Partida Rol por web

El trio tardo bastante en llegar al puerto, sin duda debido a que por la hora que era había mucha actividad en este, cosa que pudieron notar nada más llegar. No tardaron demasiado en llegar al almacén, el cual por lo que vieron era un almacén abandonado bastante antiguo y polvoriento, la puerta estaba destrozada, al parecer alguien se había encargado de la puerta, sin embargo, todos se dieron cuenta que aquel destrozo estaba hecho con algo con mucha fuerza ya que la habían arrancado de cuajo. El interior aparentemente estaba desierto, pero no lo sabrían si no entraban, solo una cinta caída de la policía les impedía el paso al interior.

El camino hasta el puerto lo había hecho en silencio, comenzaba una época llena de esperanza y de cambios por venir. Solo llevaba en ello media mañana y ya estaba contenta por tener un grupo con quien compartir una misión. Además había visto algunos chicos bastante interesantes, su educación japonesa nunca le quitaba de la cabeza que debía conseguir un "hombre" para ella.

Guardó la bolsa de deporte dentro del coche, por la mañana había albergado esperanzas de poder pasar por el dojo, cosa que ahora se le hacía como algo improbable.

Sale de su ensoñación cuando Ray aparca cerca del activo puerto.

Emily va caminando lentamente mientras mira el camino hacia el lugar del suceso, está todo bastante sucio y trabajado, al llegar a la puerta la ve desencajada y frunce el ceño pensativamente, se acerca a la puerta y la mira de cerca una cosa es derribarla de una patada y otra arrancarla así... seguramente un movimiento mae geri podría partir la puerta, pero no así... quizá la han destornillado, no, no parece...

Emily observa la cinta caída y espera pacientemente a que sus compañeros digan algo, no debo ser yo quien diga algo primero, soy la novata. Se gira a ver qué dicen y hacen sus compañeros.

Ray examinó la puerta arrancada y frunció el ceño. Se preguntó cuanta fuerza haría falta para arrancarla de esa manera y llegó a la conclusión de que se necesitaba más fuerza de la que cualquier persona pudiera tener. ¿Tal entre varias personas usando un “” para tirarla abajo? Esperaba que fuera eso, porque la otra opción era más preocupante.

Aunque en realidad estaba allí con la idea de que aquel caso tuviera relación con el ser sobrenatural que había intentado matarle, así que…

   - Bueno, poco vamos a ver desde aquí fuera.- Gruñó a sus compañeros.

Avanzando, traspasó la cinta caída de la policía mientras sacaba una pequeña linterna del bolsillo de su chaqueta para usarlo en caso de que hubiera demasiada poca luz en el interior.

Una vez dentro, procedió a examinar todo su alrededor en busca de cualquier pista que le indicase que demonios había ocurrido allí.

   - Vaya con cuidado Señorita Otomo y no se separe mucho de nosotros.- Le dijo a su compañera inexperta en estas lides.- Avísenos si ve cualquier cosa que le llame la atención.-

Emily observa la cinta, era la típica cinta policial que se ponía en las escenas de los crímenes, la asiática podía ver un poco más en el interior del almacén desde donde estaba y pudo ver que había grandes charcos de sangre en el suelo y todo estaba salpicado por todas partes, paredes, techo, era como si varias bestias salvajes hubieran organizado toda una matanza en el interior del almacén, por fortuna no veía ningún cuerpo porque seguramente no habrían tenido un aspecto agradable al menos por lo que se podía presagiar con esas manchas de sangre por todas partes. Ya bajo la luz de la linterna de Ray pudieron ver algo mejor la escena, efectivamente había restos de sangre por todas partes, aquello era un espectáculo realmente dantesco.

Las cajas estaban destrozadas y había algunos agujeros de balas, pero ni balas ni casquillos, los cuales seguramente habrían recogido los policías, pero algo sí que llamo la atención del hombre, unas marcas, parecían ser arañazos, como de garras en una pared y eran demasiado profundas y grandes para ser de alguna clase de animal, tenían el tamaño de la mano de un oso, pero, ¿sería capaz un oso de hacer eso en una pared de hormigón?

