Partida Rol por web

Cel giró la cara hacia Mara cuando ésta apareció, sonrío con cierto esfuerzo, por mucho que lo intentaba no terminaba de sentirse cómoda con todo aquello, era tan raro y artificial que cada vez se sentía más fuera de lugar.

Joder, espero no haberme equivocado viniendo aquí. Pensó durante la cena, mientras Mara parloteaba como una chica normal de cosas de chica normal, la clase de persona amistosa, cariñosa y amable que nunca había sido. 

Aquello podría haber pasado por algo anecdótico si no hubiese sido porque incluso la propia Janet parecía totalmente alucinada con todo aquello. La situación se volvía por momentos surrealista. Por fin la comida terminó y las tres se pusieron de pie, Céline creyó que - gracias al cielo- había llegado el anhelado momento de marcharse, pero entonces Mara destrozó sus esperanzas pidiéndole que la acompañase a su habitación.

- Claro - Aceptó tragándose sus ganas de salir corriendo, lanzó una rápida mirada a Janet aderezada con una sonrisa un poco tensa - Janet, muchas gracias por la comida, estaba todo delicioso.

Luego se dispuso a acompañar a Mara a su cuarto.

Cuando propongo el plan de irnos a otro sitio ella declina amablemente el ofrecimiento posponiéndolo para otra ocasión que supongo nunca llegará.

Sinceramente no tengo ni idea de qué ha ido toda esta cena, al menos tengo los papeles firmados. Claro, otra ocasión será - añado con una sonrisa. Por lo menos nos vamos de este restaurante y me alejo de la presencia de mi padre.

Procuro al salir al pasillo entreabrir ligeramente la puerta para ver que no hay nadie peligroso y salgo con cuidado tras despedirme de Misia, o salgo con ella, lo que sea.

Ladeé un poco la cabeza al hablar Jon y cuando termino Maki de hablar esboce una ligera sonrisa.

-Vale, lo primero ¿lo ocurrido ayer te ha pasado antes o algo remotamente parecido?

Le dí unos segundos para responder anotar los datos importantes de la respuesta y seguir.

-¿Tus compañeros no te han dicho nada relevante sobre como cantas?

Volví a dejar la misma pausa.

-Y por último a no ser que mi compañero quiera preguntar algo también ¿como aprendiste a cantar?

La habitación de Mara era una habitación moderna con muebles que a simple vista podía verse eran bastante caros, muy iluminada por un gran ventanal frente al cual estaba el escritorio con un ordenador último modelo, un par de armarios bastantes grandes y una estantería. En un rincón había un mueble entreabierto que tenía una gran cantidad de zapatos y bolsos, parecía que había sido rebuscado recientemente.

Cuando entraron Mara se gira y en un tono amable dice a Celine:

Puedes sentarse si quieres

Espera unos momentos a que la chica tome asiento o no y finalmente dice tras cerrar la puerta en un tono de voz preocupado:

Esto, gracias por ofrecerte a ayudarme pese a lo que te hice en el pasado… pero no se… me siento extraña. Es incluso como cuando entro en esta habitación… siento que no es mía, siento que ninguna de las ropas que hay me gustan, cuando me las pongo me siento extraña, como si no fuera yo misma, como si estuviera viviendo la vida de alguien mas

La chica aparta la mirada unos momentos y se acerca a la ventana, se queda unos segundos mirando y finalmente dice:

He visto los cuadernos y mi diario, pero esa no es mi letra… ¿es normal que pierda la memoria y no me acuerde de absolutamente nada y que sienta todo como ajeno a mi… incluso que mi letra sea diferente ahora?

La chica parecía bastante angustiada, aunque por el tono de voz estaba claro que esos pensamientos se los había quedado para ella sola y no le había dicho nada a su madre, además que no quería que se enterara, ya que su actitud había cambiado totalmente, con su madre delante se mostraba cariñosa y tranquila, como si no tuviera preocupaciones y la pérdida de memoria le diera igual, sin embargo, estaba mostrando en esos momentos que estaba realmente preocupada

Cuando Emily sale puede escuchar claramente la voz de su padre que dice en un tono de voz que parecía estar bastante molesto:

Esa chica tiene que desaparecer… la familia a la que agravio es una buena conocida y no quieren que siga triunfando, aunque sea como cantante de unos dibujitos

Tras aquello llegaron a la puerta y Misia se despidió de forma cortes, el móvil de Emily suena indicando que un mensaje de Sandara ha llegado:

Emily, mañana a primera hora pásate por la oficina el jefe quiere reunirse con vosotros

Ante la pregunta la chica niega con la cabeza mientras responde:

No… nunca me había pasado nada igual… he escuchado que se han producido avalanchas de fans… creo recordar que me contaron de un ataque que sufrió un cantante de K-pop que se abalanzaron algunas fans, pero nunca nada así.

