Partida Rol por web

Jaali mira al kraken, con fuego por los cuatro costados y le viene una tonadilla a la cabeza

Quemandome estoy
Oooeeeooo
Desesperacion!
Con lo facil que fue comerse a unos cuantos gnoll
Ooooh Yo lo consegui
Ooooeeeooo
Al fin la meti!
Ninguna es fea
por donde mea
Eso es asi!
Quemandome estoy...
 

El mago menea la cabeza y mira al bardo, horrorizado.

Tengo que alejarme de este engendro. Es contagioso.

 Te van a salir tentaculos?

No, me voy a volver imbecil

Diegen continua atacando al monstruo sin ninguna piedad. Lo unico que ven sus ojos es la imagen de su amiga, medio muerta en el suelo

Muere! Muere! Muere! - grita fuera de si mientras trozos del kraken vuelan en todas las direcciones

¡BUENO, YA ESTA BIEN! - gritó Dorwas señalando con el pulgar extendido a la criatura con ese que un granjero usaría con un buey que se negaba a arar o un guardia con un perro desobediente.

Levantó la cimitarra y empezó a soltar golpes contra los tentáculos que aún se movían, sin dar sensación de que notase siquiera las heridas que él mismo sufría.

¡Y AHORA QUEDATE AHÍ QUIETO MIENTRAS LOS MAYORES HABLAMOS! - añadió mientras se giraba hacia el resto.

¿Cómo está la situación, follaviales? - dijo el enano acercandose tan campante donde Jaali.

¿Cómo está la situación, follaviales?

Podria ser mejor. Al final, parece que vas a seguir dandome la tabarra.

El kraken solo mantiene un tentáculo pero no tiene problemas en despachar al efreet con un rápido mordisco mientras se arrastra hacia el resto del grupo, dispuesto a liquidarlos.

El kraken continua arrastrándose desesperado hasta que esta lo bastante cerca para lanzar su último tentáculo hacia Dorwas.  El enano resiste el golpe pero el apéndice lo levanta en vilo y lo lleva hasta la boca del bicho que hunde con fuerza sus dientes en él. El enano sangra a chorros, lo que no hace presagiar nada bueno.

Jaali ve como el pulpo se lleva a Dorwas a la boca y no puede si no apreciar la ironia. Generalmente es al reves.

Antes hablo... En fin, hora de acabar con esto

​El mago se acerca despacio al monstruo, mientras Surah vuelve a aparecer detras de el, cortando el ultimo tentaculo. El monstruo grita de dolor dejando caer al ensangrentado enano al suelo.

Infeliz - le dice con una medio sonrisa mientras se acerca - sólo ahora, al final, es cuando lo entiendes. Tus multiples tentaculos no pueden competir con el poder de mi Magia. Has pagado el precio debido por tu falta de vision.

Surah clava su cimitarra ardiente en la cabeza del kraken, haciendo que salpique su sangre negruzca alrededor. El engendro de rovagug vuelve a chillar. Jaali llega a los pies de la criatura, varias veces el tamaño del fragil mago.

Y ahora, viejo engendro... Moriras.

El mago toca con la vara uno de los regueros de sangre del kraken. Este se inflama de forma inmediata y se propaga al monstruo, al que el fuego envuelve por completo con un rugido que tapa los chillidos de dolor

Dorwas sangraba en el suelo... el brazo izquierdo estaba retorcido en una postura para nada natural.

Jaali no se quedo a observar como el monstruo agonizaba, convertido en una bola de fuego a la que Surah, inmune al calor, y Diegen, demasiado ofuscado para sentirlo, seguian destripando.

Se arrodillo un momento junto al enano y le echo un vistazo a sus heridas. Estaria incosciente durante un rato pero su vida no corria peligro inmediato

Menos mal. Este es capaz de morirse con tal de que no le recuerde que le he salvado la vida. Otra vez

Se acerco a Turnling, tambien incapacitado. El noble tenia la respiracion irregular y hacia un silbido extraño. Posiblemente una costilla habia rasgado el pulmon. Se agacho y cogio un frasquito que llevaba Turnling en un zurron.

Despues volvio hacia Jonova. La pobre muchacha se habia llevado la peor parte. Jaali le cogio la cabeza con cuidado y le obligo a beber el contenido del frasco. Poco a poco la druida recupero el sentido y miro a Jaali, no sabiendo si era mejor estar medio muerta o viendo al mago tan de cerca.

Despierta, druida - le dijo el mago señalando a su alrededor, donde se amontonaban los cuerpos de sus compañeros moribundos  - tienes trabajo

El bardo se acerco a la druida, que se levantaba con dificultad.

No te preocupes Jonova, yo te amenizo el poner todas esas vendas!
 

Jono, necesitan tus manos,
tu cansancio que a otros descanse,
Curate tu y sigue curando.

Jono, empieza por el Dorwas,
Luego Amara, y si eso ya el noble.
En la arena he dejado al kraken:
junto a ti, lo tengo pa cenar.

Jonova despertó, tragando a duras penas el líquido que sabía a menta y lo primero que vio fue a Jaali. Por una vez no la hizo presa de su sarcasmo. Tenía un dolor horrendo, un dolor...

Ahí.

Los espíritus la habían castigado seguro. A pesar de escuchar una canción de ánimo, no conseguía canalizar la energía...

Perdonadme, perdonadme por lo del escorpión, por venir aquí a por el pergamino cuando sólo debería estar liquidando a los gnolls.

Su acto de contricción sirvió para que sus heridas sanaran, aunque la sangre de sus ropas daba una imagen horrible... levantándose, tratando de aprovechar aquel ligero perdón se acercó al enano y le impuso las manos. Dorwas comenzó a respirar mejor.

—¡Amara!— la pobre chica estaba destrozada, Jonova corrió hacia su cadáver, saltando por encima del odioso de Turling. Pero no era un cadáver. ¡Todavía quedaba un hálito de vida! Perdonadme espíritus y sanad a Amara, ella os reverencia y nunca ha cometido mal...

El torrente de energía la sorprendió. Amara viviría.

El grupo monta el campamento post batalla, mientras Amara y Diegen se mantienen alerta de posibles sorpresas. Entre Jonova y Jaali logran vendar a Turnling y recolocar el brazo de Dorwas, que sin dejar de mirar a los ojos a la amazona, le venda el brazo herido. Seguiran con dolor varios dias, pero al menos podran mantener el ritmo.

Jaali se limpia las manos de sangre con un odre mientras comenta entre dientes

Tener que tocar al puto noble... Como no me den el maldito Colegio, arde Kelmarane cual kraken

Turnling agoniza entre increíbles dolores, no sabiendo muy bien si lo hace dentro del estomago de la criatura o fuera...

De repente el silencio se hace en la habitación. Ya no hay calor del fuego, ya no hay tentáculos volando...

Estoy notando a mis compañeros, vienen a curarme.

Sombras con formas vagamente familiares pasan a mi alrededor pero no se detienen...

eh! Estoy vivo. Deberiais ayudarme. Soy demasiado valioso para morir. Esta gente no sabe apreciar mi valor ni aunque lo tengan delante.

Amara despertó gracias a la magia de Jonova, lo último que recordaba era haber intentado salvar al enano de los tentaculos. - Eh, oh... ¿que... ¿Que ha pasado? - dijo tratando de levantarse.