Partida Rol por web

Contenta por el cambio de guardia, avanzó durante todo el trayecto conversando con Curhim, hasta que tocaron hacer las últimas par de horas a la carrera, teniendo que mantener la boca cerrada para evitar las punzadas en los costados por agarrar un mal aire. Finalmente habían llegado al refugio parcial que daban las montañas, dando una sensación de precario alivio al saberse menos probable a ser encontrados por las patrullas orcas.

Ya su aspecto se tornaba casi infantil cuando llegaba el momento de escuchar las historias del enano Dunkan, aunque también estuvo atenta a los pñanes que se estaban planteando para el día siguiente. Estaban por completar la primera mitad de la misión sin haber sufrido daños ni perdido a nadie en el camino, y aunque sería de tontos confiarse, la ereña se sentía optimista. Ya se veía a si misma dentro de cuatro o cinco días de nuevo en la Roca, celebrando con sus nuevos compañeros y, ¿por qué no? hasta con el mismo Gror.

Aquella noche el grupo pudo de nuevo encender un fuego para preparar la cena antes de que la noche cállese profunda. Dunkan preparó de nuevo una sopa, pues a fin de cuentas de lo que más disponían era de cereales. Aunque esta vez agregó algo de carne seca, salada y deshebrada para darle sabor a la sopa. Allí, junto al fuego y la sopa caliente, volvió a platicarles algo más – Cuando era joven los espíritus eran muy infrecuentes, y en los tiempos de mi padre, según llegó a contarme él, eran incluso algo raro. No así los muertos vivientes, pues en los tiempos de la gran guerra, marchaban en gran número por las interminables muertos que hubo. Seguramente todos ellos ya se han convertido también en espíritus atrapados por la sombra – señaló el enano en la lengua del comercio, la cual solía usar en general con todos ellos.

Así, el enano les habló un poco de la diferencia entre los espíritus perdidos y de los atrapados. Les contó también de aquellos mitos sobre los espíritus que provenían de otros mundos o de seres ancestrales cuyo poder no podía ser controlado por la sombra. – Sunulael, el sacerdote supremo de la sombra que habita en Theros Obsidia, señor de los legados, es quien controla a muchos de los muertos vivientes, formando un gran ejército. Muchos de ellos son espíritus ajenos, que han poseído a otros cuerpos sirviendo a la sombra como soldados. Aquello antes era impensable, pero ahora las posesiones son comunes. Es difícil depositar nuestra confianza en extranjeros o viajeros, o incluso entre nuestros hermanos. Hay enanos traidores del norte, hay seres poseídos por la sombra, hay múltiples humanos corrompidos, y sobre todo hay espíritus que simplemente no podemos ver, pero que están allí y que sirven a la sombra – concluyó el enano sirviéndose un segundo cuenco de caldo para pasar entonces a platicas más joviales.

Aquella noche el grupo no tuvo contratiempos, y a la mañana siguiente los ánimos estaban renovados. Las guardias se empezaban a tornar cotidianas, cada uno conversando con quien le había tocado hacer guardia, conociendo cada vez más entre sí; salvo en el caso de Durghall y Fuhrin pues ambos eran sumamente callados. Así, recogiendo el campamento, el grupo se prestó a marchar de nuevo, durante su último trayecto antes de llegar a las cataratas.

La jornada fue algo más dura que la anterior, al menos por el esfuerzo físico ya que tuvieron que moverse más rápido. Pero Adam esperaba que la noche fuese más tranquila. Y sobretodo con menos sobresaltos.

El paquete que descubrió de las fatas se lo dejó a Michani, ella o Pel seguramente tendrían más idea sobre lo que podía servir aquello. Él desde luego no.

Las noticias sobre que al día siguiente apenas caminarían fueron bien recibidas por su parte. Cuanto antes llegaran, antes volverían. Y eso siempre era bueno. No obstante le gustó que se preparasen para una posible emboscada, había que ser cuidadoso después de todo.

