-Esa chica nos hizo el truco más viejo del manual... te robó la memoria luego de chocar contigo- Dije, y luego le conté los detalles de lo sucedido-. Necesito que rastrees mi celular, espero que tengas a alguien en el departamento que te deba un favor.
Luego de eso le pedí a Janice que me siguiera al ascensor... Quizás pudiesemos seguirlas en mi moto. Al fin y al cabo una paracaidistas urbana atrae la atención.
—Gracias por la obviedad. —Seguía enfadada conmigo misma por haber permitido que aquella joven se hubiera llevado el lápiz con toda la información. Sabía que no debía pagarlo con Dean, pero era tal mi frustración que no lo podía evitar.
Sin saber muy bien aún qué había sucedido, dado lo parcos de los detalles que me había dado mi compañero, fui tras él en dirección al ascensor, temiéndome que sería casi imposible dar alcance a la ladrona, a pesar de tener el factor velocidad de la motocicleta.
Escuché la petición de Dean, asintiendo con la cabeza, pensando a quién podía recurrir de mis antiguos compañeros. Si la joven dejaba el móvil encendido era una oportunidad para rastrearla a través del gps.
—Buen punto para ti. Espera que llamo a alguno de mis antiguos compañeros a ver qué se puede hacer.
Cuando llegamos a la planta baja, y antes de salir del edificio, me aparté para hacer una rápida llamada telefónica.
No sé si debo hacer algún tipo de tirada.
Tomé los cascos, me puse el mío y vi cómo Janice hacía la llamada. Confiaba en que, dada nuestra posición actual y la premura, por lo menos lográsemos encontrar hacia dónde se dirigía. En la moto seríamos más rápidos y tendríamos más capacidad de maniobra que ella en el paracaídas.
Mientras esperaba a que Janice hablara, le conté un poco más.
-Cuando la chica chocó contigo noté algo extraño, así que la seguí. Se detuvo en el piso debajo del de Nefera, así que salí del ascensor simulando ser un vecino (suponiendo que se dirigía a alguno de los departamentos). La chica era buena, así que supo que yo sabía que estaba en algo extraño. Corrió, tomó el paracaídas y saltó. Cuando vi que no podía seguirla, le lancé mi teléfono (no sin antes mandarte su foto al tuyo). Si es alguien del negocio, no dejaría pasar la opción de conocer más sobre quién la persigue: "conoce a tu cliente, conoce a tu perseguidor", así que me expuse para intentar rastrearla o, por lo menos, dar algo para que me contacte. Los estafadores solemos ser bastante engreídos. Y no hay nada para nosotros como un buen reto. Ella capturó mi teléfono e intentará mirarlo una vez que llegue al piso. Tenemos poco tiempo, el que le lleve dirigirse a donde va, aterrizar y chequear la información que pueda sobre mí y sobre tí.
Hice una pausa.
-Jan... sé lo que te digo, ella es buena en esto. Si no la hubiese visto saltar, todavía pensaríamos que estamos ante el segundo truco de magia en este robo.
La pareja bajo rápidamente a la calle, mientras él iba en la moto Janice pudo contactar con un antiguo compañero, Thomas, un tipo bastante agradable, padre de familia de Brooklyn:
- Vaya Janice que de tiempo sin saber de ti... Parece que estas en un sitio ruidoso eh, dime, que es lo que te pasa.
Mientras tanto la moto se dirigió hacia el norte, por desgracia los edificios y el trafico además del tiempo que la chica les había ganado hicieron que perdieran su rastro.
—Hola Thomas, necesito que me hagas un favor...
Le contó rápidamente a su amigo lo que necesitaba de él, dándole el número de teléfono de Dean para que lo rastreara y quedando para que, en el momento en que supiera algo, me volvería a llamar.
A pesar de ir en moto, la ventaja que había cogido la chica jugaba en nuestra contra, eso sin contar con que a esas horas el tráfico estaba fatal en la ciudad. No había nada que hacer, y lo único que podían esperar si querían alguna pista, era lo que pudiera decirles Thomas, eso sin contar con que la foto que le había hecho Dean sirviera para identificarla.
Jurando por lo bajo detuve la moto.
—La hemos perdido. Creo que lo mejor que podemos hacer es volver a la oficina. Mierda... Sí que es buena, ni me enteré que me había robado. Joder, cómo pude ser tan estúpida.
Me sentía frustrada y muy enfadada conmigo misma por haber permitido que ocurriera aquello. Lo peor de todo era que tendría que darle explicaciones a Nefera de lo sucedido, algo por otra parte que no me hacía mucha gracia, ya que eso podía conllevar que me consideraran poco apta para le trabajo.
—La verdad es que no estoy para muchas fiestas ahora.
Doy por supuesto que la moto es la de Janice ¿no? Aunque bueno, eso es algo que no tiene mucha importancia XDDD
Las señas de Janice me hicieron frenar. Me saqué el casco y lo lancé a un costado con furia.
