Partida Rol por web

Antes de que empieces a inquietarte por la tardanza de Driss el fiel de Hextor hace acto de presencia y te saluda con una medio sonrisa.

El sacerdote lleva una larga túnica de color negro y rojo, de gran lujo, en cuyo cinto cuelga una maza de armas.

- Acompáñame - te dice dirigiéndose a una de las puertas situadas en el lateral

Cuando aparece correspondo su saludo con uno similar, tomando nota de sus ropas. No digo nada sin embargo, aunque pienso

*Interesante... Tal vez deba aparentar mas opulencia? nah... por ahora.

Le sigo por los pasillos del templo, fijandome hacia donde vamos.

La puerta lateral da a una gran sala de aspecto austero, desde la que parten diversas puertas y una escalera de caracol. Tomais esta última que lleva a un piso superior, y sigue hacia arriba. Os deteneis en ese segundo piso, saliendo a un pasillo con puertas en los laterales. El pasillo está adornado con diversas letras en estilo gótico, y motivos florales, todos ellas en relieve y con baño de plata. Finalmente entrais en una de las salas, en donde cuatro sacerdotes, todos ellos te consta de mayor rango de la rama de la guerra de la fe, te esperan sentados en una especie de tribunal.

Hay una silla en un lateral, en donde se sienta Driss dejándote quedarte en el centro, frente a los sacerdotes, en lo que se asemeja a un tribunal.

Uno de los sacerdotes es el que habla primero

- Briareos Blodfist... hemos oido a Driss Joual solicitar tu acceso a la rama de los sacerdotes dedicados a la Guerra de la Fe. ¿Es cierto que ese es tu deseo? De serlo queremos escuchar tus motivaciones. Y no te molestes en intentar mentirnos

Observo el camino, recordandolo... Finalmente llegamos a una sala, de atractivo aspecto, donde otros miembros de la rama estan presentes. Su disposicion y luego sus palabras, me confirman lo que sospecho al momento.

*Un examen...

Mientras pienso esto, hago un leve saludo a los reunidos, haciendo tintinear mi cota de mallas al hacerlo, para luego responder calmadamente.

-Como les ha dicho el hermano Driss, es mi deseo entrar a formar parte de la rama de los guerreros de la fe. Y mis motivos no creo puedan ser distintos a los vuestros. Quiero servir a Hextor con todo mi empeño, luchando contra los infieles que se oponen a el, e ir incrementando mi poder conforme lo hago, para servirlo aun mejor...

- Primero serviste en el ejército, luego viniste a nosotros ¿es esa la jerarquía de tus sentimientos? ¿valoras primer el ejército y luego al divinal Hextor?- sigue preguntando el que ha hablado primero mientras el resto de los presentes escuchan el careo

-En absoluto +respondo, con un tono ligeramente mas seco+ Simplemente, fue una obligacion formal, de la cual me entere al llegar a esta ciudad, servir primero en la milicia por un tiempo. Mi objetivo inicial, por el cual pedi abandone Nitgheria y solicite a mis superiores el traslado aqui, era servir a mi señor Hextor en este templo, en esta ciudad... en esta tierra tan llena de indignos que deben ser sometidos a su Voluntad.

- ¿Noto un timbre de desagrado en vuestra voz, Briareos? - interviene otro de los hombres sentados- ¿Acaso pensais que es un trámite desagradable tener que contestar a nuestras preguntas?, ¿os creeis demasiado importante para ese menester?

-Evidentemente, nota mal, hermano. Si creyera que esto no es importante, ni tan siquiera lo habria solicitado. Sin embargo, debo admitir que me perturba y en parte, desconcierta, tantas interrogantes a quien viene a ofrecer de corazon sus servicios...+respondo a los hombres alli reunidos+

El tercer hombre, callado hasta el momento, es quien interviene ahora

- Es un honor servir. Llegar a ser parte importante de la iglesia, realizar labores para la misma, es algo mucho más elevado que ninguna otra cosa. Y es nuestra función determinar que vuestros motivos son los adecuados, y que verdaderamente podeis cumplir las misiones que se os encargarán. Y que sois de confianza. ¿Cómo podríais, Briareos Blodfist, demostrarnos eso?

-El señor Hextor es mi guia, el que fortalece mi mano y me concede sus bendiciones. Podria obrar algun poder si no fuera asi?+respondo prestamente. Luego prosigo, en un tono curiosamente fuerte y orgulloso+ El me hace fuerte, y es mi deseo por ende que se fortalezca, castigando y sometiendo a los que se le oponen, mostrandoles como su corazon y su fe son inferiores, pues no siguen a la verdadera Voluntad del mundo. Si vosotros estais en la misma mision, si vuestros deseos son los mismos, entonces somos hermanos en su fe y debemos confiar entre nosotros. Nuestras fuerzas, sumadas, son mucho mas de lo que podriamos lograr por separado. La traicion, nos debilita...

