Partida Rol por web

Unay siguió al grupo a través del pasillo, sin poder evitar mirar por las ventanas al paisaje exterior. La vista era lo que más le gustaba en aquel pueblo donde no había demasiado que ver. Ya en el despacho, esperó a que las mujeres tomen asiento antes de sentarse él. De inmediato cruzó los poderosos brazos mirando con seriedad a cada uno de los presentes por turno, mostrándose claramente a la defensiva.

Las palabras de Harry hicieron que relajara su rostro por momentos. Inicialmente pensó que se trataba de otro ángel, pero la idea rápidamente fue desechada de su mente. Los ángeles no envejecen ni se debilitan. Así que se quedó con la cabeza llena de dudas, preguntándose a qué se referiría el anciano. Y por lo que escuchaba, parecía que todos compartían la misma inquietud.

Miró por un momento la mano de Harry sin cruzar los brazos.

- Con todo respeto, señor Lichman, tendrá que explicarse mejor antes de hacer lo que tenga pensado hacer para despertar ese don, o como quiera llamarlo. No espere que cualquiera le crea a la primera cuando habla de criaturas de otros planos y luchas contra estas.

Por supuesto, no estaba del todo incrédulo, pero debía mantener su verdadera identidad oculta de toda sospecha. Miró a Anne, quien parecía saber de lo que se hablaba, con una significativa mirada de interrogación que no necesitaba de ninguna palabra.

Tras hablar con Randy, el señor Lichman recibe unas palabras de Unay, a quien le responde cortesmente.

- Que raro joven Unay...aunque mejor dicho, señor Unay, ya que tal vez usted es mas anciano que yo... - ríe casi siniestramente y vuelve a hablar - no se preocupe sobre la realidad o ficción de mis palabras, ya llegara el momento de hablar sobre ello, pero por ahora, solo estoy conociéndolos y ver si he obrado correctamente al elegirlos - estrecha las manos y se mantiene quieto tras el escritorio -

Fred arqueo una ceja cuando entro en el lugar donde esas personas estaban hablando sobre cosas que parecieron salir de contexto por algunos segundos – Entonces? Esta reunión es por?- Pregunto admirando el lugar en el que se encontraba. Sonrió de lado mientras dio un par de pasos en la instancia, sus pasos eran firmes aunque el dolor de cabeza siguió un poco para liberarlo.

- No me cuesta creerle- dije con calma- supongo que es por mi naturaleza, siendo quien soy es fácil saber que este mundo no es como lo pintan.

Miré a los recién llegados con algo de suspicacia, sin dirigirles la palabra. Preferí simplemente sentarme, "Si ellos supieran que soy o que he hecho no creo que se sentirían comodos con mi presencia" pensé con el corazón apretado.

- Tu- dije dirigiendome al joven de barba- estamos aquí porque al parecer algo malo sucede y somos quienes deberíamos proteger a este pueblo. Al que la verdad no me sorprende y no es tan raro como suena.

-Gracias, pero no- Comunico Fred – No soy un superhéroe o similar asi que no cuenten conmigo, y la próxima vez que me secuestren creo que tendremos problemas – Finalizo mirando a quien parecía el dueño del lugar – Donde se encuentra la salida? No pienso seguir molestándoles aquí y aun tengo que hacer cosas en mi propia vida – Era directo sin duda, pensar en salvar un pueblo? Claro lo que ellos dijeras, cada uno tenía su locura pero esto… bueno se había ido de las manos.

Escuchó atento las palabras de Lichman. En un principio, no escucho nada que el ya no supiera, y que el ya no hubiese asimilado como parte de su vida y de su destino. No le preocupo aquello, en su mente estaba muy arraigada la idea de que no era capaz de revertir su situación. Las palabras que siguieron, si bien le preocuparon, también le motivaron. Se sintió extrañamente alegre, ya que no tenía miedo.

Tras soltar su mano, le miró, sonriendo y en silencio, simplemente le asintió con la cabeza. De alguna forma extraña, Lichman le recordaba a su abuelo. Le gustaría tener la oportunidad de poder charlar con aquel hombre a solas, algún día, pero de momento, solo se limito a escuchar lo que tenia que decirle al resto, y lo que ellos también tenían para decir.

Fred decide que lo mejor sera salir de ese lugar, el señor Harry lo mira y con una leve sonrisa le habla.

