Partida Rol por web

No os cuesta demasiado poneros de acuerdo en que la mejor forma de alcanzar esa zona del bosque, es cruzar el puente y volver por el camino que os trajo a la posada. Tras un rato de caminata, llegáis hasta el lindero del bosque. A pesar de ser sobre las ocho de la mañana de un luminoso y templado día, nada más internaros en el bosque, la luz escasea, es un bosque viejo y denso. Tan solo el lugar, os trae el recuerdo de lo ocurrido en un bosque parecido, pero con muchas telarañas, hace unos pocos días. Este bosque no os da la sensación de ser acogedor, es como si algo os estuviese esperando.

Vuestro turno.

Después de pasar el puente, giramos al norte hasta que llegamos al bosque. Este parecía lóbrego y oscuro, peligroso a ojos inexpertos, con un pulso latente en cada árbol o arbusto... ¿Nos observaban? No me gustaban mucho los bosques, ya que un regimiento podía ocultarse tras densos árboles y pasar inadvertidos si no hacían ruido. Me puse en cabeza, dado que tenía intriga por llegar cuanto antes al monolito e investigarlo. Una piedra, eso sí que me gustaba.

-"Tened los ojos bien abiertos y no os separéis demasiado. Magni, ven conmigo en vanguardia... y no te abalances como un loco si ves un orco. ¡HUMMM!" Comenté.

-Uy que tenebroso. Uuuuuuuhhhhh.

Comentó Timel buscando incordiar a los enanos, sobretodo a Brom sabiendo de la aversión de los enanos a los bosques, cuando preferían los subterráneos 

Riendo por lo bajo luego que le diera órdenes a Magni siguió al grupo manteniendo la formación indicada 

La elfa no obstante, tras algunos pasos, torció los labios frunciendo el ceño incómoda.

Era cierto, la energía hostigante del entorno no era la de un bosque normal. Incluso aunque fuera milenario, los bosques respiraban fuerza y vida, pero en este lugar había algo inestable.

¿Sería el monolito que mencionaron los guerreros de la posada?

- Son apenas las ocho, por la mañana no debería sentirse así tan cargado. El monolito decían los eruditos que solo aparece bajo la luz de la luna si es verdad que es una suerte de objeto mágico. 

La elfa miró alrededor tratando de adivinar que se ocultaba entre las sombras de los árboles y las penumbras usando sus talentos.

-Creo recordar que los guerreros dijeron que se pasaron todo el día siendo atacados por lobos y huargos. A la noche cuando apareció el monolito los orcos hicieron estragos en ellos. No sé muchachos esto me esta dando mala espina la verdad. Siento que estamos entrando a una trampa.

La obscuridad de aquel bosque no debería preocupar al minero Magni, pero los orcos si. Asiente a la sugerencia del huraño Brom y permanece lo bastante para mantener la formación del grupo. Empuñando su hacha en una mano y una de sus dagas en otra mientras su martillo está seguro a su espalda para usarlo cuando sea necesario.

—Estaré en mi posición, cambiándola solo a tu orden. Seguro has enfrentado suficientes hordas de orcos para saber cuales son sus costumbres de batalla. 

A pesar de que la sanadora iba vigilante su naturaleza humana le impedía estar tan armonizada con el bosque como Timel que por el contrario debía estar en su elemento, sin embargo la oscuridad de los alrededores no solo la inquietaba, también la tenía molesta debido a que estaba “ensuciando” un paraje que de otro modo podría ser hermoso. Que reinara aquella atmósfera ominosa gracias al velo de misterio solo la ponía más tensa. Afortunadamente otros miembros del grupo comenzaron a hablar…

—Yo también lo creo, señorita Timel, y pienso que podría significar que estamos cerca del nido de los orcos o del monolito y por eso intentan defenderse o atraernos definitivamente —planteó luego de escuchar a la elfa. Madelina se percató también de que los enanos parecían decididos y mejor aún, coordinados, así que ella por su parte buscó mantenerse en medio del grupo para así poder estar cerca de casi cualquiera si de pronto surgía alguna criatura violenta, de ese modo se maximizaría el efecto de una posible bendición.

