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La Casa del Polvo y la Ceniza

Segunda Parte: El Vuelo de la Mártir Cygnan

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12/04/2016, 00:40
Capitán Elias Shadrak

El capitán dirigió una dura mirada hacia Hieronymus y Arcturus, que en cierto modo se estaban encarando a sus órdenes; tardó unos instantes en apartarla para dedicarse a otros menesteres. - Tienen un minuto hasta que vuelva a cubierta, pasado ese tiempo no quiero ver ni rastro de ese despojo en mi nave. -


Mientras tanto, Orionus se había apartado de los demás para dirigirse hacia Octavia y sus seguidores. En cuanto se percataron de que se había acercado demasiado, sus guardaespaldas se encararon y pusieron en guardia, e incluso el hombre de la máscara hizo un ademan de interponerse, aunque Octavia lo detuvo con un gesto de su brazo.

- Estoy bien. - dijo con una voz solo ligeramente temblorosa - Disculpe, pero nos retiramos a descansar. - A un gesto suyo los cuatro se replegaron con rapidez, no dando opción a continuar haciendo preguntas, para a continuación volver al pasillo de los camarotes hacia sus aposentos.


Casi al mismo tiempo, uno de los tripulantes salió por el mismo pasillo que se disponía a entrar Octavia. Parecía haber entrado al camarote del Abad Tamás forzando la puerta; informó a voces a su capitán de que en el camarote se encontraban "casi" bien. Según sus palabras todos estaban asustados hasta el borde de la histeria, solo uno de los clérigos había resultado herido y muerto al caer sobre su cabeza un cascote afilado a causa de los impactos recibidos en la nave, y el Abad parecía sufrir dolores en el pecho y respiraba fatigosamente por el shock del momento y el intenso miedo.


La cubierta estaba lejos de quedar vacía, ya que Vymer y Quill aún estaban cerca, sobre todo revisando el buen estado de la cabeza de Vymer; además, un tripulante continuaba organizando de forma respetuosa los cuerpos de sus compañeros caídos y arrojando por la borda a los mutantes sin contemplaciones. Sin embargo, cerca vuestro solo permanecía el prisionero, cedido por el capitán para que dispusierais de él como os apeteciera..

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12/04/2016, 01:35
Director

Notas de juego

Ok, volviendo sobre lo último que comentamos. Te queria confirmar que efectivamente, el objeto cayó al mar de acidon sin remedio, ni posibilidad de recuperarlo.

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13/04/2016, 23:19
Arcturus

El "evento T" había alterado visiblemente a Arcturus. Cuando el capitán lo miró fijamente se quedó tieso, pero luego saltó, como un resorte, en dirección al prisionero. Cuando había dicho "interrogar" había dado por supuesto que otros más capaces lo harían por él, y que el capitán estaría interesado en hacerlo. Siguió de cerca a Heinrich y al señor Homron, más que dispuesto a tomar la iniciativa para extraer toda la información posible del indeseable. Aunque tal vez no supiera muy bien cómo hacerlo.

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14/04/2016, 02:02
Orionus Boulder

Orionus pudo ver desde pocos metros que Octavia estaba bien o por lo menos no herida. Aunque uno de los guardaespaldas estuviera muy receptiva de impedir cualquier persona se acercara a ella, por lo menos obtuvo una gratas palabras de los labios de Octavia.

Luego la tripulación de la nave comenzó a tirar los cadáveres de los piratas por la borda y era bastante evidente que iban a hacer los mismo con Taikel pero con un ambiente más ceremonial o respetuoso que él de los piratas.

Observando quien estaba herido, busco a Quill y a Vymer. Fue hacia ellos y cuando estaba a pocos metros les pregunto "¿Qué tal esta Vymer?".

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14/04/2016, 23:23
Gianna Anzerani

Ocupo mi posición cerca del viejo y del resto de compañeros, permanezco con el arma agachada pero me mantengo alerta ante cualquier movimiento extraño, no deberían tardar mucho en interrogar al sospechoso, y después lo mas seguro es que nos volviéramos a reunir todos en el camarote, seria el momento de hablar, habían pasado demasiadas cosas en poco tiempo.