A la noche volvió a hablar un poco con Dainn, su compañero de guardia. Le servía bien para mejorar su lenguaje enano, aunque no era nada fácil.

Espero que noche mejor. Anoche mala.

La practica era algo muy necesario. Como para todo en la vida.

Habían apretado el paso, haciendo que algunos se resintieran. Pel estaba acostumbrado a viajar, sin embargo una marcha forzada como esa también le afectaba, ya que tenía que actuar bastante más rápido en sus esfuerzos para eliminar su rastro. Por suerte contaba con dos buenos ayudantes y el trabajo repartido siempre era menos sufrido.

Cuando avistaron a los dos orcos exploradores la comitiva se portó bien, saliendo de us radio de percepción con rapidez, y perdiendo a los apestosos orcos pronto. A pesar de que a menudo se les menospreciaba o se les tendía a tratar como tontos, lo cierto es que no era así. Aprendían idiomas, tácticas y principios mecánicos con gran facilidad, menor eso sí que la facilidad que tenían para usarlos para negros propósitos.

Una vez llegadoa su fin el día, Pel se quitó las botas mientras dejaba que el aire circular entre sus cansados dedos. Había sacado el hatillo donde descansaban los collares y pidió la ofrenda de conchas así mismo para echarle un vistazo. La pregunta de Girolamo era totalmente cierta, y el motivo por el que no había usado su magia para percibir los poderes de los objetos.

- En cuanto a su utilidad, no  te los sé decir aún, Girolamo. Pero con respecto al asunto de ser un peligro, bueno, apostaría a que son Amuletos. Sin embargo estos parecen de una calidad mayor a la que yo aspiro a comprender por el momento, claro. No obstante y por el motivo de su naturaleza, además de que nos fueron dejados por unos seres agradecidos, me imagino que su poder está más allá de poder causarnos un perjuicio. Les echaré otro vistazo hoy, a ver si puedo aclarar algo más sobre su naturaleza, tanto de los amuletos como de la ofrenda. -

La idea de Wendell, que luego desarrolló Dainn no era ninguna locura, además de que dejaba suficientes montaraces atrás como para que un reencuentro fuera posible; la escuchó y aprobó internamente mientras el Enano hablaba.

Pel escuchó con atención las palabras de Dunkan y luego hizo algo que atrajo algunas miradas. Sacó un libro de entre sus pertenencias y tomando algunos artículos empezó a tomar anotaciones en él en un lenguaje de trazos fluidos y elegantes. Cuando terminó dirigió un cabeceo agradecido al Enano y continuó estudiando los objetos en cuestión.

Una de las últimas jornadas de marcha antes de llegar a las cataratas termina y el atardecer cae sobre nuestros pasos cansados. Hemos perdido tiempo en los asuntos de la jornada anterior, pero ya hemos sido capaces de recuperarlo apretando un poco más el paso. 

Al caer la noche, llega la hora en la que Dunkan comienza a contar una de sus historias y la verdad es que es uno de los mejores momentos pues el montaraz sabe contar cosas interesantes de manera envolvente. En esta ocasión es de los espíritus que habla y nos enseña acerca de las diferencias entre los distintos tipos, lo que nos quita hartas dudas en torno a los tipos de seres incorpóreos que podemos toparnos en este mundo.

"Y quizás muchos de los que conocemos en vida, terminen vagando de esa forma."

Le hablo a los presentes acerca de lo ocurrido la noche anterior. Lo hago en el idioma enano antiguo, para que la mayoría lo entienda aunque sea en parte:

 - "La noche anterior, cuando me caí, sentí que algo intentó meterse en mi interior, justo antes de ver a los fantasmas en el campamento. Probablemente fue uno de ellos que quiso hacerse con mi cuerpo."

Pero la verdad es que no sé si es así como funciona o si requieren de más que eso para tomar posesión de los mortales. De todas formas, creo que debo sentirme afortunado de ser el único morador de mi carne todavía, después de ese incidente.

