Los soldados pasan de largo ante tu escondite. Aprovechando la confusión creada por el mueble caído, corres hasta los portones de la entrada. Una vez fuera, te alejas por el patio, ocultándote entre las sombras para no ser descubierto por las patrullas de caballeros que montan guardia.
El edificio de la abadía se halla al otro lado de la fortaleza y puedes tomar dos caminos para llegar a él: El más directo es el paseo de adoquines franqueado por estatuas, aunque también puedes atravesar los jardines que hay en la parte posterior del palacio.
Sección 176
Si avanzas por el paseo de las estatuas, pasa a la sección 84.
Si prefieres internarte por los jardines, pasa a la sección 48.
Tras esquivar a los guardias respiro con alivio por haber podido evitar el enfrentamiento con ellos y continúo avanzando entre las sombras para evitar ser visto. Poco a poco me voy acercando al edificio de la abadía recorriendo el patio en silencio.
Me encamino hacia la parte posterior del palacio, intentando acceder a la abadía recorriendo los jardines que me pueden brindar más posibilidades de esconderme entre las plantas...
Atravieso los jardines >> sección 48.
Te internas entre los setos y avanzas sigilosamente por el jardín cubierto de nieve. De pronto, aparece un guardia, pero te mueves con rapidez y te escondes tras el tronco de un árbol. Sin percatarse de tu presencia, el caballero se aleja por el patio mientras se restriega las manos a causa del frío. Sigues avanzando, cuando otro soldado surge por el paseo llevando un sabueso atado con una correa. Te ocultas entre los matorrales y observas al perro husmear el aire, temiendo que capte tu olor. Repentinamente, el animal tira de su correa, ladrando con rabia hacia tu escondite.
Sección 48
Si tienes la habilidad de Fauna y Flora, pasa a la sección 89.
Si tienes un Libro de Venenos, pasa a la sección 69.
Si permaneces oculto entre la vegetación, pasa a la sección 53.
Aunque consigo evitar ser detectado por los guardias humanos, el agudo olfato de los sabuesos supone una amenaza mayor, Miro a mi alrededor las plantas que me rodean, intentando camuflar mi olor corporal con los extractos vegetales...
Sí tengo Fauna/Flora >> página 89