La pregunta sobre su forma de cantar y sus compañeros hizo que pusiera una mirada sorprendida, como que no entendía muy bien a que se refería y dice:

No sé a qué se refiere… siempre hemos cantado igual y no me han dicho nada… es cierto que dentro del grupo soy la que lleva menos tiempo, pero nunca me han dicho nada sobre mi forma de cantar

La pregunta sobre como aprendió a cantar sí que le extraño y se veía perfectamente en su cara:

Como aprendí a cantar… realmente no es que aprendiera… siempre me gusto la música y un día en el instituto participe en una actuación, mis compañeros me animaron a cantar más en público y junto con un par de amigos empecé a cantar en el parque Yoyogi… supongo que no lo sabrán, pero es un parque de Tokyo donde es muy normal que aficionados canten… un día Tak…

La chica se cortó abruptamente y se puso seria mientras se frotaba un anillo que tenía colgado al cuello, sacude la cabeza como para alejar un recuerdo sin duda doloroso y añade:

Participe en un concurso de talentos… uno a nivel nacional y allí gane… el público se emocionó y una productora me contacto

Al escuchar la voz de mi padre doy un pequeño respingo y no puedo evitar mirar de reojo a la cantante.

En el momento de despedida me acerco y le digo... no... no he sido del todo sincera con usted, creo que hay un buen lío montado, no tengo muy claro nada, mi pasado parece estar persiguiéndome pero puede usted estar en peligro. Seguro que tendrá protección pero si necesita ayuda no dude en pedirla, haré lo que pueda.

Supongo que se va, después respondo al mensaje de Sandara.

Cita:

Jon observaba a la muchacha con atención pero sin mudar su semblante, siempre amable y cándido, que solía granjearle la confianza de las personas con las que hablaba. El viejo soldado no era buen observador, pero si que se dió cuenta del cambio de actitud de la japonesa cuando trató de hablarles de alguien en especial... quizás algún novio.

- Disculpe que me entrometa donde no me llaman señorita- dijo algo apurado, no era muy amante del cotilleo y mucho menos le gustaba impotunar a nadie, pero se hacía necesario conocer todos los detalles de aquel asunto- pero desearíamos que no nos omitiera nada... incluidos los nombres de personas, aunque ahora le pueda resultar no grato, es prioritario que nos lo cuente todo... ¿Quien es ese tal Tak... cuyo nombre no ha querido pronunciar? Están pasando cosas muy extrañas a su alrededor y tan sólo pretendemos ayudarla.

Muchas gracias Sandara, ahora me encargo de informar a los compañeros. Os debo a ti y a Alex un café mañanero.

Le escribí por el movil a la secretaria -Ya creo que tenemos más que suficiente Ray- le indiqué -Este es un tipo interesante desde luego... será mejor enviarles la información a los compañeros cuanto antes. Por ahora, creo que nos vendrá bien reunirnos con el resto- le dije mientras me metía en el coche y mensajeaba por el movil. Luego llamaría a Emily para saber donde estaban ella y George.

Sonrío ante la llegada de Sandara y su ocurrencia, pero pronto se me va cambiando la cara hasta mostrar una mueca de extrañeza.
Parece que el interior de la oficina está revuelto. Si no ha sido cosa de Sandara, creo que deberíamos empezar a preocuparnos.

La reunión con el jefe y lo que quiera que tuviese que contarme tendrán que esperar. En este momento debo comprobar que no hay un peligro inminente para Sandara o para mí.
Echo mano del revólver y le susurro a Sandara, que parece no haberse dado cuenta aún del panorama: - Espera aquí un momento; voy a asegurarme de que todo está en orden.

Me deslizo al interior de la oficina, mirando en todas direcciones. Después de lo vivido los últimos días, cabría esperar cualquier cosa, pero si se trata de algo terrenal, no me voy a dejar sorprender.

La chica asiente a lo dicho por Emily con una sonrisa:

No se preocupe… además, usted y los miembros de su compañía son los encargados en parte de la seguridad… junto a la gran labor del señor Jacobs y sus capacidades de investigación sin duda estaremos todos los participantes seguros

Decía con bastante tranquilidad y mirando fijamente a los ojos a Emily, sin duda examinando sus posibles reacciones. Una vez en el exterior ya un coche estaba esperando a la cantante, hacia un poco de frio, pero no demasiado, al subir al coche dice:

Si lo desea podemos acercarla a casa

Ante la pregunta de Jon la chica le mira durante unos segundos, su mirada era de tristeza, suspira profundamente y dice:

Takeshi… el me apunto al concurso sin decirme nada y fue el que hizo que me presentara… ese mismo día el

Los dos investigadores podían ver como las manos de la chica temblaban nerviosas, parecía que los recuerdos de aquel día le traían muchos recuerdos que por su mirada a punto de llenarse de lágrimas eran tristes:

… aquel día el murió

Finalizo mientras se frotaba los ojos.

Los teléfonos de sus compañeros no daban tono, parecía que estaban apagados. El investigador pudo comprobar como ya era tarde y seguramente estarían acostados por lo que decidió esperar al día siguiente para ir a la oficina.

La mañana siguiente era como otra más. Al llegar a la oficina se encuentra la puerta medio abierta y al acercarse puede ver que esta esta revuelta, como si alguien hubiese estado registrándola antes de que llegaran. Cuando llega a la puerta puede ver que George esta con su arma en la mano revisando el lugar y Sandara esta agachada en su escritorio revolviendo algo mientras dice:

Mierda… el cajón con el cerrojo de seguridad lo han reventado

George observa el lugar con atención y precaución, Sandara asiente a lo que le dice y da un paso para atrás permaneciendo en la puerta, pero observando, la chica añade:

Ayer estaba todo bien, solo estaba un poco revuelta mi mesa, pero porque tenía muchos papeles encima.

Mientras George observaba el lugar con cuidado podía ver como habían rebuscado en varias mesas, parecía que había entrado al menos una persona que había hecho una búsqueda bastante rápida pero exhaustiva en busca de algo y no le había importado que descubrieran que habían rebuscado en la oficina. La voz de Sandara resuena en ese momento:

Espera… no me digas

Mientras George observaba la entrada a los servicios que era el único lugar que le quedaba por revisar puede ver como la secretaria va corriendo a su mesa y se agacha mientras dice:

Mierda… el cajón con el cerrojo de seguridad lo han reventado

Se escuchaba como empezaba a rebuscar en busca de algo, al mismo tiempo que Eduardo aparecía por la puerta.

Ray asintió a su compañero.

Hasta que no tuvieran más datos de aquel cabrón, a acercarse sería demasiado peligroso, así que de momento tendrían que conformarse con saber donde vivía el tipo.

Al menos le alegraba saber que tenían una segunda oportunidad de terminar el trabajo que habían dejado a medias en su anterior investigación. 

   - Vamos entonces.- Gruñó con su habitual efusividad.  - Vayamos a ver como le va al resto.-

Aunque la situación sigue siendo alarmante, me tranquiliza comprobar que no hay nadie en las instalaciones y, por tanto, no hay un peligro físico inmediato.

Sin embargo, el día está empeñado en ir por mal camino y la voz de Sandara lo confirma: - Mierda… el cajón con el cerrojo de seguridad lo han reventado. - Escucho decir a la joven; y su tono indica sin lugar a dudas que se trata de algo realmente importante.

- O sea que quien ha entrado lo ha hecho sabiendo perfectamente lo que buscaba y dónde podía encontrarlo... - Afirmo más que preguntar a Sandara. - Por cierto, ¿de qué se trata?

Estoy esperando la respuesta cuando veo la figura de Eduardo aparecer en la entrada.

Al escuchar el nombre del hombre de mi padre que ya había escuchado en el anterior caso no puedo evitar dar un respingo y apenas balbuceo... yo... no....

El mensaje de Eduardo llega al móvil, interrumpo el cruce de miradas con ella y rebusco mí teléfono ¡qué casualidad, tecleo rápidamente ya decidida. Debo tratar de ayudar a esta mujer, no sabe donde se está metiendo o puede que no lo sepa yo.

Decido subirme con ella para que me lleven a casa y por el camino advertirla de la peligrosidad de Jacobs... sin revelar mucho. Asiento a sus palabras sin decir nada y me introduzco en el vehículo.

Fueron unos pocos los segundos que la mire sin saber que decir así que simplemente puse mi mano sobre las suyas. Miro el móvil unos segundos y vuelvo a mirar a Maki.

-¿Conoces a alguien llamado Michale Jacobs?

No esperaba sacar mucha información pero si mis compañeros sospechaban de el lo mejor sería intentar conseguir algo de información sobre el.

Jon se compadeció de la japonesa, estaba sufriendo y eran muchas las cosas que le afligían, parecía que llevaba más peso del que era capaz de cargar. Su instinto fue el de consolarla pero Jackson estaba más cerca de la muchacha y se hizo cargo, por lo que el inglés se mantuvo en silencio, así pues fue nuevamente su compañero quien volvió a tomar la palabra, así que decidió volver a animar a Maki para que se animara a hablar.

- Señorita Maki, nuevamente le pedimos disculpas por hacerle rememorar esos malos recuerdos y aún lo sentimos más por continuar con este interrogatorio, pero como le hemos dicho, es vital que nos cuente todo lo que sabe... le prometo que en cuanto esté más recuperada la llevaremos a la mejor pastelería de la ciudad... no puede regresar a su país sin haber probado los Pum Cake de Smither and brother´s

El vehículo era bastante normal, no parecía un coche especialmente lujoso pese a los gustos que la mujer había demostrado. Con una amplia sonrisa dice:

Me alegra que me permita llevarla a casa, a ciertas horas las grandes ciudades no son muy seguras.