- Pues... - tras dudarlo un momento el defensor comentó - Yo se que no soy experto, pero a mi esos amuletos  me pareen similares a los que hace Pel. Por lo que el dijo servirían para tener, por una única vez, una mejor oportunidad de hacer algo -

- Claro que no tengo ni idea que es ese algo - agregó, encogiéndose de hombros y dándose cuenta que, en realidad, no había dicho nada.

- Quizás... - tras dudarlo un momento, Wendell le pidió la bolsita a Michani y, con mucho cuidado seleccionó uno de cada uno de tipos de amuletos distintos. Una conchilla, una pieza de madera tallada, una piedecilla tallada un cristal de colores y un muñequito de arcilla y los envolvió en un trozo de tela que colgó de su cinturón - Si mañana vemos que desapareció alguno, podremos saber que ese tipo de amuleto sirve hacer guardia - propuso - No es la mejor manera, pero no se me ocurre como más averiguarlo -  

Tras un duro día de marcha el calor de una fogata y una sopa caliente son muy de agradecer, y la historia de Dunkan también, aunque son cosas que ya me han contado los Maestros del Saber de Calador lo cierto es que Dunkan es un buen narrador

Cuando Ulfrin menciona su experiencia con los espíritus asiento

-espiritus quieren cuerpo, mayoría son demasiado debiles para poder hacerlo. Pero los que lo consiguen... problema grande. Algunos Maestros del Saber pueden expulsarlos, yo no- concluyo con tono sombrio. ¿Y si hubiera seguido mis estudios unos años mas?, aunque entonces no podría participar en esta misión y tampoco solucionaría nada claro

Con esta nota sombria me callo y sigo con la cena, no sin notar que Pel sabe escribir, algo de lo que no hemos hablado. Me asomo un poco a ver como escribe

-Luego, cuando practicamos hablar idiomas te enseño runas enanas ¿si?. Es bueno saber leer y escribir también-

Pel dirige una sonrisa de alegría, a pesar del cansancio generalizado, hacia Michani.

- Te lo agradezco mucho Michani. Ya puestos a aprender, mejor tocar todo. Veo que tu Comercial ha mejorado bastante, eso es una buena noticia. Me temo que vuestro idioma es bastante complicado, aunque espero que con el apoyo de las runas, me sea más fácil comprenderlo.

Oye, a lo mejor me podías ayudar con estos amuletos y demás objetos ¿no crees? -

Si la Enana consiente, Pel dispone los objetos de tal manera que ambos puedan acceder a ellos para tratar de desentrañar sus misterios.

Vuelvo a mirar las conchas y demas bagatelas

-si podre ayudar ayudo- asiento volviendo a mirarlo todo y comentandole a Pel lo que se de unas y otras

Pel, considera que son muchos objetos, esta el dije azul, los dijes en forma de oja verde y a su vez las aparentes baratijas que recogió Adam (conchas, cristales, etc), lo describí en otra parte. Puedes hacer una sola tirada por día (de cada tipo) salvo que obtengas un 20, donde consideraré que eres muy rápido avanzando.

Como se comenta en las reglas, descubrir los poderes de un objeto mágico sin usar magia toma su tiempo, mucho. Pero no obstante, tu eres un confeccionador de amuletos por lo que en cuanto a amuletos se refieres, reduciré mucho el tiempo (creo que esto ya lo había comentado antes).

Considera, que una vez que descubras por ejemplo, que hace uno de los dijes de hoja, puedes suponer que el otro hará lo mismo, y así con todos los objetos similares.

Por tanto, de lo anterior, tomaré que inviertes tu tiempo en estudiar los objetos más fáciles.
Saber naturaleza (28): Te das cuenta que ambos dijes de hoja verde son idénticos en cuando a su esencia natural, por lo que su poder es el mismo. Ambos son por tanto amuletos menores, y consideras que tienen el potencial de sanar heridas pequeñas (curan 1pg), para luego desaparecer.
Saber arcano: Sospechas que muchos de las baratijas encontradas en un saco son amuletos mínimos.