Ya con un equipo hecho y un caso entre manos, salí contento de la agencia. Con mi cafetera seguí el coche de Ray y Emily hasta el puerto. No es… que oliera precisamente a rosas, pero en peores lugares había investigado. Cogí la Glock de mi maletero y la metí en una cartuchera que tenía ahí también tenía guardada ahí -Debería limpiar este maletero...- pensé.

Lo primero que llamaba la atención de la escena era el estado destrozado de la puerta. -Hum, podría haber sido arrojada por un vehiculo o algo por el estilo- pensé, aunque no estaba seguro. Desde luego, no pensaba que un hombre solo lo hubiera destrozado a puñetazos.

El gruñido de Ray tenía razón, de una puerta en ese estado no íbamos a sacar mucho. Después de cruzar la banda policial, vi una amalgama de charcos de sangre por toda la sala. Sin duda, había sido un crimen brutal. Los agujeros de bala en ciertas zonas, decía que la banda había intentado disparar a lo que sea que hubiera hecho esto -Un animal salvaje, quizás...- pensé. Había arañazos en una pared, de hormigón, ¿que clase de animal pudiera tener tanta fuerza?. -Esto parece que va ha ser un caso complicado- les dije a mi equipo -Voy a empezar a investigar los charcos de sangre, a ver si encuentro algo como una huella o rastro. Les dejo a cualquiera de los dos esas marcas de la pared- les dije. Luego, con guantes puestos, fui a investigar.

Ray respondió a la sugerencia de Eduardo con un gruñido conforme y se aproximó hacia las marcas de garrazos inscritas en la pared.

Desde luego no le parecían unas marcas que pudiera dejar un oso, eran demasiado profundas y requerían de una fuerza descomunal. Aquello junto con la puerta arrancada de cuajo era un claro indicador de que algo fuera de lo normal había ocurrido en aquel lugar. Pero sin embargo, no podía evitar sentir un deje de decepción. Aquellas garras parecían indicar que aquel asesinato múltiple no tenía nada que ver con el ser que había intentado asesinarle.

Iluminando las marcas inscritas en la pared, las examinó bien de cerca, intentando buscar cualquier rastro que pudiera darles una pista de que podría haberlas producido.

Emily acompaña en silencio a Ray deslizándose tras él. Mira hacia donde alumbra con la linterna y acercando la cara cuando lo hace él.

Con voz titubeante yo... yo conozco un arma que puede hacer algo así, se llama tekko-kagi o 手甲鉤, y son una especie de garras que se ponen sobre las manos, se usan en ninjitsu, aunque es un arma originaria para segar hierba, haría falta una fuerza tremenda para poder hacer algo así, conforme había hablado creía haber soltado una estupidez, se ruborizó por ello, por suerte era la oscuridad, ol... olvídalo, creo que es una idea absurda. Seg... seguramente habrá otra explicación.

Tras observar detenidamente las manchas de sangre una de ellas parece de unas botas o de alguna clase de calzado similar, por el tipo de suela parece que es calzado preparado para la montaña, o para trabajar con protección.

Las marcas eran realmente profundas y parecía que en cierta forma eran irregulares, cuando Ray se acerca puede notar algo que le llama la atención, un par de hebras de pelo de color blanco.

Mirando a su compañera, Ray pudo observar su turbación y aparente vergüenza por haber sugerido el uso de aquellas armas japonesas para explicar las marcas de las paredes.

   - No se ruborice señorita Otomo.- Le dijo con un tono tranquilizador.- A mí tampoco se me ocurren otras explicaciones más creíbles que la suya. Al menos ninguna que no incluya un monstruo de garras terribles y fuerza descomunal, así que por el momento las armas de las que me habla son más plausibles que cualquier cosa que tenga yo en mente.-

Volviéndose a concentrar en los garrazos, el detective dio con las hebras de pelo blanco.

