Daidoji-kun! es ud un excelente guerrero, no se aflija por estar limitado en sus capacidades humanas. Sin embargo, espero encontremos algo para ayudar a la señorita hirohisa. ¿Tal vez un te con hierbas relajantes la ayude a sentirse mejor? Era evidente que el unicorno se sentía conmovido por la historia.
El joven Shiba parece consternado ante las nuevas malas noticias y aunque intenta disimular sus sentimientos, sin duda la pena se refleja vagamente en él.
-Me temo que las heridas del alma sólo pueden ser curadas por el tiempo, lo que necesita esta chica es descanso y paz. Algo que nosotros no nos podemos permitir, ¿sabemos algo del hermano?
- Ahora que lo pienso, alguíen debería ir a la casa del carpintero y encargarse de todo. No se si Kuni-sama comunicaría algo a alguien, pero yo estaba demasiado cansado y consternado y no avisé a ninguna autoridad acerca de las noticias. Sobre el joven, no sabemos nada. Si todavía hay alguna posibilidad de encontrarlo, deberíamos ponernos en marcha enseguida.
Hiroto permanecio en silecion analizando todo lo que ocurria sin apartar su vista de la Joven mujer, no era magia lo que afectaba a la Joven, no era un kami rebelde o similar si no un suceso qeu le habia dejado sin habla. Quizas las palabras de Hiroto habian funcionado pero con tanto revuelo las mismas se perdieron en algun recoveco de la mente de esa joven mujer.
Bayushi camino hasta colocarse luego de una reverencia junto a su Sensei - Debo hablar con usted Sensei - Expreso con cordialidad.
El maestro escorpion asiente, levantandose agilmente para retirarse a la parte posterior con Hiroto...
Por otro lado, el resto de los senseis, al escuchar la novedades del Grulla expresan su desagrado... Hida-sama escupe a un costado, mascullando cosas acerca de los ronin que deben ser muy poco agradables. Doji-sama simplemente murmura un vago "que triste". Las dos mujeres son las que muestran mayores signos de lastima, asi como el anciano Yoritomo, por la desgracia acaecida a la joven...
Ya en el pasillo que conduce a las habitaciones, te observa simplemente, esperando lo que tengas que decir...
espero para poder seguir...
-Triste es, en efecto... No es de extrañar que tanto dolor junto la halla abatido. +inteviene el anciano Mantis al cabo de un momento+ Mucho me temo que anoche, luego de llegar, todos vosotros fuisteis a dormir... por ende nadie fue notificado. Sin embargo, Tsuruchi-san no tardara en llegar... Podreis hablar con el en persona. Lamentablemente, esta situacion es muy irregular... Hirohisa no tenia mas parientes, a mi entender, asi que hacerse cargo de esta joven sera una tarea que otro debera asumir...
El anciano habla en voz baja, meditabundo. Parece saber mas del fallecido maestro carpintero de lo que aparentara ayer..
sin bayushi
-Asi es, anoche fui a descansar en cuanto llegue... Si estamos todos de acuerdo, desayunemos, esperando a Tsuruchi-sama, y luego iremos a buscar el hermano de la chica... Tal vez eso la reanime.
Junichiro asintió a las palabras del Kuni
- Si, tenéis razón, Kuni-sama. Primero hablemos con Tsuruchi-sama; supongo que él se encargará de enviar a alguien a la casa del carpintero.
Gomenasai Yoritomo-sama! Mi sentido común no me permitió tener en cuenta que alguien debía permanecer en vigilia por si llegaban noticias durante la noche. No volverá a pasar.
El silencioso posadero entra mientras hablan, repartiendo el desayuno entre las mesas, compuesto de te verde y masas... Lo trae todo en una bandeja, disponiendolo con prontitud.
Mas su mirada no se aparta de Suzue, y sus labios estan apretados... Los sensei, salvo el escorpion, se sientan a comer prontamente.
Poco despues, el magistrado Tsuruchi llega, acompañado del hombre de ropas negras de ayer.
-Ohayo gozaimasu.. +saluda a los presentes, aunque sin inclinarse. Su mirada pasea por el grupo, observando que casi todos estan alli. Tambien nota a la heimin, y su ceño se frunce.+ La hija de Hirohisa... que hace aqui y por que no esta su padre?
Hace una profunda reverencia.
-Permitame explicarle...+indica a continuacion, exponiendo una version exacta a las palabras de Daidoji sobre lo sucedido. Al finalizar, añade+... Comprendo lo que la perdida de Hirohisa significa para usted, Tsuruchi-sama... Era un hombre leal y valioso. Le aseguro que nuestros bushi daran lo mejor de si para traer a los responsables que resten ante su justicia. Pero ahora, el asunto que nos atañe es esta pequeña y su hermano...
-Asi es. +asiente. Mira a los bushi reunidos+... La joven permanecera aqui. En cuanto a su hermano, habra que continuar su busqueda. Mi mejor hombre les acompañara.
El hombre de negro detras de el hace una seca reverencia.
-Kurono conoce los bosques y a los bandidos del area...+prosigue el magistrado con un tono duro, seco+ Es posible que sus habilidades les sean utiles. Los insto a actuar con prisa, samurais... no solo el bienestar de ese pequeño esta en juego.
Iuchi se inclina ante el magistrado. Hai! Así lo haremos, probaré con los mejores métodos y que los kamis nos ayuden.
- Os agradecemos vuestra ayuda, Tsuruchi-sama. Nos pondremos en marcha en seguida; el tiempo no está de nuestra parte.
Junichiro desayunó lo más rápido que pudo. Se levantó de la mesa, y se dirigió a los presentes.
- Si me disculpan, honorables samas, subiré a mi habitación a prepararme para la búsqueda. No tardaré más de unos minutos
Salgo de escena
El bushi Fénix termina el desayuno y se levanta.
-Si esa es nuestra labor, mejor que vaya a por mis cosas.
Con la mayor brevedad posible va a tomar sus pertenencias a la habitación y vuelve enseguida.
-Listo, compañeros.
Se gira hacia Tsuruchi-sama y hace una inclinación para añadirle énfasis a sus palabras.
-Traeremos noticias del muchacho y si hay implicados en su desaparición, a los responsables.
Higetora terminó el desayuno en silencio, sumido en sus pensamientos, repasando mentalmente los eventos del día anterior e intentando descubrir dónde se habían equivocado. Ante el apremio del magistrado, terminó su desayuno y sin ceremonia ni palabras, se retiró a preparar su equipo de campo.
Anzai había preferido contemplar esa conversación sin mediar palabra, detestaba el resultado final de los acontecimientos desde el mismo momento en que permitió que el anciano pereciese y el niño continuase desaparecido. No tenia nada que aportar y se habia convertido en parte en una carga para el grupo, algo que le molestaba y avergonzaba sobremanera. Cuando quedó claro el plan de acción, se levantó con lentitud:
- Contad conmigo, tan pronto como encuentre a un shugenja para pedirle un pequeño favor iré con vosotros. - Hizo una inclinación.- Señores, voy a prepararme. - Dijo saliendo con la mayor dignidad posible de la estancia en dirección a su cuarto.
Junichiro subió a su habitación y se puso todo su equipo: armadura, daisho, yari, arco y flechas, y su mochila de materiales. Aunque su sensei le había pedido que se asease, no lo vio necesario; en unos minutos estaría arrastrándose por la tierra de nuevo. Una vez equipado, volvió a bajar.