Alexa niega y dice:
Escucha atentamente lo que dice sobre los asistentes a la convención y sonríe para decir:
El chico apunto en una pequeña libreta algunos datos y sonriente mira a sus compañeros y añade:
- No, creo que por el momento no será necesario entretenerle más.- Respondió Ray interviniendo en la conversación.- Cuando antes le dejemos libre, antes podrá hacer los análisis y darnos sus conclusiones.-
- Nosotros por otra parte…- Prosiguió girándose hacia sus compañeros.- Deberíamos ir al tanatorio. Tal vez encontremos más pistas en los cadáveres que se les haya pasado por alto a la policía.-
-Como ha dicho Ray, creo que ya estamos servidos. Gran trabajo Alex- dije satisfecho a Alex, sin duda hace bien su trabajo, nos ha dado buenas pistas y posibles ramas que investigar del caso; mejor no nos podría haber ido.
-Ray, antes de irnos al tanatorio... El jefe quería vernos, deberíamos pasarnos a ver que quiere antes de visitar la morgue ¿no crees?- le comenté a Ray -Los cuerpos no se van ha ir andando, así que tampoco perdemos nada por quitarnos esa visita ahora-.
Alex escucha lo que dicen y asiente:
El chico se gira y se dispone a ponerse a trabajar cuando se escucha abrir la puerta, sin girarse Alex dice:
Era Sandara que entraba distraídamente, la chica dice:
Para al trio de investigadores y añade mientras deja un pendrive en la mesa:
- Bueno, parece que el tema de hablar con el jefe tendrá que esperar para otra ocasión.- Comentó Ray encogiéndose de hombros.- Así que podremos centrarnos en proseguir con el caso ¿Les parece bien pues que vayamos de una vez al tanatorio?-
Ciertamente, el detective daba todo el aspecto de querer ponerse al trabajo cuanto antes.
-Si lo del jefe se puede posponer, no veo problema en continuar con la investigación- le respondí a Ray. Una visita a la morgue nunca solía ser agradable, pero al menos así podíamos ver el estado en el que se encontraban los cadáveres, que todavía no los habíamos visto y según el informe, estaban hecho un horror... espero que no sea nada demasiado fuerte para Emily; ya que supongo que será el primer cadáver que vaya a tener que estudiar.
Finalmente, el grupo decidió encaminarse hacia la morgue, realmente no tardaron demasiado en llegar y por fortuna no tuvieron muchos problemas gracias a que Ray conocía a las personas de por allí. El camino era bastante sencillo, tomaron una puerta lateral de la comisaria, allí solo había un guardia que conocía a Ray y que le permitió entrar ya que le dijo que iba a hablar con Robert el forense que conocía a Ray y que tenía una muy buena relación con él.
Cuando llegaron Robert estaba mirando unos documentos. Se trataba de un hombre maduro, atractivo y de aspecto serio, Ray sabía que era un gran profesional, de hecho, en más de una ocasión pensó que estaba desaprovechando su talento en la comisaria, pero parecía que al hombre le gustaba mucho eso de poder colaborar con la policía. Al verles entrar mira y sorprendido dice:
Emily había permanecido muy atenta a todas las discusiones sobre el caso, parece que no pero poco a poco con la ayuda de Alex habían ido obteniendo más información. No entendió Emily por qué debían centrarse en alguien con nacionalidad europea ya que un disfraz como aquel ocultaba a cualquiera, quizá hubieran podido omitir las personas negras, pero poco más, en cualquier caso no encontró el momento de decirlo así que dejó estarlo.
De camino a la morgue Emily iba sentada en el coche, por un lado tenía la excitación de la investigación y por otro comentó con Eduardo, algo que ella no había caído, que no había visto ningún cadáver de verdad, solamente en películas, así que su nerviosismo fue en aumento. ¿Estaré preparada para ello?, Emily comenzó a hacer uso de su concentración, las artes marciales requieren un alto grado de disciplina y concentración, se centraría en el objetivo de obtener información del cadáver y no se dejaría atenazar por el estado del mismo.
Al llegar Ray comenzó a saludar a varias de las personas con las que se cruzaban, Emily agradeció una vez más el estar con él, no solo le aportaba seguridad sino que además se les abrían puertas. Iba mirando todo conforme entraban por las distintas estancias, finalmente llegaron a ver al forense, que por supuesto, también era conocido de Ray. El hombre tenía muy bien aspecto, incluso atractivo, Emily iba en último lugar y aquello rompió momentáneamente su concentración para resistir lo que fuera que hubieran de ver, hizo una leve inclinación del tronco y respondió al saludo, ho… hola, soy Emily, una compañera de Ray,, después añadió Emily Otomo, había observado que el forense se había presentado con apellido así que ella también decidió hacerlo. Seguramente Ray le explicaría a qué veníamos, no creía ella que fuera la más indicada para sacar su nueva insignia de investigadora y seguramente unas palabras de Ray valdrían más que cualquier placa.
De camino a la morgue, mientras recorremos los pasillos de la comisaría, vi que mucha gente se paraba a saludar a Ray -Pues sí que es popular por aquí, ¿porque lo dejaría?- pensé intrigado; se lo preguntaría ya fuera del horario laboral, ahora lo que nos atañía era el caso.
