Partida Rol por web

Sauron era consciente de que tomar la ciudad de Osgiliath era de vital importancia para sus planes, por lo que buscando el amparo de la fría y oscura noche, camufló a sus ejércitos de orcos para invadir con botes la que otrora fue la capital de Gondor, la ciudad de las estrellas. Nada impediría el avance del poderoso ejército comandado por el señor de los Nazgûl.

Conforme la guerra avanzaba, me di cuenta que necesita un aliado fuerte y confiable, uno que me ayudaría a asegurar el mejor de los destinos para Arda.

¿Y quién mejor que uno de los nobles enanos que había conquistado Erebor? Un valiente y poderoso guerrero, alguien honorable y poderoso, es asi que decido enviar una misiva por mar hacia el norte, un pergamino.

Mi emisario tenía órdenes de traerme una respuesta sin importar cual fuera esta.

Mi buen señor Gloin, soberano absoluto del norte, le remito la presente con la mejor de las intenciones, los elfos marchan hacia usted, ellos piensan que son dignos de heredar la tierra que por legítimo derecho nos pertenece a los demás.

Le propongo una alianza para librarnos de estos patéticos y arrogantes elfos. Bien sabe usted que no son confiables, si accede a mi propuesta ganará un poderoso aliado, no sólo en lo militar, sino en lo comercial.

No hay necesidad de que desperdiciemos recursos en luchar entre nosotros, debilitando nuestras fuerzas, cuando el verdadero enemigo conspira en nuestra contra y amenaza nuestra hegemonía.

Si accede a esta alianza, le aseguro que mis fuerzas colaboraran con las suyas para escarmentar a esos arrogantes elfos, quienes se creen con derecho de gobernar la tierra media negándose a ver la verdad, la misma que es, que la era del elfo ya llegó a su fin.

Un mensaje del malvado Sauron llegó a nuestros dominios. Quería que le dejásemos pasar por nuestros dominios para seguir adelante en su objetivo. La verdad que combatir contra el podría ser el fin de nuestra raza. Hicimos un claustro con los mayores sabios, tras horas de discursos y discutiendo ventajas y desventajas aceptamos el tratado para evitar la desaparición de nuestros bosques.
"Señor Sauron, aceptamos el tratado, buscamos la salud y conservación de nuestros bosques. Así que actuaremos tal y como hemos pactado. Ahora bien, si rompe el pacto y destruye nuestros bosques nuestro único objetivo será acabar con todos sus hombres. Sin más dilación, se despiden los elfos del bosque.

Elrond mandó llamar al emisario de Théoden, rey de Rohan y le entregó una misiva de su puño y letra.

La misiva contenía el siguiente mensaje.

Mi buen Théoden, a ti salud y gloria.

Voy a enviar a mis ejércitos hacía las Quebradas del Sur y conquistaré el territorio. Con ello, espero que Saruman destine tropas para guarecer la frontera Norte y facilitar en un tiempo un ataque conjunto a sus territorios, o que puedas desviar tus tropas hacía el señor Oscuro.

También enviaré mis tropas a la Comarca, para asegurar la paz y el orden del pueblo hobbit. Servirá para fijar otro ejército del mago blanco en Michlond.

En cuanto a Eregion, la voy a dejar para más tarde.

Me despido, deseándote una larga vida.

Elrond de Rivendel.

 

Elrond mandó llamar al emisario de Glóin, rey de los enanos y le entregó una misiva de su puño y letra.

La misiva contenía el siguiente mensaje.

Mi buen Glóin, a ti salud y gloria.

Recibí con agrado las gemas de Lasgalen, las creía extintas y ver que todavía existen fue una sorpresa que nunca olvidaré. Gracias por tu generosidad una vez más.

Veo con pesar como tus ejércitos atacan a un pueblo amigo como los Beórnidas de la Carroca, nada puedo hacer si ese es tu deseo.

La Carroca es un territorio vecino de Rivendel (Rhudaur), espero que las hostilidades cesen en ese mismo lugar y no prosigan hacía mis territorios.

Debemos centrarnos en formar un bloque sólido que avance hacía el Sur, sería positivo que hablaráis con Lord Celeborn, señor del Bosque Negro y pudiérais uniros frente al señor Oscuro.

Tristemente, no podré ayudar puesto que el Mago Blanco Saruman avanza arrasando todo y a todos con sus orcos, he reunido a mis ejércitos y espero terminar con su osadía en el campo de batalla.

Un saludo desde Rivendel. Tu amigo, Elrond.

Recibí con mucha sorpresa la propuesta del mago blanco. De todos los que podían arrastrarse para pedir ayuda a los enanos, Saruman era el último que esperaba... bueno y Sauron claro está.

No dudé en contestar, y utilizar a su propio mensajero para entregarle mi respuesta.