- Sal por la puerta, ahí te estará esperando Tep y el se encargara de llevarte hasta tu hogar - cambia su mirada hacia Anne y le dice - a ver chiquilla, dame tu mano -.

Aquel muchacho llamado Fred decidió no participar...Tras eso Harry puso su mirada hacia a mi. Y me dijo que le diera mi mano... En un momento dude....Pero se la di. Tome mi mano... Supongo que sera para ver mi don.

Aunque ella no lo demostraba, ella estaba nerviosa.

Unay miró con asombro a Lichman. Pensó en varias cosas que decirle, pero no dijo nada al final. Simplemente se dejó estrechar la mano, y aceptó la situación. Si el anciano sabía "qué" era él, entonces valía la pena escucharlo. Quizás el largo período de espera había terminado para él.

Después, centró su atención en Lunaria en cuanto ella habló con Fred. ¿Quién había dicho nada acerca de peligros y protección? Entonces, ella también seguro sabía algo importante. Paseó de nuevo la mirada entre los presentes, observando especialmente a Fred, quién parecía estar a punto de abandonar la casa. ¿Qué tenían todos ellos en común?

Miró al piso mientras hablaba, y finalmente, a Lichman.

- Les pido por favor que aclaremos de una vez por todas qué hacemos aquí.

El señor Lichman estaba dispuesto a tomar las manos de Unay y Anne, pero algo le detiene, se lleva la mano en la frente, suda, respira agitadamente, sus parpados se cierran y surge de el una voz extraña, una voz gutural y rasposa, la cual dice las siguientes palabras:

- ¡Tepeu!...- ingresa el joven rápidamente y el señor Lichman sin levantar la mirada le ordena - manda rápido a Azat hacia Abita, la ultima esta en peligro -

Dicho esto, las luces titilan, Tep sale del lugar sin cerrar la puerta, dejando el pasillo a la vista, donde una tétrica pasarela de sombras amorfas se cruzan de izquierda a derecha, el señor Lichman transpira y casi sin respirar dice:

- Espíritu maligno, aléjate de mi casa, quien crees que eres para profanar este lugar - una extraña carcajada femenina se hace presente en el lugar y una visión inunda a cada uno de los presentes -

Out: suban el volumen :D

Los ojos de Fred se abrieron como dos platos dando varios pasos hacia atrás al ver a esa criatura, seguramente se llevo algo por delante pero no le importaba, el miedo le incentivo la sensación de supervivencia por eso se junto con el grupo. – Que demonios es eso?! – Pregunto en un tono certero y duro – Porque me pasa esto a mí! Y quien carajo son ustedes! -

Anne mira hacia los demás como preguntando que es lo que pasa... fue casi en el momento que casi le coge la mano aquel señor.
Pero ante de hacer la pregunta vimos aquel ser....Era un espíritu maligno.

Fred eso es un espíritu Maligno sacado de las tinieblas...

-Ohhh... bien un ser maligno de las tinieblas... claro... pero lo que mas me desconcierta de todo esto es por que sabes mi nombre si no me presente- Dijo aun dando pasos alejandose de la criatura y ahora tras las palabras de la mujer de todo el grupo - Solo quiero salir de aqui al parecer todos estan del remate - busco una ventana por la cual salir, si era necesario saltaria por la misma, esta gente extraña ya le estaba cayendo mal.. y mas por haberle secuestrado.

El extraño suceso acaparó todos sus sentidos. Las sombras corriendo, los murmullos, las risas diabólicas y por último, la imagen de la criatura, ante la que Unay no podía asegurar si la estaba mirando físicamente o solo como proyección de su mente, despertaron un instinto primario en él, como si de repente supiera lo que debería hacer y cómo hacerlo: proteger, luchar, acabar con el mal. Aunque ni siquiera sabía qué era aquel mal que invadía el lugar. Ignoró las reacciones de los demás y su mente solo se centró en la manifestación. Se adelantó con decisión hacia donde más percibía la aparición del espíritu, cerrando los puños e irguiendo su cuerpo como si estuviera listo para resistir un ataque. Bien sabía que la fuerza de los músculos no podrían hacer demasiado daño a un ser inmaterial, pero tampoco debía precipitarse para adquirir su verdadera forma, en la que seguramente tendría mayor facilidad de luchar con un demonio. Habló sin dejar de mirar hacia la aparición.

