Partida Rol por web

Se encontraba en casa, parado frente a la ventana que daba hacía la colina. Suspiró, y observó su computadora. No quería sentarse, acababa de comer y se sentía un tanto pesado. No tenía trabajo que hacer, y los moderadores en su sitio en la deep web se encontraban actualizando algo de información. Se cruzó de brazos.

Mantuvo la mirada fija en la extraña casa en la colina, hace un mes que había recibido un e-mail de un remitente desconocido, con una foto de aquella casa, y por asunto el correo tenía "¿Que sabes de esa casa?". ¿Que era lo que sabía? Que era rara. Todas las personas hablaban acerca de sucesos extraños que ocurrían en aquel lugar, aunque nunca había visto nada por sus propios ojos. Realmente, aunque sabía mucho de lo paranormal, todo se quedaba en conocimientos teóricos, y algo mas allá de eso.

Volvió a suspirar, dando un par de pasos hacía su cama, en la que tomo asiento. Observó su cuarto, lo tenía ordenado, salvo por unos cuantos CDs y otras cosas tiradas sobre el escritorio. Se rascó la nuca, y observó hacía la puerta. Como si de un impulso extraño se tratara, se encaminó hacia ella. Abrió, y camino por la casa para acercarse a la puerta de la salida. Tuvo ganas de salir, de respirar un poco de aire fresco, o eso quería hacerse creer, aunque la verdad tenía claro que su curiosidad le estaba ganando. Quería salir para ver la casa un poco más de cerca.

Salio de su hogar, y quiso que sus pies se movieran hacía la esquina, pero no. Sonrío para si mismo al admitir que tenía miedo. Negó con la cabeza, pensando en la patético que podía llegar a ser, y se dispuso a volver a entrar a su hogar.

Ingresas de nuevo a tu hogar, no notas nada extraño mas que el sonido de un correo electrónico nuevo en tu bandeja de entrada.

Lo revisas y notas algo sumamente extraño en el, como si fuese enviado con prisa.

Bajo el correo estaba un link hacia una pagina con una extraña terminación, no se trataba de una .onion o una .torchan, era algo casi único a tu parecer, se trataba de una terminacion perteneciente a las marianas web.

Ingresar a la misma implicaba mucha habilidad según lo que recuerdas, por lo que debías prepararte para luchar con posibles hackers y demás virus maliciosos, pero al entrar a la misma, no hubo nada de eso, simplemente un mensaje que dictaba:

"Ingrese a la medianoche"

El mismo se repetía varias veces, en varios idiomas y formatos, pero nada mas, simplemente letras negras en un fondo blanco.

Observó la pantalla del ordenador casi atónito. Movió los dedos de sus manos de forma nerviosa sobre el teclado, para luego abrazarse a si mismo, mientras llevaba una mano a ocultar su boca. ¿Por qué una dirección en un rincón tan profundo y peligroso de la red, con una seguridad prácticamente nula, contenía un mensaje tan vago? No tenía sentido. Personalmente, jamás se había adentrado en las Marianas, nunca consideró que hubiese algo de su interés allí, ademas no tenía los recursos tampoco para hacerlo. La primera idea que le vino a la mente fue que la persona que lo envió sabía que iba a ver el correo enseguida, y el alías tampoco le indico nada. Akito767, ¿quién era? Lo primero que atinó a hacer fue publicar aquel mote en un par de foros de la DeepWeb preguntando por el sujeto, con algo de suerte, alguien sabría algo, aunque con los niveles de anonimato que se manejaban allí sería algo imposible.

Volvió a revisar el mensaje, ni siquiera considero tratar de ubicar la dirección IP del remitente. Leyó el mensaje nuevamente, y repasó el contenido de la página que había revisado. De pronto, comenzó a rebuscar entre los mensajes de entradas el correo que contenía la foto de la casa de la esquina, solo fue un presentimiento, pero nunca puso toda la atención al remitente, debido a que siempre recibía correos de esa índole, pero nada tan cercano a él. ¿Y si los dos mensajes fueron enviados por la misma persona? La curiosidad, y la preocupación, lo carcomían.

Publicas en los foros su nombre y no obtienes respuestas, la IP del remitente era inexistente, nada del otro mundo si se usaban los programas adecuados, buscas el correo referente a la casa embrujada y la comparas con este correo, solo para percatarte que no coinciden.

