Partida Rol por web

Al parecer eran mucho mas duros de lo que parecian. Sin mas opciones, Katia aguanto el dolor de la nueva herida y lanzo un conjuro sencillo, una saeta de fuego, apuntando hacia el arquero para devolverle el favor. 

Me giro y al ver que los dos que estaban arriba están muertos pero desde abajo se nos acercan varios, apunto con mi arco al Gnoll que tengo enfrente en línea recta, detrás de Aranor. Lanzo una flecha que le da de lleno.

-Aranor! Cuidado detrás tuyo!.

Torcuato viendo como aquellos dos enemigos habían caído, aprovechó para ir en busca de ayudar a los otros de la retaguardia que estaban siendo asolados por los ataques de aquellos asaltantes. A diferencia de lo que en un principio se pudiera imaginar de lo que una tortuga podía ser, Torcuato Tort avanzó con celeridad para atacar a este enemigo.

-¡Apartese de Katia! - Le dijo de forma educada mientras golpeaba con su maza.

Después de acabar con la criatura el bárbaro sintió un ímpetu de adrenalina y se abalanzó a por otra criatura, aún y estando malherido, golpeó a la criatura sin contemplación. 

¡Eso te pasa por atacar a una estudiante! Debe de ser porque no sabes diferenciar una gnoll en zelo de una mofeta con sarna! Tus compañeros te van a llamar brocheta flambeada a partir de ahora! Nadie va a creer que ere sun guerrero nunca más con ese olor a pimiento frito!

Las palabras de Aranor parecieron enojar a la criatura, que se mostró más patosa en sus actos.

Mientras hablaba, el valiente bardo se situó detrás de sus compañeros. Y le dedicó una gran sonrisa a Shasha por su advertencia.

Por su parte, la comadreja Arneson salió rauda hacia donde se encontraba la hechicera y se preparó para enroscarse en los ñpies de cualquiera que la atacara. 

Aldorth vio como ya no quedaban enemigos en la retaguardia... ¿O dónde estaba él era la Vanguardia? La verdad es que estar luchando en un círculo, dentro de un bosque mágico que desorientaba a la gente, era confuso cuanto menos. Como fuere, corrió a posicionarse en frente de Katia, pues estaba muy malherida. - Aguanta en pie joven, necesitamos tus conocimientos mágicos para desentramar los secretos que habitan en este bosque.

Alzó su escudo y se preparó para defender a sus aliados cercanos de cualquier ataque físico que fuera dirigido a ellos.

-¡Lo digo en serio!-insistió Vapte haciéndose con su maza, pero parecía que su pequeño intento para que fueran a por ella no funcionaba. Así que asestó su arma contra el gnoll más cercano, profiriendo una carcajada de júbilo cuando impactó.

-¡Katia, no te preocupes que después de esto entrenaremos tú y yo! ¡Todos podemos ser tan fuertes como Kord!-se unió a los gritos de sus compañeros. A pesar de sus palabras, no parecía haber ningún tipo de malicia en ellas, sino más bien un entusiasmo que pareció volver a llenar de vitalidad a la joven.

Ivor se lanza en dirección a Vapte y cualquiera hubiera pensado que la golpearía, pero su ataque se dirige al gnoll que estaba frente a ella. Y este último intenta devolverle el favor al bárbaro, tomando su lanza y olvidando a Vapte, clava la punta de su arma en el muslo de la pierna derecha de Ivor.

De pronto, una flecha de Shasha vuela y da en su objetivo, haciendo algo de daño al gnoll.

Una pequeña mota de fuego se posa lentamente en el cuerpo del gnoll frente a Vapte, para luego (activado por un movimiento como si lanzando una flecha por parte de Katia) la mota se convierte en una llama de mediana intensidad haciendo daño al gnoll, dejando al gnoll muy cercano a la muerte.

Aldorth se reposiciona para defender a parte de sus compañeros, mientras que, con un golpe de su maza de guerra Torcuato hace caer muerto al gnoll tras él.

El gnoll más a la izquierda, algo nervioso, busca al enemigo más cercano (Aranor) y lanza una flecha que se clava en el brazo izquierdo de Aranor. Aranor, que paga sus deudas prontamente, con palabras bien molestas para el gnoll le genera una molestia que lo deja algo desconcentrado.

Vapte golpea al gnoll más a la izquierda con su maza y se vuelve a su puesto, para luego ayudar a Katia quién queda en perfecto estado nuevamente.

El último de los gnoll se acerca a Torcuato y lo intenta cruzar con su lanza

Por suerte para Torcuato Tort la inspiración bardica que le habían dado fue el empujón que este necesitaba no solo para acertar al enemigo, sino que además para causar gran daño a este enemigo, esperando que con la ayuda de los demás presentes pudieran acabar con este enemigo.