Ahora solo quedaba esperar que pudiesen rastrear el teléfono.
Respiré profundo.
-Vamos a la oficina y veamos qué podemos pasar en limpio -dije-. Alcohol es justo lo que necesitamos ahora... Así es como se ve el fracaso. Tenemos que sacudirnos esto y despejarnos.
Enrealidad la moto es la de Dean.
El hombre escucha atentamente a Janice mientras toma nota del número y dice:
Los dos se detuvieron en la calle y parecía que se habían decidido volver a la oficina, el camino fue bastante tranquilo teniendo en cuenta el tráfico de la ciudad, el cual por otra parte siempre era horrible. El edificio estaba como siempre ajetreado, casi al lado de este estaba el pub en donde Sandara les esperaba. La oficina estaba en esos momentos abierta, había un chico con una camiseta vaquera, barba y gafas observando distraídamente uno de los ordenadores, al verles les mira y dice:
Las motos apañaos como querais, pero yo entendi que cada uno fue en la suya
—Gracias Thomas, eres un amor. Y nada de café, una noche de cervezas es lo que te mereces si consigues alguna pista.
Colgué el teléfono un poco más animada, mientras escuchaba lo que decía Dean asintiendo a sus palabras.
—Sí, puede que tengar razón, quizás relajarnos un poco nos haga enfocar el asunto desde otro punto de vista.
Volvimos a las oficinas para encontrarnos al que, supuestamente, era otro miembro del equipo al que aún no conocíamos. Parecía un tío majo y me imaginaba que, si estaba en la agencia trabajando, sería bastante competente a pesar de su juventud.
—Hola Alexander. Él es Dean —presenté señalando a mi compañero— y yo Janice. Sólo veníamos a dejar un par de cosas y ahora bajaremos al pub. ¿Tú no vienes?
Lo miré con sospecha... No recordaba que nadie lo hubiese mencionado... Y con mi celular podrían haber encontrado el lugar
Motivo: Lectura de lenguaje no verbal
Dificultad: 15
Habilidad: 13
Tirada: 2 4 5
Total: 4 +13 = 17 Éxito
El chico apaga el ordenador y dice mientras se coloca bien las gafas:
- Si... La verdad que estaba haciendo un poco de tiempo... No me apetecía estar allí solo con Sandara, es un poco... Pesada a veces, y hoy llevo todo el día lidiando con ella, la verdad que me estresa un poco cuando empieza a dar vueltas bailando... Pero bueno, no es mala chavala
Coge una pequeña bandolera que tenía a su lado y con una sonrisa pícara añade:
- Bueno, vamos al pub que tengo hambre yo también ya... Por cierto, señor silencioso de mirada inquisitiva encantado de conocerle.
Decía mientras se marchaba hacia el pub el chico parecía bastante normal, lo más raro de él era tal vez su puesto en la agencia, pero porque no daba la sensación de ser alguien que pudiera trabajar de algo como eso.
-Lo lamento... Mal día -dije-. Dean, un placer. Vamos a embriagarnos un poco y a conocer un poco a nuestro nuevo equipo.
Había visto el mensaje de Sandara en el móvil antes de salir de casa. Tenía pensado pasarme por la oficina de todas formas, pero al ver el texto que la joven había escrito de manera tan formal, me entraron más ganas aún de curiosear el porqué el jefe quería hablar con nosotros.
Aguanté la aglomeración de gente que, a esas horas, utilizaba el metro para desplazarse a sus puestos de trabajo, igual que lo estaba haciendo yo ese día, sintiendo el contraste del frío de la calle tan impropio de esas fechas con el calor humano que se respiraba en el vagón de metro.
A pesar del frío que hacía, agradecí el golpe de aire que me pegó de lleno nada más salir a la calle, a poca distancia de donde se encontraban las oficinas. Cuando entré, saludé a una seria Sandara, no sabía si porque había sucedido algo o simplemente que estaba de resaca.
—Buenos días Sandara. ¿Se dio bien la noche ayer? —Le dediqué una sonrisa antes de mirar a mi alrededor para saber si había alguien más por allí a esas horas—. Oye ¿sabes de qué quiere hablarnos el jefe? Espero que sólo sea para saludarnos...
Aún seguía preocupada por el robo del día anterior.
Cuando Janice llego Sandara tenía un café en la mano y tenía aspecto de no haber dormido, ante la pregunta responde:
- No estuvo mal, nos lo pasamos muy bien... Boom se lio con un tío como siempre y poco más, algún que otro baboso, pero vamos como siempre... El jefe está en la oficina, creo que quiere presentarse y poco más... La verdad es que no es mal tío, puedes pasar, por cierto, dile a tu compañero que no me he olvidado de que no fue a la fiesta
Decía con una sonrisa bastante animada, como si estuviera maquinando algo.
