Partida Rol por web

Abre los ojos como platos, mirando a Daidoji, claramente asustada. Hasta ahora nada amable habia venido de la dama Escorpion... La idea de para que queria charlar con ella a solas se le hizo patente.

-S-si sama. +dijo, no obstante. No podia desobedecer, simplemente, y esa realidad estaba por encima del miedo. Pero se volvio al joven Grulla antes de continuar.+ ¿Tengo su permiso, Daidoji-sama?

Junichiro hizo un gesto a Suzue para que esperase y prorrogó la respuesta, esperando a que la Soshuro contestase a su petición de honestidad.

Bueno, contesto la samurai, no quería ser tan directa y menos en medio de la cena pues me parece de mal gusto decir las cosas mientras podemos disfrutar de un buen sake.

Esta mañana estuve charlando con algunos tal como nos lo encomendaron los maestros, para esclarecer lo de... con una pausa y una señal con la mano dio a entender lo del Iuchi, bueno no hace falta que mencione lo que ya sabemos. Suspiró, no diré quién porque aún no tengo comprometida su palabra, dijo sospechar de los comportamientos del Ide, quien había visto con lascivia a Suzue y al parecer esas bajas intenciones podrían ser el motivo para un comportamiento indeseable, cuyas consecuencias conocemos...

Necesito confirmar esa información, por eso muchachita - señalando a Suzue- necesito que me digas si el Ide-san ha sido grosero, se ha propasado contigo o si ha revelado intenciones poco castas... dijo esto último con una mezcla de disgusto y reserva, cuidando de que no se escuchara fuera de la mesa, ¿satisfecho Daidoji-san, le agrada el tema?

Junichiro apretó los puños. Conocía la respuesta, la conocía muy bien. Y prefería ahorrarle la humillación a Suzue de responder directamente a ello.

- Permitidme que responda yo; no daré detalles, pero puedo decir que nada me gustaría más ahora mismo que poner a ese... "hombre" en su lugar, que es arrastrándose por el suelo -escupió la palabra "hombre" como si estuviese deseando decir algo bastante más fuerte

ante la reacción del Daidoji la escorpión levanta bajo su máscara las cejas y como un gato que ve a un ratón se prepara para la caza.

¿Hace cuánto viste al Ide por última vez?, no les parece extraño que no se encuentre en este lugar?

- Desde esta mañana, justo despues de que nos pidieran que empezaramos a investigar

Daidoji-san ¿le parece bien que nos reunamos con los demás que están investigando, recopilemos la información, unifiquemos rápidamente criterios y busquemos al Ide para que nos de su versión?

Junichiro asintió; no lo había visto antes, pero de repente tenía sentido que el Ide hubiese sido el asesino. Justo cuando aparece el cadáver, él desaparece. Demasiada casualidad.

- Estoy de acuerdo

Las palabras fluían en aquella sala, escuetas pero servirían de algo con el tiempo; Hiroto no había probado bocado aun mientras su vista, su ojo sano, se volvió hacia – Sucede algo Saemon-san?- pregunto con la voz baja, mientras la mano del Bayushi pasaba sobre su rostro intentando determinar si estaba en las mismas condiciones que el Ronnin. También algo había sido raro y era la falta de personas en el lugar. Quizás era verdad el día había sido agotador pero el respeto por la casa que les alojaba debía mostrarse.

Se mantuvo en silencio luego de aquellas palabras dirigidas al Ronin mientras su ojo se separaba de quien debía una respuesta y observaba el lugar en busca de aquello que hubiera pasado por alto, demasiado vacio, esa cuestión fue la que le arrebato el apetito; -Que sucede- pensó mirando la comida y bebida allí servida.

Saemon guarda silencio, desestimando la pregunta con un leve ademan negativo, mientras sigue devorando como si nada. Mientras Hiroto se percata que faltan un par de personas en la sala. Una es el Ide, la otra el Usagi...

