Partida Rol por web

Al ver como el último de aquellos humano-bestias atacaba con una espada, desde mi posición apunto rápidamente con mi arco corto y disparo acertando contra él. Aprovechando la distracción al recibir el flechazo, me aprovecho de mi rapidez para disparar otra flecha.

Para fortuna de Torcuato Tort, cuando se acercaron los enemigos uno de ellos se acercó lo suficiente como para estar a distancia de su maza. Por lo que aquella tortuga apenas tuvo que levantarse para poder atacar a ese enemigo molesto que parecía estar acosando a Katia Endwood.

-Venga pa'aca. -Dijo la anciana tortuga mientras le golpeaba con la maza de guerra.

Aranor se levantó como si alguien le hubiera atizado a él. Estaba confuso, pero al ver a sus enemigos bajo ataque pareció que se despabilaba y sacó una pequeña flauta y un tambor de muñeca de debajo de la capa. Vaya momento para ponerse a hacer música. Dando golpecitos en el tambor y tocando la flauta para atraer la atención con un sonido disonante empezó a insultar a las criaturas.  

Eh tu! El de la madre fea! No el otro, el que parece salido del plato de lentejas de un Tarasque! Menos mal que tu madre era ciega para no echarte al lodazal de entrada! Tus ancestros se retuercen en sus tumbas de ver lo bajo que ha caido tu especie!

Mientras Aranor soltaba sandeces, su comadreja Arenson corrió a enredarse con los pies de la criatura que atacaba a Ivor, haciéndola trastabillar al enredarse con el largo cuerpo del roedor. 

Viendo a Vapte también medio confusa, le dio un empujoncito con su mano y le sonrió. Tiempo de actuar vieja amiga. La cálida sonrisa y el espaldarazo parecieron llenar a la humana de una energía renovada que la animó. 

Vapte volvió a tierra cuando sintió la mano de Aranor en su hombro. Respondió a su sonrisa con un enérgico asentimiento, y de un salto se puso en marcha. A pesar de su aparente vejez, enseguida analizó el campo de batalla y tuvo claro qué quería hacer.

-¡Humana, Kord está contigo!-gritó a Katia con todas sus fuerzas, viendo como era herida por una de esas bestias.-¡No te rindas, machácalos!

A la vez, sacó su ballesta y apuntó a la criatura que acosaba a la humana, justo al que Torcuato también estaba atacando. Sus manos temblaron, pero recordando las palabras de Aranor, se sintió llena de determinación. Y allí donde posó la vista, aquel virote se clavó.

Para cuando Aldorth supo por donde venían los enemigos, Katia ya se había llevado un par de golper bastante duros para una maga. Sin dudar ni un instante, se apresuró hacia ella para colocarse a su lado e intentar protegerla de cualquier otro ataque que se dirigiera a ella, además de aprovechar para darle un espadazo a aquella criatura.

¿No te han enseñado modales en casa? - decía mientras profería su ataque al monstruo que ya estaba siendo atacado por la tortuga experta en observar árboles inmóviles, usando su vieja y fiel espada larga, con la cual realizó un corte bastante profundo.

Bien, apenas estaban organizándose para resolver un problema cuando otro surgia. Katia no tuvo tiempo a pensar más mientras el arma del bruto se abría paso en su carne, arrancándole un grito de dolor. Por pura mala suerte se había colocado justo en el peor lugar al parecer… y aquellas bestias venían a por ella.

-AHHHH!!! NO, ALEJENSE!!! +grito, llevándose una mano a su herida mientras con la otra intentaba defenderse. Pero sus piernas la llevaron a retroceder a toda prisa, para reunirse con la anciana… El dolor en su costado descartaba defenderse, y todo en su cabeza ahora era separarse cuanto antes de la fuente del daño…

El enemigo al que Ivor intentó golpear está deseoso de devolverle el favor y se lanza contra él con su espada...