Ya que la negrura parecía se parte integral del bosque, la pelirroja murmuró — Oh, Luz Divina, guíanos a través de este camino y cuídanos de las tinieblas que acechan. Danos resistencia y fuerza que necesitaremos para expulsar al mal… —allí todavía no estaba buscando canalizar ningún milagro, simplemente consideró que era buena idea externar su fe.

Desde que entro en aquel bosque le dio mala espina y parece que no era el único que lo sentía, miro hacía la oscuridad, siendo criado por elfos, sabia que tenía que confiar en sus oídos, no tenia la visión de los elfos, así que aprendió a escuchar para contrarrestar su vista en oscuridad. Seguía la orden de puestos que dio Brom los días anteriores, no se iba a poner a discutir, aun menso con un enano y le gustase o no, era la colocación obvia.

-Esa armadura... ya me explicaras como te queda tan bien y se pega a tu cuerpo- le susurro a Madelina, aunque mas serio de lo normal, intentaba quitarle tensión al asunto.

A pesar del bonito día que parece hacer fuera del bosque, su interior es muy sombrío, los viejos árboles crecen apretados unos contra otros, dejando muy poco paso la la luz solar. La impresión de que algo os acecha desde la sombra es una constante desde que os habéis internado entre los árboles.

A pesar de que no es sencillo para la mayoría orientarse y no perderse en un bosque tan denso, gracias a Timel lográis sin demasiados problemas dirigiros hacia el corazón del bosque, lugar en el que os han dicho, que en las noches de luna es posible encontrarse con un misterioso monolito en un claro.

Cada vez se os hace más difícil continuar avanzando, y la sensación de estar vigilados es muy intensa. Cualquier sonido, como una rama quebrada por un animal o incluso por un compañero os pone en alerta, y os pilla con las armas en las manos. Pasan así varias horas, y tenéis que descansar un rato. Este bosque esta resultando agotador, y tenéis que reponer fuerzas. No habéis visto señales de orcos, pero si de lobos y de otros animales.

Tras el descanso la sensación de que no sois bien recibidos, y de que algo no quiere que continuéis aumenta, ya estáis con los nervios de punta, cuando comienza el primer ataque. Una manada de lobos sale de improviso y se lanza contra el grupo. Lográis repeler el ataque y varios lobos, yacen muertos a vuestros pies. Los ataques se suceden cada cierto tiempo, sin ser grupos muy numerosos, si que son una amenaza, y en algunas ocasiones aparecen varios huargos (lobos de gran tamaño y fuerza).

El grupo, entorpecido por los sucesivos ataques, continúa su marcha, encontrándose no demasiado lejos de lo que debería ser el centro del bosque.

Vuestro turno.

La amenaza no se hizo mucho de rogar, todos sabían que los observaban, sabían que pronto serian atacados aunque aun no sabían por que, hasta que salieron los lobos y no eran todos lobos normales -Chicos empieza la fiesta, advirtió a todos- los lobos los hostigaban, iban bien repeliéndolos, no eran números exageradamente grandes por suerte, pero sabían que lo peor estaba por llegar, eso solo era una oleada de reconocimiento y tanteo.

En un momento dado, mientras Tandas cargaba una flecha, oyó un rugido tras él, justo se dio la vuelta para ver como un lobo se le abalanzaba, cayendo al suelo con el lobo encima, interpuso el brazo entre ambos y las fauces de este se cerraron entorno al brazo del arquero, que sacando su daga acuchillo el estomago del lobo repetidas veces, hasta que la presa del lobo se soltaba perdiendo fuerza a mediad que perdía su vida.

Tan metida estaba la sanadora en la situación a su alrededor que cuando escuchó al arquero no solo se estremeció sino que también se ruborizó de forma obvia. —¡Señor Tandas! —reclamó a través de un murmullo —N-no es momento para esas cosas… debemos concentrarnos, cualquier distracción sería peligrosa —acto seguido carraspeó y respiró tratando de recobrar su semblante anterior. Madelina no sabía si el guerrero se estaba burlando de ella o en verdad creía algo de lo que decía, pero desde luego no iba a aprender a distinguirlo allí. —Recuerde también que yo estoy dedicada a la fe, la vanidad no es permitida en la orden… —¿pero entonces por qué se puso tan nerviosa?

