Partida Rol por web

Orsik agradeció las palabras de confianza de Grit. Cuando menciona a Lady Jeet, Orsik dirige su mirada hacia ella.

--Muestra una sonrisa muy confiada, seguro que sabe que hablamos de ella.-- pienso por un instante. --¿Pero cuantos años tiene esta Lady?, ¿habrá estado alguna vez en combate?, no creo. ¡Anda! pero si tiene un cuervo como mascota, seguro que es su medio de transporte..-- por un instante la imagen cómica del cuervo llevando a la gnoma agarrada por los pelos blancos invade mi mente y suelto una risotada sin querer..

—¡Ha!—

Inmediatamente después vuelvo a la realidad y recupero la compostura con gesto serio.

—¡Ejem!...veamos que es lo que nos tiene que ofrecer Lady Jeet...— digo a mis compañeros.

El asunto estaba decidido y el objetivo bastante claro. Ahora quedaba lo más difícil, que consistía en llevar a la práctica la teoría. Seguro que habría mucho que improvisar sobre el terreno, pero eso también formaba parte del trabajo.

Cuando Grit mencionó a Lady Jeet, el ladrón desvió su mirada hacia ella. La gnoma rió y Soren no supo cómo interpretar esa carcajada. ¿Se reía del destino que les esperaba? Confiaba que no fuera así. En cualquier caso, el enano esperó a lo que la pequeña arcanista tuviese que entregarles.

Cruzado de brazos, Rurik asiente confiado a las instrucciones de Grit:

-De acuerdo. Gracias. Sí, hablaremos con ella.

Luego el orgulloso abjurador enano se aproxima a la vieja gnoma junto a sus compañeros:

-¡Salud, milady! De un compadre de oficio a otro, ¿algún consejo antes de que nos pongamos manos a la obra y cercenemos la cabeza del Rey Sabueso?

Groac'h asintió a las palabras de Grit. En efecto, habría otras cuestiones involucradas en este ataque. Con eso dejó pasar sus inquietudes y se centró en la gnoma. Un vanidoso humano y una gnoma risueña... el enano pensó que la cosa no mejoraba. A saber qué cachibache inservible les daría, o que instrucción rocambolesca e irrealizable. No llegaba a entender cómo Grit llegaba a poner orden ante semejante fauna tan bizarra. "¿Sería el cuervo el que la dirigía?" pensó

Por suerte la misión se veía clara, así que suspiró lo más silenciosa y escépticamente que pudo, y se dispuso a esperar lo que la gnoma tuviera que decirles con el tradicional estoicismo de su raza.

Cuando el patrón le tocó la espalda, se puso serio. No dijo nada y si la preocupación por las palabras del patrón lo inquietaron, intentó no demostrarlo. Se escapó a sus propios pensamientos y luchas internas

Maldita sea - pensó - estoy muy lejos de mi tierra, de mis maestros y me estoy volviendo demasiado impulsivo. Intentó respirar profundamente para serenar sus sentimientos, pero esta vez no lo consiguió. Acabemos con esto... Te maldeciría Fuerza Cósmica, pero... ¿Serviría de algo? Siempre estoy donde quieres que esté. 

- Mmpppfff - Bufó a modo de asentimiento mientras centraba su atención en Lady Jeet.

¿Milady? Jijiji... - Jeet no puede evitar soltar una risotada ante tal apelativo, siempre acompañada por socarrones graznidos del cuervo posado en su hombro -. ¡Venga Smoke! No seas malo - le reprime la gnoma.

Creo que no soy la más indicada para dar consejos a gente tan capaz como vosotros. Seguro que Huesos de Piedra os ha instruido bien y llevaréis la misión a buen término - afirma algo más seria.

Pero bueno. Quizá estas pociones os sean de ayuda para... el subterfugio... - dice tímidamente mirando a Soren de soslayo. El enano aún no había mediado palabra y eso dejaba claro a la Jeet cual era su "oficio".

Soren no reprimió una sonrisa cuando Jeet hizo aquella clara alusión a su persona. En respuesta, el enano hizo una ligera, y algo torpe, reverencia. Seguidamente, pudo escucharse su voz por primera vez en aquella reunión.

-En verdad podrán sernos muy útiles estas pociones. Gracias.

El ladrón tomó una de ellas, dejando el resto para cada uno de sus compañeros.

Por su parte estaba listo para partir cuando fuese necesario. Llevaba el equipo, tenían un mapa, y las órdenes claras para su misión. Sólo faltaba reunir las provisiones que considerasen oportunas y ponerse en marcha.

-¡Jum! Gracias--asintió Rurik a la gnoma al tiempo que cogía uno de aquellos viales. La verdad es que el abjurador enano esperaba algo más de aquel encuentro con Lady Jeet. Nada concreto. Quizás información valiosa o puede que buenos consejos. En cualquier caso, se guardó para su fuero interno tales cavilaciones.

Presté atención a las palabras de Lady Jeet y a los obsequios que nos ofrecía.

—Todo lo que nos ayude a conseguir la victoria es bienvenido, muchas gracias señora— Cojo uno de los frascos y me lo guardo —..Bueno, señores.. ¿Nos vamos ya a partir cabezas de gnoll?..— digo con cierta impaciencia a mis compañeros mientras muestro mi hacha.

La aportación de la gnoma, en verdad, era pertinente.

—Le agradecemos el gesto, señora —dijo.

El enano contempló al resto del consejo. Al parecer ya estaba toda la cerveza servida y ya se estaba calentando. Ahora tocaba ponerse manos a la obra de verdad.