- Díganos lo que debemos hacer, Lichman.

- Frederick Barrtel... siéntate y escúchame, si escapas de este lugar, ese ente te seguirá hasta que te encuentre, cosa que de seguro hará, te torturara, comerá tu alma y te hará un lacayo sin cerebro, siéntate y cálmate... así como todos ustedes deben calmarse... -

La voz del señor Lichman se mantuvo tal como hace un rato, rasposa y atemorizante, pero poco a poco fue adquiriendo normalidad hasta calmarse...las cosas en general se tornaron mucho mas tranquilas, ya no habían movimientos raros ni nada parecido, simple y llana calma, en ese momento al señor Lichman le recorrió un aura amarillenta, aura que recorrió a cada uno de los presentes, un aura muy fina que brillaba lo suficiente para captarse a pesar de las luces ahí presentes. El señor Lichman sonrie y mira a cada uno diciendo

- Bienvenidos sean a la realidad jóvenes Shadow Hunters, han recibido el Ojo del Cazador y por ende puedo hablar sin tapujos - respira, bebe un poco de whisky que ahí había, ofrece a alguien mas si lo desea y continua - este mundo esta dividido por una oscura verdad, una verdad a la que no muchos desean ser testigos, pero hoy ustedes han sido elegidos para poder ver mas allá del manto paupérrimo que esconde la naturaleza real de las cosas ya que no estamos solos en este mundo ni en todo el universo...somos criaturas que luchamos contra el mal verdadero, el mal físico, el mal sobrenatural y he ahí la razón de esta reunión - se levanta mira un gran cuadro que descansaba tras el y dice - este pueblo fue fundado por la única razón de mantener a los demonios que constantemente cruzaban un portal ubicado en el centro mismo de mi fabrica, un portal que los caídos usaban para cruzar libremente de un plano a otro y hacer de las suyas...llego a mis oídos la existencia de este portal, por lo que de inmediato cree este lugar ya que entre los pueblerinos, abundan los caídos, los demonios, los beliales llamenlos como ustedes quieran - espera cualquier pregunta y que puedan digerir esas informaciones casi disparatadas que fueron dadas en un santiamén - hoy, gracias a una unión de varios hechizos, estos caídos no pueden cruzar la frontera invisible que yo les establecí, pero me estoy debilitando, la edad no viene sola y para colmo, una extraña entidad, mucho mas poderosa que yo, esta tratando de adueñarse de ese mismo portal, un portal que de ser nuevamente libre, permitirá ingresar a cuanta criatura maligna jamas imaginada, cuyos planes van mas allá de lo perverso y macabro...es por ello que deseo que me ayuden jóvenes, ustedes son la nueva esperanza para mi, para este pueblo y para el mundo quizás, ya que sin ustedes, los planos fácilmente se conectaran y caerán en manos malignas, demasiado malignas -

Creyó que iba a desmayarse del susto cuando vio las sombras, y aquella visión. Pero fue rápido, muy jodidamente rápido. Por unos segundos se sintió en el peor de los juegos de terror del ultimo tiempo, como un Slenderman, pero una diez mil veces mas terrorífico, por lo bajo. No gritó, por suerte, pero pudo sentir como su piel se entumecía y empalidecía. Miro entonces a los otros, ¿como jodidos podían estar tan calmados? Todo excepto Fred parecían como si lo mas normal del mundo hubiese ocurrido. Y luego el viejo, y su amenaza a Fred, y esa aura, y los shadow hunters, portales, demonios, entidades poderosas, hechizos, demonios... Fue demasiado, y estalló.

Se puso de pie de golpe, tirando al suelo, por accidente, la taza de té. Y miró al viejo, un tanto molesto, pero mas que eso, histérico, lo que acompañado a su voz  aguda, y sus nerviosos movimientos de manos al hablar, no le hacían parecer nada cuerdo.