En eso, tanto Daidoji como Shosuro se incorporan, para retirarse, pero viniendo hacia el. Kuni todavia esta comprometido en la mesa central, aunque es evidente que su presencia no resulta la mas educada ni cortes, por decirlo suavemente. Quizas seria buena idea invitarlo a que se reuna tambien con vosotros.

Con unos modales casi anormales, como si estuviera poseido, el Kaiu logra comportarse en la mesa con toda correccion al menos, evitando que el Yasuki deba salvarle de los problemas que podria contraer su lengua poco acostumbrada a las cortes.

Incluso las mujeres al otro lado se muestran algo sorprendidas, si bien ninguna de ellas parece tener especial interes en el, si exceptuamos a la shugenja Kitsune. A ella sin duda le atrae la parte practica de su magia, desde luego. Pero no es una conversacion adecuada en la mesa noble del daimyo, si bien deja patente que le gustaria intercambiar conocimientos en otro momento.

En eso ves, al otro lado de donde estas sentado, como tus compañeros parecen estarse reuniendo para retirarse, y miran en tu direccion.

Hiroto se levanto excusándose tras el silencio que emanaba Saemon, algunas cosas no encajaban en este rompecabezas y entre mas tiempo seguían allí mas preguntas parecían formularse en el Bayushi; el Cortesano se acerco a la mesa donde se encontraba el Kuni – Kombawa – Dijo a los presentes – Kuni-san, podría tener unas palabras con su persona – le invito a retirarse esperando poder encontrar a los demás en el camino.

Estimado Bayushi-san justo estabamos pensando en usted- hizo una breve pausa con su peculiar sonrisa de por medio- deseamos una pequeña reunión para coordinarnos, si le parece bien.

Las palabras de Setsuko llegaron a los oídos, Hiroto se giro un instante para asentir y emitir palabra – Por supuesto- aseguro comenzando a caminar con el grupo, quizás no era el único que se había percatado de ciertas cosas.

Higetora se dio cuenta de que le llamaban.- Vaya, parece que mis compañeros de viaje me reclaman. Espero que tengan a bien disculpar mi pronta ausencia. - Higetora se despidió con educación del resto de comensales.- Estaré encantado de continuar nuestra conversación más tarde, Kitsune-san.- Añadió, con un leve asentimiento de cabeza. Esperó a salir de la habitación para dejar salir la risa contenida que le había provocado la mal disimulada estupefacción de sus comensales. Nunca se debe subestimar a un Cangrejo.

Los 5 pronto estan en el lateral derecho del castillo, el ala de los invitados mayores y las cocinas, si bien la joven Suzue se mantiene muy al margen.  El ir y venir de sirvientes puede molestar un poco, asi que si lo desean puede correrse al jardin delantero.

La noche fresca, nublada, tiene una humedad en sus vientos que presagia la lluvia venidera. En los semblantes de todos, se refleja cansancio, como asi tambien los pensamientos de la dura jornada.

Un suspiro de Setsuko rompió el silencio reinante (al menos el silencio de los reunidos)

Señores, es momento de hacer el balance diario de nuestras pesquisas, necesitamos esclarecer lo mas pronto posible la situación, pues me temo que puede ponerse peor, por lo tanto seré franca e ir sin enredos,  espero lo mismo de ustedes.

En este momento yo quiero iniciar con una pregunta que me inquieta. ¿donde se encuentran Ide-san y  Usagi-san? 

Ante la pregunta de su Compañera Hiroto se mantuvo en silencio por un par de segundos hasta que las palabras fluyeron – Lamento decirle no desconozco su paradero, pero hay algo mas, en la cena pude notar el cansancio en más de un invitado – Comento – Quizás se encuentren en sus habitaciones – agrego respondiendo a la pregunta. Luego miro a cada uno. Algo parecía estar molestándole e incluso la curiosidad aun era reina de aquel momento, el mirarles fue para corroborar que ellos no estuvieran de la misma forma de la cual se había percatado.