Partida Rol por web

Los gritos de Thad al moverle de la camilla a la cama se clavaron en los tímpanos de los allí presentes, se había destrozado los tobillos, de ambos pies, las dos tibias se habían partido como leña seca y una de sus rodillas se había movido del sitio normal para una rodilla, la caida había sido mucho más grave de lo que le parecía a Marnie en un principio, pero es lo que pasa cuando alguien se cae inesperadamente desde una altura quizás incluso superior a los tres metros.

La enfermera lo dice con tranquilidad, como si fuera lo más normal del mundo, pero para los allí presentes, que nunca habíais visto algo así, sin lugar a dudas, podría ser algo horrible.

La enfermera, corre la cortina y os dice a Marnie y Esther que esperéis fuera.

Sin embargo unos segundos más tarde cuando ya estáis en el pasillo esperando noticias la enfermera vuelve a pedir a Marnie, solamente a Marnie que entre.

El oír a Thad gritar de aquella manera impresionó mucho a la pequeña se las Ollivander que agarró con fuerza la mano de su hermana a quien agradecía mucho que la hubiera acompañado. Las lesiones del chico eran graves pero seguro que la enfermera lo solucionaba con alguna opción que lo pondría todo en su lugar aunque la recuperación seguramente fuese dolorosa.

Aunque la enfermera no les permitio quedarse dento, a los pocos minutos apareció y pidió a Marnie que entrara, solo ella. La chica miro a su hermana, lamentaba que no la dejasen pasar también, pero quizás Thad quisiera decirle algo solo a ella... Quizás algo relacionado con lo que le había dicho en el jardín apenas unas horas antes y que ella había interpretado de forma errónea pero que finalmente había entendido. Marnie trato saliva y respiro tranquila intentando evitar que los colores se le subiesen a las mejillas delante de su hermana, era como una amiga para ella, era su melliza, formaban parte una de la otra, y por supuesto se lo contaría pero no en ese momento.

- Em... Esther, si quieres puedes ir a los dormitorios en cuanto acabe aquí subiré, o puedes esperarme, pero no quiero molestarte mucho...

Esther negó con la cabeza.

-De eso nada. Te espero aquí. 

Esther dulcificó su rostro, algo que tenía únicamente reservado para su hermana.

-No te preocupes. Cuando termines, subiremos juntas -le dijo, cogiendo su mano un instante y dándole un abrazo. Sabía que lo necesitaba y para eso estaba ella allí.

Quizás no fuese capaz de interaccionar de buen modo con el resto de compañeros, pero con su hermana era diferente. Siempre lo sería.

Marnie respondió agradecida al abrazo de su hermana.

- Gracias Esth, eres genial.

Después la chica entro en la sala donde estaba Thad.

Marnie entró lentamente en la sala y acercó hasta la cama donde estaba Thad echado, seguro estaba aún dolorido y muy cansado, ella hablo con cautela.

- Ho...hola ¿Cómo te encuentras?

Ahora mejor, gracias Marnie, ¿Te quedas conmigo un rato? 

Me dice la enfermera que va a usar un hechizo y que puede dolerme, pero, que si no...  si no seguramente no pueda volver a andar bien. Agacho la cabeza

Antes quería decirte algo, a mi... a mi no me gusta tu hermana, eres tu quien me gusta... se me atragantan las palabras y me cuesta decirlas, si tu no sientes lo mismo lo entenderé. Digo con cara triste.

Te lo intenté explicar antes de que ese Boggart nos interrumpiera. No puedo evitar sentir lo que siento, es una maldición que ha pesado en la familia de mi padre durante muchas generaciones, el chinchinear con alguien puede ser lo más bonito que hay pero también puede ser la peor sensación del mundo, sobre todo si tienes que ver como esa persona ama a otra. Larga pausa drámatica.

De todas formas, carraspeo, si me pongo bien y puedo andar antes del baile de Halloween... ¿Me harías el honor de ir conmigo?

Marnie miró a Thad con los ojos como platos. Ya había intuido que era ella quien le gustaba segundos antes de que el boggart hiciera su aparición, pero... escucharlo de su boca era otra cosa, y que la invitara al baile...

Cuando el chico se lo pidió, la imagen de Ray apareció en su mente inevitablemente y ella sacudió la cabeza rápidamente, al recordar que Thad también la vería. Prácticamente solo conocía a Thad de esa noche, el año anterior lo había visto pulular por la sala común y los pasillos y sabía quien era, como no, el chico que perdió tantos puntos para Gryffindor, pero nada más, nunca habían hablado, y esa noche habían pasado tantas cosas..., ¿cómo podía ser posible aquello del ching que le había contado? era raro, pero él parecía sincero y Marnie no quería herir sus sentimientos, después de todo, se había portado bien con ella y no le había dado la oportunidad de conocerlo. Y Ray bueno... seguro que ni siquiera se lo pediría, ella para él no era nada, que ella supiese, ¿sería el momento de retirarse?

- Vaaaaya - le dijo cruzándose de brazos teatralmente - No pierdes el tiempo ni en la enfermería...  - Marnie sonríe ampliamente mostrándose tan extrovertida y despreocupada como solía ser, - ¿no será todo esto una treta para engatusarme verdad Castle? - Marnie ríe y se sienta en la cama junto a él con soltura - Hagamos un trato, tú me ayudas a conseguir un amuleto para controlar mi "don" que no sean esos horribles auriculares, y yo voy contigo al baile - le dice, aquello implicaría pasar más tiempo con él, cosa que ella no había pasado por alto, - ¡Ah! - levanta el dedo delante de él y se pone seria - y promete dejar de meterte en líos como este, me apetece dejar de visitar la enfermería por un tiempo. - Después Marnie relaja de nuevo su expresión y toma la mano de Thad lista para ayudarle con aquel doloroso hechizo - ¡Señora Lestrade, estamos listos!.