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14/04/2016, 23:55
Hermana Isolda

Isolda se mantenía cerca de Urtzi, imitando los guardaespaldas de los respectivos grupos, esperando a que se decidieran a hacer algo y ponerse en marcha. Estaba alerta, un poco paranóica quizás; pero el caso era que encontrarse aquel dispositivo de veneno antes de empezar todo la había alterado.

Al escuchar lo que decían sobre el Abad, la sororita encubierta sonrió ampliamente bajo su máscara. Con un poco de suerte, ese falso miembro de la eclesiarquía moriría, esperaba que el Emperador lo quisiera así.

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18/04/2016, 00:36
Hieronymus Homron

El arbites había pensado en arrojar al pirata por la borda y limitarse a hacerle un par de preguntas en el breve camino desde la sala hasta la borda. Sin embargo, en aquel momento la mitad del equipo miraba hacia él con expectanción. Estaba claro, pretendían un interrogatorio en toda regla. Sin embargo, el capitán, que parecía odiar al arbites por algún motivo que no había expresado en voz alta, les había dado tan sólo un minuto y parecía un hombre que esperaba que sus tiempos se cumplieran a rajatabla.

Seguido por Heinrich, Arcturus y Gianna el arbites se acercó al mutante herido. Notando una docena de ojos en su nuca, sin abrir la boca pateó al hombrecillo en las costillas con violencia. No era lo que quería hacer, pero era lo que todos, su equipo, los tripulantes y los otros pasajeros esperaban. Ese gesto haría que los demás se centraran en vendarse y arrojar cadáveres y no en la conversación que pretendía tener.

Levantó al hombrecillo del suelo mientras éste trataba de recuperar el aliento y virtualmente del cuello del chambergo lo arrastró en dirección hacia el borde. Mientras lo hacía habló en voz baja.

- Hay dos formas de que esto acabe. Primera, me cuentas todo lo que te pregunte, con inmediatez y sin dudar y recibirás la misericordia del Emperador antes de caer por la borda. Segunda, te dispararé en las piernas, el abdomen y el pecho antes de dejarte caer, mientras pugnas por respirar con los pulmones ahogados en sangre y dolor. - el arbites caminaba muy cerca de Heinrich que estaba atento a un posible intento desesperado por parte del mutante de rebelarse o huir - ¿Cuál es tu nave? ¿Cuál era su cometido? ¿Donde está su base y en qué punto nos habeís atacado?

Sólo los más cercanos escucharían la conversación y aquel tipo tenía mucho que ganar, una muerte inmediata e indolora y lo más importante, mucho que perder.

Notas de juego

No sé si hace falta una tirada de Intimidación, porque dadas las circunstancias no imagino como podría el mutante (o cualquiera) superarla en esta situación.

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18/04/2016, 10:45
Heinrich Von Tod

Heinrich apoya al veterano arbites. Su cuerpo musculado hace las veces de herramienta intimidatoria en ocasiones como esta.

Sin embargo, por si esto no fuera suficiente, Heinrich, lentamente, levanta el cañon de su arma hasta que  su rifle laser apunta a la cara del mutante.

Al recordar lo que le ha pasado a Taikel, un pensamiento fugaz pasa por la mente de Heinrich, quien clava el extremo del cañon en la sien del pirata y dice con una voz cargada de odio.

-Iba algun brujo en vuestra embarcacion? Algun psiquico?

Igual el incidente con Taikel no habia sido un accidente. Igual habia sido un ataque de otro psiquico. Y si los piratas no llevaban psiquicos consigo, el ataque habria venido de alguno de los pasajeros de la Martir Cygnan.

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19/04/2016, 00:26
Director

Mientras el capitán se apartó para dedicarse a sus asuntos Orionus aún deambulaba alejado del resto; cuando Octavia se retiró a su camarote se acercó hacia Vymer y Quill, sobresaltando a este último al dar a conocer que estaba allí. - Está un poco magullado, pero sobrevivirá. - respondió

No hacía falta ser muy perceptivo para saber que Quill estaba actuando muy reservado. Tal vez a causa del propio Orionus, o tal vez por la terribre muerte de Taikel que acababa de presenciar.