Aunque no lo admitió de viva voz, lo cierto es que ese pequeño momento inesperado sirvió para quitarle mucha tensión de encima a la hermana, misma que trató de no bajar la guardia a pesar de todo.

Junto con el avance del grupo el sol comenzó subir hasta lo más alto; llegado ese momento la temperatura ambiental también subió, pero la oscuridad todavía era densa y misteriosa. Cada ruido inspiraba sospechas, mientras que la sensación de estar siendo vigilados hacía que al menos la pelirroja optara por voltear cada poco para comprobar si los seguían.

Para Madelina el descanso llegó como algo necesario pero igualmente poco deseado, ya que con el clima de inseguridad que era una constante en el bosque no le convencía la idea de solo detenerse. Allí la confianza en el resto era fundamental, o eso pensaba ella.  

Justo terminaba de beber agua cuando la advertencia de Tandas además de una multitud de pasos rápidos y aullidos dieron aviso de una manada claramente dispuesta a atacarlos. De inmediato la pelirroja intentó ir hacia el corazón del grupo, allí donde podía alcanzar a todos y maximizar el efecto de sus habilidades, sin embargo ni con su armadura pudo librarse de algunas mordidas que pronto hicieron brotar algunos hilos rojos de su brazo derecho y su pierna izquierda. Al menos no fue alcanzada por los huargos…

—¿Están bien? —preguntó en general aunque no tardó en desviar su mirada hacia el arquero, pues acababa de ver cómo Tandas se libró de un enemigo no sin llevarse una cantidad de daño.

Y eso apenas era una muestra de lo que les esperaba en territorio enemigo…

Ciertamente tenía razón, no era el lugar, ni el momento, pero consiguió que ella se destensase un poco y pensase en otra cosa, aunque solo fuese para regañarle, no pudo evitar sonreír. 

Despues del ultimo ataque de los lobos, la hermana preguntó y miró al arquero, que ya estaba vendado su herida con un trozo de tela, termino de amarrarsela con la boca, miro a Madelina y le guiño -estoy bien preciosa, tu mirate eso, también sangras- miro al resto, viendo si alguno necesitaba mas ayuda. 

​​

Magni desde su posición ataca con su hacha a cada perro que se le enfrente, pendiente de los otros por si necesitan una mano para combatir.

—Estos perros también son una plaga —se queja el joven enano pues ya los habían enfrentado en el puerto la primera vez— ¿Cuántos habrán infestando todo el bosque?

Aunque se deshizo de muchos algunos lograron clavar garras y dientes en el cuerpo del guerrero Partepiedras. Luego de la escaramuza busca las bendiciones de la hábil Madelina, que le reduscan el dolor de las heridas.

—Necesitaré de tus bendiciones nuevamente amiga Madelina, pero si necesitas guardar tu energía puedo usar... puedo usar uno de mis vendajes para retener el sangrado.

Gracias a los talentos de su raza la alegre elfa pudo esquivar cada uno de los ataques que les fueron acechando por el camino.

Por un lado lobos normales, hambrientos y feroces, por el otro huargos que llegaron tratando de aprovechar la poca carne que podían tener en los huesos, bueno menos los dos enanos que esos dos si estaban bien rechonchos. 

El bosque en su lúgubre y misteriosa bienvenida fue cediendo parte de sus secretos mientras poco a poco logran adentrarse hasta el claro, o bastante cerca, de donde debería surgir el monolito que los orcos guardaban.

 Porque a estás alturas tenía que ser eso, que los orcos se apropiaron de la misteriosa piedra 

Por si acaso y buscando ser previsora Timel rebuscó entre la energía mágica que formaban las fibras de todas las cosas el origen de aquella piedra.  

La elfa se mantuvo junto a Tandas, siendo los dos la retaguardia, con Madelian al centro y los enanos al frente.

-Cautelosos. Les advirtió la maga -No se lancen contra el monolito que capaz sea una piedra maldita.