"¿Trato hecho Castle?" - piensa mientras le mira. 

Pese a que Marnie intenta no pensar en Ray, fugazmente ese pensamiento tan intenso se cuela en mi mente y me duele más que una puñalada en el corazón. Sonrío sin ganas intentando parecer menos triste de lo que realmente estaba, ojalá no tuviera este don de mierda. 

¿Cómo quieres que intente engatusar a alguien que puede leerme la mente?

Trato hecho Marnie, un amuleto más bonito que esos auriculares. En cuanto a los líos... Ellos parecen ser los que siempre me encuentran a mi.

 Era broma - le saca la lengua y le guiña un ojo - Es curioso ¿sabes? mi hermana dice que yo siempre me meto en todos los líos... y que conste que no me estoy vendiendo por un regalo, quiero ese amuleto por que quiero comprender esto que nos pasa mejor, y si, también porque no quiero llevar esa mierda en la cabeza siempre.

Yo no te compraría con regalos, de hecho poco puedo darte, nada más que mis sentimientos... Y mis pensamientos.

Si en algún momento de la partida sientes amor por Thad avísame y te digo lo que puede pasar.

Bueno, ya que tengo una guapa y valiente ayudante que derrotó a un Boggart sin ayuda y sin haberlo aprendido en clase, creo que la señorita Marnie Ollivander podrá hacer algo más esta noche, aunque no vaya a ser agradable. 

Desabrocho los pantalones a Thad y le quito los pantalones, las piernas del chico parecen un amasijo de huesos rotos, los tobillos y la rodilla están en posiciones antinaturales y hasta yo me sorprendo de la brutalidad de las fracturas.

Señorito Castle, esto le va a doler, pero le aseguro que será rápido. Hago un wingardium Leviosa para llevar lo que los chicos seguramente vean como un simple palo. 

Señorita Ollivander, métale al señor castle ese "palo" de lado, en la boca, para que pueda morderlo.

Luego colóquese a su lado izquierdo y sujete sus brazos pegados a su torso, justo como están ahora, hágalo lo más fuerte que pueda.

Mientras Marnie hace lo que la he pedido pongo una correa alrededor de la cintura del niño y otra a la altura de su pecho para inmovilizarlo en la camilla.

Cuando la profesora Lestrade comienza a desabrochar los pantalones de Thad, Marnie se remueve en su sitio incómoda, sin embargo, toda incomodidad desaparece cuando ve el estado en el que se encuentran las piernas del chico, destrozadas. Una expresión de sorpresa nada apropiada queda ahogada en su boca cuando se la tapa con ambas manos.

Pero ¿cómo puede partirse algo tantas veces? Por las barbas de Merlín, esto le va a doler… em… - lo mira de reojo dándose cuenta – Thad… eh… tranquilo, seguro, seguro que Lestrade lo arreglara, tampoco es para tanto… Mierda, nunca me acostumbraré a controlar esto…

La profesora le da un palo a Thad para que lo muerda y le pide a ella que le sujete los brazos junto al cuerpo y Marnie lo hace. Lestrade lo ata a la cama. Cuando está sujeto Marnie le suelta mientras mira a Thad con cara de estar pidiéndole disculpas.

¿Pero que demonios piensa hacerle?

Marnie vuelve a cogerle la mano y a mirarle con una pequeña sonrisa, incómoda pero intentando que él se sienta mejor con su presencia, viendo venir que se acerca el momento.

¡Brackium emendo!

Wingardium Leviosa

¡Brackium emendo!

¡Brackium emendo!

Wingardium Leviosa

¡Brackium emendo!

Los crujidos de huesos y sonidos de músculos retorciéndose es atroz, el chico muerde con todas sus fuerzas el palo y los sentimientos de dolor extremo pasan a Marnie que los recibe inesperadamente, los dos, tanto Marnie como Thad empiezan a gritar de dolor y aunque la enfermera no entiende que pasa tampoco puede parar ahora el tratamiento.

Oyes gritar de dolor a Marnie y a Thad dentro de la enfermería

No sabía lo que estaba pasando dentro, pero sin duda, la curación estaría siendo difícil. La magia podía curar, pero eso no significaba que no provocase dolor.

Estuve a punto de entrar para ver lo que ocurría, pero no era mi lugar. Sabía que era el momento de Marnie, que quizás gritaba por comunión con Thad y debía respetar aquello... aunque no indefinidamente. 

Apreté los puños, me clavé mis propias uñas y me contuve.

Marnie no podía dejar de gritar, el dolor era insoportable, agarraba con fuerza la mano de Thad que tambien gritaba a pesar de que mordía el palo. La chica era incapaz de pensar, solo gritaba y unas lágrimas comienzan a brotar de sus ojos debido a la sensación de dolor que está sufriendo. Probablemente sus gritos se escucharían en medio castillo.

Pasan unos minutos y os encontráis extenuados, Marnie cae al suelo de rodillas pero sigue agarrada a Thad, este a su vez está sudando y parece inconsciente.

Cesan los gritos.