   - Hummmmm, parece que la policía no hizo bien los deberes.- Musitó Ray con una media sonrisa.

Sacando su móvil, realizó una foto a las hebras de pelo. Luego, se puso unos guantes de látex y recogiéndolas, las introdujo en una bolsa plástica de pruebas.

   - Bueno, veamos si podemos encontrar algo más.- Gruñó entre dientes.

Volviéndose, el ex-detective miró el escenario del crimen intentando hacerse una idea general. La puerta arrancada, las marcas de tiza señalando los cuerpos, las manchas de sangre esparcida por suelo y paredes, las cajas rotas, las marcas de garras y disparos… Y con todo ello en mente, intentó visualizar que es lo que había ocurrido en aquel lugar.

Emily escucha atentamente las palabras de Ray y se siente aliviada, asintiendo y esgrimiendo una pequeña sonrisa en verdad este es un caso extraño. A continuación asiste como espectadora a un despliegue de habilidades detectivescas. Ella no había apreciado que existiera nada en la puerta, además de las marcas, sobretodo con la poca iluminación que había allí pero él enfundándose unos guantes encuentra un pelo que dispone en una bolsa.

Luego se gira hacia la escena y se queda en silencio como examinando todo, puedo aprender mucho de él, Emily hace lo mismo y se intenta imaginar qué pudo ocurrir allí… ya sabía que entraba a trabajar en una agencia de casos extraños sin explicación, pero a las primeras de cambio encontrarse con algo así la dejó perpleja. Intentó visualizar la pelea que se realizó en aquel lugar contra alguien con conocimientos de ninjitsu, ella no es una experta en ese arte pero sí ha estado en multitud de exhibiciones y campeonatos donde se hacían muestra de ellos. El cine se ha encargado de mostrar unos ninjas sobrehumanos muy lejos de la realidad, con un gesto ostensible de cabeza moviéndola de un lado a otro y torciendo la boca niega, los disparos que allí se muestran hubieran acabado con él en un instante, aquello no parecía a primera vista la obra de un ninja, que por otra parte no sé que tendría que hacer en un almacén del puerto.

En mi cultura existe el Hibagon, una criatura de leyenda mitad hombre mitad gorila de gran tamaño y una fuerza descomunal e inhumana, podría hacer esto perfectamente… si existiera, cosa que no hace sonríe nerviosamente.

-Hum, una huella de bota...- musite en voz baja -Habria que comprobar si algun pandillero llevaba botas de trabajo, puede que esta huella sea del culpable-le dije al grupo mientras fotografiaba la huella con el móvil.
Escuché todas las teorías que mis dos compañeros hacían... se que el caso era raro, pero todavía faltaba mucho para dictaminar que ha sido un monstruo imaginario. -Creo que eso es algo demasiado exótico para estas calles Emily-le respondí -Si nos ponemos en plan leyendas urbanas, yo voto por un hombre lobo o el chupacabras- dije con tono de broma, pero intentando no ser irrespetuoso; no voy a ser yo quien les diga que pienso que buscamos a un loco armado con algo tremendamente peligroso.

Los tres investigadores siguieron mirando el lugar, la experiencia de Ray le dijo por las marcas de sangre y los disparos que el atacante entro por la puerta principal y que al menos a dos tipos los mato casi de inmediato sin que pudieran reaccionar, el resto que debían ser al menos cinco más parecía que fueron cayendo uno a uno.

Emily que poseía conocimientos de artes marciales por la distribución de los disparos y demás no vio señales de que fuera alguien con un gran conocimiento de estas artes, más bien parecía que debía ser alguien realmente fuerte ya que no parecía que hubiera sido capaz de esquivar tal cantidad de disparos.