Mientras tanto, la intimidación al mutante capturado estaba dando sus frutos. Quizá fuera por sus heridas, o el hecho de que ahora podíais ver su cara deformada por la mutación, pero el pseudohumano parecía ahora un hombrecillo enfermizo y patético. Bastó la amenaza del capitán y las primeras palabras de Hieronymus para que se derrumbara por completo.

- ¡No, cualquier cosa menos eso! - gimoteó aún dolido por sus heridas al amenazarle con arrojarle con vida por la borda. - Rescatamos la nave de los escombros inferiores y la volvimos nuestra guarida. Solo atacamos porque le chivaron a nuestro jefe que varias naves con nobles y ricos a los que saquear cruzarían el trayecto hasta la isla-cementerio.

No sabemos de brujos ni herejes, tampoco nadie se atrevería a acercarse si se encontrase con uno. Eso es todo, lo juro.  -

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19/04/2016, 03:38
Orionus Boulder

Orionus le comento a Quill "¿Necesitas ayuda para desplazar a Vymer a vuestro camarote o donde lo queráis llevar?". Podía sorprender la presencia de Orionus con ellos pero ya había cruzado un par de palabras con ellos y como buen mercenario podía dedicar unos segundos a los invitados heridos.

También le importaba el estado de sus compañeros pero no tenían que olvidar que debían conseguir la confianza de los invitados para continuar la investigación que les encargo la Inquisición. Además ya estaban muchos compañeros cubriendo a Urtzi y tampoco lo estaban dejando descubierto ya que eramos muchos en la comitiva de guardaespaldas y técnicos de Urtzi.

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19/04/2016, 11:40
Hieronymus Homron

- Rescatamos la nave de los escombros inferiores y la volvimos nuestra guarida. Sólo atacamos porque le chivaron a nuestro jefe que varias naves con nobles y ricos a los que saquear cruzarían el trayecto hasta la isla-cementerio - respondió el mutante.

- ¿Quién os dió la información? ¿Qué hay en la isla-cementerio? - ladró el arbites sin dejar de arrastrar al mutante hacia el borde, aunque lo hizo sin demasiada prisa y dejó que el herido recuperara el aliento, para disponer así de algo más tiempo - Sé rápido o el dolor te acompañará en tu caída.

Dicho esto, cogió el cañón del arma de Heinrich que apuntaba a la cabeza del mutante y lo bajó, haciendo que apuntara hacia el abdomen del prisionero. Unas tripas destrozadas eran su amenaza. Un tiro en la cabeza, su piedad.

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20/04/2016, 11:33
Arcturus

Arcturus asistía tenso, envarado, al interrogatorio que el arbites conducía con man maestra. No era el primero, sin duda, eso se notaba. De hecho, el tecnosacerdote llegó a asentir un par de veces cuando el malhadado mutante dio sus primeras respuestas, como satisfecho por lo que acababa de oir. Aquello encajaba en su cabeza: simples asaltantes a la caza de un botín facilón.

Sin embargo, Hieronymus siguió con su acoso... Arcturus miró hacia detrás por el rabillo del ojo, temiendo que el capitán se presentase y cortase de raíz la "charla".

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20/04/2016, 12:56
Desguazador

- ¡Al informante solo lo conoce el jefe! - gritó el preso a la desesperada al sentir el cañón del arma contra la piel
- La isla-cementerio no es más que eso, un cementerio. Una montaña de metal que escupe fuego donde unos clérigos siniestros guardan los cadáveres de los ricos y poderosos, y un puerto franco en la costa opuesta. -

- ¡Eso es todo lo que se! -

Notas de juego

Ojo, esto no se considera actualización. No voy a vigilar quien ha posteado o no a estas alturas de la semana, simplemente me he encontrado con tiempo para aportar algo más de información, y tal vez acelerar un poco este turno de posteo.

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21/04/2016, 17:18
Hermana Isolda

Los gritos del mutante se escuchaban como si fueran estruendos de una batalla. Tenían un jefe, les habían avisado que pasarían por allí, unos clérigos siniestros que guardaban cadáveres de nobles. Un culto herético a la sombra del Imperio. Otro más. ¿Es que no aprenderían que solo la luz y sabiduría del Sagrado Emperador era la salvación? Todo lo demás eran atajos para conseguir beneficio propio a costa del alma inmortal, el mayor engaño de todos era hacer creer a la gente que era más importante el beneficio temprano y físico que el eterno e inmortal.

