Partida Rol por web

Intente buscar el dichoso libro, con un poco de suerte se encontraría en la habitación del tarot y estariamos a un paso mas de dejar la casa.

Miguel se acercó a la joven despacio. Su teoría era que Elizabeth se había cortado las venas y quería examinarla. Marta le pidió permiso para hacerlo ella, pensando que sea esto real o una visión, la joven se sentiría mejor siendo otra mujer la que tocase su cuerpo. Nacho, por su parte, se había llevado las manos a la cabeza en un gesto de horror, pero también se acercó a la tina para meter sus manos en el agua roja. David por su lado se pone a buscar en la habitación tanto el cuchillo como cualquier objeto que pudiera ser útil.

Miguel entonces da con la muñeca de la joven. Si ésto es una visión se siente jodidamente real, pues su piel está helada y se ven sendos cortes en sus azuladas venas.

Marta justo se había acercado también y Nacho tanteaba debajo de la bañera con sus manos. El agua sanguinolenta tenía un terrible hedor, era díficil no salir corriendo del espanto. 

El vagabundo, por ahora no encontraba nada útil. Abrió el botiquín que había arriba de una piletita antigua y encontró solo un sitio vacío.

Entonces Elizabeth pestañeó...

Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaah - Miguel no pudo evitarlo y echó a correr. Se largó hacia la habitación del tarot ahora era el único lugar que le parecía "seguro". Pero es que al ver a Elisabeth pestañear los pelos se le pusieron de punta y por poco se mea en los pantalones, aquello si que era ya el colmo, que los muertos estuviesen cobrando vida...

¿Acaso el lobo también murió y fue el primero en revivir?

Mire con tristeza las muñecas de la joven, ¿tanto había sufrido como para hacer eso? Me queda mirandola callada, cuando de repente el cuerpo sin vida abre los ojos, caigo de espaldas y no consigo mas que arrastrarme sentada hacia la puerta

Me levanto con cuidado, tenía que haber sido mi imaginación, pero no, tenía los ojos abiertos...

-¿Por que...?- fue lo unico que conseguir decir

Estaba mirando dentro del botiquín vacío, perdiendo el tiempo en él para no tener que mirar otra vez a la muerta cuando escuché el grito y vi salir a Miguel cagando leches. Me giré hacie Elizabeth para ver que nada había cambiado excepto del hecho de que los que estaban a su lado habían retrocedido espantados. Mala señal.

- ¿Qué ha pasado? ¿No es un fantasma?- pregunto acercándome a Marta sin darle la espalda a la bañera- ¿Se ha movido?

- No..no es un fantasma...por lo menos se puede tocar y.. no esta tan muerta como puede parecer ya que ha abierto los ojos

Explique intentando mantener la calma

Mientras buscaba en la bañera, sentí como Miguel daba un brinco del susto y se iba corriendo.

Me quedé mirando extrañado hacia la puerta, hasta que la conversación entre Marta y el vagabundo me lo aclaró.

Miré la cara de Elizabeth y me sobresalté. Saqué los brazos de la bañera y me quedé mirando sus ojos.

No parecían tener vida, sin embargo... Mi mente empezó a trabajar a toda velocidad buscando una respuesta racional a la situación.

Han podido ser unos espasmos que les da a los cadáveres. Creo que no les tiene por qué ocurrir a todos, pero...

Mientras mi mente apoyaba esa teoría para darme confianza, volví a meter las manos en la bañera buscando algo

En la tercera hilera de libros se encontraba un tomo de cuero, uno que parecía antiguo. Fred lo sacó y lo abrió en páginas al azar, ya que carecía de título. Sus páginas eran amarillas y tan delgadas que el chico las pasó lentamente, por miedo a que se rompieran.

Estaba escrito en otro idioma, y tenía algunos dibujos. Entre ellos había uno que le llamó la atención. Era una mujer portando una máscara extraña. Tenía un cuchillo en la mano, uno raro, prominente. Alrededor de ella había cinco personas, haciendo un círculo y todas parecían estar entonando algo.

En ese momento siente pasos corriendo hacia su dirección.

Miguel sale corriendo, dejando a sus compañeros atrás en un momento de auténtico terror.

Nacho confía en que sea un espasmo de algún tipo, y David y Marta tienen sus propias conjeturas. El primero se acerca a la tina para seguir examinando mejor, cuando la helada mano de Elizabeth le coge del brazo. Se sienta y lo mira con unos ojos llenos de oscuridad.

-Te vienes conmigo... tú también te vienes conmigo.

Y comienza a tirar del joven hacia el agua roja. Una risa histérica sale de sus labios y recorre la habitación. Marta y el vagabundo están a pasos de la escena...

Si van a hacer algo por salvarle, es ahora o nunca.

Miguel llega hasta la sala de Tarot y entra hecho un manojo de nervios. Justo al cerrar la puerta tras de sí, siente una risa histérica que proviene del baño.

Fred, que estaba leyendo, casi tira el pesado tomo que tiene entre sus manos al suelo, debido al enorme susto que el otro chico le dio. Pero, cuando vé su cara pálida como el papel, cree que definitivamente no es el más asustado de los dos.

Mientras seguía concentrándome para autoconvencerme que había sido un espasmo, sentí que algo me agarraba.

Un frío repentino me recorrió todo el cuerpo y me paralizó. Sabiendo lo que me iba a encontrar, mis ojos se negaron a moverse.

Escuché una voz, pero no fui capaz de oír lo que decía. Mi cabeza miró mi brazo y vi como una mano me había agarrado. Velozmente, seguí con mi mirada todo ese brazo con un tono rojizo por lo que se suponía que era sangre hasta que nuestras miradas se cruzaron.