Por su parte Eduardo pudo ver no muy lejos de la primera marca de la bota algo que le llamo la atención, bajo una caja sobresalía algo levemente, cuando se acerco pudo descubrir que se trataba de una bala que la policía parecía que no había visto, la bala al cogerla brilla más de lo normal y pudo ver que era de plata y que no había impactado con nada, estaba perfectamente.

El pensar que trabajaba en una agencia de casos extraños y sobrenaturales le había llevado a Emily, que no había visto nada paranormal en su vida, a decir algo para tratar de sonar entendida. Ya has hablado demasiado Emily, lo habías hecho bastante bien hasta que se te ha ocurrido hablar del Hybagon, ¡habla de lo que sepas!, un poco cohibida por las habilidades mostradas por sus compañeros asiente al oír las palabras de Eduardo y ve que se agacha a coger algo.

Pensando como enmendar su error comenta: supongo que ya lo habréis adivinado pero por la distribución de las marcas y los golpes creo que el agresor recibió varios impactos de bala directos, supongo que llevaría algún tipo de protección y guarda silencio esperando al resto. La verdad, ya no sabría qué más hacer, espero que Ray o Eduardo tengan alguna idea, no querría fracasar nada más empezar.

Ray suspiró entre dientes pensativo.

   - La verdad es que esto parece mucho mas que un simple ajuste de cuentas entre bandas.- Gruñó informando a sus compañeros.- Si os fijáis por la disposición de la sangre y de los cuerpos diseminados, es ineludible que dos de los pandilleros murieron prácticamente al momento, el resto de ellos, cinco como mínimo, fueron eliminados uno a uno sin que al parecer sus disparos pudieran detener a su atacante. Lo peor de todo... al parecer los mató un solo agresor.-

El detective se giró hacia Eduardo. Su compañero latino había bromeado sobre hombres lobo y chupacabras, pero él había vivido una experiencia previa con un ser sobrenatural que había jugado con sus higadillos, así que tenía una mente mas abierta a ese tipo de posibilidades.

   - Señor Mendéz, dada la situación no descartaría la tesis de que todo esto esté relacionado con alguna clase de ser sobrenatural.- Prosiguió con tono serio - A no ser claro, que conozca a alguien capaz de soportar múltiples disparos directos sin morir en el intento.-

Fuera del almacén los sonidos del puerto seguían sonando, parecía que la actividad seguía totalmente ajena a lo que los investigadores estaban haciendo, fue cuando les llego un mensaje de móvil a todosS

Soy Sandara cuando terminéis el día volver a la oficina, vamos a ir a tomar algo para hacer una pequeña fiesta de bienvenida

Todo lo que decían mis compañeros tenía sentido: el agresor era solo uno, debía de llevar algo de protección o algo por el estilo ya que alguna bala le habría dado, y el sujeto tenía una gran fuerza. La verdad, me sorprendió mucho oír decir a Ray lo de que pudiera ser un monstruo; no daba la impresión de ser un hombre que creyera en esas cosas. Yo seguía pensando que pudiera ser un sujeto muy desquiciado y con mucha suerte; cosas más raras se habían visto.

Me percaté en un pequeño brillo que vi debajo de una caja. Me puse un par de guantes de látex y recogí el objeto en cuestión: una bala -Joe los policías, ¿como se pudieron dejar algo así?- pensé ante el hecho de haberla encontrado luego de una investigación policial. Una perfecta bala intacta de... ¿plata, en serio?. Me giré a mis compañeros -Yo no creeré en cosas como licántropos y demás... pero parece que los pandilleros sí- les dije mostrándoles mi descubrimiento mientras la embolsaba.

Poco después mi móvil vibró en mi bolsillo. Ojeé el mensaje que había recibido. Joe, cuanto emoticono junto; pero la idea de una fiesta de bienvenida no me parecía mal. -Hemos descubierto bastante hoy, ¿os parece bien ir a esa fiesta de bienvenida, o pensáis que no hemos investigado algo?- les pregunté a mi equipo; tanto ir a la fiesta como seguir investigando me parecían buen plan.

