Partida Rol por web

El frio azotaba entre las hebras de su barba, y a veces tenia que levantar su mano y ponersela como visera para poder ver algo. El gnomo estaba descifrando el contenido de las runas y habia interpretado en que idioma estaba escrito.

Sin duda te apoyaremos, pero no creo que puedas solo. Sadrik necesitamos de tus malas artes para ayudarle a cerrar este portal

- Esa piedra no tiene nada que ver con los portales que hemos visto en la torre - responde Sadrik al enano - de echo ni siquiera es un portal que se pueda cerrar... - Sadrik queda pensativo unos momentos, observando el zafiro y contrastando aquél extraño artilugio con sus conocimientos arcanos - Si queremos que deje de emitir esas ondas de energía habrá que destruirla.

El enano se pone dando la espalda a la ventisca mientras se arrasca la barba.

Y como planeas que hagamos eso? Con nuestras armas?

- Yo creo que en el momento en que ataquemos al zafiro este se defenderá invocando demonios de hielo como los que nos atacaron abajo. ¿Clevor, tienes alguna sugerencia tactica antes de que le lanze un misil mágico?

- Yo atacaré a la vez tuya - intervengo con una vocecilla que denotaba un gran nerviosismo - ¿Cuál es el plan?

Clevor sentía que algo no iba bien con la idea de destruir la gema. Probablemente las fuerzas feéricas que habían lanzado su venganza contra el endemoniado enano agradecerían el retorno de dicho artefacto. Quizá había otra solución al dilema que tenían a mano. Su mente se paralizó en la contradicción de ser un hombre de armas y estar buscando ahora otra solución en su mente. Sacudió la cabeza, haciendo que los carámbanos que se formaban en su pera cayeran y fuesen llevados por el huracán. Debía aceptar lo que el brujo y el mago decían, pues la verdad él era un ignorante en aquellas artes.

Temo que de esa gema puedan devenir catastróficos enemigos de hielo. La frase tembló y se perdió en el aullas de la ventizca mi recomendación es no contenerse y usar nuestras capacidades al máximo, especialmente el fuego, al que parecen ser débiles.

Seguramente iba a ser un combate muy duro, mas de los que hubiesen tenido. Al menos estaban preparados.

Bien... no nos queda otra, espero que nuestras hazañas se cuente en los salones del gremio para toda la eternidad si perecemos aqui.... CON UNA BUENA JARRA DE CERVEZA!! JA JA. Animo caballeros, pues promete ser un combate sin igual. Muchacho se dirigio a Sombra, espero que esta vez te contenga y sea mas cauteloso. Permaneced atentos, veamos si podemos golpear nosotros primero.

Quizas el viejo enano hablador estuviera en lo cierto, el ir el primero delante de los combates habia conseguido en que viera la muerte demasiado cerca, la suya. Tendria que asestar golpes certero sin que le vieran y solo habia una forma.

Uh! Afirmo el ladron Esta vez espero que se centre mas en ti, de acuerdo, alguna sugerencia en la colocacion?

El viento helado os sigue azotando mientras trazáis un plan de acción. 

- Clevor, ya que estás ahí cerca... ¿Qué te parece si golpeamos a la vez? Es más ¿qué os parece a los demás la idea de golpear todos a una? ¿O creéis que explotará?

Clevor asintió a las palabras de Sadrik Lo que digais, Tiflin, tengo mi espada lista. Tras lo cual flexionó el brazo y tensó los músculos, quedándose a la espera de que el hechicero conjurara su ataque. Tras lo cual les hizo señas a Travok y Sombra para que se posicionaran a sus flancos.

Esta bien. Chico, punte en el otro vertice, no sabemos por donde va a salir. Cuando estemos preparados, golpeamos al unisono. 

Tanto el como el picaro se pusieron en otros vertices de la gema.

Un misil mágico salió despedido desde las manos del tiflin e impactó contra la gema, arrancando unas esquirlas de la escarcha que la envuelven. La gema empieza a vibrar con luz azul y una oleada de energía os azota.

Un hilo delgado de bruma blanca emana del centro del zafiro, uniéndose en la forma de una enorme mole grisácea de grandes músculos. Una bruma espesa se desprende de la piel de la criatura, congelando el aire en una escarcha pesada que se aferra a cualquier cosa cercana. La criatura ruge, y en el aullido podéis escuchar la pura furia elemental del corazón de una ventisca enfurecida.
El zafiro continua crepitando con energía, la luz azul vibrando ritmicamente, como si estuviera latiendo el mismo corazón del invierno

El ser Gelido era inmenso e intimidante. Seguro que no era rival para el, pero por si el caso, seria mejor que otro recibiera los ataques que el, no queria manchar su ropa negra. Hizo un gesto al enano que parecia que se movia ya con impetu para que actuara el primero y seguirle cuando el bicho se centrara en el.

El enano vio dubitativo al joven humano, al parecer sus experiencia pasadas le habia hecho ser algo mas cauto. El gesto que le hizo con la mirada era que fuera el guerrero primero, cosa que vio normal, un enano guapo y poderoso deberia ser el primero en la linea. Gesticulo con la mano para indicarle que le rodeara mientras el cogia otro flanco. Avanzo hasta el gigante, pero no descargo aun su ataque hasta que no estuviera en superioridad numerica, que eso distraeria al gigante y le seria mas facil golpear.

Bien, el enano se habia colocado cerca del goliath de hielo, seria su oportunidad de buscar el flanco mientras se entretenia con el enano y el estudiaba la defensa. 

Se movio tan rapido que parecia que levitase y se coloco en el otro flanco del ser de hielo enfrente del enano. Cuando iba hacer su ataque el enano actuo, esto le pillo algo desprevenido.

El picaro se habia colocado justo donde habian indicado y se dispuso a realizar el ataque.

Eh!!! Muñequito de Nieve, mira al pajarito.

La hoja del arma empezo arde en llamas purificadora y giro su arma para descargar el golpe, pero no estaba seguro si era por el frio intenso que se corria cerca de la criatura, o porque se movio con pasmosa agilidad justo en el ultimo momento, pero el arma solo rozo a la criatura.

El enano habia errado su ataque... Puedo yo ser el objetivo de sus ataques, siempre un cuando me pueda ver. Se toco el amuleto y su cuerpo se cubrio de puas, si le atacaban, al menos pagaria un precio. Saco un saco de polvo de su cinto y aprovecho el viento gelido para lanzarselo a la cara de la critura con la intencion de dejarlo ciego. Sin esperar el resultado, descargo su mas mortifero ataque en la criatura, esperando haber encontrado el flanco necesario en su armadura.

Travok y Sombra, en una compenetración sin precedentes, asaltan al gigantesco ser helado a la par. Cada uno desde un flanco buscan pillarlo distraído y más o menos lo consiguen. Si bien Sombra logra cegarlo con su jugarreta, falla el golpe con el que pretendía torturar a la criatura y las llamas vengadoras de Travok tan solo sisean levemente al rozan su cuerpo.

Ambos combatientes se sienten un poco asfixiados. La espesa bruma que rodea al enemigo los cubre rápidamente de escarcha y entorpece sus movimientos.