No parecía albergar maldad en sus ojos, pero aún así, sabía que estaba en peligro. Y no ayudo a mitigar mi sensación cuando empezó a tirar de mi.

¡¡Aaaaaah!! comencé a gritar como un poseído. Sin saber muy bien qué hacía, mis piernas empezaron a patalear, intentando alejarme, y con la mano que tenía libre, empecé a aporrear el brazo que me tenía agarrado para poder soltarme

- Mierda, Fred, ahí... en el baño... estaba Elisabeth... en una bañera... toda la bañera estaba llena de sangre... y de ella salió el cadáver de la mujer. Y cuando me acerqué a ver el cuerpo, este abrió los ojos, me parece a mi que esa mujer seguía viva, o muerta en vida, no sé una especie de zombi o muerto viviente. Ya no sé lo que vi... pero en fin... salí acojonado... esto cada vez me gusta menos...

¿Tú has encontrado algo de utilidad? dijo tratando de cambiar de tema y tranquilizarse un poco...

- ¡Me cago la puta que la parió!

Me desato el mantel de la cintura, lo que más a mano tengo,  lo agarro de las puntas y lo hago girar hasta tener algo parecido a un cuerda. Corro hacia Elizabeth y se lo enrozco en el cuello para poder tirar de ella y separarla de Nacho. Sé que un estrangulamiento no le hará nada a un cadáver, pero aunque sea puedo tirar de ella para que suelte al chico.

- ¡Venga, coño!

Fred tomo un libro que parecía interesante, su cubierta era en cuero y tenía algo de polvo. Delicadamente echó un vistazo a las páginas del libro que estaban en otro idioma. Trato de ver si podía entender algo de lo que allí decía o al menos de identificar la procedencia del idioma.

La imagen que estaba en la portada mostraba una mujer con una máscara, en la mano tenía un cuchillo, alguna especie de cuchillo ceremonial, la rodeaban cinco personas… cinco como nosotros. Pensó fred.

En ese momento de la nada apareció miguel, quien saco a fred de sus pensamientos dándole un gran susto.

Haaaaa, grito fred al ver de repente a miguel, quien había salido de la nada. Trato de retomar la compostura pero las palabras de miguel no ayudaban a que se librara de los escalofríos.

Un muerto viviente? Es de verdad? Sé que no es el momento, pero podría tratarse del “cuerpo” que nombro el fantasma. Deberíamos hablarlo con los demás…

He encontrado este libro, podría ser el libro de voodo, inclusive hay una imagen de un cuchillo extraño.

Miguel cuando llegó a la habitación y vió a Fred absorto en sus pensamientos, recuperó la calma y recordó la frase del fantasma, "un cuerpo, un cuerpo que parece que está vivo, aunque realmente está muerto".

Llevas razón, seguro que es eso. Y ahora, cómo podemos saber si este libro es de verdad el que buscaba el fantasma?

Entonces, tenemos, en principio, dos de las cinco cosas. Ahora tenemos que encontrar las otras tres, por qué no nos reunímos con los demás, están en el baño y hablamos de todo lo que está sucediendo. Quizá si le llevas a Nacho el libro el puede identificarlo como algo de vodoo, al fin y al cabo el muchacho parece que sabe algo sobre lo paranormal.

Nacho buscaba una solución lógica a lo que veíamos, ¿pero realmente la habia? Después de todo lo que hemos visto en este lugar, es normal todo lo que hasta ahora pudiera parecer anormal.

Miro incredula como coge a Nacho y tira de él, ¿quiere matarlo? ¿Por que? Nunca pense que ella fuera asi, tanto sufrimiento, tanto dolor...y ahora ella quería causarselo a otra persona.

Vi como David intentaba ahogarla y como Nacho se resistia, agarre a Nacho por la cintura para tirar para detrás

- ¿Por que haces esto? Él no es quien te hizo sufrir, ni quien te hizo esto. ¿Por qué acabaste con tu vida? ¿Por que no esperaste a Jonathan? ¿Que paso realmente aqui?

No era momento de interrogatorios, pero quizas asi podría distraerla y hacer que soltase a Nacho, quizas con la mención de Jonathan...

¡Joder! ¡Meterla los dedos en los ojos! grité desesperado

Elizabeth sigue tirando de Nacho, incluso luego de que David trate de asfixiarla con una toalla. Todos están tratando de salvar su vida. Nacho incluso les pide que le metan los dedos en los ojos y Marta, mientras, intenta que el fantasma reaccione. Si es que es eso, puesto que ninguno de los otros tenía esa materia que puede ser tocada. 

Entonces todo se apaga de nuevo, por unos segundos. En la total oscuridad, los jóvenes tienen un poco más de pánico. La luz retorna y el baño está como lo vieron al ingresar por primera vez.

Todos se miran. Nacho está a salvo aunque le quedó parte de la ropa color rojo por la sangre de la bañera, la cual ahora se encuentra nuevamente vacía.

No hay rastros de nada de lo que aconteció allí, excepto por un leve reguero de sangre también en la toalla que usó el vagabundo para detener a Elizabeth.

No me lo creo... ¿Y ya está? ¿No hay nadie? A punto de morir por... ¿Una ilusión? Esto es de coña. Me tenía que haber ido con ella, a ver donde me llevaba. 

Estaba muy alterado. Intentaba disimular el miedo que había pasado con un enfado porque la muerta había desaparecido. Respirando profundamente mientras me levantaba del suelo, decidí echar un ojo a la bañera, sin acercarme mucho, para ver si "mi amiga" había dejado algo en el fondo