Una vez habéis despachado a la gnoma (y os encontráis a cierta distancia de ella), Serten se aproxima a vosotros.

El Príncipe Thrommel me ha sugerido que les supervise mientras interrogan a un preso de guerra que yo mismo traje al campamento - dice con voz imponente y cierto orgullo -. Sería un honor para mí que accediesen ustedes a tal petición y probablemente les podría ser de gran utilidad en su misión.

¿Qué me dicen?

Orsik da un paso 

—Déjeme intentarlo a mí. Toda la información que pueda obtener será de gran utilidad— digo mientras lo miro, esperando su aprobación.

Soren rió entre dientes cuando Osrik se ofreció voluntario. Aquel desgraciado iba a acabar echo pastel de carne como el guerrero se ocupase del interrogatorio. O quizá Osrik tenía una faceta oculta inquisitiva, aunque lo dudaba.

Sea como fuere, el ladrón se levantó de la silla para ponerse en marcha.

-Veamos qué secretos esconde el prisionero...-dijo a Serten.

Realmente Soren no tenía intención de participar en el interrogatorio, a no ser que fuese necesario. Dejaría hacer a sus compañeros y se limitaría a observar desde un segundo plano.

-De acuerdo--asintió Rurik a Serten--Será un placer.

No es que el mago estuviera deseando llevar a cabo el interrogatorio, pero le vendría bien dar un repaso al grimorio de conjuros mientras Orsik se encargaba del asunto. 

Con vuestra aprobación, Serten os escolta hasta la carreta donde tienen vigilado al preso de guerra.

Mientras tanto os relata algo más sobre Dennek, pues así se hace llamar el cautivo:

El espía capturado fue quien advirtió al consejo sobre Gnaragg y nos proporcionó la ubicación de la guarida del Rey Sabueso.

Dennek está encadenado dentro de un carro con barrotes, estacionado a poca distancia de la cabaña del consejo de guerra. La carreta está custodiada por cuatro enanos fuertemente armados, también abanderados de las Lortmils y miembros de las fuerzas de Grit Huesos de Piedra.

Dennek parece haber sido torturado recientemente y se le ve nervioso en presencia de Serten.

Todo vuestro - concluye el clérigo manteniendo una distancia prudente.

Orsik observa al prisionero y se acerca un poco más a la jaula que Serten.

—Dennek...según dicen has sido un chico bueno y nos has proporcionado una valiosa información...eso está bien. Pero yo tengo otras preguntas a las que me gustaría que contestases..— empiezo a dar unos pasos hacia un lado mirándole directamente a la cara.

—Primero, quiero que me digas ¿Qué hacías estando al servicio de Gnaragg?, ¿Cuál era tu cometido?.. — giro y vuelvo a dar otros pasos volviendo al punto inicial, sin dejar de mirarle.

—Y segundo, creo que conoces a Gnaragg,..dime,.. ¿Cuál es su punto débil? Todos tenemos alguno, y un apestoso gnoll de esa calaña tiene que tenerlo. ¿Cuál es? Cobardía, miedo al fuego, arrogancia, o tal vez, estupidez,...¡Vamos habla!— le grito frenando mi caminata.

Perdido en sus luchas internas, Gulgram se evadió de la escena. Nada dijo, arrastraba mecánicamente los pies y lo sorprendió la escena en la que una torturada y encadenada figura estaba encerrada en un carro con barrotes de hierro. 

Tortura. Pensó. ¿A eso nos rebajamos? ¿Los seguidores del bien también debemos recurrir a dichas y oscuras artes?

Volvió a recordar su retiro e incluso la abadía en la que aprendió el dominio del Ki. Pero el agresivo Orsik lo sacó de sus pensamientos. Chillaba y exigía respuestas al prisionero. Bufó casi inconscientemente.

Respiró hondo y haciendo de tripas corazón intentó calmar las ganas de mostrar tu incomodidad ante aquel hecho. Intentó centrarse en la figura encarcelada; en sus ojos; en sus labios; en sus gestos... Para intentar discernir más allá, para intentar ver su alma. Sin embargo, no se le pasó por alto el nerviosismo del prisionero al ver a Serten, por lo que intentó examinarlos a fondo a ambos.

-¡Ay, ay, ay! ¡Míralo!--susurró Rurik a Gulgram después de soltarle un buen codazo para sacar al monje cósmico de sus habituales ensoñaciones--Me encanta cuando Orsik se pone melodramático. ¡Si hasta parece que le va a hacer daño de verdad! Cuando todos sabemos que es un tros de pá... un fartonet que diría mi madre.

Soren se quedó unos pasos atrás, observando al desgraciado preso tras los barrotes. Estar entre rejas era un terrible destino que el enano no deseaba a nadie; aunque tampoco le apenaba precisamente en este caso, si todo lo que les habían contado sobre Gnaragg y sus lacayos era cierto.

Esperó sus respuestas a las preguntas de Orsik, con los brazos cruzados y la mirada fija, oculta bajo la sombra de su capucha raída.

Groac'h permanece impasible a la espera de las respuestas del espía. Poco se puede concluir de un individuo del que por definición no se puede confiar, pero al menos esraposible que se escapase alguna información digna de interés para ellos. El enano se centró en su pipa mientras Orsik se encargaba de dirigir el interrogatorio. Fumó pausadamente disfrutando de cada pequeño gesto y echó un ojo a su alrededor. Luego examinó al cautivo. Puede que quisiese algo a cambio de la información.

—Dinos lo que nos interesa y te proporcionaremos algún beneficio a cambio. Dependerá del valor de lo que nos digas.