Todo eso estaba poniendo al límite a la sororitas. Ella no servía para trabajar infiltrada, solo quería volar la cabeza al falso clérigo y sus acólitos, rastrear esa isla-cementerio y destruidla hasta que no quedara nada de ella. Su voluntad férrea era lo que evitaba que hiciera todo eso. Su voluntad y la promesa personal de ejecutar a ese hereje que se hacía pasar por miembro de la eclesiarquía antes de que todo eso acabara.

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21/04/2016, 22:50
Gianna Anzerani

Mientras mantengo mi posición no puedo evitar escuchar la conversación del viejo con el prisionero, no puedo evitar disimular el asco que me produce, si por mi fuera ya le habría volado la cabeza, eso era lo mínimo que se merecían esa clase de escoria, pero el viejo estaba mas preparado para este tipo de situaciones, quizá si le sacaba algo de información nos fuera de alguna utilidad en el futuro, miro hacia atrás esperando que el capitán de la nave estuviera ocupado y se olvidara durante un rato de nosotros y así que ganásemos algo de tiempo...

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23/04/2016, 02:13
Urtzi Chrom

Aquel era el momento del arbitres para aplicar su sobrada experiencia en obtener información de un rehén cuya única salida pasa por la misericordia de su ejecutor. El mutante no tardó en quebrarse ante la presencia del señor Homron y responder sin censura a sus preguntas. Ante aquella situación, Urtzi no era más que un testigo cuya función era meramente circunstancial, simplemente alguien que de estar en otras circunstancias no sería más que un estorbo. Casi hasta sintió lástimas por el desesperado mutante y esperó que el veterano acólito le diese la muerte rápida que le prometió. El adepto no podía ni concebir el horror que supondría morir en aquel mar ácido para que el pirata no dudase un segundo en aceptar la justicia de una pistola.

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26/04/2016, 00:58
Director

Quill iba a responder algo a Orionus, pero entonces Vymer apartó la mano de su compañero de un manotazo y se puso en pié aunque aparentemente le costó bastante esfuerzo - ¡Estoy bien, maldita sea! No soy un crío enfermo al que cuidar. Y como alguien más insinúe algo parecido le arranco la cabeza. - El tono de Vymer era fuerte, pero no lo suficiente como para tomar sus palabras en total consideración. El efecto de la conversación también pareció tener un efecto ligeramente positivo en Quill, que recuperó su actitud anterior al incidente al ver a Vymer volver a las andadas como si no hubiera ocurrido nada, y saludó a Orionus con una inclinación de cabeza, dando a entender que todo estaba bien.


Los gritos del pseudohumano aumentaban en desesperación, y a medida que las preguntas aumentaban tan solo era capaz de repetir - Ya lo he dicho todo. No se nada más. - una y otra vez. Finalmente se os acabó el tiempo; el capitán apareció al otro extremo de la cubierta y el experimentado Arbites terminó con el sufrimiento del hombre allí mismo, dejando caer su cuerpo por la borda.

El fallecido Taikel no tardó en compartir el destino de ese hombre, y todos los demás cuerpos que habían sido arrojados antes que él a aquél mar mortífero. Probablemente se mereciera un entierro mejor, pero las cosas no siempre salían como debían; además, una parte de vosotros os seguía advirtiendo contra la naturaleza antinatural del psíquico, que incluso siendo vuestro compañero hizo que no os sintierais completamente aliviados hasta que su cadáver dejó de poder verse tras descender rápidamente en vertiginosa caída.

Al capitán lo seguían los que parecían la mayoría de sus tripulantes supervivientes, incluído el sobrecargo. Con un aire ceremonial los tripulantes ordenaron los cuerpos contra el borde de la cubierta y procedieron a quitarles algunos objetos que parecían tener algún valor, ya fueran delgadas y raída capas para protegerse de la lluvia ácida que habíais presenciado hace algunas horas o los rifles que aún estaban en condiciones de funcionar.