Al llegar a la morgue, vemos al forense con unos informes y como este saluda amistosamente a Ray, como si fueran viejos amigos. -Encantado Robert, Eduardo Méndez, también compañero de Ray, mucho gusto- me presenté amistosamente, parecía buena gente.
Ya que conocía de antes a Ray, preferí cederle a él explicar el motivo de nuestra visita; seguro que a él le resultará más cómodo hablarlo con él.
Robert se queda mirando al grupo y les saluda cortésmente:
El hombre sonríe y se acerca a donde se guardan los cadáveres, abre varios compartimentos en los que se ve a varios hombres de raza latina muertos, todos tienen profundos cortes por todo su cuerpo, Robert dice:
Para no atrasaros doy por hecho que Ray pregunta por el caso asi no nos quedamos parados
Robert descubre los cuerpos y pese a estar preparada no puedo evitar dar un respingo y llevarme la boca a la mano mientras doy un paso atrás.
¿Sería prudente decir algo del lobo o del otro o...? Mejor no, guarda un momento silencio, ligeramente impresionada por el caballero ¿Un... Un oso en el puerto? Pero claro, qué otra cosa podría ser... ¿Pero como llegaría hasta allí? . Emily mira a Ray o Eduardo mientras decide no añadir nada más para que no la tilden de loca.
Sonríe un poco y hace una breve reverencia gracias.
Robert observa a Emily y dice:
Escucha la pregunta de la oriental y no puede evitar una sonrisa para añadir en un tono distendido:
Intenté no mirar demasiado los cuerpos. Sigo manteniendo lo dicho: no es agradable ir a la morgue. Esos cuerpos destrozados sin duda no eran algo bonito de ver, por muchos otros cadáveres que haya visto. -Sin duda es mejor no decirle que sospechamos de un hombre lobo... bueno, sospechan- pensé para mis adentros; yo seguía siendo algo escéptico ante la idea de "licántropos mata-bandas". Es más, la teoria que propuso Robert me parecía viable; pero habria que ver como encajaba el Van Helsing de anime tan extraño.
-¿Encontraste algo en las heridas? Algún trozo de algo incrustado, fibras,...- le pregunté a Robert con curiosidad, no creo que unos cortes tan profundos estén limpios y libres de pruebas.
Emily se enrojece ligeramente, sí, sí, estoy mejor. Gracias, acto seguido se acerca al surtidor de agua y toma un vaso, bebe un par de tragos ya que tampoco quiere llenarse el estómago… por lo que pudiera ocurrir.
A mi pregunta propone una posibilidad que no sería nada descabellada si no fuera por el montón de detalles adicionales que no sabe, miro a Eduardo que parece morderse también la lengua pero hábilmente añade un poco más de información para obtener más de Robert, decido contribuir, me está empezando a gustar esto de investigar – añado para mis adentros, y… y ¿tienen golpes? Como si los hubieran lanzado de un empujón o de un zarpazo, ¿Tienen heridas de bala?
Ray asintió a las palabras del forense pensativo. La explicación de que fuera todo cosa de un oso, era desde luego mas plausible que un hombre lobo asesino, pero sin embargo, dudaba mucho que esa fuera lo que había ocurrido. Un oso, no arrancaba puertas de cuajo, ni era inmune a las balas y por supuesto, no huía del escenario de un crimen para desaparecer sin dejar rastro. Aquella masacre había sido salvaje pero metódica, llevaba a cabo con una inteligencia humana y no animal. La deducción del oso era errónea.
Sin embargo no dijo nada al respecto, respetaba el trabajo de Robert. Hacía mucho tiempo que se conocían y no iba a contradecirle delante de sus nuevos compañeros.
Dejó que Emily y Eduardo siguieran haciendo las preguntas pertinentes y se dedicó a examinar los cadáveres de cerca.
El hombre escucha la pregunta de Eduardo y asiente:
Escucha atentamente a la asiática y asiente a sus preguntas:
-¿Pelos de lobo? A lo mejor nuestro oso atacó a un lobo antes y sus pelos se quedaron en las zarpas, y de ahí pasaron a las heridas- dije, intentando dar una respuesta lógica a ese hecho -Eso, o los ha matado un hombre lobo- dije con tono de broma; aunque cada vez, aunque me cueste reconocerlo, esa teoría tenía más sentido.
-Robert, ¿tienes por algún lado la ropa de las victimas? Es para comprobar si tienen algo en ellas- le pregunté a Robert, a lo mejor la ropa tenía huellas, más restos, o algo por el estilo.
Emily escucha la intervención de Robert y después la de Eduardo, ríe nerviosa al escuchar la sugerencia del hombre lobo.
Un poco indecisa parece querer decir algo, pero no sabe si… es… es curioso, estuvimos en la zona y, y… unos testigos dijeron que les pareció, tenía que escoger bien las palabras, ver a algo parecido a, ¿Cómo decirlo?, a un lobo grande que era perseguido por alguien de rojo, nos pareció un poco extraño y además era un borracho, pero si ahora has encontrado pelos de lobo….
Emily se gira hacia Ray por ver si quería aportar algo más.
Robert alza los hombros en gesto de duda y dice a Eduardo:
Cuando dijo lo del hombre lobo no pudo más que reír y añade:
A la pregunta sobre las ropas asiente y saca una caja de plástico donde estaban las ropas, todas estaban hechas girones y no había nada más allá de la sangre que Robert explico era de los propios tipos que habían muerto. Tras esto escucha el relato de Emily y dice divertido: