Devirius a duras penas logra esquivar el terrible mandoble de su oponente. Aunque no lo suficiente, pues la punta de la espada le sesga el muslo. La armadura que porta le ayuda a defenderse del impacto, que aún así le hiere.
La hrida es asumible, aunque el capitán de la guardia dragonut eomineza a cogear ligeramente.
Quítate -6 PV. Sólo puedes hacer un movimiento en el siguiente asalto.
El mago al que ven al trasluz de la cueva, es sin duda aquella extraña visión en las ruinas deRooj, cuando les cayó el mapa de Pifo.
Ese mago que antes os ayudaba, ahora os ataca...
Comienza el asalto 10.
Ashram, tu no le viste, puesto que el elfo que aktes poseías se había ido junto con Elandeil, Zothar y Kaa en busca de la antorcha de Pifo.
Argos siguió retrocediendo, desde luego la situación se estaba poniendo fea, y los problemas de algunos junto a la cobardía de otros le estaba empezando a enfurecer. ¡Mercader, cuando estemos replegados en la escalera te quiero ver en primera línea!
Desde mi posición, y tras reconocer al mago que antaño nos ayudo, centro mi mirada en Devirius, el más atrasado de todos en la retirada, y observo como este, en serios apuros, logra evitar, milagrosamente, que el espadazo de uno de los soldados acabe con su vida.
Serio, vuelvo a cargar mi arco y apunto al soldado mas cercano a Devirius, decidido a ayudarlo en su retirada..
Mi primer disparo vuela alto, errando el tiro a causa del miedo a herir a Devirius, pero el segundo, mas preciso, logra impactar con fuerza sobre el caballero...
Vamos Devirius, sal de ahi!!
Disparo al 2,3
Localizacion:13
Daño:10
Apesadumbrado por la superioridad de sus enemigos y por sus heridas Magner no puede hacer otra cosa mas que retroceder en busca de una posicion mas ventajosa..
Lunares de Argos, retroceder..... cubrir a Argos!!!!! grita intentando hacerse oir para que sus hombres retrocedan antes posiciones mas ventajosas...
Meine me temo que me adelante al inicio del 10º asalto (que pensaba que una vez que habian tirado los otros por el mago empezaba asi sin mas) asi que toma mi movimiento como de este asalto... o fulmina a Plesel con un rayo divino... o lo que prefieras...
:)
Lord Devirius retrocede ante el avance de los soldados.
Hago el movimiento de Lord Devirius.
Los partidarios de Talgor se sreagrupan para tratar de alcanzar la escalera, obedeciendo las órdenes de Magner.
Uno de ellos ataca a un caballero en su retirada. Hiriéndole en la espalda, el caballero se resiente y trata de controlar el caballo para no ser derribado.
Los orcos negros huyen hacia la escalera.
Los lunares atacan a los enemigos que baten en retirada.
Dos de ellos alcanzan a un goblin, otros dos a Lor Devirius y otro a un lunar de Magner.
El lunar se libre del espadazo mortal, mientras que el goblin es atravesado en su pecho desde la espalda por la espada, mientras que otra le secionaba una pierna.
Lord Devirius recibe dos tajos uno en cada piernas. Sin embargo el daño de uno de ellos es mínimo, ya que un flechazo de Taurnil le dejó malherido y hace que su daño se reduzca al impactar.
Beldar, debes hacer algo, aunque uno de ellos, no te hace casi daño, el otro te da muy fuerte y en la misma pierna de antes. Te puede dejar cojo del todo. Por lo que hagas lo que hagas, sólo podrás recorrer una casilla, hagas o no ataque.
Los goblins huyen despavoridos. Obedeciendo las órdenes de Tuldar.
Los caballeros cargan, uno alcanza a un orco por la espalda. Otro a un lunar en retirada.
El lunar se libra por centímetros aunque el orco recibe el fatídico golpe del caballero. La lanzada y la posterior arremetida del caballo, acaban con la vida del orco.
Jar-Eel avanza como puede entre tanto, tratando de visualizar algo en concreto.
Siguiente asalto, en cuanto Beldar postee. Si no lo hace mañana. Lo haré yo por él y preseguiremos.
Devirius furioso principalmente por el dolor carga con su mandoble contra el soldado que ataca su pierna, cargando con toda su fuerza contra el.
A pocos metros se encontrava Jar-Eel, y huir era ya casi imposible para el.
Maldicion esto se hace insostenible
Todo y la herida que le infrinjo al soldado lunar, observo com este logra atacar nuevamente a Devirius, y todo y que está mermado por mi flecha, logra que su espada hiera, por enésima vez a mi compañero. Serio, y realmente preocupado, pues Devirius está en una situación realmente preocupante y desesperada, vuelvo a cargar mi arco, dispuesto a acontinuar ayudándole, pero cuando estoy a punto de dispara a otro de los atacantes, mi mirada divisa la figura, imponente de Jar-El...
Si ella cae sus malditos soldados se lo pensarán dos veces antes de continuar... Es la mejor opción que tenemos, y la única para Devirius!! - la idea pasa veloz por mi mente, y con rapidez, devio mi primer disparo, decidido a que ella sea el objetivo de mis flechas...
Cuando la primera de mis saetas logra impactar sobre su cuerpo, no puedo evitar sonreir, satisfecho, y dispuesto a un segundo disparo, pero este, menos certero, vuela lejos de su objetivo...
Disparo a Jar-El.
Devirius mientras atacaba a Jar-Eel, trataba de evitar el ataque del soldado lunar, pero no lo consigue.
Haciendole incar la pierna en tierra. La pierna derecha casi no le aguanta en pie.
Beldar debías defender el ataque si querías seguir. Ya lo hago yo.
A partir de ahora, estás cojo de la pierna derecha.
Plesel sigue corriendo en dirección a la escalera
si estos creen que me voy a quedar en primera linea van listos... pies para que os quiero
echadle un galgo a este
XDD
Argos seguía corriendo a las escaleras, sin ver que Devirius estaba en serio peligro, solo un milagro podía salvarlo ahora, o una acción demasiado arriesgada. ¡Jar-Eel, si tan buena crees ser en combate te reto a un duelo, si ganas te quedas el reino lunar, si pierdes tu ejército se retira! Es lo mejor, evitaremos más muertes, y podemos ganar tiempo.
El oficial lunar continúa huyendo ante la presencia de sus enemigos.
Penejotizo de nuevo, esta vez por Magner.
Los aliados lunares de Talgor huyen, uno de ellos tratando de ayudar a Devirius. Otros dos desde el exterior tratan de frenar el avance lunar.
Sin embargo uno de ellos propina una herida, por error a uno de sus compañeros. Que así yerra el ataque contra uno de los enemigos.