Los cadáveres eran sostenidos por sus antiguos compañeros sobre la baranda, y por último el capitán, en una actitud que recordaba más a un sacerdote que a un soldado o a un hombre de mando, finalizaba el rito introduciendo uno o dos proyectiles en la boca del fallecido antes de darle el último empujón que lo arrojaba en caída libre al vacío, hacia el inacabable mar de ácido bajo vosotros.

Cuando terminó aquella (a vuestros ojos extraña) procesión por los muertos, el capitán os mandó a todos a vuestros camarotes sin discusión; alegó que la nave necesitaba ahora de los esfuerzos de todos los tripulantes restantes y, bajo la amenaza de que cualquiera que fuese descubierto en cubierta cuando no le correspondiese recibiría un disparo "por poner en riesgo la integridad de la nave y a todos a bordo" decidísteis que sería mejor no contravenir al capitán.


Como advirtieron Urtzi y Arcturus, una fuga de vapor provocada por los daños había dejado la mayor parte de la estancia en un estado inhabitable. Los tripulantes se apresuraron a sellar la fuga, pero por seguridad os abrieron las puertas de uno de los camarotes contíguos, vacío.

Al trasladar vuestras pertenencias comprobásteis que apenas habían sufrido daños, o al menos no habían sufrido nada que un ligero mantenimiento no pudiera arreglar. Al mismo tiempo encontrásteis las escasas pertenencias que Taikel no había podido, o no había querido llevar consigo cuando le ocurrió su desgraciada y terrible muerte. Estas consistían únicamente en una espada de artesanía rudimentaria que nunca le habíais visto empuñar o manejar, unos viejos recambios metálicos de sus ojos mecánicos, un crono rajado pero aún funcional y un pictograbador que parecía el objeto menos usado o dañado de todos los que conservabais del psíquico.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Saqueo a Taikel: 1 Espada, 3 recambios mecánicos, 1 crono, 1 pictograbador.

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26/04/2016, 01:29
Director

Durante un par de horas debatisteis entre susurros todo lo que sabíais. De vez en cuando escuchabais unos pasos apresurados en el pasillo de los camarotes y unas voces que os indicaban sin duda alguna que se trataban de los tripulantes de la nave, seguramente ocupados intentando mantener la nave en el aire como había dicho el capitán, pero también impidiéndoos abandonar los camarotes sin que el capitán supiera de vuestra infracción a su orden.

Tras un tiempo, que debido a la conversación se os antojó muy corto, finalmente se escuchó un grito como el que os había despertado esta mañana, pero que esta vez recibísteis con alegría. - ¡Tierra! ¡Hemos llegado! -

Notas de juego

El turno de posteo de esta semana es para que intercambiéis impresiones entre vosotros, la siguiente semana cerraré el capítulo y comenzaremos uno nuevo.

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26/04/2016, 01:36
Director

Ambos reconocéis el rito que ha practicado el capitán de la nave como una superstición muy extendida entre la guardia imperial. Se cuenta que hace siglos un soldado imperial se hizo el muerto en un asalto contra una horda xenos, y que cuando sus enemigos estaban a punto de tomar su posición, el supuesto fallecido les sorprendió por la espalda con el cañón láser de un vehículo, cambiando el curso de la batalla y concediendo la victoria a su batallón.

Más adelante, cuando el comandante al mando se enteró de lo ocurrido se presentó en persona para condecorar al soldado y ascenderlo a sargento; descargando dos tiros sobre su cabeza inmediatamente después bajo acusación de cobardía. Desde entonces se puede saber cual fue el regimiento original en el que ocurrió tal hazaña, porque todos sus soldados recitan como un salmo el lema - Cobra por tus hazañas. Paga por tus errores -, y por el resto del cuerpo de la guardia imperial se extendió la costumbre de meter dos casquillos de bala en la boca de los fallecidos, como modo de ahuyentar al fantasma de aquél deshonrado héroe de guerra.

- Tiradas (2)
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26/04/2016, 01:56
Director

Si bien el rito particular del capitán te ha resultado algo extraño, no es la primera vez que lo presencias. En zonas de guerra, o en contiendas especialmente cruentas, muchos soldados y algunos mercenarios repiten ese mismo rito de entierro de meter dos balas en la boca del fallecido. Aunque no conoces su origen, parece que los clérigos del emperador lo aprueban.