Ray gruñó pensativo mientras repasaba mentalmente todo aquel asunto. 

Parecía bastante claro, que aquel caso no tenía nada que ver con el tipo que había intentado matarle hacía unos meses, pero sin embargo igualmente no podían descartar la posibilidad de que alguna criatura sobrenatural tuviera relación con aquella matanza. De hecho, todas las pistas que habían encontrado por el momento parecían indicar que así era. O al menos, así lo habían creído los pandilleros que habían sido aniquilados en aquel lugar.

Aquello le llevó a preguntarse ¿Y si aquel caso era mas complejo de lo que parecía en un principio? La policía había dicho que los muertos eran integrantes de una banda, pero no conocía a ningún pandillero que paseara por ahí con balas de plata en el cargador. Es más, ¿De donde podían sacar una puta bala de plata? No era algo que uno pudiera comprar en el súper precisamente...

Todo aquel asunto le olía a chamusquina, y comenzaba a dudar de que los muertos formaran parte de una banda.

   - No creo que hayamos acabado aquí aun.- Respondió el detective a su compañero.- Primero tendríamos que asegurarnos que no se nos ha pasado nada. Ademas, antes de pensar en fiestas deberíamos como mínimo preguntar por la zona a ver si encontramos algún testigo. Tanto tiroteo tuvo que llamar la atención forzosamente y puede que alguien viera algo que nos pudiera aclarar que demonios ocurrió aquí.-

Emily escuchó atentamente el comentario de Eduardo y asintió con la cabeza, aunque recordó que debía pasar por el dojo antes de ir de fiesta a ningún sitio, ¡y ya iba tarde!

Estaba ya pensando en irse cuando intervino Ray para insistir en seguir investigando ahora, sin duda tenia razón y había que seguir buscando pistas, Emily se enrojeció en silencio por pensar más en kede que en quedarse.

Cre... Creo que es buena idea lo de preguntar, sin duda alguien oyó algo o incluso con suerte vió algo. El almacén estaba abandonado, quizá se utiliza para algún trato de los bajos fondos.

Fuera en el puerto había bastante actividad, si deciden salir no tardaran demasiado en encontrar en el almacén de al lado a un par de hombres trabajando con unos peces, descargándolos y metiéndolos en cajas, parecían ser indonesia o de algún lugar similar. Además no demasiado lejos de donde se encontraban estos había dos hombres en un pequeño barco charlando:

• Si, tío, la verdad es que ahora estamos más tranquilos sin los latín esos
• Si, la cosa estaba bastante mal, porque se estaban envalentonando, pero ¿Quién les habrá matado?
• Ni idea, lo que espero es que el que lo haya hecho no venga y se ponga en el plan de mafiosillos que están esos tipos
• Pues sí, bueno, podemos decir que de momento es un justiciero del puerto ¿no?
• Si, jajaja. Por cierto, el partido de ayer no veas eh

-Bueno, pues a seguir investigando...- pensé ante las respuestas de Ray y Emily. Me parecía bien investigar un poco más, ya me estaba volviendo a habituar a este trabajo. -Está bien, ahí hay un barco con unos pocos tripulantes; preguntemos si vieron o oyeron algo- les dije mientras me acercaba a la embarcación.

Me acerqué a los dos hombres que descargaban las cajas... parecían asiáticos, espero que el idioma no sea un problema para hablar con ellos -Perdonad, ¿puedo hablar un momento con vosotros?- les pregunté educadamente mientras sacaba mi libreta con un bolígrafo -Soy Eduardo Mendez, investigador. Mis compañeros y yo estamos investigando el suceso que ocurrió hace dos días, el de la banda de los latín. ¿Alguno vio u oyó algo fuera de lugar o conoce a alguien que estuvo aquí?- les pregunté directamente; espero que supieran algo.