Partida Rol por web

Sin duda fue por la presencia de los elfos, y por darse cuenta que les había enseñado aquel tesoro alegremente, pero el humor del enano se puso negro de inmediato. Ocultando la piedra apretó las mandíbulas para obligarse a callarse.

¿Por qué ninguno decía nada sobre el siguiente paso en la misión? ¿Debía tomar él la decisión? ¿Es que debía ser él quien dirigiese, condujese el bote, encontrase las cajas ocultas y luchase siempre en primera línea?

Mata aceptó de buena gana la ayuda de los elfos que venían siguiendo al grupo, por que, al parecer, no buscaban problemas sino eran más curiosos que otra cosa. Sin embargo, el explorador sabía muy en sus adentros que no podía fiarse de alguien que los estaba siguiendo, así que se mantuvo alerta mientras los de las orejas puntiagudas los guiaban de un sitio a otro.

El campamento de los enanos que buscamos.

Un rápido vistazo del lugar de Akin el Brasas nos dió la información necesaria sobre nuestros pequeños amigos perdidos, y más aún si cabe. Un regalo, una especie de caja ornamentada con una joya sublime en ella. Un regalo de un Rey a otro, según las palabras de nuestro pequeño compañero.

La verdad, es que mi fiel compañero no se quería acercar a esa caja, sin embargo, mi curiosidad era mucho mayor a su temor por lo que podía encontrar dentro y no pude resistir a acercarme para mirarla detenidamente. Los juegos de luces y colores que desprendía eran tan hermosos que por un momento, mi mano se estiró para intentar tocarla, aunque la mandibula de mi compañero se cerró sobre mi muñequera, apartando mi mano de esa hermosa gema y sacándome de mi ensoñación...

Ioli acepta sin rechistar la propuesta del enano de llevar la piedra. Prefiere no iniciar un debate, aunque sabe que puede dar pie a discusiones más adelante... ¿Y si no lograban encontrar a Balin ni al Rey de las Águilas? Esa piedra debía proceder del tesoro de Smaug, al que su propio pueblo mató, y la situación actual le recuerda a otra, años atrás, en el que otra piedra del mismo tesoro y la afición de otros enanos por el oro casi llevó a una matanza.

Tras haberos acompañado hasta aquí, los elfos se despiden: han de continuar su patrulla.

Una vez registrado el lugar del campamento de Balin, es hora de considerar qué hacer a continuación. Como quiera que la compañía llegó aquí al final del segundo día, lo más sensato es que paséis aquí la noche antes de poder seguir avanzando.

De noche, un estanque cercano se ve iluminado por una prodigiosa cantidad de fuegos fatuos, también llamados velas
de cadáver. Estas luces temblorosas son vistas por vosotros cuando os preparáis para pasar la noche.

- Deberíamos investigar a esas luces, he escuchado historias de ellas pero en la Comarca no he podido ver ninguna...aunque claro, quizá eso fue lo que hicieron los enanos y por eso se han perdido ¿se caerían al lago? Puede que alguno de nosotros se debería quedar atrás por si los demás necesitan ayuda, casi sin pensarlo el hobbit comienza a andar lentamente hacia el lago conforme habla.

- ¡Pero dónde vas, pequeño Hobbit! - Dijo Mata cuando vió como el pequeño compañero se alejaba hacia los fuegos fátuos. - Es demasiado peligroso acercarse a ellos, y mucho más de noche. Es probable que te hechicen y termines en el lago y te conviertas en uno de ellos. -

El explorador miró como su compañero se alejaba y negando con la cabeza, comenzó a caminar tras él para no dejarlo sólo.

- Ahora vengo, iré a vigilar a nuestro amigo para que no caíga presa de esos fuegos. - Les dijo a los demás. - En cuanto regrese, daré una vuelta por los alrrededores para buscar algo que asar en una hoguera. -

El hobbit y el hombre de los bosques se adelantan para examinar más de cerca las extrañas luces.

Fredegar escucha unos pasos detrás suya y se vuelve desenfundando su pequeña espada resopla al ver a Mata: ¡Qué susto! ¿Has visto eso?, dice señalando con su mano

- ¿Qué demonios ha sido eso? - Dijo Mata mirando hacia delante. - No te acerques, espera un segundo. No queremos terminar hundidos en el fango antes de empezar a buscar a los enanos. -

Mata Dalam observó con detenimiento hacia todos lados, con los sentidos explorando todo el entorno para evitar cualquier tipo de emboscadas.

Al acercaros veis que algo voluminoso se mueve, emergiendo del agua de la charca.

- ¡Pero qué demonios es eso! - Dijo Mata mientras lanzaba su lanza contra la criatura que emergía de las aguas.

Automáticamente, al ver su lanza pasar lejos del enemigo, sacó su espada y se preparó para combatir.

Miró hacia la derecha y vió como su fiel amigo enseñaba los dientes, esperando una órden suya para atacar a la criatura que acababa de salir del pantano.

¿Dónde demonios se habrán quedado los otros?

Fredegar observa a una criatura que no había visto en su vida pero a pesar dela novedad resuelve que sus intenciones son hostiles y dispara con su arco; el proyectil cae sin daño a los pies del ser.

- ¡Socorro! ¡Nos atacan!, grita el mediano intentando avisar al resto de compañeros

Akin trata de reaccionar ante la doble amenaza.

- He escuchado un grito por donde se van los nuestros, vamos hacia allá, ya volveremos luego a saludar a éste...

Oyes lo que te parece un grito, y ves movimiento en la dirección en la que han ido el mediano y el hombre de los bosques.

Como si algo GRANDE se moviera.