*Aunque sea la principal forma de ascencion...

Guardo silencio unos segundos, y continuo

- Ademas,... las palabras de un hombre pueden o no ser falsas, es algo muy dificil de probar. En eso puede entender que desconfieis. Pero lo que se obra es una prueba solida y tangible de sus intenciones. Y si esa obra se hace por Hextor, por EL mismo queda avalado. Habeis examinado las mias. Podeis juzgarlas como os plazca. Pero mi señor ya lo ha hecho y las ha hallado de su agrado.

El tercer hombre te mira con una medio sonrisa en los labios

- Podeis retiraros. Esperad fuera a nuestra decisión

Hago una reverencia, aunque sin bajar los ojos, pendiente de las 3 figuras. En silencio, retrocedo hacia la puerta 3 pasos y luego les doy la espalda, para salir de alli.

Una vez afuera, cierro la puerta con cuidado, quedando de pie junto a ella.

Dentro se escuchan voces, y parece que la conversación va a durar un tiempo. Oyes la voz de Driss y la de los tres hombres, pero no hay forma de saber lo que dicen, salvo que apoyes la oreja en la puerta, ya que el grosor de esta hace que la voz te llegue difuminada

Mantengo mi guardia, pensando en nada, con la actitud firme y espectante, mas no dispuesto a pecar de curioso... Hago crujir mi cuello a un lado y al otro, relajando un poco la postura ahora que nadie me ve.

Tras un tiempo más largo del que te gustaría la puerta vuelve a abrirse y Driss te invita a pasar. Uno de los jueces se levanta

- Briareos Blodfist, miembro del clero de Hextor, se os acepta como iniciado de la rama de la Guerra de la Fe. Estareis bajo la orden de Driss Joual durante estos primeros meses, y luego se escuchará el informe de este sobre vuestras nuevas atribuciones. El hermano Driss os informará de vuestras obligaciones y derechos.

-Me siento honrrado. Muchas gracias + contesto sencillamente a los jueces y los saludo con una reverencia. Luego me yergo y miro a Driss, esperando para saber que dira a continuacion.

- Empezareis copiando algunos de los libros sagrados, y revisando los informes de armas y personal que nos remiten los sacerdotes de las distintas unidades de la ciudad. Pedídselos mañana en el archivo. Si teneis alguna duda venid a verme, si no yo contralaré vuestro trabajo en unos días. Retiraos

Asiento, sin decir nada. Luego saludo a Driss y al trio, para retirarme a continuacion con pasos largos y fuertes. Mientras recorro la escalera y los pasillos de camino a la salida del templo, solo mis ojos estan en el camino. La cabeza proyecta y acomoda sus ideas.

*Bien, el primer paso esta completo. Mañana comenzaremos a aplicar el segundo... Mmm, creo que jugare un poco esta noche, me lo merezco.

De camino a casa, aparto de mi mente las preocupaciones, pensando en como me divertire con Zorrita y Perro...

*Si, creo que la atare al potro y el tendra que violarla muy fuerte mientras yo le meto la pera en el ano... o se la metere a el. Y tambien podria golpearlos un poquito, que hace muuucho no lo hago...

LLegas a tu casa a buena hora y de un excelente humor, aunque indiscutiblemente perverso. Tus dos mercenarios te saludan al llegar. No se ha producido problema alguno en tu ausencia

Los saludo con un gesto y entro, haciendo chasquear los dedos para que acudan mis dos esclavos... Esa noche me divierto profundamente, hasta que ambos quedan inconscientes... Los estabilizo solo para que no mueran y los dejo dormir en mi sala de juegos. Luego ceno con buen apetito y rezo antes de dormir, a medianoche, en mi habitacion, pidiendo el favor a mi señor para servirle mejor en la tarea de mañana....

Al dia siguiente, me levanto bien dispuesto. Luego de vestirme y comer algo, tomo una desicion. Saco 50 monedas de mi dinero, poniendolas en un saco. Voy vestido con mis ropas clericales y no llevo armas o armaduras mas que una daga.

Sin embargo, no voy directamente al templo, sino al mercado primero, especificamente a las tiendas de ropa... Paseo obsevando con curiosidad el lugar, que poco conozco gracias a que en general encargo a Zandar o su esclava de estas cosas... pero esto quiero hacerlo personalmente.