Pero una vez más Ivor logra esquivar con gran habilidad su golpe

En otro punto de la batalla, una flecha de Shasha vuela dando en el blanco y generando no poco daño en el enemigo; Katia, bastante herida, toma la decisión de retirarse al lado de Vapte; Aldorth se adelanta a la anterior posición de Katia y arremete contra su atacante propinándole un golpe fuerte con su espada; Torcuato no se queda atrás y, saliendo el golpe de Aldorth, se suma al daño contra esa criatura dandole un fuerte golpe con su martillo. Este último golpe deja al mitad bestia bastante malherido; el compañero de la bestia recientemente golpeada se lanza contra el guerrero, pero su ataque corta el aire a su alrededor sin siquiera poner nervioso a Aldorth; Aranor canturrea unas palabras que son oídas por todos, pero que claramente le generan dolor a la bestia a la izquierda de Aldorth, una comadreja sale rauda desde la posición de Aranor y se enreda en los pies de la bestia que está frente a Ivor, finalmente Aranor se mueve al lado de Vapte para inspirarla en la batalla con unas cortas palabras; el enemigo al que Aldorth y Torcuato tenían muy sometido, de repente da un tremendo aullido y comienza a tomar una mayor presencia animal. Se lanza con un mordisco sobre el humano clavando sus afilados dientes en el brazo izquierdo de Aldorth, para luego dar la vuelta e intentar golpear con su espada a aquella tortuga pero su ataque choca contra la firme caparazón de Torcuato; las palabras de Vapte sanan a Katia quién queda como si nada hubiera pasado, luego saca su ballesta y, con una magnifica habilidad, cruza la garganta del que más animal se había puesto y lo hace caer muerto...

El bárbaro se había enzarzado con aquella criatura en combate, le había golpeado una vez y se había confiado, con la consecuencia de que sus ataques no volvieran a golpear, por suerte estaba atento y preparado y la criatura no conseguía sobrepasar sus defensas, así que se concentró más en lo que hacía por que por el rabillo del ojo, veía que sus compañeros podrían tener problemas.

Se abalanzó contra la criatura con toda la fuerza que podía desempeñar y hundió su gran hacha en el pecho, la criatura gritó gorgoteando sangre, y acto seguido el bárbaro se dirigió a por su siguiente víctima, su hacha quería probar mucha más sangre.

Los ojos de Ivor eran determinantes, y podían incluso intimidar quien le mirara directamente.

Mientras la pelea se desarrollaba, ven como se suman 3 humanoides como hienas desde el lado contrario a los enemigos anteriores...

Ivor, no al tanto aún de los nuevos enemigos, se abalanza sobre su enemigo y lo golpea fuertemente dejándolos a las puertas de la muerte. Pero aún así, e imitando a su compañero caído, esta bestia lanza de su boca un fuerte sonido y su cuerpo se transforma tomando aún más forma animalesca. Se lanza sobre Ivor con su boca abierta y clava sus afilados dientes en el hombro izquierdo del bárbaro. Posteriormente se desplaza hacia la tortuga y, confiado por su anterior golpe, intenta darle con su espada pero su golpe da contra el caparazón de Torcuato

Uno de los gnoll (las hienas esas) se comienza a acercar a Vapte y la intenta cruzar con su lanza, pero su ataque no da sino contra el suelo.

Por desgracia Torcuato Tort dudó demasiado a la hora de volver a golpear a aquel enemigo que a todas luces parecía estar pasándolo realmente mal con aquel golpe que le dio antes. Esta duda hizo que su ataque fallara estrepitosamente en vez de acertar y noquear de una vez por todas a ese hombre-bestia particular.

Aldorth había recibido un buen golpe por parte de aquellos enemigos, sin embargo, concentrándose lo suficiente, logró recuperar sus heridas y recomponerse lo suficiente. Suspiró tras sentirse mejor para ver que aparecían más enemigos por detrás. - ¿Es el cumpleaños de alguno de vosotros? ¿Por qué tantos invitados? - comentó de forma sarcástica al ver todos aquellos mosntruos.

Intentó realizar un ataque para rematar alguno de aquellos enemigos, pero eran más ágiles de lo que había calculado, eso o Aldorth estaba más flojo de lo que pensaba. - Chicos ¿Qué tal si intentamos con algún plan antes de que sigan llegando más amigos y nos pillen así de desorganizados?

Tras ver como dejan tan malherido a Aldorth, giro el ángulo de mi arco para disparar al atacante a su lado, totalmente consciente de las hienas que venían desde el sur, y le clavo una flecha justo detrás de sus escápulas. Luego de un salto me muevo para poder estar en una posición donde poder atacar desde la distancia a las hienas.

-CUIDADO DETRÁS! - grito para que se enteren los que están distraídos en combate.

Disparo al que está un cuadrado a la izquierda de Aldorth.

Al parecer estaban en medio de una emboscada. Pese al alivio de la curación mágica que había recibido por la anciana, el corazón de Katia se sentía como si alguien lo hubiera apresado con firmeza. ¿Cómo los había sorprendido, siendo tantos?

Pero no era tiempo de dudar. Retrocedió un paso para ganar distancia de Vapte, mas no porque no fuera a intentar devolverle el favor; justo lo contrario. De su bolsa extrajo una pizca de sal y la arrojo a un punto intermedio entre el monstruo que atacaba a la anciana y el otro que venía por ese lado, rezando que fuera suficiente…