- ¿¡De que rayos esta hablando!? ¿¡Como rayos quiere nosotros protejamos al mundo de esas... cosas!?, no soy estúpido Lichman, podré ser un cobarde, pero no soy estúpido, sé que en el mundo pasan cosas raras, se que la gente no ve ni la mitad de las cosas que pasan frente a sus narices, pero... ¡Esto es de locos! ¿Como esperas que mantengamos esos "portales" cerrados y a esas "entidades" malignas fuera de este jodido pueblo? ¡Es insano! ¡Es demente! ¡No sé que sean capaces de hacer ellos! ¿Pero yo? Yo solo sé navegar en internet y meterme donde nadie más se mete en esos lugares, ¿que espera que haga? ¿Mandarles un jodido troyano a los fantasmas o demonios que se aparezcan? - Su voz sonaba tan rápido que llegaba a parecer que no habían espacios entre ellos, y lo demostró al respirar profundamente, para tomar aire, percatándose entonces que había tirado al suelo la taza de té. Su mirada de enojo e indignación de un momento, se convirtió nuevamente en los ojos sumisos y avergonzados que le caracterizaban, agachandose entonces, un tanto torpe, para recoger la taza y añadir - L-lo siento... Solo denme un pañuelo y limpiare este desastre -

La cara de Fred era indescriptible, muchos parecian entender todo esto y otros al igual que el se plantaron en un desconcierto absoluto; el viejo parecia estar loco expresando aquellas palabras que carecian de todo sentido. Como podia un escritor hacer semejante cosa... destrozar a los *seres malignos* con un lapiz y un papel?, las preguntas aparecieron y las ganas de marcharse aumentaron en exceso - Lo que usted diga, ahora si puedo irme... - si la respuesta era negativa llamaria a la policia, en cualquiera de los casos esto era un secuestro.

La cabeza me daba vueltas, entre la aparición de aquella cosa y la gran cantidad de información revelada solo podía sentirme confusa y mareada.  Randy hablaba muy fuerte... Fred insistía en comportarse de manera muy estupida. Cubrí mis oidos para que mis pensamientos también se acallaran.

- Ya es suficiente. Todos tienen un destino lo se mejor que nadie y si ese hombre dice que tenemos la habilidad de proteger a este pueblo yo le creeré porque desde que dejé mi hogar he sido el angel de la guarda que trata que ninguno de ustedes niños termine muerto. La cobardía no tiene espacio en un lugar así, si no les gusta pues mala suerte, a veces para proteger a algunos se necesitan sacrificios. Claro es mucho más fácil cuando los sacrificios los hacen otros.

Me puse frente a Fred mirandolo con decisión.

- Acaso no viste lo mismo que todos nosotros. Si eso no es suficiente prueba y aunque no deseo hacerlo te mostraré algo mucho más creible- no podía dejar que se fuera porque si así era algo malo podía pasarle. Respiré profundo y por primera vez desde hace muchos años mostré mi verdadera forma. Unas enormes alas blancas aparecieron en mi espalda- ahora lo entiendes, anda tocalas son reales.

Lunaria sin pensárselo dos veces aquella chica o "Ángel de la Guarda" Enseño su verdadera identidad...
La manera de actuar de Fred y de Randy le saco de los nervios, y por eso nos enseño su verdadera imagen.Que para mi realmente fue una equivocación, porque no había ninguna necesidad alguna para que lo hiciera.Si son Cobarde lo serán este aquí o en otro lugar...Anne Odiaba a los cobardes...Como ellos...

Tranquilos...Esto se nos han ido de las manos... Lunaria no tenias que ver echo eso, ahora estas en peligro...Has puesto tu entidad a puesta por gente que no conoces... Realmente a Usted Harry no le quería dar la mano pues no quiero que usted sepa cuales mi don... Se sabrá en el momento apropiado...Fred y Randy si os queréis ir allí tenéis una puerta marchaos si queréis, seréis unos cobardes de mierda que no pudieron afrontar la verdad en vuestra propia cara...

Anne Sabia que sus palabras Eran Duras pero era la realidad, era lo que eran....

Lo mas seguro que ese ser sepa lo que esta pasando con nosotros ahora mismo...

Observo aquello.. un angel?, quizás la pastilla que había tomado era alguna droga alucinógena pero despertarte en la casa de un extraño que alega que tu eres un super héroe luego de desmayarte en tu hogar y aparecer aquí no creo que sea del todo sensato o prudente para asimilar tanta mierda de una vez. Escucho las palabras de Anne miro a ese tal Randy – Hey tío yo que tú me voy de aquí – Dicho esto Fred se encamino a la puerta al susurro de * Estos tios están del tomate *