La opresión del bosque me estaba poniendo de mal humor. Cada vez que escuchaba el sonido de una rama rota o veía algún movimiento furtivo, me ponía en guardia, con el hacha en alto para asestar el primer golpe. Odiaba el color verde, los bosques, las estúpidas ardillas que te miraban desde lo alto de una rama, los miles de bichos que infectaban el lugar... El bosque no estaba hecho para un enano, y menos uno como este.

Cuando casí llegamnos al centro del bosque, o eso creíamos, recibimos el primero de los múltiples ataques que los canes y demás ralea de su familia nos hicieron. Tras varios combates, con algún herido, logramos repelerlos por el momento. Solo me llevé un pequeño arañazo, gracias a mi pericia en el combate y a mi fuerte armadura. Magni, pobre cachorro, volvió a sufrir lo indecible para mantenerse en pie.

Lydon avanzaba con la cautela típica de un furtivo mediano, alerta, pues había algo en el bosque que le daba muy mala espina. Desgraciadamente, su tamaño jugaba en su contra: Al medir solamente un metro, su línea de visión chocaba más de la cuenta con el trasero de Timel y Madelina. Lydon, Lydon, céntrate un poco que cualquier día vas a tener una desgracia por no mirar por donde andas...

Y en ese preciso momento, uno lobo enorme, el padre de todos los lobos al menos, saltó sobre el pobre Lydon. Bestia y pícaro rodaron por el suelo, intercambiando dentelladas por cuchilladas, hasta que el mediano se levantó tambaleante. - Compis, creo que tengo alguna heridilla superficial... - Y dicho eso, se desplomó como un saco encima del lobo.

Tras un buen rato de enorme tensión, que se os hace eterno, los lobos y huargos parecen dejaros tranquilos, al menos de momento. Sin pérdida de tiempo, os vendáis y descansáis un rato antes de continuar el camino. Ya que no sabéis cuando podréis tener otro descanso, aunque sea pequeño.

Tan solo gracias a la pericia de Timel para moverse en el bosque, evitáis perderos y dar vueltas en el. Han pasado muchas horas desde que esta mañana, y hasta desde el descanso para comer, el atardecer esta cercano. El ya oscuro y tenebroso bosque, se va acercando a la negrura total. Pero parece que esta será una noche de luna llena, lo que evitará que tengáis que moveros con antorchas. 

Lydon ha visto que hay un punto en el que coinciden varios senderos. El más transitado con huellas de orcos, lobos y huargos, se dirige hacia el norte. Lugar en el que Timel estima que debería estar el centro del bosque. Pero hay otros dos senderos, uno casi exclusivamente con huellas de lobos y huargos se dirige hacia la izquierda (W), mientras que el otro que va hacia la derecha (E) tiene mayoritariamente huellas de orcos.

Tenéis que pensar en que hacer.

Vuestro turno.

Llegamos a un punto donde había un cruce de caminos. El del medio llevaba al centro del bosque, donde estaba el monolito, o eso pensaba Timel. A izquierda y derecha, menos huellas y de diferentes criaturas.

-"Creo que si vamos a la izquierda o a la derecha nos desviaremos de nuestro objetivo, que es llegar al centro del bosque. Ir por esos dos caminos puede hacer que deambulemos por el bosque sin un rumbo fijo. Puede que cada uno de ellos lleve al lugar donde cada uno de esos infectos seres tiene su guarida y que luego se juntan para ir por el camino central. ¡HUMMM! ¿Qué pensáis los demás? Si vamos luchando poco a poco, puede que vayamos perdiendo recursos que luego nos hagan falta en el verdadero combate... Yo digo de ir al meollo del asunto, al monolito." Expuse mis pensamientos.

—​​​​​​Voto por la sugerencia de Brom —dice Magni mientras aplica vendajes en sus heridas. 

Madelina suspiró pero escuchó a Tandas, pues si en verdad estuviese mal, seguro que no tendría humor para hacer ese tipo de comentarios. —Lo sé, pero puedo aguantar un poco más y mi misión aquí es sanar a los otros antes que a mí misma —replicó seria aunque nuevamente con el rubor tiñendo sus blancas mejillas. El arquero era una de las peores amenazas allí.