-¡Pardiez!. -Exclamó apretando la mandíbula por el dolor de sus heridas- ¡Necesito un poco de ayuda por aquí!.

Las sonrisa de Aranor me hace creer que todo va muy bien. Me muevo 30pies a la derecha y disparo una flecha al Gnoll junto a Torcuato. -Faltan dos! Cuidado Ivor!

Una lágrima se escapó por la mejilla de Katia, quien se apresuró a borrarla con la manga. Como todos la estaban ayudando, la cubrían y la salvaban, hizo que su corazón se estremeciera de gratitud. Nunca había conocido algo como esto. Pero no podía llorar todavía. Concentrándose como pudo, volvió a apuntar al gnoll que le había disparado, el que ahora peleaba con Torcuato, y proyectar el sencillo hechizo de fuego sobre el para quemarlo aunque fuera un poco, pero tal vez lo suficiente para debilitarlo y que sus co… No, estaría mal llamarlos así. Era más correcto sus protectores, pudieran acabarlo.

Aranor seguia sonriendo. Pero se trataba de la sonrisa de un feriante. Tan falsa como el amor de un cubo gelatinoso. Los flechazos que estaba recibiendo dolian un montón y estana sangrando mucho más de lo que desearía (que era CERO). Consideró el curarse a si mismo, pero decidió ayudar a sus colegas a hacer mejir su trabajo, confiando en el buen hacer del grupo para salvarle el pezcuezo. 

La comadreja Arneson salió corriendo de entre los pies de Katia para morder las patas del gnoll más cercano que incomodaba a Aranor. Este intentó algo extraño: le cantó una nana a la criatura, que empezó a mostrar signos de somnolencia. 

Ivor intenta atacar al enemigo, pero su ataque no pasa sino cerca del enemigo; Shasha toma su arco y apunta al gnoll más cerca de Torcuato, pero su ataque solo logra rozar la oreja del enemigo; una mota de fuego cae lentamente en la posición del gnoll y hace que este se prenda por un corto tiempo haciendo algo de daño.

Viendo que Katia estaba recuperada, Aldorth se colocó entre sus compañero más herido, el cual era Ivor y la criatura que podría pegarle un flechazo o un espadazo. Aprovechando aquél posicionamiento le dio un espadazo a la fea criatura, pero no pareció haberle hecho demasiado daño. - Aguantad chicos ¡no debe quedar mucho!

La sonrisa de Vapte solo seguía creciendo. Aquel gnoll estaba tan enfrascado en su batalla contra Ivor, que no se dio cuenta de que la mediana se ponía en posición para darle el golpe que lo lanzaría al suelo para no volver a levantarse.

-¡Ivor, aunque seas fuerte también tienes que tener cuidado!-exclamó al ver la sangre de sus heridas, que se empezaron a cerrar con sus palabras.

Y viendo aquel otro gnoll solito, decidió ir a hacerle compañía. Quizás apreciara ver de cerca la gran maza que tenía, concretamente estampada entre sus ojos. Pero el gnoll pareció verla venir y se apartó a tiempo.

Aldorth, tomando su escudo fuertemente, se pone entre sus compañeros con la firme decisión de protegerlos en caso de algún ataque; Torcuato levanta su martillo y lanza un fuerte golpe en contra del gnoll que estaba frente a él, haciendo bastante daño al enemigo.

El gnoll que está junto a Vapte saca su lanza e intenta hacer daño a la clérigo , pero su ataque golpea solamente al aire. Aranor lanza un hechizo para dormir a uno de los gnoll y tiene éxito en su cometido, mientras su comadreja se enreda en las patas de la otra bestia para complicarle.

Vapte intenta curar a Ivor, pero al intentar hacer el hechizo se da cuenta que está muy cansada y la magia no sale de ella. Se mueve para golpear al otro de los gnoll que estaba más alejado del grupo, pero su ataque no da en el blanco.

De pronto, y sin previo aviso, la criatura que estaba frente a Vapte sale corriendo para arrancar de esta batalla...

Finalmente habían logrado derrotar a todos los enemigos y Torcuato, cansado de tanto movimiento decidió que lo mejor que podía hacer era limpiar su arma y sentarse en el suelo, a la espera de que alguien viniera a sanar sus heridas. Toda aquella batalla había sido extenuante para sus viejos huesos.

-Uffff... -Suspiró agotado- No me movía tanto desde que jugué al waka-mole en aquella taberna con esos gnomos... pero claramente esto fue mucho menos divertido... aunque no menos sangriento.