El despacho era un lugar funcional, un par de estanterías con libros, una mesa baja con dos sofás y un escritorio con el jefe en él. El hombre al ver llegar a Janice se pone de pie, era cierto, era muy bajito, pero emitía un aura de autoridad importante, al verle le saluda:
-Buenos días señorita Elliott, disculpe no haberme presentado antes, soy Aarón McArting un placer conocerla. He escuchado que usted se está ocupando del robo en la casa de la señorita Nefera, ¿cómo están yendo las informaciones? ¿Necesitan más ayuda? Si es necesario Alexander puede acudir a examinar el lugar.
Llegué corriendo a la oficina. No recordaba lo que había sucedido la noche anterior, pero mi reloj me daba la pauta de que estaba llegando tarde.
Entré corriendo a la oficina con la cabeza latiendo como si tuviese una batería de death metal en el cerebro. Sandara me señaló el reloj y la oficina del jefe.
-Gracias Sandy! Eres un amor... Por cierto, qué rayos pasó ayer? No recuerdo absolutamente nada!
Entré agitado en la oficina de McArting.
-Lamento llegar tarde -dije-. No me sentía del todo bien.
Estuve con problemas de conexión y no pude entrar. Se me ocurre que, si te parece, podemos "inventar" una razón por la que Dean no se acuerda de nada, ya sea por su pasado o por algo vinculado con el caso. Podría ser que se hubiese encontrado con Nicky y ella lo hubiese drogado o algo por el estilo, y que de a poco vaya recordando lo que pasó.
—Espero que no hayas pervertido más de la cuenta a Céline. —Le dije a Sandara mientras le dedicaba una sonrisa cómplice—. Bueno, llegó el momento de conocer al jefe.
Me acerqué a la puerta y llamé con los nudillos antes de entrar. Eché un rápido vistazo a la estancia encontrándola bastante práctica y sencilla, rápidamente centré mi atención en el hombre sentado al otro lado de la mesa y que, nada más traspasar yo la puerta, se levantó para saludarme. Intenté no mostrar reacción alguna al ver su estatura, de acuerdo que estaba ya avisada pero no contaba con que fuera más bajo de lo que yo había imaginado.
—Buenos días señor McArting, encantada de conocerle por fin.
En vista de que él no me había invitado a sentarme, me quedé de pie ante él sintiéndome un tanto incómoda al escuchar sus preguntas sobre el caso.
—Pues verá, si le soy sincera me encuentro bastante frustrada con el caso y preocupada también. Ayer, saliendo del apartamento de nuestra clienta, me robaron el lápiz de memoria con cierta información confidencial, eso sin contar con que este caso más parece un ajuste entre familias que...
Dejé sin terminar la frase al ser interrumpida por la aparición de Dean. Enarqué una ceja a modo de pregunta hacia él pues parecía bastante alterado, lo que no sabía si era debido a las prisas porque llegaba tarde o porque algo le preocupaba.
Sándara le indico a Dean que le dio plantón y que se vengaría y a la pregunta de Janice le dijo que no, que había sido buena con ella, que ya la pervertiría en próximas salidas.
El hombre escucho atentamente la explicación de la chica, les miro preocupado e indico que se sentaran en los sillones, una vez el mismo lo hizo dice:
El hombre lo dijo en un tono paternal, parecía que estaba dando un consejo y no una regañina ni nada por el estilo, tras esto comenta:
No te preocupes, simplemente no fuiste y ya esta
-No tengo ningún tipo de duda de que el robo fue planificado minuciosamente -dije-. Tengo mis reservas sobre la lista, creo que una posibilidad es que alguien esté ocultando algo sobre el inventario de la casa, por algo que falte o algo que sobre. Hay solo un puñado de personas que pueden hacer ese salto en paracaídas desde un edificio del centro y el robo, en su simpleza, fue orquestado y cronometrado al detalle. El choque, la subida al ascensor, la ubicación del paracaídas y el salto. Incluso la manera de quebrar la ventana para poder lanzarse casi sin dificultad. No tengo dudas de que fueron profesionales los que hicieron esto. Supongo que contratados por la familia rival.
Me senté en uno de los sillones mientras escuchaba las preguntas que el jefe nos hacía, así como la respuesta de mi compañero.
—La información que tenía en el lápiz de memoria era todo el inventario de los objetos en posesión de Nefera. Son antigüedades y objetos de gran valor, por lo que me imagino que serían muchos los interesados en saber exactamente cuales son las posesiones de esa mujer y su familia... Museos, la familia rival, coleccionistas... —Me quedé pensativa unos segundos, estando de acuerdo con lo que decía Dean—. Y sí, yo también estoy de acuerdo en que ese robo era premeditado. ¿Cómo sabían que yo había guardado esos datos? Lo único que se me ocurre es que nos estaban espiando, pero en la casa no detecté ningún dispositivo espía... ni micrófonos, ni pequeñas cámaras... Cómo se han podido enterar es lo que no sé.
El hombre permanecía en silencio pensando mientras los dos hablaban:
Decía el hombre mientras les observaba
Cuando salgais podeis poner directamente a donde quereis ir o a donde vais si no seguis hablando con el