No había ningún tipo de pista que pudiera esclarecerte aquel repentino enigma, ¿era extraño? absolutamente...mas aun, por que el mensaje se había tardado 8 horas en llegarte a ti.

Nada. Se cruzó de brazos, mirando a la pantalla del ordenador, fijamente. No parecía haber indicio alguno sobre aquel mensaje. Rió para si mismo, y negó con la cabeza. Parecía que intento convencerse a si mismo de que todo se trataba de una broma de mal gusto, aunque los datos indicarán lo contrario.

- Muy currado chico... - Murmuró sin confianza, mientras escribía una respuesta al chico, quizás con algo de suerte, respondería, ¿pero por qué? ¿por qué no solo ignorarlo y continuar con su vida? Quizás era el irrefrenable deseo de que algo realmente interesante pasara.

De: Phineas

Para: Akito767

Asunto: RE: Ayudame

Mensaje: ¿Donde vives?

Envías el correo, aguardando unos instantes una respuesta, pero tu espera se vio interrumpida por un súbito grito que hizo eco hasta ti.

Miras por la ventana y notas que la gente se acumulaba hacia el minimercado, una patrulla se hizo presente casi al rato, la cual avanzaba lentamente debido a la cantidad de personas que ahí se conglomeraron.

Se quedo en la ventana mirando, de brazos cruzados, dejando por unos minutos de lado a la computadora.

Bajo hacía el primer piso de la casa, para preguntarle a su madre.

- Mamá, ¿sabes que sucede afuera en el mini-mercado? -

Tu madre te mira igualmente extrañada que tu, observa de nuevo hacia la ventana y te habla.

- Vete a ver que pasa que tengo que limpiar los cubiertos...vamos Randy - te dice imperativa sin quitar los ojos de la ventana -

Rodó sus ojos ante la orden de su madre, aunque ya estaba acostumbrado a ese trato tan falto de afecto, pero bueno, suponía que era mejor que ser ignorado. 

Con las manos a los bolsillos se dirigió hacía la puerta que daba a la salida. Se mantuvo unos cuantos segundos en la entrada, mirando hacía el mini-miercado desde su posición. Ultimamente se sentía un tanto agorafóbico, de ahí que no le agradaba la idea de tener que salir de su hogar, menos cuando la situación era tan incierta. Hizo una mueca de molestia en su rostro, y camino hacía el lugar, sin estar muy seguro de que era lo que se iba a encontrar allá.

Desde lejos solo veías una muchedumbre cerca del minimercado, al acercarte escuchas algunas frases que indicaban que alguien había sido asesinado.

Muy pronto, una figura notable, de arrugas nobles pero de aspecto fuerte se hizo presente al bajarse de un poderoso vehículo, todos los lugareños voltean para mirarlo ya que el comenzó a hablar.

- Por favor damas y caballeros, ayudemos a los oficiales a realizar su trabajo, muy pocas veces hemos sido afectados por este tipo de crimen y por ello, solicito que colaboren...vayan a sus casas y ya nos encargaremos de informarles del caso mediante el periódico local - dijo tranquilamente, pero de tal manera que los lugareños comenzaron a alejarse del lugar, entre cuchicheos, pero sin queja alguna -

El anciano te mira y alterna la mirada entre otras personas, se te acerca y te dice de manera misteriosa.

- Por favor, acompáñeme...necesito hablar con usted - luego se dirije a otras personas y les habla con el mismo secretismo que a ti -

¿Un asesinato? Quedo impactado al escuchar eso, el pueblo en general era muy tranquilo, no era de extrañar que todos se alarmarán de esa forma. Incluso él mismo se había alarmado un poco...

Cuando el hombre llegó, y habló, se dispuso a marcharse. Aunque no lo conocía, reconoció que tuvo razón. Cuando la mirada de aquel sujeto se poso sobre sus ojos, miró a todos lados, nervioso, pero no alcanzó a dar siquiera un paso hacía atrás cuando este se le acerco, y le hablo, ¿quería que hablaran? ¿sobre qué? 

Su ingenuidad con las relaciones sociales no le permitieron alejarse, por lo que espero a que el hombre se moviera para seguirle.