Es una sorpresa saber de ti. Y no vas descaminado, pocos sienten tanta antipatía hacia los elfos como mi pueblo. Pero la verdad sea dicha, cuando Smaug el Terrible cayó, no fueron los elfos los que trataron de hacerse a la fuerza con Erebor, fueron orcos y trolls los que quisieron adueñarse de las tierras que por derecho nos pertenecen. Seres detestables sin duda, y que al parecer han encontrado cobijo bajo tu mando...

Comprenderás mi reticencia a confiar en una alianza con el mago que en otros tiempos luchaba contra la oscuridad, y ahora se sirve de ella para devastar aldeas y masacrar campesinos.

Piensa muy bien qué me puedes ofrecer para que cambie de idea. A parte de garantías de que tus siervos no se vuelvan contra mi gente en el caso de salir victoriosos, necesitaré algo más. ¿Qué puede ofrecerme el gran mago blanco?

A regañadientes, escuché las palabras y los consejos de mis consejeros. Decidí enviar un emisario a las tierras de los Lorien, con un mensaje muy claro, unirse para no perecer.

Saludos desde Erebor, señor elfo. El objetivo de que sepas de mi, es la insistencia de un amigo común, la insistencia en dejar de atacarnos entre nosotros, dejar de perder tropas luchando entre nosotros, y destinarlas a un fin mayor.

Bien conocida es mi opinión hacia los elfos, y este mensaje no es para desmentir tales opiniones. Pero ya discutiremos tales menesteres cuando la vida en la Tierra Media no corra peligro. La oscuridad que se cierne desde Mordor aumenta día tras día. La posición con la que contamos, nos permitiría actuar juntos, y presentar un frente de batalla firme contra el verdadero enemigo.

Si aceptas, retiraré mis ejércitos de las tierras cercanas, no avanzaré hacia la Carroca, y permitiré que conquistéis lo que queda del Bosque Negro, si a cambio dais vuestra palabra de que no entraréis sin mi permiso en las tierras de Esgaroth.

¿Qué me dices, señor elfo?, ¿dejaremos atrás nuestros viejos conflictos por un bien mayor?

¿Qué es lo que desea usted de mi mi buen señor enano? Pues además de mi firme oferta de que mis huestes nunca marcharan hacia el norte, reconociendo así la hegemonía del primer pueblo que pobló Arda, aquellos que nacieron de la roca madre y a ella de deben, aquellos cuya resistencia es digna de la mayor de las loas.

Sólo menciónelo y lo conversaremos con mucho gusto.

Ante las noticias que se escuchaban provenientes del sur, me dispuse a escribir un mensaje para el rey jinete de Rohan. No sabía si mis palabras harían mella en el veterano rey, ni siquiera sabía si tomaría enserio mis palabras, pero debía intentarlo. Sin demora, entregué el pergamino con el mensaje a mi explorador más veloz, con la esperanza de que llegara antes de que Sauron moviera ficha, y nos quedáramos sin movimientos.

Saludos desde Erebor, rey Théoden. Ante los crecientes peligros que se avecinan, creo necesario presentar un frente fuerte y unido. Para lograr tal fin, necesitamos dejar atrás viejos conflictos, los unos con los otros, y luchar codo con codo.

En tus manos está el devenir de esta guerra. Saruman puede ser derrotado si somos capaces de coordinarnos, y Sauron no tendrá opciones si todos los soldados de la Tierra Media se sitúan en sus puertas. Claro esta que solo puedo hablar por mis enanos, pero el mejor modo de convencer al resto de líderes, es con el ejemplo.

Espero saber de ti pronto.

Jefa hay algo que quiero cambiar.

Quiero fijar el acuerdo hasta la caída de los elfos.

Las noticias que llegaban del sur, y en concreto de Gondor eran descorazonadoras. Aquel pueblo que siempre había conseguido detener cualquier incursión desde Mordor, ahora se encontraba al borde de desparecer. Si no recibían ayuda pronto... no habría nada que hacer. Rápidamente preparé la pluma y el pergamino, y avisé a uno de mis más leales soldados.

Mi buen senescal. Espero que todas las noticias que llegan a Erebor sean burdas mentiras, pero en el caso de que no lo sean, debéis hacer algo rápido.

Ante el imparable avance del Señor Oscuro, sólo nos queda unirnos, para tratar de no perecer. Gondor desde el sur y los enanos de Erebor desde el norte, podemos tener opciones.

Si me permitís un consejo, dirigíos al sur, si fuera necesario dejad que los orcos de Mordor conquisten Osgiliaz y Minas Tirith. Ya habrá tiempo de reconquistar cuando llegue el momento y podamos luchar juntos, pero por ahora, es mejor un senescal y un ejército desterrado, que un senescal y un ejército masacrado.

Piensa bien lo que digo Denethor. Esta vez tendrás que confiar en alguien más, aparte de tu gente, al menos si quieres sobrevivir.

Espero ansioso tu respuesta. Los enanos de Erebor nunca rehúyen una batalla.