Partida Rol por web

Era medio día y me apetecía salir a comer fuera. Miré por la ventana de mi casa y al parecer hacía algo de viento. Me fui a la cocina dónde tenía un termómetro. Marcaba -3ºC, hacía frío. - Wendy tápate bien o sino podrás cortar manzanas con tus pechos. - Entonces me reí de mi misma. Acto seguido me fui a ducharme y luego a vestirme flamante con un palabra de honor de color rojo. Entonces me fui a la parada del autobus que va hacia Abita. Vi un papel con la información del horario. - ¿Porque no? - Entonces me puse un abrigo de piel encima para taparme bien y salí a la calle en busca de la parada del autobus.

La parada mas cercana queda frente al minisuper.

Te encuentras ahí, aguardando el próximo bus, al parecer, había un retraso ya que debía venir uno en ese horario.

Notas que un hombre no muy mayor que los 30, se acerca de manera sospechosa hacia ti, habian varias personas a tu alrededor, lo que te brindo un poco de seguridad, te volteas levemente y al rato este hombre se tropieza contigo, para luego decirte:

- Lo siento, cuídalo bien -esboza una leve sonrisa y desaparece tras el edificio, a lo que repentinamente se oye un golpe seco.

Revisas en tu bolsillo y notas un objeto ajeno a ti...se trataba de un collar poco común a tu parecer, de perlas pero sumamente largo, de alguna manera recuerdas que lo habías visto en esas cantantes de charleston, de los años 20, por lo que o bien puede ser una baratija o un collar sumamente antiguo.

El bus se te acerca para llevarte a tu destino.

Cogi el collar con mis manos y lo mire detenidamente. Mientras lo miraba el bus estaba cerca y se paro. Mme subi, pague el ticket y me subi. Me sente en los asientos de atras y durante el viaje miraba una y otra vez ese collar. - ¿que lo cuide? - Pense. Suspite un poco y lo mire detenidamente otra vez.

Llegas a Abita, se trataba de una ciudad pequeña, con varios edificios repartidos por un amplio terreno, casi de aspecto rural.

Habían varios lugares para escoger donde comer, uno de ellos era el Rogers Restaurant, un lugar bastante fino y de platillos caros...ademas estaba el Palace, un bar repleto de platillos mas humildes pero igualmente deliciosos.

Y un centenar de pequeños copetines repletos de comida rápida, grasienta, apetitosa, pero de bastante dudosa calidad.

De alguna manera, recuerdas que en la ciudad había un anticuario, uno que tal vez sabria mas sobre aquel collar que tu.

Bueno primero vayamos a comer que ya haces ruido. Luego ya iremos al anticuario aunque te mueras de saber que es eso. -Pense mientras me dirigia hacia el Rogers Restaurant.

Te atiende una joven muchacha, muy amable y sonriente, te comenta que estan teniendo una oferta de barbacoa con exquisita ensalada de coles, luego el menu consta de sopa de verduras, pollo al horno, salsa de carne y plato con bichos marinos.

Tras comer lo que pides, notas que el precio es relativamente alto, pero el plato lo vale, un plato sumamente exquisito.

Vas luego hacia el anticuario, un lugar cuasi lugubre y polvoriento, cuenta con una estanteria repleta de chucherias extrañas, de modelos varios, desde egipcios y aztecas, hasta aparatos de los años 20.

Si entras, un hombre bastante mayor se encuentra revisando una extraña pieza dorada, la esconde cuando te ve y te pregunta.

- ¿Que necesita? - su tono era tajante -

Cuando entré por ese anticuario no lo recordaba así. Yo con mi abrigo de piel bien puesto y el vestido rojo debajo me acerqué al señor. - Verá tengo esto, aunque no se ni qué es ni porqué yo. - LE enseñé el amuleto sin dejarlo ir.

El anticuario toma el collar, lo examina y te dice con malhumor.

- Es un collar de charleston, capaz de los años 20, si quiere que le diga la fecha exacta, necesita pagar un estudio...lo puedo hacer aqui, solo son 5 dolares, me tardare un par de minutos o en todo caso, llevelo a un laboratorio - manosea suavemente el collar, mientras te mira directamente a los ojos -

Cuando empezó a manosearlo lo cogí fuerte con la otra mano y me lo guardé. - Entonces si quiero que le hagas un estudio deberás tenerlo tu y no yo un rato ¿no? - Era obvia la respuesta. - En tal caso ya me apañaré. Gracias igualmente. - Entonces salí del anticuario. - Bien Wendell, ¿qué podemos hacer ahora?

El anticuario baja rápidamente la cabeza y comienza a ordenar unos papeles, sin importarle tus palabras.

Sales del lugar, notas que la tarde se esta tornando cada vez mas fria, el proximo bus al pueblo pasaria pronto frente a ahí, aunque tenias varias opciones para recorrer aun por el lugar, como los centros comerciales, los supermercados, los puestos de comida y un curioso negocio de ventas de vino de fina calidad, muy rustico y atractivo.

El bus llega hasta ti.

Me fui directo al centro comercial. - ¡Una mujer con glamur debe ir bien vestida! - Pensé

Te diriges hacia el centro comercial, ves todo tipo de ropajes y artículos que te llaman la atención, pero de repente, sientes como un fuerte mareo acompañado por una visión de completa oscuridad, te hace apoyar por una de las paredes para sostenerte, pronto intentas caminar de nuevo, pero chocas con el enorme pecho de un extraño hombre que te mira de manera atemorizante.

El mismo te seguía con la mirada mientras te alejabas del lugar. Cuando las distancias se tornaron algo mas seguras, caminas hacia el centro comercial y notas algo extraño, algo escalofriante, algo que te atemoriza y te hace temblar cada hueso y musculo de tu ser.

Las luces se apagaron, los sonidos típicos del lugar acallaron, te sentiste sola, perdida en medio de una profunda oscuridad que solo dibujaba las lineas bizarras de un ser que poco a poco se acercaba a ti.

No podías gritar, no podías moverte, no podías cerrar los ojos, te mantuviste ahí parada, observando como poco a poco esa criatura se acercaba a ti, luchaste con todas tus fuerzas, pero a pesar de todo, no pudiste zafarte de la visión de aquella mujer frente a ti, quien retuerce su rostro de tal manera que nadie con la suficiente cordura aguantaría semejante visión.

La oscuridad no te permitía ver nada mas que una puerta de emergencia, la cual se encontraba detrás ti, la mismo representaba un rayo de esperanza que te indicaba una escapatoria ante semejante criatura que se preparaba a atacarte, pero aun no podías moverte, solo te quedaba concentrarte y tratar de huir o en todo caso, luchar.

Logras zafarte apenas de aquella criatura, quien te sigue mientras tu escapas de ella, llegas hasta la puerta, la abres y notas un gran abismo con tentáculos bizarros y ventosas sangrantes, casi caes, pero de pronto una criatura te abraza y te alza por los aires, dicha criatura contaba con una extraña apariencia.

Cuando te toma, sientes como un fuerte dolor de cabeza te nubla la vista y poco a poco caes en una inconsciencia de la que despiertas en una cómoda cama, notas que no era tu hogar, ni ningún lugar que reconozcas, pronto un hombre bastante atractivo ingresa al cuarto, te mira tranquilo y te dice:

- Toma esa aspirina que esta al lado tuyo, ya alguien se negó a tomarla y ahora esta quejándose por todo...por cierto, mi nombre es Tepeu...pero puedes llamarme Tep, el señor enseguida vendrá para verte... - dijo de manera amable y sonriente - es solo por tu bien -.