Después escuchó a uno de los enanos pidiendo ayuda, más no por mucho tiempo. —¿Está seguro que lo puede contener con una venda, señor Magni? Yo necesito ser cautelosa, pero si lo hirieron con gravedad no pienso negarle la Luz Divina —acto seguido se acercó al enano, sin embargo como vio que este comenzaba a tratarse la hermana optó por guardar sus milagros para situaciones más peligrosas. Así mismo sacó las vendas que llevaba con ella para iniciar su propio tratamiento, pues necesitaba estar lo más entera posible para lo que venía.

La noche se dejó caer como un velo que aumentó el misterio y la necesidad de alerta. Que la luna estuviese presente en todo su esplendor ayudaba a moverse entre la maleza sin necesidad de fuego que atrajera atenciones indeseadas, pero también hacía todavía más inquietante la escena ya que le daba al paisaje un matiz casi sobrenatural. Las historias de hombres convirtiéndose en lobos durante noches así vinieron enseguida a la cabeza de Madelina, recordándole a cuando los niños las contaban en su pueblo, pero ya que de por sí se encontraban en una situación compleja decidió no mencionar algo que no podía probar como verdadero. Eso sí, su alerta aumentó.

Llegados a la encrucijada que descubrió Lydon, la pelirroja escuchó la advertencia de Timel. Enseguida los dos que iban más al frente expresaron su opinión iniciando por Brom. —Creo que ir directo hacia el centro podría dejarnos en una situación donde los números nos rebasen y estemos donde el enemigo nos quiere —tras unos momentos de pensarlo Madelina contestó. —Es decir, entiendo su razonamiento, señor Brom, pero quedar rodeados de pronto podría hacer que los que poseemos mayor resistencia caigamos más rápido, mientras que aquellos de constitución más frágil quedarían indefensos o, peor aún, caerían primero —expuso —Evitar gastos de más es muy importante en nuestra situación, ¿pero no cree que sería más fácil hacerlo si luchamos poco a poco, midiendo distancias para tener la oportunidad de una retirada estratégica en caso de ser necesario? —claro que ella no era una guerrera y por lo tanto no pensaba desde el honor de siempre ir hacia el frente o la valentía para encarar una situación numéricamente desventajosa, ella simplemente quería evitar al máximo el peligro para el grupo.

—Yendo por un lado podríamos incluso tratar de sorprender  a los enemigos, o ponerles una trampa… —al decir esto miró específicamente a Lydon, Timel y a Tandas que eran los que tenían mejores recursos para ello, y de paso los que no se habían pronunciado, mas si al final la mayoría iba por la opción de avanzar hacia el centro Madelina no se seguiría negando. Era importante no replicar el caos que se dio cuando enfrentaron a las arañas.

Rascando su espesa barba negro Magni reflexiona sobre lo que ha sugerido la hermana. También es una opción a analizar, ir acabando por partes a los enemigos evitará que en un futuro unan fuerzas. 

—Brom creo que debemos considerar esa estrategia. Disminuir el número de enemigos nos puede facilitar la misión, en el centro del bosque seríamos más vulnerables si su número es mucho mayor. 

Le encanto ver como Madelina se ruborizaba, era tan curioso cuando sus mejillas hacían juego con su pelo, meneo la cabeza, ahora no podía estar a esa cosas, ya habría otros momentos, la cosa era seria.

Se acerco a Brom -Opino que habría que hacer una combinación, cierto que nuestros suministros son escasos, pero la posibilidad de una emboscada y que nos rodeen, como las arañas, es mas que factible, y acabar poco a poco con las amenazas me parece lo mas inteligente, los suyo seria ir a por los lobos que ya saben que estamos aquí, y acabando con ellos, asegurar le lugar para que los que lo necesiten descansen antes de la siguiente batalla- no quería enfrentarse al enano, no era su intención, si quería llevar la voz de mando, no se opondría, pero si daría su punto de vista, después de todo, estaban juntos en esto.