y salgo esperando afuera haya algun bote para juntar el agua y veo si hay algún paño limpio para limpiarlo ya completado eso voy adentro para cuidar al caido.

Hay baldes y toallas que puedes usar. El bushi te aguarda, hasta que regresas, donde se incorpora y deja al herido en tus manos. 

Sin preocuparse por la posadera, que por su cuenta atiende llorosa al cuerpo de la meserita, ni de los cadaveres de los ronin, sale por donde viniste, hacia los cuartos. Quedas a solas (casi) con Daidoji.

Miro con cierto desagrado al caído como si su sangre me asqueara por lo que empapando bien las toallas poso una sobre su rosro para limpiarlo presionando la toalla en su rostro mientras con la otra mantengo presionada la herida.

El Grulla se quedó allí tendido, sin decir nada más, al cuidado de aquella extraña y esperando a que llegase el Kuni. Le había visto sanar con su magia; con que pudiese volver a moverse le bastaba. Las heridas se las podría coser él mismo.

El Usagi escucha el reporte de lo que ya sabe con cierto fastidio, parece que tomará un tiempo.

-Solo lo vi en el palacio, no lo conozco. Responde

si ibas a asfixiarlo, las tiradas no son esas...  pero ya que se ha dejado, si de verdad vas a matarlo, es 2g2 para la presa y 2g1 de daño.

- Creo recordar el nombre pero no tuve la oportunidad de hablar con dicho portador - Dijo el Escorpion, se giro para mirar dentro de la taberna - Debo Marchar para avisar a nuestros Senseis de lo ocurrido - Se excuso sin faltar respeto alguno